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domingo, 16 de outubro de 2016

HEROICAS QUITAMERIENDAS

Vertiginosa floración de las quitameriendas con apenas un día de lluvia.


   Después de este parón post-estival, (hay cosas que contar, pero el periodo post-vacacional no ayuda) volvemos con las primeras manifestaciones del otoño, un otoño que está llegando algo tarde en nuestro entorno y que se deja sentir sobre todo en las plantas herbáceas que a estas alturas del año deberían estar repoblando nuestros campos secos. 
  La quitameriendas (Merendera pirenaica) suele ser la flor más madrugadora del otoño. Nosotros la hemos visto en Piornal a mediados de agosto en los pastizales de la sierra de Tormantos. Sin embargo, aquí en la llanura cacereña y este año, con la falta de lluvias, les ha costado arrancar más de lo que acostumbran. Aún así, nos hemos encontrado heroicos ejemplares en mitad de yermo, antes de las primeras lluvias de octubre. 
Se puede observar en estas fotos el estado de extrema sequedad del suelo,
después de tres meses con solo dos días de lluvia.
Resulta casi imposible comprender cómo estas bulbáceas son capaces de romper este terreno tan seco y duro y sacar a la luz sus delicadas flores prácticamente de la nada. 
El secreto, como en otras plantas del estilo, consiste en la suerte que hayan tenido para almacenar reservas en su pequeño bulbo. Las flores aparecieron en el cañada del ferial, camino del puerto de las Camellas, en un entorno pizarroso y arrasado. Un sitio más seco que este, es difícil de encontrar en Cáceres, y sin embargo aquí se dan como hongos...  

La cañada hacia las Camellas. En mitad del camino, ahí
tenemos las quitameriendas...

Salvada por la campana... esta pequeña rana ha superado la sequía estival por
los pelos, justo cuando su charca benefactora se había secado del todo.

sexta-feira, 28 de novembro de 2014

Y POR NOVIEMBRE... OXALIS AMARILLOS

¿Quién puede atreverse a decir que esto es una "mala hierba", con las pedazo de flores que nos da?
Tupido follaje de la oxalis. Para un ignorante como el GP, acabaría diciendo que es un trébol más, y bien que lo parece...
Ahora entiendo lo de "mala hierba": el bordillo que separa la parte ajardinada del camino en el campo de mi señor padre, está completamente deglutada por las oxalis... 

     Iba el GP paseando por el campo de mi familia en Sierra de Fuentes, en busca de setas, cuando repentinamente descubrimos un tapiz de trébol que cubría buena parte del camino ajardinado afanosamente por mi señor padre. O eso era lo que pensábamos al principio. Cuando el GP se percató de sus magníficas flores amarillas le entró la duda y empezó a rastrear por libros e Internet, como de costumbre. Y rápidamente pudimos ver que de trébol y papilonácea, nada, que se trataba de una planta del género Oxalis (muy posiblemente Oxalis pes-caprae) de la familia de las oxalidáceas, y que encima esta estupenda especie era considerada una "mala hierba" y una "especie invasora". Ciertamente, mala hierba sí que es, en el sentido de una enorme malla verde que cubría toda la superficie ajardinada, pero que en esta época del año se agradece, con sus flores. Y lo de su carácter invasor, ¡bienvenidas sean, si traen estas flores! Esta especie proviene de Sudáfrica (ni más ni menos) pero parece estar ya completamente naturalizada en nuestro entorno mediterráneo, o así dicen las guías botánicas. Cuentan otras páginas no especializadas (es decir, la Santa Wikipedia) que esta especie es verdaderamente una plaga en la costa californiana. Lo más divertido de todo es que el GP en sus años de bulbero holandés, trabajó alguna de estas especies como plantas ornamentales, contando miles de bulbos de oxalis (ignorante de la belleza de estas plantas salvo en fotos de catálogo). Sea como sea, un lujo conocer a esta mala hierba invasora a mediados de noviembre. 
 En nuestro camino nos tropezamos también con una tardía mariposa de la col, posada sobre un aligustre. Aprovechando el buen tiempo otoñal, algunas especies de mariposas logran completar dos veces su ciclo reproductivo durante el año. Alguna ventaja había que tener con nuestro climá benigno y cálido...

sexta-feira, 17 de outubro de 2014

NARCISOS EN TIEMPO DE COMETAS


"Vamos a volar la cometa", le decía el GP a Juan, una y otra vez, como un ser cansino. El pequeño prefería al principio la comodidad del sillón de casa viendo dibujos a tener que estar corriendo en un descampado. Pero como uno nunca llega a crecer del todo y le encanta jugar con una cosa tan simple como puede ser un trozo de tela atado a un hilo zarandeado por el aire, acabé convenciéndolo. Así que el hijo sacó a pasear al padre, como está mandado.       
    Podríamos haber ido a un montón de buenos lugares para volar la cometa, pero orientamos el coche en dirección Casar de Cáceres, y nos detuvimos a la altura de la entrada a la cañada de ganado, a unos tres kilómetros. Allí habíamos observado apenas unos días antes un gran pradera cubierta por florecillas blancas que no aparecían en las laderas de la sierra, al menos en tan gran número. Así, que entre un vuelo y otro de la cometa, nos dedicamos a sacar unas pocas fotos apresuradas a estas florecillas que apenas se levantaban escasos centímetros del suelo, sin otro adorno que la propia flor, azotadas por el viento y tan humildes que solo su gran número levantaba la atención. 

     Intuitivamente el GP supuso que se trataría de una especie de narciso otoñal (Narcissus serotinus), algo más pequeño y discreto que el narciso pálido de finales de invierno. En realidad, de las plantas bulbáceas de la zona (familia de crocus, iris, amarillis y compañía) la más sencilla hasta la fecha. Pero el hecho de que crezca en una época como el otoño ya es algo digno de mérito. 
       Parece ser que este pequeño narciso es bastante típico en la costa mediterránea, y que posteriormente ha ido colonizando el interior de la península, especialmente en Extremadura. La presencia del narciso de otoño puede cambiar sustancialmente de un año para otro. Es precisamente en estos años con un comienzo de otoño muy húmedo, cuando sus poblaciones se hacen más visibles; en los años más secos puede pasar esta temporada sin dar la flor y echar las hojas más adelante en la primavera. Como se ve, no solo las setas son las beneficiadas de las lluvias de septiembre. También lo son estas flores y sus compañeras de temporada, los crocus y las snowdrops

 Los narcisos iluminan con sus tenues flores el campo otoñal, todavía marcado por las plantas secas del verano. El contraste las hacía más visibles.
 Juan haciendo volar su cometa con bastante soltura, para ser la primera vez.
 Una sola flor por planta, sencilla (no atrompetada) y ausencia de hojas. 

sexta-feira, 11 de outubro de 2013

CROCUS DE OTOÑO (QUITAMERIENDAS)


     Entre las florecillas que tímidamente van apuntando en estas semanas de octubre, destacamos estos crocus de otoño o quitameriendas (Merendera pirenaica). El término que usamos no hace justicia a la planta, porque el G.P. por su pasado bulbero tiende a identificar como crocus cualquier flor sin hojas. Sin embargo,  con dicho término se aluden a todas las flores que presentan las características típicas de los crocus (en términos más bien de floristería), esas florecillas de pequeño tamaño, que apenas despegan de la tierra unos pocos centímetros, y que suelen ser las primeras que aparecen tras el invierno. Estos pequeños quitameriendas aparecieron en las inmediaciones de Los Hornos (Sierra de Fuentes), junto a otras snowdrops, mientras el resto del campo va desperezándose lentamente del letargo estival. Luego los encontraría otra vez, ya pasados, en la sierra de Aguas Vivas. Estábamos a la búsqueda de setas, pero a falta de estas, buenas son las quitameriendas..

Sobre un entorno todavía seco, hacen su aparición estas bonitas flores.

En las inmediaciones, una escoria de fundición con más de un siglo, derivado de la producción de la cal en los hornos.

sexta-feira, 18 de dezembro de 2009

FLORES ANTES DEL FRÍO

Flor de la malva común

Flor del diente de león

Viborera (echium vulgare)
.
Aunque no sea corriente encontrarnos estas flores durante esta época del año, cualquier sitio resguardado permite la aparición de estas especies tan comunes en la primavera. En realidad, se tratan de especies de floración bianual, y si el clima y las condiciones lo permiten, florecen también durante este tiempo. Un pequeño regalo de la naturaleza que se esfumará rápidamente con las primeras heladas que van apareciendo a estas alturas del año.

quinta-feira, 26 de novembro de 2009

FLORES DE OTOÑO


Estas florecillas amarillas son las más frecuentes de ver en estas fechas, y aunque son bianuales destacan más en esta época sobre el campo extremeño por ser casi las únicas que podemos encontrar en grandes cantidades. Entre octubre y noviembre crean auténticas alfombras sobre nuestras dehesas. Luego vendrán las viboreras y otras compuestas que le harán la competencia, pero el otoño es suyo. De pequeño el G.P. las recolectaba para los canarios de la familia (los canarios adoran comerse estas flores) y aunque entonces las llamábamos "pan y queso", desconozco ahora su nombre verdadero.

Prados cubiertos de estas flores en las inmediaciones de Torreorgaz.

quinta-feira, 24 de setembro de 2009

SNOWDROPS: CAMPANILLAS DEL OTOÑO.



Estas son las primeras flores que aparecen con la lluvia del final del verano. Aunque no sé a qué especie puede pertenecer, tiene la apariencia de ser una bulvácea parecida a las snowdrops, las gotas de nieve, que tuve la suerte de reconocer muy bien en los inviernos de Holanda. Tampoco podría asegurar si esta es una especie silvestre o más bien se encuentra sedentarizada. su presencia, en lo que sabemos se reduce a las inmediaciones de Sierra de Fuentes. De cualquier forma, para mí su aparición representaba "el signo de los tiempos", la llegada de la nueva estación. En la foto, las snowdrops parecen surgidas de la nada y parecen lágrimas blancas sobre la tierra vacía del verano.