La iguana es un animal al que se puede poner en
cautiverio atándole una cuerda al cuello, así permanecerá quieta, sin debatirse para
conseguir su libertad. Si después le quitamos su atadura, el animal se
mantendrá inmóvil durante mucho tiempo, incapaz de darse cuenta de que es libre
y puede escapar.
Tenesse Williams realiza una metáfora entre actitud de
la iguana y la del reverendo Lawrence Shannon (Richard Burton) un hombre torturado, incapaz de aceptarse a sí
mismo y a su propia naturaleza, paralizado por la desesperación desde hace
tiempo; ésta como una soga alrededor de su cuello, le impide hacer uso de su
libertad para vivir en armonía física y espiritual.