Esta mañana he aprovechado que trabajaba en casa para preparar esta charlotte; versión libre de la que vi en un libro francés y que, aunque de presencia puede mejorarse mucho (la he hecho en un plis-plas), el sabor es muy atractivo con esa mezcla que hace el aguacate con la lima, la salsa romesco y las bayas de pimienta rosa.
Si lo hacéis con paciencia y dedicándole un ratito más largo del que yo le he dedicado, seguro que conseguiréis un entrante con un aspecto estupendo.
Un beso a todos y muchas gracias por vuestras visitas y comentarios.
Ingredientes para 4 personas:
* 4 aguacates grandes en su punto de maduración
* 300 grs. de langostinos grandes cocicos
* 1 cucharadita de salsa romesco (yo utilizo la de la marca Walmer – está riquísima - ). En su defecto podéis hacer puré de un pimiento del piquillo asado.
* 1 lima grande o dos pequeñas
* 2 hojas de gelatina
* sal marina
* pimienta negra recién molida
* bayas de pimienta rosa
Elaboración:
1.- Forrar unos flaneros con papel film y poner las dos hojas de gelatina en remojo con agua fría.
2.- Colocar en la pared de los flaneros unos langostinos enteros y encima de ellos, otros que habréis cortado por la mitad, a lo largo.
3.- Preparar un puré con la carne de los aguacates, o bien chafados con un tenedor (así lo he hecho y no me gusta la textura, quedan grumos) o pasados por la batidora hasta conseguir un puré denso y fino (mejor así). Añadir la cucharadita de salsa romesco o de puré de pimientos. Condimentar la mezcla al gusto con sal y pimienta negra.
4.- Exprimir la lima y calentar su zumo un poquito, que no llegue a hervir. Secar las hojas de gelatina remojadas y añadirlas al zumo de lima. Mezclarlas bien hasta que se deshagan.
5.- Añadir la mezcla del zumo al puré de aguacates y mezclarlo todo, que quede bien homogéneo.
6.- Echar la mezcla a los flaneros donde ya tenéis los langostinos. Ir con cuidadín para que el puré llegue bien a las paredes y así la charlotte será más estable y bonita.
7.- Cubrir los flaneros con papel film y refrigerar durante 4 horas. A la hora de servir, tener la precaución de meter en la nevera o en el congelador los platos en los que vayáis a poner la charlotte. El calor es enemigo de la gelatina y desluce su preparación.
Espero que os guste. Sabe realmente rico.