No puedes amar a nada ni a nadie a menos que antes lo respetes. La primera persona que merece tu respeto eres tú. Para recuperar el respeto por ti mismo, hazte la pregunta:
¿qué respeto en mí?.
Para respetar a los demás, incluso a las personas que te desagradan, pregúntate:
¿que respeto de ellos?.
Recuerda que las personas que te desagradan reflejan inconscientes cosas de ti que te desagradan, por tanto, no trates de cambiarlos a ellos sino a ti.
Un proverbio chino dice: antes de salir a salvar el mundo dale tres vueltas a tu casa.