LA LUZ ENTRE LOS OCÉANOS de Derek Cianfrance - 2016 - ("The Light Between Oceans")

Tom Sherbourne ha combatido en la Primera Guerra Mundial y ha vuelto del frente traumatizado, destrozado y perseguido por la depresión y las pesadillas. Para estar tranquilo y aislado, acepta un puesto de farero en Janus Rock, una minúscula isla de Australia en la que pasará muchos meses solo y alejado de la gente. En el pequeño pueblo desde el que parte su bote hacia su nuevo trabajo, conoce a Isabel Graysmark, una joven que ha perdido a sus hermanos en la contienda. Cada vez que Tom vuelve, en sus días libres, la visita. Entre ambos surge una atracción inmensa...

Derek Cianfrance ha cambiado de registro una vez más para su tercera película tras el romance de "Blue Valentine" y el thriller de "Cruce de caminos". "La luz entre los océanos" está basada en la novela homónima de la escritora australiana M.L. Stedman y es un drama que trata varios asuntos simultáneamente y que los combina a la perfección, y además con ritmo. Habla del trauma de la guerra y de todas sus pérdidas (de los muertos y de los vivos), y habla de la soledad, del amor, del azar y de sus juegos crueles, de la fatalidad, de los anhelos insalvables y frustrantes que condicionan toda una existencia. Todo con coherencia, con lucidez, y desde una visión poliédrica. En un principio, dos personajes son los principales. Luego, aparecen otros que no sólo los complementan, sino que se colocan a su mismo nivel protagónico. No hay buenos ni malos cien por cien, y las casualidades son terribles, y el peso del pasado es todavía mucho peor y la moral se retuerce sin parar para hacer reflexionar al espectador y plantearle dilemas que no son nada fáciles de afrontar y menos de responder. Derek Ciafrance lo orquesta todo de forma espléndida, en una película de más de dos horas que nunca resulta pesada, que equilibra el drama sin caer en efectismos, que resulta dolorosa y a la vez esperanzadora. La banda sonora es preciosa y la ambientación prodigiosa y bellísima en toda su soledad natural y en toda su representación de una época pasada. Y, sobre todo, el trío protagonista está de matrícula de honor. Michael Fassbender y Alicia Vikander conmueven desde el primer momento, y luego llega Rachel Weisz a terminar de bordarlo todo. "La luz entre los océanos" es una nueva obra más que notable y personal de este director que cada vez despunta más como joven promesa del cine. Continuaremos siguiéndole. Muy recomendable.

CRUCE DE CAMINOS de Derek Cianfrance - 2012 - ("The Place Beyond The Pines")

El joven Luke es piloto de motos en un circo ambulante. Lleva una vida itinerante sin ataduras. Un día, se entera de que ha dejado embaraza a Romina, una chica que vive en una pequeña población de las afueras de Nueva York, y decide abandonar su profesión para cuidar del bebé de ambos. Luke, sin embargo, sólo sabe hacer una cosa: conducir motos, y eso va a ser un problema a la hora de encontrar un trabajo. Luke no tarda en tener que aceptar una proposición un tanto arriesgada... Que va a cambiar su vida y la de otras personas que le rodean para siempre.

Derek Cianfrance retorna al drama en su siguiente filme de ficción tras "Blue Valentine" después de rodar el documental sobre artes marciales "Cagefighter" (que no he podido encontrar) con "Cruce de caminos", en donde repite su estilo escueto y pausado para entregar una nueva historia de individuos comunes marcada una vez más por la incontrolable y volátil fatalidad. Ryan Gosling (que repite con el director) y Bradley Cooper entregan dos geniales papeles muy distintos y complementarios en dos historias que retratan vidas de personajes a la deriva o marcados por circunstancias adversas y por ambientes opresivos que, de una forma u otra, no han elegido. Cianfrance articula perfectamente las tramas de ambos protagonistas para tratar, en 140 minutos que no se hacen largos (a mi por lo menos no se me han hecho), diversos asuntos universales como el amor, la familia, la muerte, la culpa, las relaciones entre padres e hijos, la amistad, la frustración vital, la pobreza y la falta de oportunidades o la corrupción policial y política que en ningún momento aparecen embrollados ni cortados de golpe.

El ritmo del filme es el justo y necesario para, por medio de planos directos, mostrar los sentimientos de los personajes que lo pueblan, entre los que además destacan los interpretados por excelentes secundarios como Eva Mendes, Ray Liotta o Rose Byrne. Cianfrance sabe entregar un drama además con el justo toque realista y el justo toque épico que, espléndidamente fotografiado, alcanza grandes y bien tratadas cotas de lirismo que en ningún momento resultan pretenciosas ni tampoco ñoñas. Los diálogos están también escrupulosamente cortados y las escenas de acción que estallan en la plena calma que destina el resto del metraje son dinámicas y atractivas y con la potencia justa. En definitiva: a mi me ha gustado "Cruce de caminos", una película que ha cosechado opiniones muy dispares.

BLUE VALENTINE de Derek Cianfrance - 2010 - ("Blue Valentine")

Dean y Cindy llevan una vida tranquila en su casa de las afueras de Nueva York con su hija pequeña. Las cosas les marchan esencialmente bien y han planeado una escapada romántica a un hotel un fin de semana en el que dejarán a la niña con su abuelo. En esta escapada, sin embargo, van a reencontrarse con un pasado que creían haber dejado atrás... Y entre dudas y miedos y traumas no resueltos su relación va a empezar a peligrar.

Derek Cianfrance ha dirigido tres dramas, "Brother Tied", "Blue Valentine" y "Cruce de caminos" y el documental sobre artes marciales "Cagefighter".

"Blue Valentine" es un buen drama, aunque tiene algunas lagunas. Narra una historia romántica cualquiera, de esas que en este mismo momento están ocurriendo en miles de lugares del mundo. Incluye encuentro, reencuentro y problemas diversos con catársis y, también, una trama de sacrificio por amor verdaderamente conmovedora que su director sabe explotar convenientemente. Su estilo es pausado, minimalista en muchos momentos, muy realista y asentado en una fantástica fotografía. Los diálogos son directos, escuetos a veces pero justos, y los personajes son presa de pasiones perfectamente reconocibles en un argumento que trata diversos asuntos universales como las dudas en las relaciones de pareja, el fin del amor loco, los traumas del pasado, el fracaso de los sueños de juventud o los problemas de las familias disueltas.

Michelle Williams y Ryan Gosling son el plato fuerte de la película: entregan unas interpretaciones fantásticas y saben poner a sus personajes en situación con unos pocos de gestos. En el lado negativo del filme, encontramos por desgracia una trama como he dicho con ciertas lagunas en la que nunca llega a quedar claro el porqué del comportamiento del personaje de Williams, el motivo central de la cinta y su motor. Se intuye, evidentemente, pero Cianfrance no articula bien la información que da y la que no da (tan importante como la primera en un drama de este tipo y, sin embargo, demasiado oculta al espectador o demasiado mal economizada). Igualmente, eso no hace de "Blue Valentine" un mal filme con escenas verdaderamente bonitas y con un desenlace que consigue su propósito.