Seguidores

No me sigues... me acompañas!

SI QUIERES SEGUIR LAS PUBLICACIONES DE ESTE BLOG, SÓLO PULSA "Participar en este sitio"

No me seguirás, sino que nos haremos compañía en este tramo del camino, donde la AMISTAD es el motor y la ALEGRÍA de ser, el ritmo de la marcha.

GRACIAS POR PARTICIPAR, POR SER Y ESTAR EN EL AMOR!



Mostrando entradas con la etiqueta Rupert Spira. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Rupert Spira. Mostrar todas las entradas

lunes, 27 de agosto de 2018

EN EL AMOR NO HAY DUALIDAD



Interlocutor: ¿Hay algún tipo de ética a seguir en relación a la presencia consciente? ¿La presencia consciente tiene ética o no tiene?

Rupert Spira: Alguien hizo esa pregunta a San Agustín y contestó: 
"Ama y haz lo que te plazca", y es eso.


¿Por qué contestó eso? 
Porque en el amor no hay dualidad, 
no hay un yo aquí dentro y un yo ahí fuera. 

Si esta es nuestra experiencia, que no hay distinción,
 entonces nos es imposible hacer daño
 porque es con nosotros mismos con quien nos relacionamos,
 es conmigo mismo con el que me relaciono 
y jamás podremos causar daño ni a los animales, 
ni a los humanos, ni a nada.

Esta es la moral primaria, 
todas las morales son modulaciones de esa moral esencial 
en relación con las circunstancias varias de la vida.

I: Lo decía a propósito de la propuesta que le has hecho a ella de imaginar una situación en la que no fuera yo la presencia consciente.

 Me pregunto si esa consciencia de lo que está bien o mal pertenece al yo separado.

RS: No, pertenece a la inteligencia. 
Es el amor, la sensibilidad y la inteligencia 
los que pueden discernir 
entre una actividad que proviene de la ignorancia, 
de un yo separado o de otra que proviene de la inteligencia.


No es un juicio, 
es una discriminación en el sentido de discernir;
 puedes ver cuál es el motivo profundo de la acción, 
si proviene de un sentimiento de separación 
o proviene del amor.


Encuentro con Rupert Spira 
febrero de 2012 en Barcelona.

domingo, 1 de abril de 2018

La cura para la infelicidad en las relaciones

Recuerdo cuando me separé de mi primera novia, habíamos estado juntos por aproximadamente tres años. Supongo que tenía unos 21 años más o menos. Yo pensaba que íbamos a vivir felices para siempre. Así que íbamos a tener cuatro hijos, a casarnos y simplemente a vivir felices…pero luego un día ella me llamó para decirme que todo había terminado, de la nada, yo no sabía qué estaba pasando… y sólo con una llamada telefónica de tres minutos mi mundo se desmoronó y antes de poder racionalizarlo en mi mente, tuve que darme cuenta de que había invertido toda mi felicidad en una persona, en una sola persona ... 


Mi felicidad estaba tan condicionada, no sólo la había invertido en una persona, sino en esa persona que se estaba comportando de esa manera ... 


De hecho, lo que yo quería era que esa persona también invirtiera su felicidad en mí y luego podríamos estar juntos como ‘pegados’ en este pacto de invertir su felicidad el uno en el otro y entonces nuestro amor o felicidad estaría segura… y entonces un día ella me dijo: “no, mi felicidad no está invertida en ti, está invertida en otra persona, perdón...”


Y de hecho si invertimos nuestra felicidad en una persona o cosa, en algún momento nos enfrentaremos a esta sensación de desilusión... sensación de ser abandonado o rechazado. 


Es inevitable, tiene que ser así; si invertimos nuestra felicidad en un objeto, una situación, una persona, un estado de ánimo… porque todas las situaciones, los objetos, las personas son intermitentes, tarde o temprano, vamos a ser abandonados. 


Es una ley, no puede ser de otra manera. 


Entonces, el sentimiento de ser abandonado o decepcionado es el síntoma, pero la causa es mucho más profunda. La causa es esta inversión de nuestra felicidad en un objeto, en este caso en una persona, en una relación… y la cura para esa causa no es estar ocupado con la persona, con la relación, sino descubrir dónde reside realmente la felicidad, en el simple conocimiento de tu propio ser. 


Una vez que lo descubras, nunca más volverás a invertir tu felicidad en nadie ni en nada. Eres libre si puedes encontrar a alguien que te guste y con quien puedas compartir esa felicidad. Sería hermoso unirse por unas semanas o unos años o unas pocas décadas o por el resto de la vidas, pero que el propósito de estar junto a esa persona no sea encontrar la felicidad o el amor…


Si te acercas a otra persona con el deseo de obtener la felicidad o el amor de ellos, la relación está condenada, en el mejor de los casos será un pacto entre dos personas que invierten su felicidad en el otro. 


Pero de esta forma no puede haber verdadera intimidad, no puede haber verdadero amor, es dependencia no es amor, parece amor desde afuera pero no lo es, es realmente miedo a perderse el uno al otro enmascarado en amor. 


En realidad no estoy sugiriendo que no haya amor en este tipo de relaciones, pero es una relación que está unida por el miedo, miedo a ser abandonados, miedo a la pérdida… así que debemos ser muy valientes en las relaciones y enfrentar claramente el hecho de que la felicidad nunca puede derivarse de un objeto o una persona, que realmente tenemos que ser valientes para enfrentar este hecho, para que nuestras relaciones estén libres de expectativas, libres de demandas, de miedo a la pérdida, de modo que lo que mantenga unida la relación -mientras permanezca unida- sea simplemente el amor de estar juntos, la alegría de compartir ese amor y expresarlo para que sea eso lo que te anime a explorar el sentimiento de que tu felicidad no depende de cualquier cosa o de cualquier persona y, curiosamente, si descubrimos en una relación que nuestra felicidad no depende del otro, es posible que decidamos separarnos, pero es más probable en una relación como la tuya, donde obviamente hay amor real, la relación en realidad mejoraría ... 


En otras palabras, mientras más libertad se dé uno al otro, menos necesitarán el uno del otro, menos demandarán uno del otro, mientras menos felicidad inviertan el uno en el otro, mayor será la profundidad del amor entre ustedes, mientras más alegres, más divertidos, más cariñosos, más espontáneos, más libertad habrá en la relación, nada que los ate el uno al otro…


En ese caso es probable que permanezcan juntos solo por amor, pero si no lo hacen, entonces se separan con amor, eso también está bien.


-Rupert Spira-


lunes, 18 de septiembre de 2017

AMOR ES LO ÚNICO QUE SIEMPRE ESTÁ



P. En tu libro, citas a Paul Cézanne: "Paul Cézanne dijo: 'Todo se desvanece, se desmorona, ¿no es así? La naturaleza es siempre la misma, pero nada en ella nos parece que dure. Nuestro arte debe representar la emoción de su permanencia, junto con sus elementos, la apariencia de todos sus cambios. Nos debe dar una idea de su Eternidad'." ¿Podría explicar lo que quiere decir en términos de cómo eso se relaciona con el arte?

Rupert Spira: Cézanne está sugiriendo que nuestro único conocimiento de la naturaleza es a través de las percepciones sensoriales intermitentes. En ese sentido la aparente solidez del mundo o la naturaleza se está, de hecho, "desmoronando", "desvaneciéndose" de momento a momento. 


Sin embargo, Cézanne también reconoce que hay algo en la naturaleza que es "siempre lo mismo". 

Está apuntando al hecho de que hay algo que fluye a través, por así decirlo, de la experiencia de las percepciones intermitentes que llamamos la naturaleza o el mundo.

Por otra parte, sugiere que este "algo", no es sólo un trasfondo neutro, sino que es una "emoción". 

Es decir, es feliz. 

Sugiere que la realidad de la naturaleza o del mundo 
es pura Alegría, Ananda, 
la Felicidad misma. 


P. Hay otro aforismo que me llamó la atención en tu libro: "Una vez que vemos que todo es Consciencia — Maya todavía danza pero es una danza de amor no de seducción". Entonces, ¿qué es, finalmente, el amor?


R: La apariencia de los objetos, el tiempo, el espacio, etc, continúa, pero la ignorancia, es decir, la creencia de que hay algo más que la presencia de la Consciencia, cesa. 

En ese momento, la aparente multiplicidad y diversidad del mundo, que una vez parecía ocultar el conocimiento de nuestro propio Ser, ahora se da la vuelta, por así decirlo, y en su lugar lo expresa o lo celebra.

Las apariencias ya no nos seducen en la creencia de que la dualidad, la separación, los objetos y demás son reales en sí mismos y por lo tanto se sabe que nunca nos pueden amenazar ni ser una fuente de Felicidad.

El miedo psicológico y el deseo de encontrar la Felicidad y el Amor a través de objetos, actividades y relaciones termina. 

Como resultado, el mundo ya no es hostil y "los otros" ya no son una fuente de amor o de dolor. 

Ya no hay ninguna aversión o manipulación hacia los objetos y personas y, como tal, podemos entregarnos por completo, íntimamente, sin miedo, a toda experiencia.


Esta entrega sin reservas de nuestro Ser 

a todas las cosas aparentes 

es lo que se conoce como Amor.

El Amor es lo que queda de la experiencia 
cuando todo sentido de separación, 
límite, dualidad, alteridad, etc, 
se disuelve. 

En ese momento nos damos cuenta de que era lo único que estaba presente desde el principio.


El Amor no es más que lo que realmente es.






Una entrevista con Rupert Spira
por Paula Marvelly

lunes, 7 de agosto de 2017

LA CONDICIÓN NATURAL



Ve primero a la experiencia del pensamiento 
que está presente sin importar el pensamiento. 

Piensa en lo que te parezca 
y pregúntate cual es la relación 
entre el pensamiento presente 
y la consciencia en la que aparece. 

Nuestro único conocimiento de un pensamiento 
es la experiencia del pensar. 

Comprueba antes de nada que esto es así 
en tu experiencia consciente y pregúntate a ti mismo,
 ¿cuál es la relación entre el pensar 
y aquello que conoce el pensar, 
o aquello que es consciente de ello? 

Ve si puedes encontrar dos cosas distintas: 
uno, el pensar;
 y dos, aquello que es consciente del pensar. 

No se trata de filosofía sino experiencia. 

¿Hay dos partes en la experiencia del pensar? 
¿Una parte que conoce y otra parte que es conocida? 
¿El yo que conoce y el pensamiento que es conocido? 

O, más bien ¿es una sustancia indivisible, 
sin costuras e íntima que podríamos llamar pensamiento,
 constituida del conocer de sí misma 
de igual forma que un email 
está hecho de la pantalla en la que aparece?

Date cuenta de que la metáfora del espacio físico 
en el que los objetos aparecen,
no es realmente precisa, 
porque los objetos como las mesas y las sillas 
que aparecen en el espacio físico 
están hechos de algo distinto que el espacio en el que aparecen; 
pero no es ese el caso 
con nuestra experiencia.

Ve ahora a la experiencia de tu cuerpo. 

Si nuestros ojos están cerrados, 
el único conocimiento de nuestro cuerpo es la sensación presente 
y el único conocimiento de la sensación presente es el sentir. 

¿Está la sensación dividida en dos partes, 
una que siente y otra que es sentida? 

¿O es una única sustancia indivisible e íntima 
constituida por el conocer?

¿Y qué hay del sonido del tráfico 
hecho únicamente de la experiencia del oír? 
¿Podemos encontrar dos partes en esta experiencia;
 la parte del yo que escucha y la del tráfico que es escuchado? 

¿O es una única sustancia íntima e indivisible hecha del conocimiento de sí misma?

Todo lo que conocemos es la experiencia, el experimentar; 
y ese experimentar nunca está dividido en dos partes,
la que experimenta y la experimentada 
sino que es siempre una única, 
íntima e indivisible sustancia hecha del conocimiento de ello,
 hecha de tu ser, de tu yo. 

El pensador y el pensamiento, el sentimiento y el sintiente, 
lo visto y el que ve, el amante y lo amado 
son todo abstracciones
 que el pensamiento ha superpuesto
 a la realidad de nuestra experiencia. 

Si vamos directamente a la realidad de nuestra experiencia, 
todo lo que encontramos es el conocer, 
y este conocer eres tú mismo. 

Es la realidad de todas las cosas aparentes 
y esa intimidad absoluta, 
en la que no hay espacio para un yo y un tú, 
donde no hay espacio para un yo y el mundo,
es a lo que se refiere la palabra "amor". 

El amor, 
la intimidad absoluta de la experiencia, 
es la condición natural de todas las experiencias 
y es, en realidad, 
todo lo que eternamente es conocido.



Encuentro con Rupert Spira, Barcelona,
 Sábado 25 de Febrero de 2012

lunes, 3 de julio de 2017

Porqué el sufrimiento?



El sufrimiento es una llamada 
desde las profundidades de nuestro ser. 

Es de hecho una llamada de la felicidad misma: 

’Vuelve a mi, 
me estás buscando en el lugar equivocado. 

Deja de ahondar en el reino de los objetos, 
buscando la paz en situaciones, 
la felicidad en los objetos, 
el amor en las relaciones. 

¡Búscame donde realmente estoy! 

Búscame en tu corazón,
búscame en la fuente de atención, 
no en su destino‘



~ Rupert Spira ~

viernes, 30 de junio de 2017

LA LEY DEL AMOR



Imagina que estás soñando la misma experiencia que estás teniendo en el estado de vigilia. En otras palabras, la lectura de estas palabras está sucediendo en un sueño. Eso no es difícil de imaginar, ya que incluso un sueño real, desde el punto de vista del sueño, se parece a un estado de vigilia.

Ahora, en esta experiencia presente (que estamos imaginando que es un sueño), todas las leyes normales de la naturaleza están operando. Es decir, cuando toca las teclas, aparecen las letras; cuando tomas una taza de té, la sed se alivia; cuando miras por la ventana, ves edificios o lo que sea... etc. En resumen, la ley de causa y efecto parece ser absolutamente real y operativa, y dentro de los confines del sueño, lo es.

En esta visión, por ejemplo, hay períodos de tiempo pasados, karmas pasados ​​que parecen crear las circunstancias presentes y un instinto de supervivencia entre las especies que parece determinar quién sobrevive, etc. Todo funciona bien dentro de sus propios parámetros.

Sin embargo, cuando nos despertamos del sueño, nos damos cuenta de que el tiempo, la causalidad, el karma y la evolución, aunque reales desde el punto de vista del sueño, eran irreales desde el punto de vista del estado de vigilia. Nos damos cuenta, por ejemplo, que en el sueño el pasado no creó el presente, sino que cada momento presente fue co-creado con su propio pasado y futuro. En otras palabras, que cada momento presente vino con su propia historia. Desde el punto de vista del sueño esta historia fue muy real. Desde el punto de vista del estado de vigilia esta historia no era una historia en absoluto, sino más bien un presente surgiendo.

Todo esto se hace evidente cuando nos elevamos desde el punto de vista del estado de sueño hasta el punto de vista del estado de vigilia...

Ahora bien, ¿qué sucede cuando nos elevamos desde el punto de vista del estado de vigilia hasta el punto de vista de la Consciencia (si convenimos, provisionalmente, que la Consciencia tiene un punto de vista)? Las leyes del estado de vigilia, aunque absolutamente coherentes y consistentes desde el punto de vista de ese estado, se ven en una luz muy diferente cuando se consideran desde el punto de vista de la Consciencia. De hecho, se considera que son irreales exactamente de la misma manera que las ideas del estado del sueño se consideran irreales desde el punto de vista del estado de vigilia...

En los estados de sueño y de vigilia, prevalecen las leyes de la mente. En el estado de sueño estas leyes son bastante vagas. En el estado de vigilia son más ajustadas y más predecibles.

Sin embargo, en el nivel de la Consciencia no hay tales leyes. O podríamos decir que allí sólo prevalece la ley del amor en la que todo es creado directamente, se mantiene y desaparece solo en la Consciencia. En otras palabras, la Consciencia es simultáneamente el origen, la sustancia y el destino de todas las cosas aparentes.
http://non-duality.rupertspira.com/read/is_there_cause_and_effect_in_non-duality ]

lunes, 19 de junio de 2017

EL CAMINO (total) es el AMOR




El vacío únicamente es la mitad del camino.

Pregunta — A veces me siento un poco frustrado con las enseñanzas orientales, las enseñanzas contemplativas, no-duales... Parece que le dan mucha más importancia al vacío que a la forma. Y, desde ese punto de vista, para superar el yo separado uno tiene que hacer eso... Pero una vez que lo ha hecho... No puedo ver dónde está el regreso a la forma y a la celebración de la vida...

Rupert Spira: Eso es muy cierto.

Parte de la razón –al menos hasta hace poco– de esta insistencia en el aspecto del vacío, el separarse a uno mismo del cuerpo-mente, lo que yo denomino "la segunda fase", la "fase intermedia", se debe a que casi todos nosotros – ciertamente la mayoría de los que estamos aquí, nuestra generación– hemos ido físicamente a la India, y todos, de una u otra forma, hemos ido filosóficamente a la India para conseguir estas enseñanzas.


Era el único lugar en el que estaban disponibles hasta hace poco.

Excepto en algunos lugares, básicamente estaba disponible en Oriente.

Y en las culturas orientales, por ejemplo, en la India, esta negación del cuerpo y del mundo era predominante en sus culturas.

No tenía nada que ver con sus tradiciones espirituales, simplemente estaba en su cultura.


De modo que, incluso si lees a Ramana Maharshi, y particularmente los comentarios de sus discípulos más cercanos sobre él, encuentras expresiones como "el mundo terrible", "el cuerpo infame", "las peligrosas mujeres"...

Todo esto que es como: '¡Mantén todo eso alejado de mí!'.

Si caes en eso estás perdido en el samsara.


Así es que el énfasis siempre está puesto 
en volver al trasfondo atestiguador de la consciencia, 
en mantener a distancia 
la mente, el cuerpo y el mundo.



Y esta comprensión, que es una comprensión intermedia, estaba totalmente plasmada en la cultura india.

En general, toda la cultura se ajustó a esa comprensión.

Pero ahora las cosas han cambiado, porque después esa comprensión fue exportada a Occidente, y se encontró en una cultura que tenía un enfoque totalmente diferente sobre el mundo y el cuerpo.

De hecho, nuestra cultura occidental estaba yendo lejísimos en el mundo y el cuerpo sin esta comprensión.

De modo que las enseñanzas del vacío fueron exploradas en una cultura que no tenía intención de mantener las distancias con el mundo y el cuerpo; al contrario: a todos nos encantaba experimentar el mundo y el cuerpo.


Y, por lo tanto, también está la siguiente fase, este último aspecto de la enseñanza en el que el vacío trascendente tiene que volver al mundo, en la que tenemos que descubrir que la consciencia no solo es trascendente, sino que también es inmanente, que no está únicamente en el trasfondo de la experiencia, sino también en el corazón de la experiencia...

Y ese es uno de los servicios que la cultura occidental ha prestado recientemente a las enseñanzas no-duales. (...)


Es una enseñanza completa, exactamente. 
Una enseñanza completa 
en la que no hay exclusión.

Estas dos partes que he señalado, del punto de vista convencional al punto de vista de la consciencia más los objetos, es la vía de la exclusión: "No soy la mente, no soy el cuerpo, no soy el mundo. Neti, neti, neti. Estoy en el trasfondo".

Eso es la mitad del camino. 
Es la vía de la comprensión.

Pero la segunda fase es la vía de la inclusión, 
que va en la dirección opuesta.

Esa es la vía del amor, 
de la inclusión. 

Todo está incluido.


-Rupert Spira-

viernes, 9 de diciembre de 2016

NUESTRO SER


Nuestro ser, presencia consciente, no conoce resistencia a ninguna aparición y, por tanto, es la felicidad misma;

como el espacio vacío, que no puede ser perturbado y, como tal, es la paz misma; 

al igual que esta pantalla, es íntimamente una con todo lo que aparece en ella y, por tanto, es el amor mismo; 

y como el agua que no se ve afectada por la forma de una ola, es la libertad misma. 

Alegría sin causa, paz imperturbable, 
amor que no conoce opuesto 
y libertad en medio de toda experiencia… 

esta es nuestra naturaleza 
siempre presente 
bajo todas las circunstancias.

Rupert Spira

viernes, 2 de diciembre de 2016

NO HAY SEPARACIÓN


El Amor es lo que queda 
de la experiencia
 cuando todo sentido 
de separación,
 límite, dualidad, alteridad, etc. 
se disuelve.

 En ese momento 
nos damos cuenta 
de que era lo único 
que estaba presente 
desde el principio.

El Amor no es más que 
lo que realmente eres.



Rupert Spira

lunes, 24 de octubre de 2016

CONFÍA EN EL AMOR


Puedes confiar en la presencia consciente 
en la que aparece toda tu experiencia 
y por medio de la cual es conocida, 
¿por qué? 

Porque nunca te ha abandonado, 
siempre ha estado ahí para ti, 
siempre abierta, 
siempre disponible, 
sin juzgarte nunca, 
siempre presente como el trasfondo 
y el contenedor de tu experiencia, 
nunca juzgando la experiencia; 
como una madre con su hijo, 
siempre disponible, 
siempre abierta, 
siempre amorosa, 
amando incondicionalmente.


Rupert Spira

lunes, 3 de octubre de 2016

LO ÚNICO QUE AMAMOS


Nuestro deseo de unirnos a otro ser humano 
no es solo el deseo de unirse físicamente con otro, 
es el deseo de que se nos despoje 
del sentido de separación, 
porque cuando se nos despoja 
del sentido de separación, 
nos conocemos entonces realmente 
tal como somos. 

¿Qué es eso que inicia el deseo 
de unirnos a otro ser humano? 

Es nuestro amor de ser nosotros mismos,
simplemente nuestro amor 
por ser nosotros mismos 
tal como verdaderamente somos. 

De hecho, 
si lo exploramos con cuidado, 
eso es la única cosa 
que realmente amamos.


Rupert Spira

viernes, 15 de julio de 2016

AMÁNDOTE A TI MISMO: Tú Eres Puro Experimentar

Observa lo que ES 
aquí y ahora, siempre... 
 y verás que es, 
 fue y siempre será, 
puro AMOR AMANDO!

 

RUPERT SPIRA 
https://www.youtube.com/channel/UCcmdvi8Cniitt25ifms1mjQ

lunes, 4 de julio de 2016

DOS CAMINOS = EL MISMO CAMINO

De “yo soy algo” a “yo no soy nada” 
podría denominarse el camino de la comprensión o sabiduría, 
de “yo no soy nada” a “yo soy todo” 
podría denominarse el camino del amor. 

Pero en ningún momento 
una entidad separada progresa por estos caminos.



Tomamos el Camino de la Exclusión 
para ir de la Dualidad Convencional
a la Dualidad Iluminada...

Tomamos el Camino de la Inclusión 
o Tántrico, 
el Camino del Amor 
o la Belleza, 
para ir de la Dualidad Iluminada 
a la Iluminación Encarnada.


Rupert Spira 
Cenizas del Amor

martes, 17 de mayo de 2016

No hay NADA que no sea AMOR



Cuando cada uno de nosotros 
explora lo que “yo soy”, 
a medida que la mente va de vuelta hacia atrás 
a su naturaleza esencial, 
todos llegamos al mismo 
sentimiento de ser.

En otras palabras, 
a un nivel más profundo 
nuestras mentes son una. 

Esto es lo que es la experiencia del amor, 
el reconocimiento de nuestro ser compartido 
y no hay separación 
ni limitación 
ni distinciones 
en ese uno. 

La consciencia no está jamás dividida 
en una serie de yoes separados.

De la misma manera 
como el único espacio del universo 
no está dividido en distintos espacios en cada edificio, 
no hay espacio separado, 
hay un único y vasto espacio en el universo, 
aparentemente separado en distintos edificios, 
pero en realidad no separado.

El yo separado es como eso: 
no hay una consciencia separada que sea real.


Rupert Spira

lunes, 4 de abril de 2016

El Amor y la Meditación son indistinguibles


Permite que la presencia se haga cargo de todo. 
Todo lo que está presente 
está solo presente porque ha sido 
totalmente aceptado por la conciencia. 

Si no hubiese sido aceptado por la conciencia, 
no estaría apareciendo. 

De hecho, todo lo que aparece 
no solamente es aceptado por la conciencia. 
Es amado por ella. 

Como dijo William Blake: 
“La eternidad está enamorada 
de las producciones del tiempo”.

El amor, o la intimidad pura, 
es la única experiencia 
de la que tiene conocimiento la conciencia. 

Cualquier cosa que surge, 
incluidos nuestros sentimientos más profundos y oscuros, 
es amada de un modo total e incondicional 
por nuestro yo-presencia consciente.

La presencia tiene tanta intimidad con toda experiencia 
que no conoce la infelicidad o el dolor emocional. 

El dolor emocional siempre implica 
el rechazo de la situación presente. 

En cambio, 
la presencia no puede rechazar nada. 

Está inherentemente abierta y no ofrece resistencias. 

Todo rechazo y por lo tanto todo dolor, 
pertenece al ámbito del yo imaginario; 
no tiene nada que ver con el único yo real que existe, 
la presencia consciente.

Normalmente pensamos que tenemos que evitar el dolor. 

La realidad es justamente lo contrario. 
Lo único que no puede soportar el dolor es ser abrazado. 

No logramos el final del sufrimiento 
por medio de escapar de él 
acudiendo a sustancias o actividades 
o encerrándonos en una torre de marfil 
de perfeccionismo espiritual. 

Lo logramos abrazando la situación 
tan íntimamente 
que no haya lugar 
para la menor resistencia a ella.


Y ¿qué ocurre con el dolor 
cuando lo permitimos completamente, 
sin resistirnos a él? 

El nombre que le damos a la experiencia 
cuando no hay ni el más mínimo impulso de evitarlo 
es paz y felicidad. 

Esto es lo que constituye todo dolor: 
paz y felicidad, 
finamente veladas por el intento de evitar el dolor.

Todo aquello que hemos estado anhelando 
reside en el centro de toda experiencia, 
esperando solamente a ser reconocido. 

Todo lo que se requiere es dejar de evitar lo que es, 
dejar de intentar ir a un pasado o a un futuro imaginarios. 
Sencillamente, el dolor no puede resistir el ahora. 
Necesita un pasado o un futuro para sobrevivir.

Toda búsqueda nos lleva al futuro 
y, por definición, vela la paz y la felicidad 
que están siempre presentes 
en el centro de la experiencia.

Las primeras palabras que escuché de mi maestro fueron: 
“La meditación es un “sí” universal a todo”. 

Todo lo que dijo después no fue más que un comentario 
a estas palabras, aunque no me di cuenta de ello 
durante algún tiempo. 

Todo empezó con eso y acabó con eso. 
Llegado un punto, el amor y la meditación 
son indistinguibles.


El amor es un lugar
y, a través de este lugar de amor,
se mueven todos los lugares,
con el brillo de la paz.

El sí es un mundo
y, en este mundo de sí,
viven todos los mundos,
hábilmente enroscados.


Rupert Spira

lunes, 30 de noviembre de 2015

La experiencia del Amor

El amor es el descubrimiento 
de que los otros no son otros;
la belleza es el descubrimiento 
de que los objetos no son objetos.

Rupert Spira


A medida que exploramos 
nuestra experiencia con más profundidad, 
descubrimos que la línea entre nuestro ser 
que conoce toda experiencia 
y los objetos de la mente, 
del cuerpo y del mundo que son conocidos, 
gradualmente, o abruptamente en algunos casos, 
se desvanece. 

O bien estallan en un momento de claro ver 
o se disuelven en el tiempo.


Esta experiencia de ausencia de distinción, 
separación o alteridad 
entre nuestro ser y lo que se experimenta 
es la experiencia conocida como amor.



El amor no es selectivo, 
sólo el pensamiento.

De hecho, el amor es simplemente 
la profunda comprensión de que nuestra experiencia 
no está hecha de dos entidades esenciales 
- un yo separado, interior, y un objeto, 
persona o mundo separado, externo. 

El amor es el colapso o la disolución 
de esa aparente dualidad. 

O más bien, 
es la comprensión profunda 
de que ésta nunca existió, 
en primer lugar.

Rupert Spira

viernes, 30 de octubre de 2015

Íntimamente uno


Nuestro ser,
 Presencia Consciente 
luminosa y vacía ... 

* No sabe de resistencia, 
y es, por lo tanto, 
la Paz misma; 


* No busca nada, 
y es, por lo tanto, 
la Felicidad misma; 


* es íntimamente una 
con todas las apariencias,
y es, por lo tanto, 
Amor puro.



Rupert Spira

lunes, 7 de septiembre de 2015

AMOR es aquello por lo que morimos


El yo separado es como una mariposa, una polilla que busca la llama. 

La llama es todo aquello que anhela, pero cuanto se aproxima, está más y más caliente, y la mariposa piensa: “Oh, Oh, Voy a morir” 

La mariposa tiene razón, va a morir. 

En otras palabras, la única manera como la mariposa puede experimentar la llama, es muriendo en ella. 
Es decir, la experiencia de la llama es la muerte de la mariposa.


El yo separado es el oscurecimiento, 
el velo de la felicidad 
porque la paz y la felicidad 
son nuestra verdadera naturaleza. 

Cuando imaginamos que somos otra cosa que la presencia consciente, la paz y felicidad que son inherentes a nuestro ser, parecen perderse, y es por ello que el yo separado siempre está buscando la felicidad.

El yo separado no puede experimentar la felicidad, porque su presencia, la presencia del yo separado, es precisamente el velo, el ocultamiento de la felicidad. 

En otras palabras, la muerte o la disolución del yo separado es la experiencia de la felicidad. 

No nos damos cuenta, 
pero cada vez que experimentamos 
paz, felicidad, amor o belleza, 
morimos en tanto que yo separado. 


Es la experiencia del amor… 

El amor es la ausencia de un yo aquí y un tú ahí, 
es un derrumbamiento, 
eso es lo que es el amor, 
la disolución de la separación; 
es aquello que anhelamos, 
es aquello por lo que anhelamos morir.
 

Rupert Spira

LEYES DEL UNIVERSO

¡Jay Ganesha!

¡Jay Ganesha!

Luces que indican el camino


Mandalas con música para relajación y meditación

Organización Sathya Sai Baba

Diseño Gráfico

Pueblos Originarios

Camino del Amor

ENTRADAS MÁS VISITADAS

OM SAI RAM

OM SAI RAM
Gracias por tu siembra, Maestro del Amor!

AYUDA AL PLANETA

AYUDA AL PLANETA
Conservación de la naturaleza

EGO vs ECO

EGO vs ECO
TODOS SOMOS UNO

Amigo es AM-ar estar cont-IGO

Amigo es AM-ar estar cont-IGO
Gracias Noemí !!!

Contenido tomado de la web

Todo lo contenido en esta pagina es parte del anima mundi que, cada uno individualmente alimentamos.
Mi gratitud a todos los autores,fotografos,creadores y blogs por sus creaciones,inspiraciones,sabiduria y amor.
Si alguien desea que sus publicaciones o creaciones sean retiradas, sólo tiene que comunicarlo y asi se hará.
Gracias Infinitas