LOS RESCATADORES EN CANGUROLANDIA de Hendel Butoy y Mike Gabriel - 1990 - ("The Rescuers down under")

Bianca y Bernardo reciben un nuevo encargo: ayudar a Cody, un niño australiano, a combatir a los malvados cazadores furtivos que están poniendo en peligro el ecosistema del continente. En esta nueva aventura, van a tener además a un nuevo compañero: Jake, un galán aventurero un tanto especial. Bianca y Bernardo se convierten, una vez más, en Los Rescatadores.

"Los Rescatadores en Cangurolandia" ha sido hasta este momento una de las pocas secuelas de una cinta del estudio de Walt Disney que se ha estrenado en las salas de cine y que pertenece a su colección oficial de "Los Clásicos" (el resto suelen ser bodrios realizados directamente para el pequeño formato con pocos medios y menos cariño que es mejor olvidar y enterrar para siempre). La película retomó, trece años después, las aventuras de los carismáticos roedores Bianca y Bernardo, los rescatadores de aquella fantástica suerte de ONU ratonil de 1977, y, sin embargo, es considerada la "oveja negra" del llamado "Renacimiento de Disney" que se dió entre 1989 y 1999 (tras una década de los ochenta bastante irregular con obras buenas pero comercialmente más fallidas como "Tod y Toby", "Tarón y el caldero mágico", "Basil, el ratón superdetective" u "Oliver y su pandilla" el estudio se volvió a levantar con la extraordinaria "La Sirenita" y encadenó otra nueva década ahora plagada de enormes éxitos). "Los Rescatadores en Cangurolandia" es, efectivamente, una película más floja en todos los aspectos que las que le rodean temporalmente. Aunque la animación es una delicia, cómo no (y fue además la primera película de la compañía realizada plenamente por ordenador), la trama es algo errática, se han perdido los números musicales, las escenas de acción no son malas pero tampoco espectaculares y los nuevos personajes no tienen el carisma de los de los años setenta (se salva algo Jake, esa suerte de ratón australiano que homenajea a Indiana Jones, pero ni los demás secundarios ni los villanos llaman la atención con nada),

La película se puede ver, desde luego, y de hecho es recomendable tanto para los fans de la primera parte como para los fans de Walt Disney o los del cine de animación en general. Es esencialmente entretenida, eso no se puede discutir. Sin embargo, no hay color si se la compara con, por poner ejemplos cercanos, "La Sirenita", o "La Bella y la Bestia", o "Aladdín", o "El Rey León". Aunque en el plano crítico consiguió hacerse con unas buenas puntuaciones, "Los Rescatadores en Cangurolandia" tuvo una recaudación en las taquillas bastante pobre para lo que se esperaba de ella (y aún más teniendo en cuenta que está flanqueada por las mencionadas "La Sirenita" y "La Bella y la Bestia"). Esto, unido a la muerte repentina a causa de una insuficiencia respiratoria de Eva Gabor, dobladora de Bianca, en 1995, hizo que la tercera entrega de la saga, planificada para 1996, fuera anulada y la franquicia cerrada definitivamente, por lo menos hasta hoy.

LOS RESCATADORES de Wolfgang Reitherman, John Lounsbery y Art Stevens - 1977 - ("The Rescuers")

Bianca y Bernardo son dos ratones miembros de la Sociedad Internacional de Rescate a los que se les encomienda una misión: salvar a una niña que está secuestrada en un lugar tenebroso y lúgubre llamado "El Pantano del Diablo". ¿Quién quiere mantener retenida a esta chica y por qué? Ambos habrán de descubrirlo y sacarla de este apuro. No van a estar solos, por suerte... Muchos amigos animales van a ayudarles en su peligroso periplo.

Después de su entretenidísima versión de las aventuras del mítico Robin Hood, el estudio de Walt Disney presentó en 1977 la película "Lo mejor de Winnie the Pooh", que era realmente una reunión de tres cortometrajes de la compañía en un solo largometraje y que no voy a comentar porque la saga de este no menos mítico osito y sus amigos es demasiado larga, demasiado espaciada en el tiempo y demasiado orientada a niños pequeños como para verle algún interés salvo el de la más estricta calidad de la animación (indiscutible, desde luego). El mismo año, sin embargo, la compañía despuntó también con "Los Rescatadores", una de sus mejores cintas y una de las pocas que han llegado a tener su "saga oficial" dentro de "Los Clásicos" del grupo: su secuela, "Los Rescatadores en Cangurolandia", de 1990, se estrenó en los cines y no tiene nada que ver con esas horrendas colecciones de "Bellas y Bestias II", "Aladines II", "Pocahontas II" y demás bodrios de mala calidad que Disney hace con menos medios y mucho menos cariño para exprimir aún más la onda expansiva de sus más famosas películas.

"Los Rescatadores" retoma una idea que el propio Walt Disney llevaba acariciando desde 1962 y que nunca llevó a realizar: adaptar el libro homónimo de Margery Sharp de 1959. Cuando murió en diciembre de 1966 minado por el cáncer de pulmón que padecía, los trabajadores de su compañía vivieron momentos de miedo porque no estaban seguros de si todo podría continuar sin su dirección y pusieron toda la carne en el asador con esta película, que tardó cuatro años en realizarse y en la que trabajaron tanto los creadores del estudio de "toda la vida" como los "nuevos talentos" que llegaron a el en esta década. Fue un éxito por suerte y Walt Disney no se hundió, como muchos incluso llegaron a vaticinar.

"Los Rescatadores", con una animación fantástica y unos decorados geniales, presenta una historia de aventuras con los mensajes habituales de siempre (amistad, fraternidad, justicia, valentía, lucha del bien contra el mal, ecologismo, buen trato a los niños y a los animales...) y con escenas de acción magníficas. Los personajes, absolutamente todos, son una delicia del puro carisma, y esa suerte de Organización de las Naciones Unidas del mundo de los ratones es una de las más imaginativas y entrañables creaciones del estudio de Walt Disney. Aunque bastante olvidada y acusada de ser un refrito de la inolvidable Cruella de Vil, Madame Medusa, la villana de esta película, es una de las mejores del estudio: derrocha malevolencia, decadencia, suciedad y mal rollo (pero de verdad) y representa a esa parte oscura de la idiosincracia humana avariciosa, cruel y egoísta que por desgracia existirá siempre. "Los Rescatadores" fue un éxito de crítica además de público y presagió una nueva "Edad Dorada" para la compañía de Walt. Sin embargo, sus siguientes estrenos no resultaron tan exitosos y Disney vivió su "Etapa Oscura" a partir de 1978, una etapa que duró más de una década (en la que se realizaron buenos filmes aunque por desgracia poco apreciados), hasta la llegada del enormísimo éxito de "La Sirenita" en 1989.