Cuando uno ve un polluelo, un cachorro, un bebé, aunque no sea muy bonito o guapo, según la especie, es decir animal o humano, nunca se le ocurre decir, ¡que feo!, simplemente se queda en un “que mono”, “angelito”, “animalico”, etc., pero a la vista de esta cría de Cacatúa de las Palmeras o Cacatúa Goliat, a una, no le queda más que decir, “Dios mío, qué cosa más fea”, aunque acto seguido se arrepienta, pero como en este caso no es humano, pues nadie se va a enterar, ni siquiera el aludido.
Pues esta cosa tan fea, nació en el Zoológico de Praga, en la República Checa, el pasado 1 de octubre y aún, es muy joven para saber si es chico o chica, por lo que no tiene nombre, pero todo se andará.