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domingo, 14 de noviembre de 2010

LA NARANJA MECÁNICA



¿Qué decir de una obra maestra? ¿Qué de una genialidad jamás realizada sin parangón alguno?¿Qué poder decir de un genio como Kubrick? Absolutamente nada.¿Desagradable? Por supuesto, totalmente, pero eso ya se sabía ¿verdad? La Naranja mecánica, es una de esas películas imprescindibles en cualquier videoteca, en su época fue innovadora y aún hoy lo sigue siendo. Recibió un aluvión de críticas desde muchos sectores, pero aún así lo innegable es que es perfecta. Tanto a nivel técnico, como artístico.
La naranja mecánica es una película en la que la violencia es comparada con una danza, una danza macabra de sangre y odio. Kubrick hace de vidente y ve el futuro, lo escudriña tras sus gafas y predice un film, desgraciadamente, más que real.Una forma de rodar y montar una película de una forma muy novedosa, con grandes guiños a Eisenstein, y con una maestría insultante.
Esta cinta, es sin duda, una de las más odiadas y perseguidas por la censura en toda la historia del cine. Es prohibída en Inglaterra por un periodo de treinta años, con eso os digo todo. Solamente se ha podido ver después de 1999, tras la muerte de Stanley Kubrick.
La película es adaptada de una novela de Anthony Burgess, autor británico que hizo en su tiempo una obra atemporal, con un lenguaje propio, el “Nadsat”. Este tipo de jerga inventada para dotar a la historia de un aire futurista. Se supone que era una mezcla de inglés vulgar mezclado con términos rusos. Se desprende de esto que en un principio, la intención del autor era un futuro común entre Estados Unidos y Rusia, el final de la guerra fría y el comienzo de una era que traería sus nuevas problemáticas, en este caso, problemática social, unas nuevas generaciones alienadas del mundo y consagradas a satisfacer sus instintos, aunque fuesen de la más baja calaña.



Para ahondar más en esa problemática social, casi existencial que asola de manera personal al protagonista, habrá que argumentar que el título, tal como reza, es una trampa, una mentira encubierta. El título original de la película es "The Clockwork Orange". "orange", en inglés significa "naranja", pero en verdad proviene de otra palabra: "ourang", una palabra de Malasia donde Anthony Burgess vivió durante varios años. Esta palabra tiene otro significado y es el de "persona". De esta manera, el escritor hizo un juego de palabras, y realmente, lo que el título significa es "El hombre mecánico". Álex, después de aplicarle el tratamiento Ludovico, ya nunca podrá disponer de su libre albedrio, al menos no hasta los últimos fotogramas, y digo libre albedrio cuando me refiero a que antes hacía lo que le venía en gana, no respetaba las normas y convecionalismos sociales a los que los demás estamos sujetos y condicionados. Comenzó su camino hacia su lado mecánico.
En el último capítulo del libro, Alex, consigue dejar la Ultraviolencia por aburrimiento, pero esto era un borrón en opinión de Kubrick que lo cambió sin contar con el escritor, como hiciera con “Lolita” y “2001” Vladimir Nabokob y Arthur C. Clarke respectivamente. Esto lleva a Burgess a rechazar por completo la adaptación.



La primera parte de la película narra las peripecias de Alex y sus drugos, ese bar, con dispensadores de leche enrriquecida que mana de los senos de las mujeres, como símbolo de amantamiento, como símbolo de periodo sin problemas bajo los amorosas brazos de nuestras madres, donde se sacian nuestos deseos. Esas sesiones de ultrraviolencia, la violación de mujeres, luchas entre clanes, conducción temeraria, son pasos que se van dando hacia la escena, más fuerte y en mi opinión una de las mejores de la cinta. Me refiero a la violación  y asesinato de la mujer des escritor mientras el tiene que presenciar impertérrito todo el grotesco cuadro. Kubrick, nos tenía preparado una escena memorable por su sofisticación y por su perversa y retorcida forma de retratar la crudeza, la amoralidad, la falta de cualquier tipo de humanidad incluso antes de que Alex se convertiese en un hombre mecánico, por otra parte una opción muy acertada, pues no hay cambio en él a lo largo de la pelícuala, el único cambio es aparente y es fruto de nuestros prejuicios. Por otra parte, Malcom nos dejaría atonitos en su interpretación, pues se atreve a improvisar delante de Kubrick, ni más ni menos que de Kubrick, olé sus bemoles. Para los que conocemos un poco las obsesiones y manías del director sabemos que no le gustan nada este tipo descontroles. Es una persona que lo tiene medido todo hasta el último milímetro y si hacía falta insultaba y humillaba a los actores para sacar lo que quería o necesitaba de ellos. Cuando se comenzó a grabar la escena de la paliza en la violación, a Malcom le apeteció cantar “Singing in the rain”, el efecto fue brutal, hasta tal punto que ni Kubrick objetó nada y nosotros ya no concebimos esa escena sin el famoso tarareado. Años después del estreno de la película, McDowell dijo: "Durante el rodaje de La Naranja Mecánica amé y odié a Kubrick al mismo tiempo. Pero creo que la calidad humana de Kubrick no está a la altura de su talento. Se comportaba con los actores como el más terrible de los tiranos"



La segunda parte de la cinta, es precisamente la de la detención y excarcelación del protagonista sometiendolo a una conducta deterinada inducida por estímulos, tal y como puede ser el ejemplo de Paulov. También esta parte tiene su intríngulis, porque crea ciertas paradojas, como por ejemplo, un sistema de reinserción social que lucha contra la violencia a base se violencia o imágenes violentas. La gran complejidad del caso a tratar nos ciega, pero Alex es un individuo de una gran inteligencia que no siente remordimientos por lo que hace  En este, como en la mayoría de los casos, lo más adecuado sería la prevención.  Lo que desde luego no es acertado es llevar al individuo justo al extremo contrario de donde viene.
Tambien pone de relieve el tema central de la película, el caso en que nos podemos ver privados de nuestra humanidad, si nos privan de nuestra libertad, o nos vetan la capacidad de elegir libremente.
La intemporalidad de la película  es uno de los rasgos que más destacan en el filme.  Su tema central (la pérdida de libertades a cambio de una mayor seguridad y una reducción de la delincuencia) es plenamente actual. Preguntádselo a cualquier ciudadano de NorteAmérica.



La naranja mecánica presenta algunas innovaciones en el aspecto técnico como el empleo de lentes más rápidos, cámaras ligeras de mano, y unos micrófonos que permitieron no tener que volver a grabar diálogo en estudio. nuevos equipos de iluminación que le permitió a Kubrick girar la cámara en cualquier dirección sin preocuparse por que saliesen en escenas objetos de iluminación indeseados.
La parte final de la película es la más paradógica, y una auténtica obra de orfebrería, pues dice y se desdice continuamente, cambiando buenos por malos y viceversa. ¿Quién es más  cruel?, ¿El estado o Alex?, ¿Alex o el escritor? El estado en su afán de hacer políticas sociales reinsertando a la masa carcelaria mediante un nuevo método que revolucionará el estudio de la conducta humana, causa unas secuelas en uno de sus conejitos de índias. Alex, por su parte, después de salir de prisión lobotomizado, alienado de si mísmo, se topa de bruces con las consecuencias de su vida anterior. Recoge de los vientos de otoros tiempos, tempestades. Acaba postrado en una cama donde lo colman de atenciones. En otro tiempo, el deplorable Alex no se podía imaginar que el estado, sea desprestigiado de tal forma, que parezca incluso más despreciable que él. Claro está que la concepción de la historia que hace Kubrick, salpicada por el cristianismo, no iba a dejar que el malo se saliese con la suya. Tampoco avogaría por una salida honorable para el estado. Hasta aquí se cumple el guión, pero derrepente en los últimos momentos de la película nos lo vuelve a romper y retorcer para configuran un nuevo escenario, pues la mirada de Alex, después de que lo curasen del tratamiento Ludovico, es la de quién libre de presiones y condicionamientos vuelve a ser lo que en esencia es. Las cosas nunca son como parecen, y no es verdad que el personaje de Malcom es solo un mecanizado sadista sin elección, sino que prefiere el sadismo y sabe que puede obtenerlo a pesar de todo.
La verdadera obsesión del director en todo esto era la de compadecer y memitizarnos con el protagonista. Consigue deshumanizar a Alex, con lo que humaniza a la sociedad que le ataca. Es una fina ironía, ya que en teoría nos parece más loable humanizarnos, aunque la inteligencia de Kubrick fue un paso más allá, pues al dotar de humanidad a la sociedad, la dota de crueldad, cosa que no pasa con Alex que lleva el signo de la inpersonalidad grabado en la frente, como si no tueviese otra responsabilidad, como si no se le pudiesen repudiar acciones o pedir cuentas. De una manera casi imperceptible pasa de ser un verdugo a una víctima sin que lo advirtamos, y sopesemos los porqués.



¿Por qué no iba a ser violento Alex?, desde luego la sociedad actua de forma cruel, no es ninguna panacea de justicia y ecuanimidad. ¿Cuál es la justificación que esgrimiremos para pedir una sociedad civilizada si luego somos los primeros que nos conducimos como verdaderos hipocritas? Quizás, Kubrick no haga una llamada con un movimiento incipiente en aquella época, si no a la contestación o como vamos acoger todos los cambios en el contexto de una sociedad verdaderamente civilizada.
Si lo analizamos a fondo, más bien semeja una comedia, la comedia humana. El sempiterno problema de colocar el bien y el mal en una balanza. El problema de encontrar una justicia ponderada y universal, y todo ello sin perder el rasgo característico que nos diferencia de las bestias, el “Logos”
En este sentido, Kubrick fue un adelantado a su tiempo, pues en esta época en la que nos hallamos, estamos ante unos brotes esporádicos de una camada de jóvenes que se declaran nihilistas, que después de tanta diversificación ya no saben a qué dedicarse.
Indudablemente soy un confeso fanático de Kubrick, aún así este escrito no pretende parecer una mera adulación sin argumentos, pero puedo decir que "La naranja mecánica" revela algunos misterios que atormentan la existencia de la sociedad actual con múltiples metáforas y secuencias audaces y viscerales.

 Simplemente, Kubrick.


jueves, 10 de septiembre de 2009

LOS MEJORES DIRECTORES _ PARTE _ 2


LA CELEBRIDAD Y EL ESCÁNDALO
Después de haber coqueteado con Hollywood gracias a su amigo Douglas, Kubrick, se asienta en Inglaterra donde había estado ultimamente buscando un hogar para toda su familia. Tenía, no diría que fobia, pero si mostraba reticencia a volar. Se ponía muy nervioso en los aviones, manifestaba que quería permanecer a un lado del charco y de paso buscar la tranquilidad necesaria fuera de las garras de la industria hollywoodiense.
Mientras estaba absorto en su mastodóntico proyecto de reflotar Espartaco, Kubrick y su amigo James B. Harris adquirieron los derechos de “Lolita”, una novela de Nabokov. Si no conoceis la historia de “Lolita”, me refiero a la novela, o nunca habeis visto la película, no os sorprendereis del genio de Kubrick al elegir las novelas que desea llevar al cine. “Lolita”, hace famoso a Vladimir Nabokov, su autor. Pero antes de convertirse en lo que hoy podemos denominar un best seller, fue publicada por Maurice Girodias, un editor pornográfico de la ciudad de París.
Kubrick fue morboso hasta tal punto de que contrató al propio Nabokov para que escribiera con él el guión, para luego apenas usar nada o casi nada del autor. Kubrick se basó en el libro como centro de la trama, pero del guión de Nabokov, ni los restos, y además, cambió varios detalles que no concuerdan con la trama del libro.
Para el papel de Lolita, contrataron a una joven actríz de catorce años que tenía las facciones bastante desarrolladas, intentando así eludir la censura más ponzoñosa. La pregunta es: ¿Como fue capaz esta película de eludir la censura?.
Kubrick no muestra a Humbert acostandose con Lolita, pero no hay ninguna duda de que eso sucede. Al igual que muchas películas de Buñuel, sobre todo en su etapa mexicana, (Susana, 1950) la sexualidad aparece como algo difuso, pero es algo de lo que el expectador no puede escapar. Kubrick admiraba a Buñuel, y no es desconocido que Buñuel adoraba “La naranja mecánica”. Los dos realizadores se mimetizaron a la hora de criticar la américa de los 50.
KUBRICK: EL DIRECTOR DE CULTO.

Después del éxito de “Lolita”, Kubrick ya comenzaba a ser célebre y las ofertas de trabajo no dejaban de caer, pero él siempre fue fiel a sus historias y a su forma tan particular de narrar, por lo que rechazaba ofertas unas detrás de otras. Mientras estaban rodando “Lolita”, Harris y él comprarían los derechos de una novela que abordaba el tema del armagedon nuclear, muy de moda en aquella época de guerra fría y la crisis de los misiles cubanos. La novela se titulaba: “Two hours to doom” (Dos horas para la fatalidad) escrita por Peter Bryant. Fue lo último que hicieron juntos Kubrick y Harris, que luego disolvieron la sociedad para permitir a este último iniciase su carrera como director.
La Seven-Arts también se desvincula del proyecto y es reemplazada por la Columbia pictures, que insistío en que Peter Sellers interpretara varios papeles en la película.
Kubrick intentaría ser fiel a la novela, pero cuanto más avanzaba el guión, más se daba cuenta de que las circustancias le encaminaban a la realización de una comedia. Creyó que la estructura del libro –tres acciones paralelas que se desarrollan en tres espacios sin comunicación entre ellos permitía realizar una farsa, lo que resultaba más convincente para vehicular el sentido mordaz del texto. Para canalizar el humor, Kubrick contrató a Ferry Sluthern, un maestro de la comedia negra. Después de unas sesiones de reescritura, dicen las malas lenguas que con cantidades indecentes de marihuana, consiguen conformar lo que aún hoy se denomina la mayor sátira antibélica de la historia. Cambiaron el título por: “Dr. Strangelove, or How I Learned to Stop Whorrying and Love the Bomb” (Dr. Strangelove o Cómo aprendí a dejar de preocuparme y querer a la bomba), en España se tradujo simplemente “Teléfono rojo, volamos hacia Moscú”.
Antes de la llegada de Southern, Kubrick ya había escrito con Peter Bryant, casi la totalidad de la adaptación de la novela, pero resultaría un thriller sin más. La perspicacia de Kubrick ayudó a que se mezclara el más irónico humor de Southern con el realismo casi documental de Bryant, con lo que el resultado es extraordinario.

LA REVOLUCIÓN, KUBRICK MIRA MÁS ALLÁ.
La revolución llega con 2001. Mucha gente piensa a cerca de 2001 como una película visionaria que no tiene parangón y posiblemente sea cierto, pero los que hemos visto más de cerca la vida y obra de Kubrick, pensamos que es la película de la expiación de Kubrick. Me explico, es donde Kubrick deja la losa de las influencias y comienza a ser el mismo. Un crítico de cine escribió (en “Cahiers du cinema” (Cuadernos de cine), una revista de cine francesa que ahora también se publica en España) que a partir de 2001, Kubrick sólo estaría influido por Kubrick. Y es que aunque no se quiera, se encuentran en 2001 ciertos paralelismos con directores que influenciaron a Kubrick.
Os acordais que os dije antes que Kubrick adoraba a Orson Welles, pues bien, si ponemos a un lado 2001 y al otro Ciudadano Kane, encontramos enormes similitudes en la forma temporal de narrar. Tambien podemos hacer un paralelismo entre el monolito y la palabra del trineo “Rosebud”, que hizo correr tanta tinta en su tiempo como el monolito aún sigue dando de sí hoy en día. Y por si fuera poco, es en cada película, la solución que no resuelve nada. Pero también hay originalidades en Kubrick, que nos hacen pensar que se aleja en esta película de todo lo anterior.
La novedad en la visión de la humanidad a través del tiempo y la exploración de los límites humanos, bien sea por la física o la divinidad. El hacer una película que podemos denominar sensorial o experiencial, donde el director deja la trama a libre interpretación, como si fuese un cuadro subrrealista de nuestro futuro, del cual cada quien debe extraer su visión particular, individual é intima. El hecho de que fuera filmada en Cinerama (Sistema utilizado para mejorar la imágnes y hace panorámicas con una calidad suprema para aquel entonces, constaba de tres cámaras que grababan sincronizadas con tres películas de 35 mm. Que se reproducían al tiempo y con un sonido estereofónico que constaba de siete pistas que se mezclaban en una única banda de fotograma. Esta técnica se empezó a desarrollar en los cincuenta, pero se perfeccionó después grabando con una cámara única pero con un negativo de 70 mm. Así es como está grabada 2001) le concedía a la película unas cualidades perfectas para reproducir ese vals de música, imágenes y sensaciones que pretendía Kubrick. La mejor forma de ver esta película es, si podeis, en pantalla de cine.

LA NARANJA MECÁNICA. KUBRICK SUPERSTAR.

Kubrick comienza el proyecto que lo hará célebre, no sólo para la prensa cinéfila si no para todo el público en general, se trata de una adaptación de la novela de Anthony Burgués, “A clockwork orange” (La naranja mecánica). Es considerada una obra maestra desde el primer pase, no así como pasó con 2001, que al principio pasó desapercibida entre el público y si se me permite decir también entre los críticos, que a veces los críticos también son un poco veletas y soplan por donde pasa el aire, o tienden a cargar más la pluma según la apetencia de los consumidores de séptimo arte.
Kubrick hace una reflexión freudiana, al mezclar el “Yo” de la primera parte de la película, con el “Superyo” de la segunda. Presenta al personaje de Alex (Malcon Macdowell) como un sujeto que solo satisface sus necesidades personales, sin capacidad de ningún dispositivo de inhibición que regule y modere sus brutales acciones y las de sus compañeros dragos. En la segunda parte, después de someterse al programa médico para su reeinserción en la sociedad, experimenta los condicionamientos externos a los que ha sido programado y todo lo que antes resultaba placentero, ahora es censurado por su propia psique.
Es cierto que esta cinta resultó ser un signo de rebeldía de una generación, la de los sesenta, que se contraponía a la más edulcorada de los cincuenta. Esta generación ya no le debía pleitesía a los Beatles, sino más bien, a los Rolling Stones, no sé si me entendeis.
También es cierto que Kubrick supo escudriñar con sus gafas el posíble futuro de la violencia en la sociedad. Hoy en día existen pandilleros sin moral, sin oficio ni beneficio y con la única premisa de satisfacer las necesidades personales. Esta amoralidad de hoy en día era inconcebible en los tiempos de la cinta, pero Kubrick supo anticipar esto con la ayuda de Burges.
Esta película es conocida por varias circustancias que proporcionarían más datos para el escándalo y la publicidad de Kubrick a precio de coste. Fue censurada en Inglaterra por el periodo, ni más ni menos que de treinta años. Precisamente es el país en el que se rodó. Es la primera cinta que Kubrick firma con la Warner.
BARRY LYNDON, UN MAL MENOR.
Kubrick, ya con la Warner de respaldo, se atreve a proponer la idea que siempre le rondaba, que era hacer una película grandiosa sobre la vida de Napoleón. Pero ya había tenido problemas con la MGM anteriormente, cuando esta estaba amenazada por un especulador que contaba con revenderla por partes. No encontró fondos de aquella, y tampoco con la Warner, que consideraba muy elevada la cuantía del presupuesto. Entonces Kubrick tenía que reciclar su idea de película de época, porque era lo que en esos momentos buscaba la Warner. Econtró la novela de William Thackeray “Las memorias de Barry Lyndon”. La verdad es que en el estudio, no estaban muy de acuerdo, pero al rebajar las enormes cifras del proyecto y que el que estaba detrás de las cámaras era un genio que podía sacar partido de casi cualquier situación, accedieron con alguna que otra condición. Impusieron como protagonista a Ryan O´Neal, que en ese momento era la estrella número uno en la taquilla americana.
Kubrick obra con Barry Lyndon al contrario que con “Telefono rojo”, si en teléfono rojo convirtió el libro serio en una comedia, aquí intentará cambiar la picaresca y humorística obra de Thackeray en una película sobria, que intenta alcanzar mayor calado. Quizás tenía miedo a realizar otra comedia, o le parecía que la comedia con el género histórico o de época sería una mezcla con poco interés, o le pudo parecer ridículo. El caso, es que se equivocó. Las críticas no le acompañaron y el público dejó de lado a Barry Lyndon. Seguramente, porque esperaban a un Napoleón, con sus obsesiones, sus temores, sus rabietas, sus….., vamos, imagino como la fiel manada que sigue a Kubrick, se relamía y salivaba esperando a como el maestro sabría explotar todos estos estados de ánimos. En cambio, cuando esta gente fue a las salas de cine se encontró con el ascenso fulgurante a la nobleza inglesa y posterior caída de un joven y petimetre irlandés sin porvenir. Aunque Barry Lyndon es de una belleza increíble y una factura elegante, sus cuatro Oscars así lo afirman, el público esperaba algo más característico del cine visceral de Kubrick. Para la posteridad siempre quedará acuñado que Barry Lyndon será una de las obras más edulcoradas del genio.
Para ser una película que pasó sin pena ni gloria entre el público, no así entre los críticos (Los buenos, los que no se casan con nadie) tiene ciertos aspectos novedosos y hasta peculiares, y… con esto voy al grano, que no quiero hablar tanto de las películas si no la maduración y la vida de Kubrick a través de ellas.
Kubrick, para hacer dos escenas únicamente de la película, luego las utilizó en más, pidió dos lentes especiales a la NASA, con las que podía filmar tanto en exteriores como en interiores, eran grandes angulares muy luminosos preparados para grabar en el espacio. Esto permitió filmar una escena con velas, la primera vez en la historia del cine, con luz natural y sin ningún relleno. Esa lente luminosa especial, favorecía los contrastes y la temperatura de color, que era lo que buscaba Kubrick. En la cabeza de Kubrick rondaba la idea de hacer una película pictórica. De hecho, la iluminación y la colocación de los personajes respondían a la forma de unos cuadros de la época escogidos por Kubrick y su director de arte.
Con esto quiero recalcar que pese a los malos resultados comerciales de la cinta, Kubrick sabe lo que hace. Incluso aunque le negaran la posibilidad de haber rodado su Napoleón, el mismo es consciente de que eso es lo que la gente quiere de él, su firma a la hora de representar las cuestiones del hombre y su mundo psicológico. El sentía que no podía hacer siempre lo mismo, pero no se daba cuenta, de que su visión era tan apartada de los demás, que cuando el público va a ver una película al cine, solo esperaba ver una película, pero cuando alguien va a ver una película de Kubrick, esperan ver además de una película, la visión del director tan particular que no tiene semejanza con sus contemporaneos.
Queda un último apartado que subyace bajo el tintero a raíz de la película, pero os pido que no deis mucho crédito a las palabras que vais a leer a continuación, yo lo comento porque es una teoría que se susurra en voz baja, solo se habla en pequeños círculos, y de la que yo siempre creí cierta o en último caso, verosímil: Pues, tras las homéricas e impresionantes imágenes de 2001, el gobierno de los estados unidos contrataría a Kubrick para hacer unos planos sobre el alunizaje de 1969. Porque el que estudie algo de fotografía, sabe que esos planos tienen más de una fuente de luz, y que yo sepa, en el espacio solo existe el sol. Bueno, yo no digo que el hombre no haya llegado a la luna, pero se pudo contratar a Kubrik, para hacer algo más decente de lo que podían ser las imágenes originales. Los astronautas, que no son unos linces en fotografía, trabajaron con un material que se me antoja difícil que haya funcionado correctamente a las condiciones extremas que ha sido expuesto, temperaturas bajísimas, Luz ultravioleta, condensación del negativo con el cambio de temperatura. Vamos, supongo que sí, que pudieron filmar en esas condiciones, pero las sombras y los contrastes debían de ser más marcados y la calidad de las imágenes una mierda, vamos, a menos que montaran un estudio de fotografía en la luna con focos de relleno y todo. Estos no son datos suficientes pero si vemos luego el pasar de los años y otras pistas como la cesión de las lentes por parte de la NASA a Kubrick, repito, y solamente a Kubrick, sabe Dios por qué. Ellos aducían que era como homenaje a la persona que hizo a la gente soñar con el espacio y participó a su manera a que el programa espacial fuese mirado con buenos ojos. Pero esas lentes cuestan una fortuna y seguramente la Warner no pagaría el seguro. Y aunque Kubric también producía Barry Lyndon, no tenía tanta pasta para pagar personalmente el seguro. No sé, hay gato encerrado. Luego la posterior salida de los medios de comunicación en los últimos veinte años. De hecho es en esta época, terminado Barry Lyndon cuando se muda a una propiedad aislada de Hertfordshire. Son datos que no resuelven nada, pero alimentan la leyenda y las teorías.

EL RESPLANDOR, KUBRICK EN LO MÁS OSCURO DE LA MENTE.

La Warner, después de la debacle en taquilla que supuso Barry Lyndon se cabreó bastante. Pensaban que con firmar al genio estaba todo hecho, pero a veces los genios también son incomprendidos. Como Warner tenía contrato con Kubrick para dos películas más, coaccionó, o mejor dicho, convenció a Kubrick para que la próxima cinta fuese comercial. Entonces, conscientes tanto unos como otros de las posibilidades y características del director, se le ofreció la adaptación de “The Shining” (El resplandor) de Stephen King.
Esta película fue minuciosamente elaborada por Kubrick dado el tema tan escabroso que tenía que expresar. En esta película, Kubrick, se atreve a filmar la esquizofrenia. Fue un periodo en el que Kubrick estaba obsesionado con ese tema y se volvió muy irascible. Os acordáis cuando anteriormente cité el difícil trato que destila Kubrick, pues bien, unido esto a una situación de tensión que se auto imponía Kubrick en el set de rodaje, (era muy celoso de su arte y con la anterior cinta quedara un poco en entredicho), provocó un malestar general que sería mítico para los historiadores de cine. Él sabía que con esta película cerraría la boca de muchos. Creo que es un genio, pero a nivel personal se pasó tres pueblos en aquel rodaje. La actriz Shelley Duvall acabó con la sensación de que había sido denigrada por Kubrick, y… a todo esto pensaréis que no puede ser, hasta donde tuvieron que llegar las cosas para que ella se haya sentido denigrada. Pues la verdad, aunque sé que fue así, aún no me lo creo, si no fuera porque hay documentos gráficos que así lo atestiguan, nada más y nada menos que el documental que se ha hecho sobre la vida de Kubrick: “Una vida en imágenes”, en la que se puede apreciar como Kubrick le dice a la actriz, no sé después de tantas tomas, que es una verdadera inútil que está allí haciendo perder el tiempo de toda esa gente que está trabajando.
Como podéis ver, el rodaje de “El resplandor” ha sido muy duro, y a la postre una perita en dulce para los historiadores de cine, revistas especializadas. Era la comidilla de aquel tiempo. Pero uno tampoco puede juzgar desde fuera las motivaciones que impulsaron a Kubrick ha fomentar aquella atmósfera de tensión fuera de lo normal dentro del set de rodaje. Quizás no sea lícito incitar al mal estar, pero desde el punto de vista del actor´s Studio y el método de Strasberg para la interpretación, es lo que mejor va. Intentar reproducir o alimentar en el sujeto todas aquellas sensaciones que ha experimentado a lo largo de la vida, para reproducirlas ante las cámaras. En este sentido, Shelley Duvall debía estar perdida, ausente, con temor a una personalidad más fuerte que ella, bien sea Kubrick en la realidad o Nicholson en la ficción. Al final, si no tenemos en cuenta los métodos, el resultado es realmente impresionante.
Por cierto el doblaje de ella, una basura. No digo quien la dobló, porque no quiero avergonzar a nadie. No soy tan malo como kubrick, pero para que mejore un poco en este aspecto de su carrera, solo daré unas pistas, empieza con Verónica y acaba por Forqué. Es una tontería ocultarlo porque aparece en las fichas de la película. Siempre me ha parecido que usaba bien unos registros como los del personaje de esta película, pero curiosamente, en el doblaje no me gustó nada.
Esta película está grabada, casi completamente con Steadycam, que era un nuevo tipo de cámaras que no necesitaban railes para hacer travelling. Usa unos contrapesos que permiten llevar a cuestas la cámara sin vibraciones. Permitió hacer el travelling por el suelo del triciclo del niño, con el sonido chirriante de la madera que pone los pelos de punta. Quizás esta innovación permitió a Kubrick mejorar su estética pero por la contra fue uno de los factores que más estrés producía en el equipo, porque la película tiene el dudoso honor de poseer el record de tomas de la historia del cine. Una conversación se llegó a grabar ciento cuarenta y siete veces, sí, no me he equivocado al escribirlo, 147.
Kubrick estába muy ensimismado con el más mínimo detalle. Os acordais cuando al principio del artículo de Kubrick os mencionaba la importancia de la guerra en toda su obra, pues bien, en el resplandor tenemos detalles que pasan desapercibidos, pero que Kubrick ha colocado ahí para que nos diesemos cuenta del juego.
Sabemos que Kubrick estába obsesionado con la segunda guerra mundial y el Shoah, pero no trató directamente el tema como lo pudo hacer posteriormente Spielberg con la “Lista de Schindler” Kubrick seguro que influyó en Spielberg para la realización de esta película. Como Kubrick no pudo hablar abiertamente del tema en el cine, sembró “El resplandor” de simbología referente al número 42, referencia que tomó Kubrick en referencia al año en que Hitler ordenó la solución final, es decir, el holocausto judío.
El número 42 aparece en la manga del jersey que lleva Danny en el momento de a primera visión del ascensor que escupe sangre. El presupuesto de la película fue de 42 millones de dólares. Wendy y Danny ven una película que se titúla verano del 42. La habitación 237, que encierra el número 42, (2 x 3 x 7 = 42). La foto de la noche de San Silvestre del hotel Oberlook, en 1921 (21 x 2 = 42).
Estas revelaciones podréis encontrarlas en el libro “The Wolf at the door” del historiador Geoffrey Cocks.
LA CHAQUETA METÁLICA, LA OBRA CEREBRAL.

“El resplandor”, fue un gran éxito de taquilla y Kubrick, después del intrincado rodaje y promoción, por fin pudo respirar hondo. Tardó más de siete años en elaborar su siguiente proyecto, otra vez minucioso como ninguno. Pero antes intentó abordar “El perfume de Patrick Süskind, que dejó a un lado para centrarse en “La chaqueta metálica”, a partir de la novela de Gustav Hasford, corresponsal de guerra enviado a Vietnam, que se titulaba: “The short times”.
Paradójicamente, la increíble verosimilitud de los personajes, por muy excéntricos que fuesen, llevó a Kubrick a contratar para el papel del sargento de instrucción a Lee Ermey, que fue instructor en la vida real. La verdad es que borda su papel, casi no tuvo que actuar.
Fue una producción larga, pero un éxito comercial sin precedentes. Duró 9 meses, entre la base de Parris Island y una fábrica de gas abandonada y medio derruida que se utilizó como decorado de la ciudad de Hue.
La película consta de dos partes diferenciadas, pero carece totalmente de trama, o se podría decir que está compuesta de varias subtramas o conjunto de acciones que no enlazan una narración fluida y que suponen reflejos de comportamiento ante el contexto de una guerra. Era un elemento que quería recalcar Kubrick, para conseguir una película que hablase de la guerra en sí y su barbarie y no fuese una simple película antibelicista con alguna enseñanza o moraleja implícita en una trama.
EYES WIDE SHUT. LA PELÍCULA PÓSTUMA.

En principio, Kubrick tenía intención de llevar al cine “Inteligencia Artificial”, un relato de Brian Aldiss. Se trataba de las vivencias de un niño androide y a Kubrick le costó desarrollarlo más de 15 años, pero la tecnología aún no estaba preparada para los efectos especiales de la que se le quería dotar. Total, otro plan frustrado, pero es un proyecto que finalmente ha visto la luz en el 2001, paradojas de la vida, un número cargado de mucho simbolismo en la vida del director. El realizador ha sido Steven Spielberg, amigo personal de Kubrick y su esposa.
Como dije anteriormente, Kubrick va espaciando más sus trabajos, y si entre el resplandor y la chaqueta metálica pasaron siete años, desde la naranja mecánica hasta su último proyecto, “Eyes Wide Shut” pasaron doce largos años.
El relato “Traumnovelle” en el que se basa la cinta se escribío en 1925, es originario de Arthur Schnitzler. Quizás es el proyecto que más tiempo le llevó a Kubrick, porque el anuncio conjunto con la Warner que se hizo de este proyecto coicidió con la postproducción de “La naranja mecánica”.
La historia está basada en el “seven year itch”, (la sarna de los siete años o el picor de los siete años) un deseo sexual que nace después de siete años de matrimonio, es el apetito que nace de la monotonía. Esta expresión común es el título original de la comedia de Billy Wilder “La tentación vive arriba”, que tiene como argumento principal la explicación de este repentino escozor.
El rodaje fue un suplicio como no podría ser de otra manera, 400 días aproximadamente, o año y medio contando vacaciones y demás. Es curioso ver como Tom Cruise, acostumbrado a ser un prepotente y creído niño prodigio de hollywood, no dijo ni pío ante el rodaje de Kubrick. Cruise adoraba a Kubrick por su genialidad pero también por su carácter y voluntad de hierro. Las extravagancias las dejó para la promoción. Aunque en este caso, no hacía falta. Los ingredientes eran: Película de Kubrick después de doce años, fama de rodaje tortuoso, la pareja protagonista era pareja en la vida real, Cruise y Kidman atravesaban por una crisis en su matrimonio; que supone más comidilla, salía en el reparto Sydney Pollack, quien siempre declaró que se hizo director por ser un actor frustrado. En fín, la película tenía publicidad ya de por sí, creo que lo recaudado por la cinta se basa en el ínfimo gasto de publicidad.
No es cuestión mía ocuparme de los cotilleos, pero Tom Cruise y Nicole Kidman, durante el rodaje estuvieron más unidos, pero la exposición de Kubrick a sus dudas mediante la interpretación de una pareja con problemas maritales, creo que acabó poco tiempo después precipitando el divorcio. Kubrick hubiera sido un psicoanalista de primera.
Los críticos esperaban más una obscenidad más acorde con la mente retorcida de Kubrick, pero había truco, es verdad que hay escenas subidas de tono, pero la cinta se centra en las lagunas de la mente de los protagonistas en referencia al amor, el placer y el arrpentimiento si lo hubiese। “Eyes Wide Shut”, cada día coge más adeptos, en esto si que concuerda con el prototipo de película de Kubrick, que dice: “Un espectador de cada vez”.
Kubrick moría placidamente en su cama el 7 de marzo de 1999, una semana antes del preestreno privado que tenía planeado Tom Cruise para la Warner। Por cierto, Tom Cruise es el narrador del documental “Stanley Kubrick, una vida en imágenes”.

lunes, 31 de agosto de 2009

LOS MEJORES DIRECTORES_PARTE_1



KUBRICK, EL GRAN ANGULAR DEL CINE
Hago esta comparación de Kubrick con el mundo de la fotografía, porque quizás es el mundo que le interesó siempre, incluso me atrevería a decir que más que el cine.
Stanley Kubrick nació un 26 de junio de 1928, en periodo de entreguerras, y esto va a dejar una profunda huella en la personalidad del genio ya que su carrera está impregnada de referencias a periodos y contenido bélico.
Stanley Kubrick desarrolla sus primeros años en una zona del bronx que solía estar frecuentada por judíos de clase media। Era hijo de unos emigrantes austriacos, su padre era médico hosteópata, con lo que tampoco ha tenido una infancia con muchos apuros. Desde muy pequeño el padre lo orientaba en su formación , incluso le enseño a jugar al ajedrez a su hijo, otra de las pasiones del joven Stanley, que desarrollaría a lo largo de toda la vida. El padre, contemplaba con cierta desazón que el hijo, pese a mostrar evidentes muestras de una inteligencia y un tesón desorbitados cuando se lo proponía, no alcanzaba el nivel académico adecuado. Mandan a Stanley a estudiar a Pasadena con un tío, que era hombre importante de negocios. El resultado fue prácticamente nulo y regresó al cabo de un año a Nueva York, para entonces la familia se había mudado a un piso lujoso en el mismo bronx.
Ya con catorce años, Kubrick asistía al instituto Taft, y este fue el punto de inflexión en la vida de Kubrick. Su padre le había regalado una cámara fotográfica, no sé si porque la había pedido él o porque fue algo nuevo y novedoso, se engancho de una manera terrible a esta nueva afición. Luego parece que los astros se fueron aliniando. Me explico, en el instituto Taft se elaboraba una revista propia donde Kubrick fue dando sus primeros pasos como reportero gráfico. Se va granjeando amistades que posteriormente serán colaboradores suyos, es bueno rodearte de gente de confiaza y Kubrick sabía esto aunque en esta época, no creo que supiese con certeza que acabaría dedicandose al cine. En la vida de los genios, nunca nada es lo que parece y el destino da mil vueltas antes de asentarse. Pero para Kubrick había llegado la hora de descubrir su verdadera vocación, hacer arte con las imágenes.
Con tan sólo 17 años vende su primera fotografía a la revista “Look”, por 25 dólares. La foto es de una tremenda calidad, expresiva e informativa que es justo lo que se pide en fotoperiodismo. Se trata de un retrato de un viejo kioskero con aire abatido con el titular sobreimpresionado en la portada del periódico haciendose eco de la muerte de Roosevelt, con lo que es contratado para trabajar como aprendíz de fotografía. Pasa en la revista cinco años y se casa con su primera mujer, Toba Metz, su novia de toda la vida, al menos de su juventud.
En esa etapa de la revista hace un reportaje fotográfico de un boxeador, Walter Cartier. Poco tiempo más tarde y con la ayuda de Alex Singer, realiza un corto documental sobre la vida del boxeador, titulado “Day of the fight” (Día de lucha) y lo vende a la RKO. Kubrick deja su trabajo en la revista y se embarca en la escritura de un guión que a la postre será su primer largo, “Fear and desire”(Miedo y deseo). En principio tiene problemas para la financianción de la película y es ayudado por su padre y su tío rico de Pasadena, ahora entendeis porqué antes he mencionado a su tío, ese año en California, a la postre iba a ser muy fructífero en la vida de Kubrick.
Comienza a grabar fear and desire con un presupuesto irrisorio, con una cámara, unos esteriores y unos actores desconocidos, alguno semiprofesional. Fear and desire, contiene unos giños indiscutibles con el cine-arte de Kurosawa, Ophuls, Buñuel, Welles, Einsestein, etcétera. Mezcló esos claros tintes con la forma americana de hacer cine. Cosa que harían en la época de los 70, toda esa nueva generación de cineastas de la american zoetrope (Martin Scorsese, Francis F. Coppola, George Lucas) Rara casualidad, de que todos fuesen fervientes admiradores de Kurosawa, como yo, claro está. Bromas aparte, esta primera película era bastante alegórica y poética para la gente, así que Kubrick, muy a su pesar la retiró de la circulación poco tiempo después considerandola un estorbo.
Ya aquí, en su primer largometraje, Kubrick da muestras de lo que pretende que sea su cine, algo más espiritual y profundo, en el que la dimensión psicológica será examinada al máximo y puesta en entredicho।
Comienza a rodar su segunda película “killer´s kiss” (El beso del asesino), eso sí, con un presupuesto considerablemente más abultado que en su ópera prima. En esta época, se nota que Kubrik está aprendiendo e improvisando sobre la marcha, porque hay ciertos aspectos de la película que no quedan muy bien hilados, y no es porque lo critique en Kubrick, si no que él, Siempre ha sido una persona que en lo que concierne al cine, ha querido hilar muy fino y no dejar cosas al azar. ¿Os imaginais 2001 hecha al azar y sin ninguna intención?, claro, desde mi punto de vista parece ridículo.
Comenzamos a asistir en este film, al destape del genio fotográfico de Kubrick। Su obsesión enfermiza por la imagen le lleva a innovar nuevos ángulos, planos, y utiliza la técinica como medio de narración. El ambiente claustrofóbico de los pisos y edificios, es devido al uso del gran angular, que deforma y exagera los rasgos en los extremos del fotograma, pero que por la contra engrandeze al sujeto, y esos edificios parecen comerse la cámara, dan una cierta sensación de desasosiego. Todo esto unido a una cuidada iluminación que daba unos contrastes en blanco y negro geniales, generaban un ambiente perturbador. Y creo que ese es el apunte con el que me quedo de la cinta, el que está aprendiendo pero ya se vislumbra la enorme capacidad perturbadora y generadora de atmósferas increíbles. Nadie nace aprendido, pero en la carrera de Stanley Kubrick el periodo de pruebas, fue muy pequeño, porque enseguida empieza a manufacturar obras maestras. Es increible su progresión de una película a otra.
EL EXILIO EN LONDRES
Después de “El beso del asesino”, Alex singer, presenta a Kubrick al que sería su productor en sus siguientes proyectos y con el que formaría una simbiosis perfecta, se trataba de James B. Harris. Juntos se embarcarían en el proyecto más ambicioso del director, “Atraco perfecto”. La película era una adaptación de la novela de Lionel White. La cinta era tan prometedora que entró a producirla la United Artist, la productora que fundaron Douglas Fairbanks y Charles Chaplin.
Atraco perfecto sigue la idea de planificar el robo de guante blanco más magistral, en el que nada puede fallar y todo tiene que esta medido al milímetro. Pero a partir de ahí, Kubrick rompe la baraja. Cambia la trama de la novela para introducir a una mujer aprobechada que tratará quitar tajada.
La estructura rasgada, no es innovadora, puesto que los flashbacks ya estaban inventados y las elipses también se habían utilizado para estructuras circulares en películas। El ejemplo más sonada hasta entonces, en ese ejercicio de la estructura rasgada era el de “Ciudadano Kane” del gran Orson Welles. Pero ninguno como hasta entonces lograba conllevar y conciliar la trama completamente con este recurso, como lo hizo Kubrick. Se produce una línea visual entre el género de estructura rasgada, que comienza en Welles, … y que por admiración de su trabajo continúa Kubrick, pero no se detiene en kubrick, porque Quentin Tarantino, declarado admirador de Stanley Kubric, coge el testigo e intenta liar la madeja en su “Reservoir dogs”, y la verdad es que no desmerece. Tarantino hace un giño a su maestro en “Reservoir dogs” , haciendo aparecer Atraco perfecto en los títulos de crédito.
EL SENDERO DE LA GLORIA
Aquí comienza el sendero de la gloria para Kubrick, paradojas aparte, lo he hecho coincidir con el título de su próximo proyecto. No es que Atraco perfecto fuese una mala película, pero es que era la primera y única de calidad de una prolífica carrera que aún estaba en entredicho. No se puede juzgar a alguien por un único trabajo. Porque con “Senderos de gloria” se doctoró. Aunó a público y crítica, siendo una película durísima. El joven Kubrick de catorce años había leido una novela que estaba en el escritorio de su padre, se trataba de “Paths of glory” (Senderos de gloria) de Humphrey Cobb, se trataba de una novela antiblicista que causo mella en el director y que quería llevar a toda costa a la gran pantalla. El problema era que por aquel entonces ninguna productora quería películas de ese corte. Pensaban que el público agradece las pelícuas agradables y con final felíz. Además, había que tener en cuenta la posible censura en Francia y los paises a los que estaba ligada con tratados. Cuando Kubrick tenía ya perdida toda esperanza, se le apareció un ángel custodio, era nada más y nada menos que Kirk Douglas. Douglas siempre ha sido un hombre comprometido, de principios y con mano de hierro. Todo el mundo conoce su faceta de estrella de hollywood, pero muy poca gente sabe que era un productor arriesgado, preocupado por dotar a sus películas de un contenido social। Infringió innumerables veces las normas del “Maccarthysmo”, y se pasó la “Lista negra” de la caza de brujas por el forro, no obstante, él era hijo de emigrantes rusos. Kubrick sabía que la película no iba a proporcionar un un céntimo, pero pensó que era una historia digna de contar. Para sobornar a las seguidoras de Douglas, Kubrick le pide a Douglas que salga con el torso desnudo al principio de la película y este prohibió al director hacer una escena donde una ejecución se suspende en el último minuto, resultaría demasiado desagradable para la época. Con todo, Douglas y Kubrick ha sido la mejor relación que ha tenido el director con ningún otro actor. La extravagancia de Kubrick impedía que pudiese trabajar en más de un proyecto con la misma estrella, esto sólo pasó con Douglas, y porque en ese momento Douglas tenía más peso en la industria que él. Luego repetirían en Espartaco. Pero hay referencias al trato de Kubrick con sus actores que son, en algún caso, hasta de bejación. Esto os lo contaré más adelante.
Es evidente que con senderos de gloria, Kubrick ya era un director de relevancia, lo que hace que se le abran las puertas. Comienza un trabajo con Marlon Brando, “El rostro impenetrable”, Kubrick se implicó mucho en el proyecto porque se trataba de un proyecto en el que podía explotar sus posibilidades. Se trataba de un western atípico con muchos factores psicológicos. Lo que no pudo evitar, fue el enorme carácter de Brando, que lo echó, porque quería ser él el que hiciera de director de la película.
Kira Douglas aprobechó la circunstancia para reclamar los servicios de Kubrick al frente de Espartaco, una nueva producción que iba a producir. Douglas no estaba contento con los servicios de Anthony Mann. Después de que Kubrick cogiera las riendas, la universal descansó al ver que era un director capaz y que la fiera de Douglas se apaciguaba por momentos. Espartaco fue un éxito brutal de taquilla que encumbró la carrera de Kubrick. Fue la película de mayor recaudación del 1960.
Bueno, continuaremos en otra ocasión, que se va haciendo un poco largo…