Gru y Lucy han sido despedidos de la Liga Anti-Villanos al haber fracasado estrepitosamente intentando atrapar a Balthazar Bratt, un viejo y olvidado actor y niño prodigio de los años ochenta que se quiere vengar del mundo reciclándose como villano y que se ha revelado como un hueso verdaderamente duro de roer. Deprimido, Gru piensa en una manera de reciclarse... Y entonces, descubre algo que no se esperaba y de lo que no tenía ni idea... Resulta que tiene un hermano perdido, Dru, que está tratando de contactar con él. Y Dru es un tipo muy, muy particular.
Llega la tercera entrega de las aventuras del villano Gru (la cuarta sin contar la precuela de todo protagonizada por sus delirantes secuaces, los ya famosísimos Minions), la saga más famosa con diferencia de Illumination Entertainment. "Gru III. Mi villano favorito" (vaya traducción tan penca del título para el mercado español, por cierto) es, como suele ocurrir con este tipo de secuelas, una repetición de los lugares comunes de sus predecesoras. No arriesga nada, pero consigue divertir mucho y, sobre todo, y lo más importante, tiene un humor que es capaz de cautivar tanto a los más pequeños como a los más grandes de la casa. Como el buen cine animado de comedia y aventuras, "Gru III" es un filme lleno de guiños inteligentes y homenajes irónicos que los adultos sabrán captar. Está ordenado en base a varias líneas argumentales paralelas y, aunque se echa en falta un mayor protagonismo de los mencionados Minions en esta ocasión, momentos como el que estos pasan en prisión son absolutamente geniales. El nuevo personaje protagonista, Dru, el hermano de Gru, cumple de sobra y añade una gran dosis de carisma a la trama, mientras que el villano de turno, homenaje una vez a la ya algo manida e idealizada década de los ochenta (es lo que hay, es el "revival" de moda en este momento), cumple de sobra y tiene su gracia, aunque lo cierto es que creo que daba para bastante más. Los personajes femeninos se quedan en esta ocasión algo fuera de campo al ser casi exclusivamente protagonistas de alguna que otra trama de relleno, al igual que les pasa a los Minions, pero se puede perdonar porque esta trama tampoco desmerece (la búsqueda del unicornio es absolutamente desternillante y encantadora). Falta desarrollar un poco más a algunos secundarios que prometían (como la nueva y repelente jefa tirana de Gru y Lucy), pero tampoco resulta algo que se eche de menos. La saga, estando en plena forma, está dando de todas formas a estas alturas algún síntoma de cierto cansancio, pienso. A pesar de su calidad indiscutible, creo que para esta tercera entrega no se ha innovado demasiado especialmente en nada, y eso en una cuarta (que seguro que habrá, porque esta saga es una de las más famosas de la animación actual) puede acabar resintiendo al conjunto de forma definitiva. Veremos. Mientras, tenemos aquí un digno estreno comercial veraniego, a pesar de todo. Recomendable para una tarde de risas y ternuras varias.