sinopsis Shigeru Kawamura es el ingeniero encargado de una mina de carbón en las afueras de Fukuoka. Pero la mina sufre un derrumbe y, cuando van a investigar, varios mineros perecen en extrañas circunstancias. Al parecer la perforación ha alcanzado una cueva subterránea y ha liberado a decenas de enormes insectos prehistóricos - meganulas -, los cuales atacan a la población. Los militares combaten efectivamente a los insectos... hasta que descubren que existe un peligro mucho mayor que están a punto de descubrir
Ficha Técnica Dirección: Ishiro Honda / Productor: Tomoyuki Tanaka, para la Toho / Guión: David Duncan (versión USA),Takeshi Kimura, Takeo Murata basado en una historia de Ken Kuronuma / Fotografía: Isamu Ashida / Música: Akira Ifukube / Montaje: Robert S. Eisen y Kôichi Iwashita / Efectos especiales: Eiji Tsuburaya y Akira Watanabe / Intérpretes: Kenji Sahara (Shigeru Kawamura, ingeniero de la mina de carbón), Yumi Shirakawa (Kiyo, novia de Shigeru), Akihiko Hirata (Profesor KYUichiro Kashiwagi, biólogo), Akio Kobori (Jefe de policía Nishimura), Yasuko Nakata (mujer de luna de miel), Minosuke Yamada (Jefe de la mina Osaka), Yoshifumi Tarima (Izeki, reportero), Kiyoharu Osaka (hombre de luna de miel, amigo de Sunagawa), Ichirô Chiba (jefe de estación de policía), Tazue Ichimanji (Haru),... / Nacionalidad y año: Japón 1956 / Duración y datos técnicos: 79 min. Color 1:37:1. (Dual Italiano/Japonés + Subs)
Comentario Este es el segundo intento de la Toho en explotar el género del “kaiju eiga” (los monstruos gigantes japoneses), que había nacido con “Godzilla” (1954) y siguió con “Godzilla Raids Again” (1955). La Toho proseguiría con “Varan, the Unbelievable” (1958) y “Motora” (1961), hasta terminar por darse cuenta de que la gracia residía en que hubiera dos monstruos luchando entre sí. Si bien algo de eso se había probado en “Godzilla Raids Again” (donde aparece Anguiras), la fórmula recién llegaría a la madurez en “King Kong vs Godzilla” (1962), y el resto sería historia. Mención aparte merece el extraño experimento “Half Human” de 1955, dirigida por Ishiro Honda y baneada por la Toho hasta el día de hoy. El filme trataba sobre la leyenda del hombre de las nieves, e inventaba una tribu cuyos rasgos eran muy similares a los Ainu, aborígenes nipones que han sido perseguidos durante décadas y han terminado siendo asimilados a la fuerza por la cultura japonesa. Como el tema era discriminatorio y polémico, el estudio decidió archivar definitivamente el filme y encontrar alguna versión de él (siquiera una americanizada con inserts de John Carradine) resulta muy raro hoy en día.
Precisamente en ese proceso de americanización de peliculas japonesas entraron a jugar The King Brothers, quienes reacomodaron “Rodan”, le insertaron escenas y narraciones en inglés, y aprovecharon el furor desatado por “The Beast From 20.000 Fathoms” (1954) para explotar la moda de los monstruos gigantes. “Rodan! The Flying Monster!” sería un rotundo éxito de taquilla, y los King Brothers quedarían tan entusiasmados que años más tarde desarrollarían su propio kaiju: “Gorgo” (1961).
Pero tenemos la suerte de encontrarnos con la versión original de “Rodan” que no tiene nada que ver con la versión americanizada del film. Porque Rodan es una rareza. Es el primer kaiju eiga en color y está bien filmada por Honda, pero el tono del relato es más serio y triste de lo que uno puede anticipar. Es menor la diversión, y mayor el drama. Una historia más cercana y menos fantasiosa que la mayoría de los “kaiju eiga”. A mi parecer, un clásico menor, pero que tiene un mayor atractivo ya que está rodado con otro enfoque, más real. Llegando a sobrar, pienso yo, las escenas de la destrucción del pueblo. No eran necesarias. Evidentemente la acción (los ataques aéreos, los misiles,…) es inevitable, dado el tipo de público consumidor de este tipo de filmes. Pero creo que en este caso, la primera mitad que se desarrolla en la mina, cuando, poco a poco, se va desentrañando la intriga resulta mucho más atractiva que la segunda parte, dedicada a erradicar el problema (la exterminación de los monstruos). Personalmente es una de mis preferidas. Recomendación “Plan 9”.
Es época de vacaciones, pero en un internado quedan solas dos niñas junto al hijo del dueño. Por tanto, sólo ellos serán testigos del aterrizaje de un platillo volante y de la aparición de un venusino al que llamarán Meba...
Ficha Técnica
Director: S. G. Ferguson / Productor: Frank Wells para GB Instructional Films / Guión: Dallas Bower, s/a Frank Wells / Fotografía: / Música: Jack Beaver / Efectos especiales: John Wright (creador de Meba) / Montaje: Derek Chambers / Intérpretes: Marcia Monolescue (Sumac), Gillian Harrison (Greta), Fella Edmonds (Rodney), Andrew Harrison, Tony Lyons, Hilda Fenemore, Donald Gray, Patrick Boxill, Raymond Rollett... / Nacionalidad y año: Reino Unido 1956 / Duración y datos técnicos: 50 min. B/N 1.37:1. (V.O.S.E.)
Comentario
Película infantil británica de extraterrestres que entremezcla la ciencia ficción y la fantasía con una intriga policial paralela. La verdad, es una pequeña bobada que narra una historia que os resultará familiar: un extraterrestre llega a la tierra y se tropieza con unos niños, que lo recogen y lo cuidan. El extraterrestre es capaz de hacer ciertos prodigios (los hace de buena fe), pero eso le acarreará ciertos problemas. Así, llegará un momento en que Meba (el alien que viene de Venus) estará en un serio peligro. Pero los niños conseguirán salvarlo. Al final, despedida lacrimógena... Y The End. ¿Os suena?... Sí, señor, es casi la misma historia que "E.T. El Extraterrestre" (1982), de Steven Spielberg. Quizás el guionista de tan exitoso film vio en su momento "Supersonic Saucer" y le pareció una idea genial. Eso nunca lo sabremos. Pero llega a salir hasta una bicicleta con cesta, aunque no vuela en esta ocasión. Anecdótica y poco más. Aunque Meba tiene una apariencia muy simpática.
Nuevo repost de un clásico ya posteado antes, en versión dúal con subtítulos aparte (dentro del archivo rar). Ripeado desde el dvd, gran calidad. Si preferís la versión doblada, de menor peso y calidad, sólo debéis ir al post original, a través de este Link
(Título Original: Forbidden Planet)
Sinopsis:
En el año 2200, una expedición liderada por el comandante Adams llega al planeta Altair-4, con el fin de averiguar qué ocurrió con los componentes de una anterior misión. Allí encuentran a sus únicos supervivientes, el Dr. Morbius, que ha vivido 20 años investigando los avances científicos de una raza que habitó el planeta, y su hija Altaira. A pesar de las advertencias del científico, los tripulantes deciden hospedarse en el extraño planeta. Pronto comienzan a suceder inquietantes acontecimientos. El comandante Adams y sus hombres sospechan del Dr. Morbius. No están demasiado equivocados...
Ficha Técnica: Director: Fred McLeod Wilcox / Productor: Nicholas Nayfack para Metro Goldwyn Mayer / Argumento: Irving Block, Allen Adler, inspirado en "La Tempestad" de William Shakespeare / Guión: Cyril Hume / Fotografía: George J. Folsey / Música: Louis y Bebe Barron / Montaje: Ferris Webster / Dirección artística: Cedric Gibbons, Arthur Lonergan / Decorados: Edwin B. Willis, Hugh Hunt / Vestuario: Helen Rose, Walter Plunkett / Maquillaje: William Tuttle / Efectos Especiales: A. Arnold Gillespie, Irving G. Ries, Joshua Meador / Animación: Dwight Carlisle, Joe Alves / Intérpretes: Walter Pigdeon (Dr. Edward Morbius), Anne Francis (Altaira Morbius), Leslie Nielsen (Comandante John Adams), Warren Stevens (Teniente "Doc" Ostrow), Jack Kelly (Teniente Jerry Farman), Richard Anderson (Quinn)... / Nacionalidad y año: USA 1956 / Duración y datos técnicos: 106 min. Eastman Color. Cinemascope. Comentario: La historia de las adaptaciones cinematográficas de famosas obras literarias suele ser casi siempre la misma: una simple traslación a imágenes de lo que ya está implícito en las páginas del libro. Sin embargo, Planeta Prohibido es uno de los casos más curiosos de este fenómeno. Tomando como pretexto La Tempestad de Shakespeare, el guión de Cyril Hume le da un vuelco y lo traslada a años luz tanto en el tiempo como en el espacio, tanto que, en un principio, nadie se creía que el film fuese una revisión, muy libre, de la obra. Pero, en su desarrollo, el guión revelará que poco tienen que ver uno y otro. Como vamos a comprobar, el tema principal de Planeta Prohibido se mueve por un terreno más resbaladizo que la tragedia sobre la venganza y el amor que propone el dramaturgo inglés. La acción comienza con el aterrizaje del Crucero C-57-D de los Planetas Unidos en su mundo de destino: Altair-4, donde años atrás se dio por perdida una expedición. Las causas de tal desaparición no se nos revelará hasta el final, pero a lo largo del metraje se nos irán dando pistas ("voy a acabar con los sueños de esta astronave", dice el comandante en un momento del film, a modo de anticipación). Tras una hostil recepción por parte del científico superviviente, éste presenta a sus inesperados huéspedes a su robot Robby, fiel servidor de creación propia, y a su hija Altair, que involuntariamente jugará un papel importante en el desarrollo de los acontecimientos. Morbius muestra a la expedición aquello con lo que ha vivido durante 20 años: toda una gama de ingenios, un auténtico legado de una raza ya extinguida, los Krell. Mucho más avanzados que los humanos, los Krell idearon, entre otras cosas, el medio para materializar el pensamiento. Sobre este último aspecto va a girar todo el conflicto de Planeta Prohibido. Así, el filme nos ofrece de manera directa aquello que el género fantástico nos ha transmitido siempre en forma de metáfora. Efectivamente, los sueños de la razón producen monstruos, y eso es lo que está a punto de comprobar el Dr. Morbius cuando ve cómo los sentimientos hacia su hija se vuelven contra él. La atracción que ésta siente hacia los visitantes, algo que nunca antes había experimentado por hallarse aislada de todo contacto humano, es la causante de la destrucción que unas fuerzas invisibles, que no son sino el subconsciente del científico, producen en la expedición, de idéntica forma a como hicieron con el desaparecido grupo misionero y con la propia raza de los Krell. Toda una parábola psicoanalítica que hubiera hecho las delicias del mismísimo Freud. Pero tan meditado ejercicio de contenido no sería nada sin un buen envoltorio que lo realce (y de paso, lo haga más comercial). En este sentido, Planeta Prohibido goza de una impecable factura. Los decorados de Cedric Gibbons dan la atmósfera perfecta para crear esa tierra inhóspita de la superficie, por una parte, y ese mundo subterráneo de inmensos túneles metálicos y maquinaria hi-tech. Los sonidos electrónicos que ambientan este escenario o que anticipan momentos de amenaza inminente (acompañando la estela de polvareda que avanza rápidamente por el desierto, y que luego resulta ser el simpático robot, o en esos travellings que sugieren una presencia invisible que camina en la noche mientras la tripulación duerme) son claros precursores de los más modernos creadores de música con sintetizador. El color, que baña el cielo de un verde vivo, y al enemigo de un intenso color rojizo, añade otro punto más de distanciamiento con el resto de las producciones de serie B de los cincuenta, a años luz de su impecable diseño de producción.
Todo ello hace de Planeta Prohibido una de las más interesantes propuestas de películas de viajes espaciales, y encima sazonada con tintes filosóficos. Amén del señor Kubrick, ¿quién da más?
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(Título original. "Earth vs. the Flying Saucers")
Sinopsis:
Con los extraordinarios efectos visuales del genial Ray Harryhousen, la película enfrenta a losterrícolas contra unos alienígenas humanoides en una violenta batalla por la supervivencia de la Tierra. Unos extraterrestres con aspecto de zombies llegan a una base militar americana en busca de ayuda para su planeta que se encuentra al borde de la desaparición. Al principio intentan establecer contacto de forma amistosa con el doctor Russ Marvin y su flamante esposa Carol. Pero los militares responden con fuego ante la llegada de la flota de platillos volantes, y los extraterrestres no tienen más remedio que contraatacar. ¿Dará Marvin con el arma definitiva en esta lucha contrarreloj para salvar a la humanidad?.
Ficha Técnica: Director: Fred F. Sears / guión: Curt Siodmak / Productor: Charles H. Schneer / Fotografía: Fred Jackman Jr. / Música: Mischa Bakaleinikoff / Efectos especiales: Ray Harryhausen/ Intérpretes: Hugh Marlowe (Dr. Russell A. Marvin); Joan Taylor (Carol Marvin); Donald Curtis (Mayor Huglin); Morris Ankrum (General John Hanley); John Zaremba (Profesor Kanter); Grandon Rhodes (General Edmunds); Larry J. Blake (Policía); Charles Evans (Dr. Alberts)... / Nacionalidad y año: Estados Unidos 1956 / Duración y datos técnicos: 80 min. B/N
Comentario:
La película que nos ocupa, modesta donde las haya y realizada en el año 1956, es la muestra por excelencia de invasiones extraterrestres que nos ofrece la ciencia-ficción cinematográfica. Aún más que su predecesora, y mucho más famosa, "La Guerra de los Mundos", basada libremente en la novela de H. G. Wells. Entiéndase que estoy hablando de invasiones violentas, no del estilo de otro gran clásico del género como "La Invasión de los ladrones de cuerpos", sino donde se desarrollan fuertes combates entre las fuerzas de la Tierra y los alienígenas.
"La Tierra contra los platillos volantes" comparte algunos aspectos con "La Guerra de los Mundos", a saber: los invasores provienen de mundos agonizantes, y disponen de una avanzada tecnología, pero a diferencia de ésta, los alienígenas de "La Tierra contra los platillos volantes" no intentan, inicialmente, cargarse todo lo que se mueve, sino establecer contacto con los terrestres, aunque sus intenciones no dejan de ser aviesas: no quieren la destrucción total de la especie humana, sino un pedazo de nuestro planeta para vivir; naturalmente, convirtiéndose en los líderes de la Tierra, cosa que los héroes estadounidenses de rigor no están dispuestos a permitir, para variar, de forma que la cosa termina en un enfrentamiento a muerte, aunque queda muy claro quién es el que primero empieza a disparar.
Sin embargo, y a diferencia de como sucede en "La Guerra de los Mundos" , los alienígenas no son todopoderosos e invulnerables. A pesar de su indudable superioridad tecnológica, es posible vencerlos cara a cara. Con la ayuda de la ciencia y los científicos.
Consideremos que los años 50 son una época en la que se producen continuos y sorprendentes descubrimientos, y se suponía que la naciente tecnología proporcionaría una solución feliz a todos los problemas del mundo, así como un mejor nivel de vida. La conquista del espacio comienza también su desbocada carrera y, por tanto, no es descabellado pensar en una amenaza procedente de los cielos, además de en los riesgos, mucho más reales y evidentes, originados por la guerra fría en ciernes.
El director de esta pequeña joya es Fred F. Sears, que realiza una buena labor con los escasos medios de que dispone, consiguiendo un buen ritmo narrativo a lo largo de la película. Los efectos especiales corren a cargo de Ray Harryhausen, el mago que marcó toda una época en este tipo de creación artística. Aquí puede apreciarse un excelente trabajo de animación, que soporta bastante bien el paso del tiempo. Son múltiples las escenas donde intervienen platillos volantes, y la batalla final entre las naves alienígenas y las fuerzas de la Tierra sobre Washington, ciudad que resulta severamente dañada, es de una gran espectacularidad. Sears, como ya es habitual y con la ayuda de Harryhausen, aprovecha aquí para destruir algunos de los iconos arquitectónicos de la famosa metrópoli. Curt Siodmak realiza el guión para la pantalla, que a su vez está basado en el relato "Flying Saucers from outer Space", de Donald E. Keyhoe.
Tecnológicamente hablando, la película es sorprendente: desintegradores, traductores universales, escudos electromagnéticos, lectores cerebrales, electricidad sólida, armas ultrasónicas y los ubicuos campos magnéticos, son algunas de las propuestas que aparecen en ella. Además, como nota curiosa, los alienígenas se refieren a sus naves como vehículos interestelares, lo que parece indicar que al menos no proceden del pobre Marte, cuna de la mayoría de los bichos con malas pulgas que pululan por la ciencia-ficción, sino de lugares mucho más lejanos. Con toda esa parafernalia tecnológica, la lucha entre los terrestres y los invasores, deviene en espectacular.
En definitivas cuentas, un fantástico film que es un claro exponente del cine de ciencia-ficción de los años 50,que llegó a ser homenajeado por Tim Burton en "Mars Attack". Serie B de "buena".
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Título original: Invasion of the Body Snatchers Nacionalidad: EE.UU. Estreno: 5 de febrero de 1956 Duración: 80 min.
Una mas que admirable obra de culto, adaptación de los relatos de Jack Fenney por parte del guionista Daniel Mainwaring y el director Don Siegel, quien consigue crear una atmósfera de suspense opresivo y paranoico, inspirado la caza de brujas de Joseph McCarthy. Genial puesta en escena, desarrollando una estética y una realización que bebe de fuentes como el cine negro, la ciencia ficción, y el infravalorado pero interesante arte del folletín o pulp.
Con una estupenda interpretación de Kevin McCarthy, una cuidada fotografía de Ellsworth J. Fredericks y una embelesante partitura de Carmen Dragon, este film se erige como uno de los grandes clásicos del horror y la ciencia ficción, exaltado en aquella inolvidable e inquietante escena en que el indefenso y despavorido protagonista corre sobre una autopista, gritando y gimiendo lastimeramente a los conductores, indiferentes a la amenaza extraterrestre que les acecha. Obra Maestra..
sinopsis:
En Santa Mira, un pueblecito situado al norte de California, vive el Dr. Miles Benell. A su consulta comienzan a llegar varios pacientes con una dolencia que no puede tratar: todos ellos insisten en que sus familiares cercanos no son en realidad quienes parecen ser. Intrigado y desconcertado, Miles recorre el pueblo en compañía de Becky, su viejo amor de juventud, y de sus amigos Jack y Theodora Bellicec, comprobando que una serie de peculiares fenómenos tienen lugar en los sótanos y armarios de las casas, mientras los vecinos duermen. El psiquiatra Mannie Kaufman, al que Miles acude en busca de ayuda, le asegura que no se trata más que de una caso de histeria colectiva, cuando la verdad es que la población de Santa Mira está siendo atacada por unos seres que se apoderan de sus cuerpos y mentes mientras duermen, para convertirlos en seres pasivos, obedientes y carentes de cualquier tipo de emoción.
Ficha Técnica:
Director: Don Siegel / Productor: Walter Wanger para Allied Artist / Guión: Daniel Mainwaring, Richard Collins, basado en la novela y el serial radiofónico de Jack Finney / Música: Carmen Dragon / Fotografía: Ellsworth Fredericks / Montaje: Robert S. Eisen / Efectos especiales: Milt Rice, Don Post / Intérpretes: Kevin McCarthy (doctor Miles J. Bennell), Dana Wynter (Becky Driscoll), King Donovan (Jack Belicec), Carolyn Jones (Teddy Belicec), Larry Gates (doctor Dan Kauffman), Jean Willes, Ralph Dumke, Virginia Christine, Whit Bissell, Sam Peckinpah, Tom Fadden, Kenneth Patterson, Guy Way... / Nacionalidad y año: USA 1956 Duración y datos técnicos: 77' B/N 2.00:1.
Comentarios:
Es un clásico y, como tal, da gusto aprovechar el verano para revisitarlo y reafirmarse en lo que ya se sabe: que La invasión de los ladrones de cuerpos es una extraordinaria película, quizás una de las que mejor supo captar el ambiente paranoide de los EEUU de los 50. Basada en la novela escrita por Jack Finney y dirigida por Don Siegel, La invasión de los ladrones de cuerpos demuestra que, gracias a Dios, los cineastas de género han sabido siempre esquivar la falta de presupuesto gracias a su talento. Es más, cabe preguntarse si no será el exceso de dinero lo que está ahogando la brillantez, el genio.
Más allá del mensaje, similar al que planteaba Vinieron del espacio pero mucho más oscuro, lo que hace del film de Don Siegel una película brillante e incapaz de pasar de moda es su soberbia concepción visual. No es difícil caer en la cuenta de que el aspecto visual de La Invasión de los ladrones de cuerpos está planteado como si fuera una película de género negro , pero con matices muy importantes. La fotografía de Ellsworth J. Fredericks, por ejemplo, cuida hasta el extremo esa sensación de que cualquiera puede ser tu enemigo. Las sonrisas luminosas siempre están teñidas de cierta sombra, el aparente pueblo feliz nunca reluce como se supondría o, si lo hace, siempre tiene un contrapunto. De hecho, este uso de los contrastes se convierte en pura maestría cinematográfico en la escena más famosa e impactante del film: El protagonista corre por la carretera, gritando a los conductores, que no hacen caso a la amenaza. Hay momentos, como ése, en que la película se transforma en un film de terror. De hecho, huye de convencionalismos de la ciencia ficción: no hay apenas efectos especiales y la amenaza extraterrestre nunca toma forma, más allá de la humana. Sólo la aparición de las vainas certifica el hecho de estar ante un invasor extraterrestre. En el desarrollo del film, en su perfecto ritmo (un crescendo tan obsesivo y agobiante como la propia invasión), tiene gran importancia la interpretación de Kevin McCarthy, un actor de lujo pese a ser ésta una película de serie B. El momento en el que su personaje descubre que los besos de Dana Wynter ya no son lo que eran, así como ese progresivo acercamiento al abismo de la locura, son fundamentales para que el espectador nunca se salga del film. La invasión de los ladrones de cuerpos se cierra con un final feliz impuesto, que Don Siegel nunca había pensado, pero al que se tuvo que adaptar. Sin embargo, esa obligación externa no arruina para nada la sensación de haber vivido una experiencia agobiante. De hecho, pensándolo bien, la resolución del film no acaba con el temor: el peligro continúa, “tú puede ser el siguiente”. Una maravilla, un 10.
Cuatro astronautas regresan de la primera misión a Marte tripulada por humanos y entran accidentalmente en un túnel del tiempo que los lleva a la Tierra del siglo XXVI. Nuestros héroes tienen que lidiar allí con cavernícolas mutantes, arañas gigantes, bellezas en minifalda y vejestorios tocados con casquetes brillantes a la vez que intentan salvar a la humanidad de un mundo sin fin...
Ficha Técnica
Dirección: Edward Bernds / Productor: Richard V. Heermance / Guión: Edward Bernds / Fotografía: Ellsworth Fredericks / Música: Leith Stevens / Montaje: Eda Warren / Efectos especiales: Irving Block, Jack Rabin y Milt Rice / Intérpretes: Hugh Marlowe (John Borden), Nancy Gates (Garnet), Nelson Leigh (Dr. Eldon Galbraithe), Rod Taylor (Herbert Ellis), Shirley Patterson (Elaine), Lisa Montell (Deena), Christopher Dark (Henry 'Hank' Jaffe), Booth Colman (Mories), Everett Glass (Timmek), Stanley Fraser (Elda),.../ Nacionalidad y año: Estados Unidos 1956. Duración y datos técnicos: 80 min. Color. 2,55 : 1 (V.O.S.E.)
Comentario
“World Without End” es la pelicula de mayor presupuesto de Ed Bernd, el realizador de algunos titulos emblemáticos del fantástico de los cincuenta, como “Return of the Fly” (1959) o “Queen of Outer Space” (1958). La tripulación de un vuelo espacial, cuyo destino es Marte, atraviesa un pliegue temporal y aterriza en la Tierra del año 2508. Lo que era de esperar (no olvidemos que en los años cincuenta se daba por hecho que una guerra nuclear, tarde o temprano, devastaría el planeta) sucede y la Tierra, efectivamente, ha sido desolada por un hoIocausto atómico. La superficie terrestre es pasto de una multitud de mutantes y extrañas arañas gigantes, y los humanos que sobrevivieron a la catástrofe han formado una civilización cuyo hábitat es un mundo de galerías en el subsuelo del planeta. Los astronautas recién llegados, liderados por Hugh Marlowe, deciden adiestrar a los humanos en la lucha contra los mutantes. Tanto la filmación en Cinemascope y los suntuosos decorados, como los modelitos diseñados por el famoso ilustrador Alberto Vargas (dibujante de pin-ups), son elementos que se revelan poco menos que innecesarios ante lo tópico del guión y la marmórea realización de Bernd, que tendría momentos mejores con menos dinero. Obviamente la historia está basada en la novela “La Máquina del Tiempo”, de H. G. Wells, aunque en este caso los mutantes viven en la superficie y los humanos bajo ésta, llegando el autor a presentar una demanda por plagio contra Allied Artists cuando la película fue estrenada. Aunque desconozco el resultado del litigio. Lo que sí es curioso es la participación de Rod Taylor en este supuesto plagio y la versión del original de Wells, de George Pal, “el tiempo en sus manos” (1960).
En la Tierra se están produciendo constantes avistamientos de ovnis. Los astrónomos distinguen un objeto espacial del cual surgen otros que caen a la superficie, y especulan que ambos hechos pudieran estar relacionados. Pronto, en diversas partes de Japón cunde el pánico cuando ciertos testigos presencian la aparición de unas extrañas criaturas con aspecto de estrellas...
Ficha Técnica
Dirección: Koji Shima. Productor: Masaichi Nagata para Daiei Studios. Guión: Hideo Oguni, según argumento de Gentaro Nakajima, [basado en el cuento popular japonés “Kaguya-hime”]. Fotografía: Kimio Watanabe. Música: Seitaro Omori. Montaje: Toyo Suzuki. Efectos especiales: Toru Matoba, Yonesaburo Tsukiji. Intérpretes: Toyomi Karita (Hikari Aozora / Ginko), Keizo Kawasaki (Toru Isobe), Isao Yamagata (Dr. Matsuda), Shozo Nanbu (Dr. Naotaro Isobe), Bontarô Miake (Dr. Komura), Mieko Nagai (Taeko Komura), Kiyoko Hirai (señora Matsuda), Bin Yagisawa, Sachiko Meguro (Tokuko Isobe). Nacionalidad y año: Japón 1956. Duración y datos técnicos: 85 min. color 1.37:1. (V.O.S.E.)
Comentario
Nos encontramos con una más que entrañable película de ciencia ficción japonesa, de las primeras del género rodadas en Japón (y la primera en color) en la que unos extraterrestres llegan a la Tierra para prevenir a los humanos de que se aproxima un enorme desastre: la pronta colisión con un astro del espacio exterior. Dos años antes se había estrenado “Japón bajo el terror del monstruo” (“Gojira”, 1954), con bastantes similitudes con “El monstruo de tiempos remotos” (“The Beast From 20,000 Fathoms”, 1953), de Eugene Lourié. En este caso, mientras vemos el film se nos vendrán a la cabeza títulos como “Ultimátum a la Tierra” (“The Day the Earth Stood Still”, 1951), de Robert Wise; “Cuando los mundos chocan” (“When the Worlds Collide”, 1951), de Rudolph Maté; e incluso “Vinieron Del Espacio” ("It Came From Outer Space", 1953), de Jack Arnold, o “La Guerra de los Mundos” ("The War Of The Worlds", 1953), de Byron Haskin. El film se divide en tres partes claramente diferenciadas. En primer lugar, la llegada de los extraterrestres. Un fragmento del film absolutamente delicioso donde se nos presenta un cuadro costumbrista de un Japón que entremezcla tradición con modernidad. Sake y kimonos por las noches en un barrio de calles estrechas, donde el profesor Kamura (director del observatorio) departe amigablemente con un periodista y por otro lado, batas blancas, telescopios y científicos investigando los supuestos objetos volantes no identificados que surcan el espacio y, posteriormente, la aparición de unos seres monstruosos que causan el terror por doquier. Aunque todo hay que decirlo, de monstruosos no tienen nada. Vamos, que dan ganas de abrazarlos. Es entonces cuando nos encontramos con uno de los mejores fragmentos del film donde podemos ver una conversación entre los aliens que es absolutamente, y siento repetirme, deliciosa. En ella nos muestran su asombro ante el miedo que provoca su apariencia exterior, teniendo en cuenta lo feos que son los humanos. Llegando incluso a enseñar una foto de una actriz como modelo de belleza nipona, a lo que uno de ellos comenta: “Tiene un bulto muy grande en el centro de la cara” (evidentemente, la nariz). Y otro le responde: “lo siento por ellos. Tienen unas caras tan feas”. Deciden entonces que uno de ellos deberá tomar la apariencia humana para poder así tomar contacto con la raza humana. Descubrimos que tienen una misión: prevenir a la humanidad de que corre peligro, aunque aún no sabemos cual es la amenaza que acecha a la Tierra. Es entonces cuando pasamos a la segunda parte de la película. Una especie de “Ultimátum a la tierra” al estilo nipón, donde descubrimos que los Pairanos (los extraterrestres vienen de un planeta lejano llamado Paira) han venido a advertirnos de los peligros de la energía nuclear, deviniendo la cinta en un reflejo del miedo nipón por la bomba atómica, tal como acontecía en la primera entrega de la saga de Godzilla. Los extraterrestres comentarán que el pueblo japonés es el más capacitado para comunicar ese peligro a la población mundial, pues son ellos los únicos que han sufrido en sus carnes el horror atómico. Pero también nos aconsejan que todas las armas nucleares de la Tierra pueden ser usadas de forma beneficiosa para la humanidad: la destrucción de un meteorito que se aproxima con rapidez a nuestro planeta. Esta parte, sin duda, procede de otro clásico yanqui, “Cuando los mundos chocan” (When the Worlds Collide, 1951), de Rudolph Maté. Aquí, sin embargo, el aire apocalíptico de la situación está mucho más conseguido, produciéndose escenas de pánico en masa, con la gente atemorizada buscando refugio, los monjes con fieles rezando en los templos,… Todo el mundo corre buscando un lugar donde esconderse. Y las Naciones Unidas sin ponerse de acuerdo para el uso de las armas nucleares en el meteorito. Existe además otra circunstancia añadida al film. Uno de los científicos nipones, el doctor Matsuda, ha descubierto el urio, un elemento mucho más poderoso que cualquier arma termonuclear. El problema es que, según él, no puede ser fabricado en Japón. A esto le añadimos los intentos de un malhechor por conseguir la fórmula de dicho componente (para vendérselo a cualquier potencia extranjera), llegando incluso a secuestrar a Matsuda. El tiempo pasa, las calles están desiertas, el meteorito se acerca cada vez más rápido. La tensión crece, el calor aumenta, los animales mueren, se acerca el final… Con producción a cargo de la Daiei, una de las competidoras más acérrimas de la Toho en cuanto a cine fantástico se refiere, “Asalto a la Tierra” es una de las primeras intentonas (Junto a la celebrada “The Mysterians”, en 1959) de dar unos toques más serios y rigurosos a las de por si desmadradas películas niponas de alienígenas. Es un film que destila gravedad, aderezada con ese aire camp intransferiblemente exótico (esos inconfundibles platillos volantes, los gigantescos extraterrestres en negro con un enorme ojo en medio del cuerpo) derrochado por los orientales en plena Guerra Fría. Y está dirigido con habilidad y fuerza y, ante todo, excelentemente narrado, consiguiendo crear un cóctel de subgéneros (meteoritos, aliens, espías, acción, catástrofes,…) bien hilvanado de forma impecable. No es más que absorbente diversión. Pero se agradece sobremanera. Una joya de la sci-fi japonesa. Por cierto, no aparecen militares. Sorprendente, ¿no? Recomendada 100%.
Durante los años 50 Ray harryhausen participó activamente en algunas de esas grandes joyitas de ciencia ficción de serie B, que destacan principalmente por el trabajo de este genio de la stop-motion. Todas han sido posteadas ya aquí, pero merece la pena recordarlas.
El Monstruo de Tiempos Remotos (1953) (Doblada y V.O.S.E.) ("The Beast From 20000 Fathoms")
sinopsis
Una prueba nuclear en el Ártico libera a un gigantesco dinosaurio. Los testimonios aportados por los supervivientes de sus aislados ataques son acogidos con incredulidad, pero el monstruo llega a la costa este de Norteamérica sembrando el terror...
Ficha Técnica
Dirección: Eugène Lourié. Productor: Jack Dietz para Mutual Pictures of California [Jack Dietz Productions], Warner Bros. Pictures. Guión: Fred Freiberger, Lou Morheim, Robert Smith, Daniel James, Eugéne Lourié, sobre una historia de Ray Bradbury. Fotografía: John L. Russell. Música: David Buttolph. Montaje: Bernard W. Burton. Diseño de producción: Eugène Lourié. Efectos especiales: Ray Harryhausen, Willis Cook, George Logfren, Eugène Lourié. Intérpretes: Kenneth Tobey (coronel Evans), Paula Raymond (Lee Hunter), Paul Hubschmid (profesor Tom Nesbitt), Cecil Kellaway (profesor Thurgood Elson), Donald Woods (capitán Phil Jackson), Lee Van Cleef (cabo Stone), Steve Brodie (sargento Loomis), King Donovan (Dr. Ingersoll), Ross Elliott, Jack Pennick, Ray Hyke, Michael Fox, Alvin Greenman, Frank Ferguson, Fred Aldrich, James Best, Edward Clark, Louise Colombet... Nacionalidad y año: Estados Unidos 1953. Duración y datos técnicos: 80 min. B/N tintado en sepia 1.37:1.(Doblada al Español y V.O.S.E)
Comentario
Primero de los filmes sobre gigantescos monstruos antediluvianos que se rodaron durante los 50, “El monstruo de tiempos remotos” marcaría la pauta para casi todas las producciones similares que le siguieron. Basado en el relato “The Fog Horn” de Ray Bradbury, publicado en el Saturday Evening Post, el film también serviría como debut (además de para su director Lourié) para el gran animador y técnico en efectos visuales Ray Harryhausen. Por lo demás, el guión acusa una excesiva dispersión narrativa, abundando en tiempos muertos que entorpecen sobremanera el discurrir del relato, si bien tal defecto rítmico queda soslayado un tanto gracias al buen hacer interpretativo de Paul Christian y Cecil Kellaway (no tanto de Paula Raymond) y lo eficazmente atmosférico tanto de la puesta en escena de Lourié como de la fotografía de Jack Rusell, aparte de los efectos del maestro Harryhausen, por supuesto.
Con menos de 200.000 dótares de presupuesto, la película conseguiría alrededor de 5 millones de recaudación. Alisando así el camino, al menos financieramente, a cuantas “monster movies” fueron apareciendo durante el resto de la década.
Entre las posteriores obras de Lourié hay dos nuevas Incursiones en el filón descubierto a raíz de su primera peIícula (y que los japoneses explotarían a conciencia): “Behemoth, the sea Monster” (1958) Y “Gorgo” (1961). Ambos filmes muestran el paulatino deterioro de una fórmula con una cada vez menor capacidad de sorpresa, pese a su potencial innato para obtener imágenes contundentes y estremecedoras a ojos infantiles. Algo diferente resultaría, sin embargo, “The Colossus Of New York” (1958), film en el que cambió la consabida criatura prehistórica por un enorme robot con el cerebro de un muchacho fallecido, cristalizando en un trasunto “catastrófico” de Frankenstein con elementos de comic book que el propio Lourié consideraría lo menos destacable de su carrera. Monstruos prehistóricos “Plan 9”.
Surgió Del Fondo Del mar (1954) (V.O.S.E.) ("It Came from Beneath the Sea")
sinopsis
El submarino nuclear al mando del comandante Pete Matthews se topa con un enorme objeto al norte del Pacífico, el cual atrapa a la nave y a duras penas logran deshacerse de él. De regreso al puerto descubren un enorme fragmento de tejido orgánico atrapado entre las helices del submarino. Con la asistencia de la profesora Joyce y el Dr. Carter, los científicos llegan a la conclusión de que se trata de un enorme pulpo, que debía permanecer sumergido en uno de los abismos del océano y que, con las recientes pruebas atómicas, se vio obligado a buscar aguas menos profundas en busca de alimento. Es que el monstruo se ha convertido en una criatura radiactiva y su fuente natural de alimento - los peces - perciben a la distancia su presencia. Hambriento y en fuga, la criatura se encuentra en trayectoria directa hacia la ciudad de San Francisco. Ahora todo depende de que Matthews, Joyce y Carter encuentren una manera viable de detenerlo.
Ficha Técnica
Director: Robert Gordon / Productor: Charles H. Schneer para Columbia / Productor ejecutivo: Sam Katzman / Guión: George Worthing Yates, Hal Smith, según argumento de G. W. Yates / Fotografía: Henry Freulich / Música: Mischa Bakaleinikoff / Efectos especiales: Ray Harryhausen, Jack Erickson / Montaje: Jerome Thoms / Intérpretes: Kenneth Tobey (Cdte. Pete Mathews), Faith Domergue (prof. Lesley Joyce), Donald Curtis (prof. John Carter), Ian Keith (almirante Burns), Dean Maddox Jr. (almirante Norman), Chuck Griffiths (Tte. Griff), Harry Lauter (sheriff Bill Nash), Richard W. Peterson (capitán Stacy), Del Courtney, Ed Fisher, Jules Irving, Jack Littlefield... / Nacionalidad y año: Estados Unidos 1954 / Duración y datos técnicos: 75 min. B/N 1.85:1. (V.O.S.E.)
Comentario
"Surgió Del Fondo Del mar" es importante, para empezar, porque supuso la unión del gurú de los efectos especiales, Ray Harryhausen, con el productor Charles H. Schnner. Una asociación que durará veintiséis años y que cambió las películas del género para siempre. Harryhausen es más conocido por su trabajo de 1963, "Jasón y los argonautas", pero ocho años antes de que él nos regalara su imagen más recordada (los esqueletos espada en mano peleando), creó un gigantesco pulpo que causó estragos en la ciudad de San Francisco, tras recorrer todo el Océano Pacífico. Quizás éste no sea el mejor film de Harryhausen, pero tiene su magia, su toque personal. Sólo hay que ver al pulpo atacando la ciudad. Quién sabe cómo habría sido el film sin la colaboración de Harryhausen. Porque, seamos sinceros, lo mejor de la película es el monstruo que, a pesar de los años y la evolución de los efectos especiales, no ha perdido un ápice de su ferocidad y su realismo (sólo hay que ver cuando se desliza por el Golden Gate o cuando ataca el puerto). Porque existe una interacción entre las personas reales, los decorados y las marionetas “in stop-motion”, que no rechina tanto como debiera si las comparamos con las películas actuales.Esto demuestra que cuando hay talento, incluso una forma arcaica en el diseño y los movimientos de la criatura pueden competir con la tecnología moderna en muchos casos.
Los primeros veinte y siete minutos del film son completamente diferentes al resto del film, y en él se utilizan elementos del documental, con esa voz en off que va explicando lo que sucede que parece casi como un noticiario. Eso le otorga a la acción de una mayor inmediatez, informando al espectador de lo que va sucediendo. Pero tan pronto como aparece en escena nuestro gigantesco cefalópodo, la cosa cambia y la película se transmuta en algo totalmente diferente, espectacular.
El guión en verdad, supera la media habitual de las series B de los 50, porque no sólo se basa en el mosntruo sino que les pone un enorme grado de atención a los personajes y resultan muy interesantes. La profesora Joyce (Faith Domergue) se nos presenta con la suficiente personalidad como para llenar la pantalla. Acostumbrados a las protagonistas que sólo sirven para lucir palmito y gritar hasta la saciedad, nos encontramos con el personaje de una profesora inteligente, atractiva y con carácter (vamos, que hasta da órdenes a los militares). A su vez el comandante Pete Matthews (Kenneth Tobey) repite el mismo molde que su oficial locuaz de “El Enigma de otro Mundo” (en realidad, pareciera que el actor interpretara sus papeles con el mismo perfil que un detective de la serie negra de los cuarenta: simpático, pícaro, heroico y mujeriego por encima de todas las cosas). Y posiblemente de los héroes de la serie B, Kenneth Tobey sea el que le ha tocado los mejores papeles, por encima de John Agar o Hugh Marlowe.
En definitivas cuentas, una sencilla producción de serie B que supera con creces la media ya que existe una excelente combinación entre un buen guión y unos increíbles efectos especiales. Clásico “Plan 9”
La Tierra contra los Platillos Volantes (1956) ("Earth vs. the Flying Saucers") (2 versiones: Doblada y Dúal Esp/Ing + Subs)
(Título original. "Earth vs. the Flying Saucers")
Sinopsis:
Con los extraordinarios efectos visuales del genial Ray Harryhousen, la película enfrenta a losterrícolas contra unos alienígenas humanoides en una violenta batalla por la supervivencia de la Tierra. Unos extraterrestres con aspecto de zombies llegan a una base militar americana en busca de ayuda para su planeta que se encuentra al borde de la desaparición. Al principio intentan establecer contacto de forma amistosa con el doctor Russ Marvin y su flamante esposa Carol. Pero los militares responden con fuego ante la llegada de la flota de platillos volantes, y los extraterrestres no tienen más remedio que contraatacar. ¿Dará Marvin con el arma definitiva en esta lucha contrarreloj para salvar a la humanidad?.
Ficha Técnica:
Director: Fred F. Sears / guión: Curt Siodmak / Productor: Charles H. Schneer / Fotografía: Fred Jackman Jr. / Música: Mischa Bakaleinikoff / Efectos especiales: Ray Harryhausen/ Intérpretes: Hugh Marlowe (Dr. Russell A. Marvin); Joan Taylor (Carol Marvin); Donald Curtis (Mayor Huglin); Morris Ankrum (General John Hanley); John Zaremba (Profesor Kanter); Grandon Rhodes (General Edmunds); Larry J. Blake (Policía); Charles Evans (Dr. Alberts)... / Nacionalidad y año: Estados Unidos 1956 / Duración y datos técnicos: 80 min. B/N
Comentario:
La película que nos ocupa, modesta donde las haya y realizada en el año 1956, es la muestra por excelencia de invasiones extraterrestres que nos ofrece la ciencia-ficción cinematográfica. Aún más que su predecesora, y mucho más famosa, "La Guerra de los Mundos", basada libremente en la novela de H. G. Wells. Entiéndase que estoy hablando de invasiones violentas, no del estilo de otro gran clásico del género como "La Invasión de los ladrones de cuerpos", sino donde se desarrollan fuertes combates entre las fuerzas de la Tierra y los alienígenas.
"La Tierra contra los platillos volantes" comparte algunos aspectos con "La Guerra de los Mundos", a saber: los invasores provienen de mundos agonizantes, y disponen de una avanzada tecnología, pero a diferencia de ésta, los alienígenas de "La Tierra contra los platillos volantes" no intentan, inicialmente, cargarse todo lo que se mueve, sino establecer contacto con los terrestres, aunque sus intenciones no dejan de ser aviesas: no quieren la destrucción total de la especie humana, sino un pedazo de nuestro planeta para vivir; naturalmente, convirtiéndose en los líderes de la Tierra, cosa que los héroes estadounidenses de rigor no están dispuestos a permitir, para variar, de forma que la cosa termina en un enfrentamiento a muerte, aunque queda muy claro quién es el que primero empieza a disparar.
Sin embargo, y a diferencia de como sucede en "La Guerra de los Mundos" , los alienígenas no son todopoderosos e invulnerables. A pesar de su indudable superioridad tecnológica, es posible vencerlos cara a cara. Con la ayuda de la ciencia y los científicos.
Consideremos que los años 50 son una época en la que se producen continuos y sorprendentes descubrimientos, y se suponía que la naciente tecnología proporcionaría una solución feliz a todos los problemas del mundo, así como un mejor nivel de vida. La conquista del espacio comienza también su desbocada carrera y, por tanto, no es descabellado pensar en una amenaza procedente de los cielos, además de en los riesgos, mucho más reales y evidentes, originados por la guerra fría en ciernes.
El director de esta pequeña joya es Fred F. Sears, que realiza una buena labor con los escasos medios de que dispone, consiguiendo un buen ritmo narrativo a lo largo de la película. Los efectos especiales corren a cargo de Ray Harryhausen, el mago que marcó toda una época en este tipo de creación artística. Aquí puede apreciarse un excelente trabajo de animación, que soporta bastante bien el paso del tiempo. Son múltiples las escenas donde intervienen platillos volantes, y la batalla final entre las naves alienígenas y las fuerzas de la Tierra sobre Washington, ciudad que resulta severamente dañada, es de una gran espectacularidad. Sears, como ya es habitual y con la ayuda de Harryhausen, aprovecha aquí para destruir algunos de los iconos arquitectónicos de la famosa metrópoli. Curt Siodmak realiza el guión para la pantalla, que a su vez está basado en el relato "Flying Saucers from outer Space", de Donald E. Keyhoe.
Tecnológicamente hablando, la película es sorprendente: desintegradores, traductores universales, escudos electromagnéticos, lectores cerebrales, electricidad sólida, armas ultrasónicas y los ubicuos campos magnéticos, son algunas de las propuestas que aparecen en ella. Además, como nota curiosa, los alienígenas se refieren a sus naves como vehículos interestelares, lo que parece indicar que al menos no proceden del pobre Marte, cuna de la mayoría de los bichos con malas pulgas que pululan por la ciencia-ficción, sino de lugares mucho más lejanos. Con toda esa parafernalia tecnológica, la lucha entre los terrestres y los invasores, deviene en espectacular.
En definitivas cuentas, un fantástico film que es un claro exponente del cine de ciencia-ficción de los años 50,que llegó a ser homenajeado por Tim Burton en "Mars Attack". Serie B de "buena".
La bestia de Otro Planeta (1957) (V.O.S.E.) ("20 Million Miles to Earth")
sinopsis
Un cohete experimental enviado a Venus cae en las cercanías de un pueblecito piscícola italiano, con una larva procedente del planeta en su interior. Vendida por un niño que la encuentra encallada en la playa, de su interior brota un homúnculo que escapa y comienza a crecer. Su camino, a la par que su crecimiento, se verá lacerado por la desconfianza y temor de los seres humanos...
Ficha Técnica
Director: Nathan Juran / Productor: Charles H. Schneer para Morningside Prod. / Guión: Bob Williams y Christopher Knopf, según un argumento de Charlotte Knight y Ray Harryhausen / Fotografía: Irving Lippman, Carlo Ventigmillia / Música: George Antheil, Mario Castelnuovo-Tedesco, George Duning, Louis Gruenberg, Lucien Moraweck, Hans J. Salter, Marlin Skiles, Daniele Amfitheatrof, Werner R. Heymann, Frederick Hollander, David Raksin, Miklós Rózsa, Max Steiner / Efectos especiales: Ray Harryhausen / Montaje: Edwin H. Bryant / Intérpretes: William Hopper (coronel Robert Calder), Joan Taylor (Marisa Leonardo), Frank Puglia (doctor Leonardo), John Zaremba (doctor Judson Uhl), Thomas Browne Henry (general A. D. MacIntosh), Tito Vuolo (comisario policía), Jan Arvan (Contino), Bart Braverman (Pepe), George Khouri (Verrico, el pescador), Don Orlando (Mondello, el pescador), George Pelling, Sid Cassel, Ray Harryhausen, Arthur Space... / Nacionalidad y año: USA 1957 / Duración y datos técnicos: 82 min. B/N.
Comentario
Uno de los subgéneros más importantes dentro de la ciencia-ficción de los años 50 fue el de las “monster movies”. Películas en las que, normalmente gracias a la energía atómica, un ser vivo sufre mutaciones hasta convertirse en monstruoso y, normalmente, gigantesco. Filmes como “tarántula”, “la humanidad en peligro” o “Godzilla” alertaban de los riesgos del mal uso de la energía nuclear y sus consecuencias en la Tierra. “20 Millions Miles To Earth”, entra de lleno en ese subgénero pero esta vez la criatura procede del espacio exterior.
Es un típico producto de serie B de los 50, que alerta de los peligros del espacio exterior, con un ejército estadounidense, unos científicos y una prensa responsables, que luchan contra la amenaza extraterrestre, siguiendo los parámetros habituales de la ciencia-ficción de esa década. Pero en verdad, este film se basa principalmente en la mítica “King Kong” (Ernest B. Schoedsack y Merian C. Cooper, 1933), con unos efectos especiales de Willis H. O'Brien, genio al que Ray Harryhausen admiraba por esta grandiosa obra. Así pues, la trama es prácticamente la misma: la criatura es traída a la civilización desde su lugar de origen. Incomprendida, es apresada y atacada, ella (lógicamente) se defiende. Finalmente será destruída por el ejército y caerá desde lo alto del Coliseo Romano para morir.
Así, Harryhausen y Nathan Juran unen sus fuerzas para gestar una fantástica “monster movie” por medio de una narración sin tiempos muertos, con un considerable ritmo cinematográfico que impide el aburrimiento y que hace que la trama vaya in crescendo hasta llegar al final con la muerte de la criatura. También habría que destacar que la historia está relatada con un interesante tono fotográfico bastante verista (sólo recordar la escena del ataque de Ymir al granjero), consiguiendo un producto más que aceptable. Es una de esas pequeñas joyas de la ciencia-ficción apta para todos, especialmente para aficionados al género. Con la garantía de Ray harryhausen.