Perfil de la prueba.
Hace una semana estuvimos por esta misma zona para saber y conocer un poco más lo que nos podríamos encontrar. A primera vista el tiempo hace irreconocible cualquier lugar, menos el parking. El resto está tupido con una nube baja que hace presagiar que no se levantará en todo el día y como así sucedió.
Bonito paisaje del Refugio del Meicín.
Quizás es lo único que se puede decir de esta prueba que
deslució el tiempo, más que nada por las vistas, porque sinceramente, yo lo
prefiero, un tiempo para sufrir. Además estamos casi en noviembre y por
estas zonas es muy atípico el finde pasado que tuvimos.
Bueno, pues entrando en la carrera, decir que en la salida había muchas caras conocidas. Mientras saludabamos y mentalizabamos de la dureza de la prueba, nos hacían un control de material obligatorio por la organización. Todo perfecto, con rapidez y rigor, nos vamos todos acercando a la salida para escuchar las últimas indicaciones. Petardazo y la primera cuesta en la frente.
Casi andando hacemos el camino de salida del pueblo, sintoma de lo que nos ibamos a encontrar. Preciosos valles, verdes y húmedos. Roca y barro que hacían impotentes a cualquier zapatilla. Que pena de vistas porque el paisaje y la zona promete una visita en primavera.
Santi Obaya en la ascensión al Fariñentu.
Una promesa del trail, Alberto Cuadrado.
No bebo nada y continúo sin parar por el senderín que circula por continúos toboganes técnicos. Aquí decido poner un ritmo algo más alegre y aprovechar las buenas sensaciones en las que me encuentro.
Tengo a la vista en todo momento a Paco y decido mantener el ritmo, no
quiero desbocarme y pagarlo como otras veces. He llegado a la Forqueta del Portillín, desde
donde se divisa el Meicín, bonita bajada y bastante pendiente que me hace
subir las pulsaciones al ritmo que meto una marcha más. En la bajada me uno
a Paco y paso por el refugio sin parar casi. Continúo con fuerza de las
gaitas y vítores que allí se concentraron (gracias por el apoyo a tod@s).
Mi hermano con cara de disfrutar, jajaja...
Ahora toca subir de nuevo, me pierdo por primera vez, no veo las marcas y tengo que parar a buscar a mi predecesor, no veo nada, subo a un alto y de pronto a mi izquierda veo gente subir, cambio de rumbo y veo la senda.
Decidio subir por las marcas a pesar de las indicaciones que me hace la gente. Llego al alto, comienzo a correr, la niebla cada vez más espesa, alcanzo a Raúl y juntos nos perdemos, otro corredor se une. No vemos prácticamente nada.
Otra vez perdido, que rabia. En fin, no vemos voluntarios, no vemos marcas y nos movemos por todos los lados. Na de nada. Se nos une Paco, pregunto por mi hermano. No aparece. El tercer corredor encuentra la senda y juntos regresamos. De repente siento cierta debilidad, me acuerdo entonces del refugio, tenía que a ver cogido algo. Lo apuntaré en la mochila de la experiencia.
Podio de la Prueba.
1º Santi Obaya, 2º Raúl Cámara y 3º Pablo Villa.
Hacemos el bucle con vuelta al refugio del Meicín de nuevo, todos juntos y ahora sí decido parar a comer algo a pesar de lo poco que queda. Nos animan con mucha fuerza y generosidad a pesar del día que hace. Solo queda la bajada al pueblo y hemos llegado. Salimos aplaudiendo del avituallamiento y agradeciendo la gentileza de todo el personal, BRAVO, BRAVO.
Paco, entrando en meta.
La bajada ya sabíamos a lo que nos enfrentabamos, un camino lleno de piedras (no pequeñas precisamente) y muy incómodo de correr. En fin, como es bajando y los ultimos kms, me olvido de todo esto y decido meter la directa hacia la meta. Bajo rápido y con decisión. Adelanto a varios corredores y mis zapas ya vuelven a pisar grava, entramos en el pueblo y cruzo la meta con muy buenas sensaciones después de 21km y más de 2000 de desnivel positivo. Al final puesto 23º y un tiempo de 3h 32'. Todavía lejos de los figuras. Bravo por Pablo Villa que subió al cajón a pesar de estar sin entrenar. Este año nuevo estoy seguro que se sale, BUENA SUERTE, campeón.
Una carrera para enmarcar en todos los sentidos. Creo que es la prueba de montaña que más me ha gustado con diferencia y que más agusto me he encontrado.
Ahora queda disfrutar de los buenos momentos Postcarrera, comer el bollo preñao que nos daban en la organización y como había prisa para llegar a León no pudimos disfrutar completamente de todo el evento al que sin duda repetiremos.
A continuación alguna foto más del evento...