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jueves, 9 de septiembre de 2010

SEPULTADO VIVO

"Sepultado Vivo" me enseñó una lección muy importante: No por ser un telefilm, necesariamente ha de ser una peste. Ahora es algo que, con todas estas frías e insípidas series de moda ya se tiene más asumido, pero en 1990 un largometraje de terror destinado a la caja tonta era sinónimo de mierda. Salvo, como digo, el caso que nos ocupa.
Una mujer infiel y su amante aúnan esfuerzos para matar al marido de ella, un tio la mar de majo que, en su inocencia, está perdidamente enamorado de su esposa. El mozo es envenenado con una sustancia extraída de un exótico pez, pero un error de cálculo hace que, cuando ya ha sido dado por muerto y enterrado, salga del profundo coma en el que está y logre escapar de su encierro para acometer una ingeniosa venganza.
La trama suena clásica, y lo es, pero el modo en que se desarrolla es lo que hace de "Sepultado Vivo" un producto tan infalible. La venganza, que no desvelaré aquí, tiene algo que ver con la maña en cuestiones artesanales de su perpetrador, y de verdad que está muy bien. Dirige con pulso, sobriedad y solvencia Frank Darabont, justo cuatro años antes de lograr el reconocimiento con la fabulosa "Cadena Perpetua". El reparto, magnífico, lo componen nada menos que Tim Matheson (prota de "Desmadre a la americana" y "Los albóndigas en remojo"), la reputada Jennifer Jason Leigh, William Atherton (el periodista irritante de las dos primeras "Jungla de cristal") y Hoyt Axton (el padre de Billy en "Gremlins"), todos encajan perfectamente en sus respectivos personajes.
Haciendo gala de mucho ritmo, nada de sangre, mogollón de suspense y resoluciones ingeniosas, "Sepultado Vivo" es una peliculita muy muy entretenida y una de mis favoritas, apartado "telefilms". Curiosamente, pasados siete años Tim Matheson retomó su papel y se puso tras la cámara como director de una segunda parte (también telefílmica) que, dicen, es un mal remake de la primera. No tengo prisa en verla.
Os dejo el chulísimo cartel original, ya que el de aquí es -cómo no- extremadamente soso.

sábado, 2 de diciembre de 2023

VOLUNTARIOS

Y seguimos en 1985 -con respecto a mi reseña precedente-, el año mágico, cuando Hollywood más joyas produjo, sobre todo a nivel "blockbuster". Muchas de ellas han dejado una profunda huella en la historia de la cultura popular. Por eso extraña tanto que no sea el caso de "Voluntarios". Vamos a ver, una comedia de cuando Tom Hanks era sinónimo de la vertiente más gamberra de la misma, acompañado por otro grande, John Candy, y dirigidos ambos por Nicholas Meyer, el responsable de "Los pasajeros del tiempo" y revitalizador de la franquicia "Star Trek". ¿Por qué hoy nadie se acuerda de "Voluntarios"?, ¿por qué nadie la reivindica?
En ella, Hanks da vida a un personaje que actualmente no haría ni recibiendo un chute por la vena y del que, seguramente, reniega: niño rico, jugador, putero y vividor que se folla todo lo que quiere, fuma dronga y le importa una mierda el resto del planeta. El clásico estudiante universitario arrogante, con una doble vida de triunfador en negocios más o menos turbios, inevitable en la década. El caso es que queda endeudado con la mafia y, tras recibir una negativa de su poderoso padre al pedirle ayuda, se hace pasar por otro y termina enrolado en el cuerpo de voluntarios, directo a Tailandia, para construir un puente que beneficiará al pueblo pobre de rigor. Obviamente, una vez en el fregao, surgirán mil movidas (como enfrentarse a un grupo guerrillero comunista y a un contrabandista) y Tom Hanks, pues bueno, aprenderá la lección, se volverá humilde, dejará el egoísmo bajo el felpudo, enamorará a la chica que le odia, etc, etc..... el cuento moral que, aunque no se lo crean, todavía no he terminado de ver. He hecho una pausa para picar algo, escribir esto y ahora sigo, pero seguro que he acertado de lleno. Les cuento en el siguiente párrafo.
Al final la cosa no ha sido tan babosa como me temía. Es decir, sí, tenía yo razón, pero el "modus operandi" es menos evidente, menos "in your face", más propio de la década -gracias a dios, supongo que por eso es todo lo especial que es- a lo que hay que añadir unas notables dosis de aventura exótica que va pillando forma a medida que la trama avanza. En fin, era la época también, ¿no?, Indiana Jones y tal y pascual. Se agradece, porque desde luego el elemento comedia queda lejos de rular. No te ríes nada, salvo por unos puntuales e inesperados toques más propios de una "spoof movie", esos sí me han molado (siempre me pareció que Nicholas Meyer era un tipo muy serio, y esta sería la prueba) También es novedoso que, pal caso, John Candy se aleja de su habitual registro de pesao de buen corazón para ser, directamente, un gilipollas. Algo es algo. Pero no... "Voluntarios" no funciona, es bastante mala, así pues, enigma resuelto (es decir, ya sabemos por qué no dejó huella en su día).
Completan el reparto Rita Wilson, Gede Watanabe y Tim Thomerson (no confundir con Tim Matheson) Menuda carrera extraña y curiosa que tuvo este hombre, ahí moviéndose alegremente entre películas mainstream, subproductos chusqueros y la que era su verdadera especialidad, el "stand-up".
El argumento -que no el guion- es cosa de Keith Critchlow, quien cuatro años después firmaría el libreto de "Ánimas"

lunes, 13 de diciembre de 2010

ALGUNAS VECES ELLOS VUELVEN

Llevo esperando ver esta película desde que fue portada del número uno de la edición Española de la revista "Fangoria" (la de Luis Vigil, no la otra mierda), pero no tuve oportunidad hasta la pasada noche. De entre medio, casi 20 añazos de espera. Eso es tener paciencia, joder. ¿Y valió la pena?... pssss, no especialmente la verdad.
Basada en un relato corto de Stephen King, en pleno apogeo de este como material adaptable a la pequeña pantalla (y el film comentado, lo es), producida por el recientemente fallecido Dino de Laurentiis (quien se permite un auto-guiño colando su "King Kong" del 76 en una tele) y co-producida por Milton Subotsky, ex-jefe de "Amicus" y sufriendo de Kinguitis en los últimos años de su existencia terrenal, "Algunas veces ellos vuelven" cuenta con protagonismo del entrañable Tim Matheson, acompañado de los reconocibles rostros de Brooke Adams ("La zona muerta", "La invasión de los ultracuerpos"), Robert Rusler (guaperillas en "Vamp" o "La mujer explosiva") y William Sanderson (cult-actor que arrancó en el campo del exploitation con la ultra-racista "Fight for your life" y ganó cierto peso por su papel secundario en "Blade Runner"). El dire no es otro que Tom McLoughlin, popular por ser el responsable de la sexta entrega de "Viernes 13", así como de la modesta pero majilla "Siniestra Oscuridad".
Un padre de familia vuelve al pueblo de su infancia con fines laborales. El problema es que de chaval presenció la muerte de su hermano mayor en manos de unos macarrillas que, oh mala pata, seguidamente fueron arrollados por un tren. Casualmente uno de esos días se cumple el nosecuanto aniversario de la tragedia, y los espíritus de los bad boys regresarán del mas allá sedientos de venganza.
Siempre me pareció a mi que Tom McLoughlin tenía algo de curilla. No ya solo por ser el director de "Cita con un ángel muy especial" (sí, tómenlo literalmente), sino porque en sus declaraciones y sus intenciones (limpiar la saga "Viernes 13" de la suciedad que arrastraba a causa de su reivindicable quinta entrega, metiéndole humor, buenrollismo y unas gotas de violencia más contenidas) siempre me ha parecido sospechosamente cumbayá. En serio. Y esta "Algunas veces ellos vuelven" me lo confirma, por su exaltación de los valores familiares, su rollo lacrimógeno de baratillo y esas puertas lumínicas al mas allá, camino del paraíso donde todos nos acabaremos encontrando y bla, bla. Pero claro, carayo, es que a fin de cuentas hablamos de un telefilm, todo el muy limpio, muy contenido (muertes insulsas, y la más atrevida mostrada desde lejos) e inofensivo. Ideal para la tarde del Domingo. Y sí, en un caso así funcionaría, es razonablemente entretenida. Pasable. Pero yo de ti no tendría prisa en verla (bueno, yo no la tuve, 20 años lo atestiguan).
El caso es que por lo visto funcionó tan bien la cosa que tuvo dos secuelas más, "Sometimes they como back... again" ("La resurrección del mal") y "Sometimes they como back... for more" ("Infierno blanco", de la que solo he oído pestes), que no he visto, ni veré.

jueves, 5 de mayo de 2011

FURIA CIEGA

Está claro que la intención de esta peli era crear una nueva franquicia. Concho, si hasta el nombre del prota aparecía en los carteles. Sin embargo, deduzco que la cosa no fue demasiado bien en taquilla y el plan se truncó. Y es una auténtica lástima... no porque hubiera molado ver una ristra de continuaciones, sino porque "Furia Ciega" merecía mucha más suerte.
El Sr.Parker se encuentra en plena guerra del Vietnam. Una explosión cercana le deja ciego. Vaga por la selva y cae en manos de unos indígenas que le salvan y, con el tiempo, deciden enseñarle a ser un as con el sable, o la espada o lo que sea. Es ciego, sí, pero domina el arma que te cagas y, sobre todo, tiene un oído fino fino. Pasan veinte años y vuelve a los USA a reencontrarse con un viejo amigo del ejército. Pero este está pasándolo putas por culpa de una serie de mafiosos sin escrúpulos que matan a su mujer y pretenden secuestrar a su hijo. Suerte que el amigo Nick decide echar un cable. Si te suena es porque la historia, o la idea, están inspiradas en el personaje de Zatoichi, el espadachín ciego de la cultura nipona.
Esta peli la vi hace años y me pareció de lo más simpática y entretenida. Ayer repetí, y sigo pensando lo mismo. Rutger Hauer está perfecto en el papel, y le rodean actores tan potables como Terry O´Quinn (o Terrance O´Quinn!!), Randall "Tex" Cobb (en su eterno rol de matón), Meg Foster y una aparición estelar, muy adecuada, para el bueno de Sho Kosugi, interpretando a un frío asesino, el único capaz de combatir con Parker y durar más de un minuto. El enfoque de la peli tira más hacia un tono razonablemente "amable" y humorístico (¡hay niño!, pero tampoco es demasiado repelente y los toques cómicos no son muchos y sí acertados), aunque tampoco escasea la violencia. Hubiera molado algo más de sangre, dando el juego que da la trama, pero bueno, tampoco me quejo.
Resulta del todo curioso descubrir que uno de los productores es el actor Tim Matheson. La dirección corre a cargo de Phillip Noyce, no precisamente un don nadie, en su filmografía encontramos títulos bien conocidos como "Calma Total", "Juego de patriotas", "Peligro inminente", "El Santo" (versión de 1997), "El coleccionista de huesos", "El americano impasible" o la reciente "Salt".
En definitiva, un producto ameno y buenrollero que pasa en un pis pas. Super-recomendable.

PD: Junto a la carátula del VHS que poseo, os dejo la otra, que aunque igual es más cómica de lo que la peli al final resulta, está muy muy guapa.

viernes, 18 de junio de 2021

EL DIOS RATA

Extraña pieza de cine yugoslavo, “El Dios Rata”, adaptación para el cine de una novela rusa del escritor Alexander Grin, es considerada una de las mejores películas de su país. Una especie de odisea de arte y ensayo que se mueve en parámetros fantásticos y que, para más inri, no está exenta de un alto nivel de despelote a la europea, es decir, que vemos tetillas desacomplejadamente y sin que venga demasiado a cuento. “El Dios Rata”, por otra parte, fue considerada para representar a Yugoslavia en la carrera hacia los Oscar en la categoría de mejor película de habla no inglesa de 1977 sin que pasara la criba final, paradójicamente. Asimismo, y seis años más tarde, la película tuvo su momento de mayor gloria en el Festival de Cine Fantástico Fantasporto, llevándose incluso algún que otro premio.
A priori todo apunta a que esta película va a ser un soberano coñazo, pero no. Muy sobria y serena, con un puntito contemplativo, la historia que nos cuenta es lo suficientemente desperada como para que, según avanza, la sigamos con interés a pesar de los tempos muertos con los que cuenta y esa querencia por recrearse en la nada.
La cosa va de un escritor medio vagabundo interpretado por un híbrido entre Marcelo Mastroiani y Tim Matheson —un actor croata llamado Ivica Vidovic— que, por un lado se liga a una jamona que encuentra en un mercadillo de libros y, por otro, se meterá en unas alcantarillas donde se encontrará un pifostio de miedo: se topa con una especie de sociedad de hombres rata que, en una orgía con finas señoritas, roen queso y planean conquistar el mundo. Tal cual. Casualmente, tras ser expulsado del lugar de mala manera, resulta que el padre de la muchacha que el escritor se liga es un científico que conoce el caso de estos hombres rata, y desvela que son una especie mutante que pueden  tomar apariencia humana. Precisamente, está creando un matarratas para acabar con estos despiadados seres… y, juntos, darán cuenta de ellos.
No está mal la cosa. Y precisamente la gracia está en que es una mezcla de terror y arte y ensayo que se toma a sí misma muy en serio —lo que en este caso me parece bien— y que, contra todo pronóstico, acaba funcionando perfectamente.
Por supuesto, estas ratas de apariencia humana tienen un maquillaje para hacerles parecer roedores muy sutil,  unas pequeñas prótesis y cuatro pelillos pegados alrededor de los ojos, motivo este por el que en algunos momentos puede llegar a provocar un poco la risa, pero nada grave; el maquillaje es como toda la película: contenido, y de esta forma no queda demasiado ridículo.
Bien rodada, extraña, y al final hasta divertida, la película cuenta con unos títulos de crédito iniciales de lo más inquietantes y toda la atmósfera resulta sombría y deprimente, pero, como al fin y al cabo esta película guarda una gran deuda con la ciencia ficción de los años 50, al final resulta un divertimento de lo más agradable.
Algunas dosis de sangre, algo de acción, y ese toque de cine de autor que no se puede quitar ni con estropajo. Está maja.
El director Krsto Papic —otro híbrido, esta vez entre Paul Naschy y Josep María Mainat— fue un reputado director croata que llegó a estrenar alguna película en nuestro país, por ejemplo, “Idaho Potato: Una historia de Croacia”, tiene una filmografía no muy extensa, pero con títulos de esos que da gusto pronunciar. Sirva como muestra “Jedno malo putovanje” (¡jajajajajaja!).
“El Dios Rata”, que probablemente sea su película más popular a nivel mundial, diría que tuvo su edición en VHS de la época. Pero no me hagan demasiado caso porque, aunque me quiere sonar, no he podido encontrar ninguna evidencia que lo corrobore.
Como fuere, rula por la red una copia con subtítulos en inglés, por si gustan.

miércoles, 13 de mayo de 2009

LOS ALBÓNDIGAS EN REMOJO

Mitiquísima comedia juvenil de los ochenta que dejó imborrable huella a los de mi quinta. Lo divertido, y muy propio de las distribuidoras hispanas en aquellos tiempos, es que en realidad no se trata para nada de un film perteneciente a la saga de "Los Albóndigas" (que, por su cuenta, tuvieron sus propias secuelas) lo que creó la, lógica, confusión entre los que por entonces teníamos granos y nos hacíamos pajas a todas horas (vale... mi número de granos ha descendido, pero sigo siendo un campeón en lo otro).
Uno de los aspectos más entrañables del film está en su reparto, especialmente el del grupo protagonista, la inevitable panda de perdedores simpáticos tan de moda entonces y que componen algunos rostros indivisibles en su género, a saber: Tim Matheson (apunto estuvo de ser "Indiana Jones") y Stephen Furst, que venían de la peli que lo empezó todo, "Desmadre a la americana". Dan Monahan, el "Pee Wee" de "Porky´s", y Sandy Helberg, que aunque sale en "This is Spinal Tap" y "Máxima Ansiedad" yo no lo conocía de nada, pero recuerdo que mi hermano (mediano) lo acusaba de plagiar las muecas de Jerry Lewis. También tenemos a la niña mona de rigor, Jennifer Runyon, descubrimiento que se quedó en nada (justo después hizo "Los Cazafantasmas"... al principio, con Bill Murray soltando descargas eléctricas a dos voluntarios), Jeff East como el jefe de los malos (fue "Superman" joven en la de Donner, y luego también intervino en "Pacto de sangre") y John Hillerman (el inconfundible Higgins de "Magnum").
La historia no tiene nada y está repleta de tópicos, pero el ritmo es imparable, a las bromas más chorras les siguen otras más inspiradas (la dosis de humor absurdo y "cartoonesco" es un pelín mayor de lo habitual en este tipo de productos) y al final el desbarajuste es completamente disfrutable. Por un lado tenemos al mentado grupo de golfos simpáticos, los peores estudiantes de la universidad de turno, un listillo (y su genial perro, que se reserva algunas de las mejores coñas), el gordo tragón, el cachondo y el "nerd". El rector les obliga a participar en un competición de "rafting" donde se las tendrán que ver con la pandilla de rubitos, pijos y cabroncetes (quienes no paran de hacer trampas, compinchados con el organizador de la movida), los de la academia militar (buenísimo el desprecio con el que los cadetes tratan a su superior) y las chicas de turno, es decir, la protagonista femenina y sus amigas bastante calentorras (ella lo es un poco menos... ya saben...). A todo el listado de putadas mutuas, chistes razonablemente picantes (tetas las hay) y sanas gilipolleces varias, tenemos que añadir un final más o menos espectacular.
Tras las cámaras reconocemos nada menos que a Samuel Z. Arkoff en tareas de producción (quien junto a James H. Nicholson parió la "A.I.P" y con ella un montón de los clásicos de la ciencia ficción y el terror de los 50 en adelante, Corman incluido).
De chaval me compré la banda sonora en vinilo por cien pesetas y durante una temporada no paré de escuchar a algunos de los grupos más AOR del rock de la época, destacando entre ellos "Cheap Trick", autores del logrado tema central y verdadero título de la peli, "Up the creek".
¡Entrañable!.

sábado, 14 de agosto de 2010

FLETCH, EL CAMALEON

La película más famosa del que fuera el niño mimado del “Saturday Nigt Live”, en las primeras temporadas, sigue funcionando veinticinco años después como un tiro.
Irving Fletcher, mas conocido como “Fletch” ( Chevy Chase)es un periodista de tres al cuarto que anda por ahí intentando buscar cosas interesantes para rellenar su columna, se disfraza de yonkie/vagabundo para investigar en los bajos fondos, cuando es requerido por un elegante individuo (Tim Matheson) para contratar sus servicios, en calidad de asesino: Le quiere contratar para que este lo mate, alegando que tiene un cáncer que lo va a matar dolorosamente, y un seguro que su esposa cobrará si a este le asesinan. Fletch acepta su oferta, con el fin de obtener un buen artículo para su periódico. Así, pues, comienza la investigación.
Por un extraño motivo, sin querer despojar a Chevy Chase de su condición de “Payaso-torpe-Slapstic”, se le coloca en una trama detectivesca, bastante seria, efectiva, que si le quitamos el par de numeritos cómicos Made In Chevy Chase (en el Hospital llega a su cenit, el cachondeíto que se trae con el camarero en el club de tenis…) podría ser una película perfecta para, por ejemplo, un Burt Reynolds. También es cierto que se dosifican al máximo sus gags, se intenta que el señor Chase además de hacer el idiota, actué. Pues, miren, no lo hace mal. Claro que salvo, con la honrosa excepción del Carpenter MEMORIAS DE UN HOMBRE INVISIBLE, que tenía también componentes cómicos, a Chevy Chase no se le ha dado la oportunidad de lucirse y optar al Oscar, como si pasó con Jim Carrey, así que el Chevy Chase mas serio, mas actor, se encuentra en esta maravillosa película. El Chase mas desatado está en ESE POLI ES UN PANOLI.
Y es que la peli, es completamente ochentera, con el ritmo, estructura y desenlace y final típico de las comedias policíacas de la época. Es más apenas hay diferencia, técnicamente hablando, con por ejemplo SUPERDETECTIVE EN HOLLYWOOD, solo cambian los lugares,y los personajes, las formas son las mismas.
Michael Ritchie, que ya dirigió mas cosas del estilo, destaca, además de por la de ESE POLI ES UN PANOLI, por haber dirigido también de manera ochentosa SUFRIDOS CIUDADANOS, EL CHICO DE ORO, GATOS SALVAJES o LOS PACIENTES DE UN PSIQUIATRA EN APUROS. Ya murió el pobre.
Solo apta para fans de la comedia de los 80.

jueves, 5 de junio de 2014

SOLAR CRISIS

La existencia de telefilms catastróficos (me refiero al genero, obvio) no es un invento reciente, como ya hemos demostrado con anterioridad en este mismo blog. La gran diferencia es que antes, al ser menos abundantes, se hacían con un poco más de dinero -solo un poco- lo que les permitía ciertos "lujos". Además, y por idénticos motivos, tampoco tiraban tantísimo de fórmulas en cuanto a los argumentos y, esta es importante, la informática tenía aún muy poco que decir en el terreno de los efectos especiales (razón por la cual estos resultaban lógicamente menos llamativos y numerosos). Una notoria prueba de todo esto que digo la tenemos en "Solar Crisis", producto televisivo del año 1992 (1990 según otras fuentes) que a estos lares llegó mediante video-clubs de la mano de "Record Visión".
Estamos en el futuro. Nuestro querido astro rey anda un poco tonto. A sus inesperadas y catastróficas subidas de temperatura hay que sumar la madre de todos los cristos, una enorme llamarada que se va a zampar la tierra entera en cuestión de días. Los seres humanos inventan una bomba de antimateria (!!) cuyo fin será provocar dicho cuesco solar en otra dirección y, así, salvar al planeta azul. El problema es que el magnate de una gran corporación está dispuesto a sabotear tan compleja misión por motivos, francamente, algo absurdos y que no alcanzo a comprender del todo. El padre del capitán de la nave salvadora y su nieto (hijo de aquel... ¡¡nepotismo!!) intentarán detener en piña al malo -y su diabólico plan- antes de que sea demasiado tarde.
Ya saben lo mucho que me ponen las pelis de catástrofes, incluso aunque su origen sea caja tontil. Más si llevan mandangas astronómicas de por medio, como es el caso. Lo que aquí tenemos es una peliculilla que se adelantó unos años a la muy reivindicable "Sunshine" (con goticas de la no menos simpática "El núcleo", especialmente en lo referente a cierto sacrificio por el bienestar de la raza humana) y que se mueve en un terreno algo pantanoso, es decir, entre el típico culebrón televisivo de la década previa y las maneras más modernas y valientes que en unos poco años iban a despuntar en tan cateto y cauteloso medio. De primeras tenemos cierto pseudo-drama familiar (por eso de que yayo, nieto y padre anden metidos en el mismo fregao) y la inevitable historia de amoríos (aunque agradecidamente escueta). De segundas pues un tono algo más de "cine espectáculo" a lá Hollywood (dentro de lo que cabe) y la inesperada incursión de tacos, así como un gustoso top-less.
A todo ello súmenle un puñado de maquetas no demasiado cantosas (apuntar aquí que uno de los productores es Richard Edlund, reputado técnico de trucajes que previamente había dejado huella en films del calibre de "El imperio contraataca", "En busca del arca perdida", "Poltergeist", "El retorno del Jedi", "Golpe en la pequeña china" y un porrón más, cosa de la que se presume abiertamente en el poster), constante utilización de croma (salvado por los pelos) y unas justas dosis de animación informática, cuando la cosa aún andaba en pañales y abundaban los píxeles.
Como telefilm que es, todo se desarrolla de un modo bastante planillo y monotonillo, sin exabruptos ni nada demasiado llamativo. Tal vez el momento más recordable sea hacia al final, cuando la nave con la bomba se adentra en el sol y su piloto es testigo de las imágenes más increíbles del interior de la estrella que nos cobija, resueltas por la misma vía de la que se sirvieron en el "Superman" de 1978 al mostrar los confines del universo, usando imágenes reales -retocadas mediante luz- de ciertas algas microscópicas capaces de efectuar las más extrañas formas y los más rimbombantes destellos. Y es que el responsable de tan curiosa triquiñuela es el mismo en ambos casos (en la epopeya del superhéroe y en "Solar Crisis"), Peter Parks. Pal caso no cuela mucho, pero se agradece el intento.
Y cuando hace unas líneas hablaba de "ciertos lujos", no lo decía porque sí. Miren qué reparto más majo tiene "Solar Crisis": Tim "Desmadre a la americana" Matheson, Charlton Heston, Peter "El jovencito Frankenstein" Boyle, Jack Palance, Paul Koslo -eterno malo de serie B y que ya coincidió con Heston en "El último hombre... vivo"-, Dorian Harewood -segundón de reconocible rostro, estuvo en "La chaqueta metálica"-, Paul Williams, el incomparable "Swan" de "El fantasma del paraíso" (así como responsable de su estupendo soundtrack) como la voz de una computadora rollo "HAL 9000", el feo más "cool" del cine moderno Michael Berryman (casi sin frase) y un jovencito Corin Nemec preparándose para el tipo de películas que marcarían el resto de su desigual pero activa carrera.
"Solar Crisis" está basada en la novela de un autor Japonoide, Takeshi Kawata, también productor (de ahí que el pifostio sea mitad yanki, mitad nipón) y el director no es otro que... ¡¡Alan Smithee!!, el pseudónimo oficial que todo filmmaker utiliza cuando reniega del resultado de su obra por intromisiones ajenas (normalmente los productores). En este caso, tras Smithee se esconde Richard C. Sarafian, co-engendrador de la casta de los Sarafian, de entre los que destaca Deran, director de pelis tan reconocibles pal aficionado medio como "Cosmos mortal" (producida por nuestro Carlos Aured), "Interzone" (producida por Aristide Massaccesi y con co-guión de Claudio Fragasso), "Libertad para morir" (vehículo pal amigo Van Damme) o "Velocidad terminal" (la de Charlie Sheen y Nastassja Kinski). Con el tiempo y una caña, el tipo acabó inmerso en el medio televisivo -como su puto padre- y le fue tan bien que terminaría dirigiendo capítulos para "CSI: Nueva York" y "House". Entre sus pecadillos de juventud le encontramos como actor en "Al filo de la medianoche" y...¡¡"Zombi 3"!!. Señalar que uno de los guionistas de "Solar Crisis" es también de la familia, Tedi Sarafian, pero que por aquello de sol/idarizarse con su progenitor firmó con un nombre de héroe de tebeo barato: Crispan Bolt. ¡Curiosísimo!.
Y para rizar el rizo, la banda sonora la compone nada menos que Maurice Jarre, el de "Lawrence de Arabia". De entrada sorprende mucho, pero si miramos su ficha completa en Imdb veremos que Mauricio era un currante y no tenía muchos escrúpulos eligiendo la peli a la que bendecir con su talento.
¿Justifica tanto nombre reconocible/prestigioso el visionado de "Solar Crisis"?... posss, sí, supongo que sí, que para ser lo que es, se deja ver. Sin más. Al tratarse de un producto básicamente apoyado en los efectos especiales, no ha envejecido demasiado bien aunque tampoco ofende.
La pregunta del millón es: ¿cómo hubiese sido la versión firmada por Richard C. Sarafian?. ¿Mejor?, ¿peor?. ¡A saber!.