Porco Rosso

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martes, 1 de marzo de 2016

COOL WORLD de Ralph Bakshi - 1992 - ("Cool World")


El autor de cómics Jack Deebs es encarcelado tras intentar asesinar al hombre que se acostó con su mujer. En prisión, trabaja en unas tiras que le ayudan a evadirse de la realidad: "Cool World". Cuando sale de la cárcel y vuelve a su casa, Jack va a descubrir con fascinación pero también con horror que el mundo que ha creado en sus cómics ha ido más allá de lo que nunca había imaginado...


Ralph Bakshi es un autor que creo que en general ha estado siempre algo infravalorado. Se retiró demasiado pronto y tuvo bastantes problemas económicos con algunas de sus obras, pero es, claramente, uno de los creadores que cambiaron para siempre el mundo de la animación. "Cool World" fue desgraciadamente su última película, y fue bastante injusto. Le tocó, para empezar, competir directamente con "¿Quién engañó a Roger Rabbit?" de Robert Zemeckis, que aunque era de 1988, de cuatro años antes, fue un enorme éxito y un clásico instantáneo que la eclipsó. Después, fue totalmente incomprendida: era mucho, pero muchísimo más adulta que las aventuras del mítico conejo del director de "Regreso al futuro". Era Ralph Bakshi, no era Robert Zemeckis. "Cool World" no es de las mejores obras de su director, y otras como "Fritz, el gato", "American Pop" o "Tygra. Hielo y fuego" se la meriendan sin problemas. Es un filme errático, con un ritmo descompensado, con personajes bastante planos y que se hace algo largo. Tiene incluso una chispa de cierta misoginia que no me hace ninguna gracia. En la parte buena, sin embargo, hay que decir que fusiona muy bien la animación con la imagen real y que, sobre todo, sabe desmitificar los dibujos animados y crear un mundo siniestro, muy sexual, muy ambiguo, sardónico y violento. Esta virtud puede que la hundiese también ante el público: no es una película en absoluto para niños y más de un padre poco precavido se iría en su día de la sala indignado pensando que iba a ver una cosa que no era tal cosa. Ninguna de las películas de Bakshi fueron nunca para niños, pero tal vez a esta se la promocionó más como tal.


"Cool World" tiene buenas actuaciones y grandes estrellas. Gabriel Byrne está inmenso, y también muy bien Kim Basinger (en aquel momento en la cresta de la ola) y un joven y muy divertido Brad Pitt. Los paralelismos entre el mundo real y el animado están bien resueltos, aunque los asuntos que trata (sexo, drogas, violencia, corrupción...) están tratados un poco superficialmente. La última película de Ralph Bakshi fue uno de sus grandes fracasos y también una de sus creaciones más flojas en definitiva. Tal vez le pasó demasiada factura a una carrera ya de por sí incomprendida y siempre polémica. El caso es que, tristemente, este animador no volvió a dirigir nada salvo una película con actores reales inexplicable y olvidable para la televisión en 1994 ("Juventud rebelde") y cortometrajes muy bonitos pero, eso mismo, cortometrajes. Con este filme cerramos en el blog la etiqueta de Bakshi hasta nueva orden, pero nunca dejaremos de reivindicarlo porque, patinazos como éste aparte, fue y es uno de los grandes de la animación mundial.


lunes, 28 de diciembre de 2015

TYGRA. HIELO Y FUEGO de Ralph Bakshi - 1983 - ("Fire and Ice")


Una edad de hielo amenaza al mundo. El Señor del Frío, Nekron, y sus brutales ejércitos de infrahumanos, han planificado la dominación del planeta y avanzan sin cesar extendiendo una ola helada que acaba con todos los pueblos que encuentran a su paso. Solamente el buen Rey Jared, Señor de los Volcanes, puede hacer frente con su poder del fuego a esta invasión. Sin embargo, Nekron ha trazado un maligno plan para acabar con su amenaza: raptar a su bella hija Tygra para chantajearle. Pero Nekron no se imagina que desde las cálidas junglas van a llegar dos jóvenes y grandes héroes para hacerle frente...


Junto a la soberbia e injustamente algo olvidada "American Pop", pienso que "Tygra. Hielo y fuego" es la otra gran obra maestra del a veces muy infravalorado Ralph Bakshi, obra en la que retorna una vez más a la fantasía heroica, género que ya trató en su filme "Los Hechiceros de la guerra" y en su polémica y fallida adaptación de "El Señor de los Anillos". Bakshi unió sus fuerzas en esta ocasión con Frank Frazetta, uno de los grandes dibujantes y guionistas del cómic de ciencia ficción y fantasía de la historia, y también con Roy Thomas, otro de los grandes nombres del arte de la viñeta (primer sucesor de Stan Lee en Marvel y famoso por haber llevado a los cómics las aventuas de Conan, el bárbaro), y Gerry Conway (otra leyenda del cómic y co-creador de The Punisher). El resultado fue inimitable: entre los cuatro crearon una aventura épica inolvidable, ambientada en un mundo único de corte prehistórico pero marcado por las reglas de la espada y la brujería clásicas lleno de sensualidad, de romanticismo y de poder evocador. Las reglas son las esperables: un grupo de héroes lucha contra un malvado villano que quiere sumir al mundo en el terror y hay una trama de amor, otra de amistad, otra de relación materno-filial y otra de relación entre maestro y discípulo. Sí, lo que ocurre en "Tygra" ya lo hemos visto antes y puede sonar hasta a refrito, pero aún así sabe cautivar siguiendo estas reglas básicas de su género con un buen hacer intachable. Todo está perfectamente tratado y dosificado por Bakshi y su equipo en apenas 80 minutos de metraje. El filme se hace corto, ciertamente, pero es también porque es una delicia y porque su trama, simple pero redonda, engancha desde el primer momento, mientras que su universo no deja de fascinar fotograma a fotograma.


Los personajes de "Tygra. Hielo y fuego" son un dechado de carisma y el villano es uno de los mejores (y está poco reconocido) de las películas fantásticas de la década de los ochenta. Es, además, un filme totalmente adulto, de estos que rompían de un mazazo el absurdo y tonto mito que todavía cundía bastante en su momento de que la animación era un producto menor que estaba exclusivamente dedicada a los niños: su sexualidad es exuberante y sus personajes la desprenden sin cesar, su violencia es brutal y realista y su primitivismo retrotrae a un mundo hostil y terrible. Sin embargo, el mensaje que muestra, de lucha del bien contra el mal y a favor de la justicia y la libertad, es tremendamente postivo. "Tygra" fue realizada por medio de la técnica del "rotoscopio", que Bakshi solía utilizar y de la que era un maestro. Las escenas se filmaron con actores reales y se dibujó posteriormente sobre ellas. El resultado, ahora más perfeccionado que en "El Señor de los Anillos", es espectacular y hoy sigue sorprendiendo. En su día, no fue bien recibida ni por el público ni por la crítica, pero poco a poco, y gracias también a la cultura del videoclub, tan básica para la distribución de cine diferente en los ochenta y en los noventa, fue ganándose el merecido estatus de obra de culto que hoy indiscutiblemente tiene.


martes, 20 de octubre de 2015

HEY GOOD LOOKIN' de Ralph Bakshi - 1982 - ("Hey Good Lookin'")


Años cincuenta. En Estados Unidos está estallando una nueva ola musical y también está empezando a cambiar la sociedad conservadora del país. Vinnie es el líder de una banda de pandilleros, The Stompers. Pasa sus días entre trapicheos, juergas, peleas, sexo y búsqueda de emociones fuertes. La vida, sin embargo, no le trata bien... Y le va a tratar mucho peor en los ambientes en los que se mueve, rebeldes pero también marginales y violentos.


Realmente, "Hey Good Lookin'" debería haberse estrenado en 1975, pero fue postergada eternamente por la Warner, que la produjo, hasta que Ralph Bakshi la retomó a principios de los años ochenta para estrenarla justo después de su obra maestra "American Pop". Película maldita, rareza de culto, fracaso en los USA pero éxito en Europa, "Hey Good Lookin'" fue como he dicho pospuesta ininterumpidamente debido a que era, una vez más, una película de animación totalmente adulta y totalmente rompedora, y se tenía miedo de que el escándalo de la anterior "Coonskin", otra de las obras de culto de Bakshi y la más oscura de toda su filmografía, se repitiese en una sociedad norteamericana pacata donde los padres se quejaban de sus películas (me imagino a estos padres llevando entonces a sus hijos al cine a ver las creaciones de Bakshi pensando que por ser "dibujitos" eran para niños y encontrándose el percal... tuvieron que ser tiempos deliciosos). El caso es que el polémico director la retomó en los años ochenta y la estrenó en 1982... Y el caso es que, según he leído, la película fue casi totalmente rehecha y muchas escenas (entre ellas una famosa en la que aparecía la mítica y en su momento escandalosa banda "New York Dolls") no se han conservado (aunque también he leído que la Warner tiene una copia original del filme...).


Originalmente, "Hey Good Lookin'" combinaba sin cesar la animación con los actores reales. Algo ha quedado en la copia de 1982, aunque poco: sobre todo se han conservado escenas animadas superpuestas sobre escenarios reales. El filme es, como los primeros de Ralph Bakshi ("Heavy Traffic" y "Coonskin" sobre todo), un recorrido errático por una escena urbana; en este caso, la de los rebeldes años cincuenta en los USA, los años en los que estalló un boom musical y social que iba a cambiar para siempre a su sociedad. Es violento, muy sexual, y retrata un mundo de personajes marginados que se rebelan contra las normas sociales pero que también sucumben a los problemas de su ambiente. Hay sangre, sexo, drogas, surrealismo, psicodelia y buena música. El problema que tiene el filme es que es demasiado errático, no sé si a causa de ser un "remiendo" de otro filme ya realizado o porque a Bakshi en esta ocasión se le fue la mano. Hay escenas que no se sabe muy bien qué pintan en la película y algunos momentos que llegan a ser hasta incomprensibles, y esto resiente a la trama y también al ritmo. "Hey Good Lookin'" es una de esas obras de culto con una historia ajetreada muy atractiva, pero también fallida. Como todas las rarezas, es ensalzada por unos y despreciada por otros.


viernes, 27 de marzo de 2015

AMERICAN POP de Ralph Bakshi - 1981 - ("American Pop")


Rusia. Finales del siglo XIX. Una familia de judíos, perseguidos por los antisemitas cosacos, huye a los Estados Unidos en busca de una vida mejor. Allí, en la supuesta tierra de las oportunidades, se sumergen en una sociedad radicalmente diferente... Esta familia, a lo largo de cuatro generaciones, va a ser testigo del cambio que el siglo XX va a traer. También, paralelamente, va a vivir la evolución de la música en una de sus etapas más cruciales: esta música es el símbolo de toda una época.


Es triste, muy triste, que una película como "American Pop" esté hoy tan olvidada e incluso tan eclipsada por otras obras del mismo autor que son claramente menores (como su fallida versión de "El Señor de los Anillos"). Reconocida en su día como una de las mejores películas de Ralph Bakshi (para mi creo que es claramente la mejor), "American Pop", rodada en "rotoscopio" una vez más, es una cinta extremadamente personal y maravillosa que narra la historia de cuatro generaciones de judíos rusos emigrados a los Estados Unidos a principios del siglo XX, historia que es un estudio de los cambios sociales de su época y también de la evolución de la música, que está íntimamente ligada a estos cambios sociales (la música siempre ha sido un síntoma del momento histórico en el que es creada, y especialmente lo fue a lo largo de todo el mencionado y convulso siglo XX). Bakshi, que es un gran melómano, viaja desde la música popular de la Rusia atrasada de los zares hasta el punk de finales de los años setenta y principios de los ochenta pasando por el jazz de los años veinte, treinta, cuarenta y cincuenta o el rock primigenio y de la fiebre de las bandas que empezó con grupos como The Beatles o The Rolling Stones en los años sesenta explicando, paralelamente, hechos como el de la emigración de Europa a los USA, el antisemitismo, las revoluciones, los fascismos y su auge, el gangsterismo, la Segunda Guerra Mundial o las revoluciones hippie o punk.


Los personajes de "American Pop" están llenos de carisma y en perpetua tensión y lucha generacional (el motor de la historia), los diálogos son maravillosos, la representación histórica es riquísima y está llena de homenajes, la trama es lírica y dramática sin efectismos y, por supuesto, la animación es maravillosa, preciosa, llena de detalles y de fluidez (la marca de la casa del mejor Ralph Bakshi), así como los escenarios son una joya. ¿Por qué "American Pop" es, en líneas generales, tan desconocida? No lo sé, pero está claro que es una película que hay que reivindicar sin parar. No se la pierdan, en serio. Es la obra maestra total de su creador.

martes, 13 de enero de 2015

EL SEÑOR DE LOS ANILLOS de Ralph Bakshi - 1978 - ("The Lord of the Rings")


El hobbit Frodo Bolsón, sobrino de Bilbo Bolsón, ha heredado la casa de su tío después de que este dejase La Comarca para siempre. Frodo lleva una vida tranquila en su tierra natal. Sin embargo, un día su viejo amigo Gandalf le hace una visita... Frodo ha heredado también algo que puede cambiar para siempre el destino de La Tierra Media y va a embarcarse en la mayor aventura de su vida... Una aventura en la que las fuerzas del bien y del mal van enfrentarse en su peor batalla.


En la segunda mitad de los años setenta, Ralph Bakshi, animador revolucionario y siempre dispuesto a afrontar grandes retos, se atrevió a realizar una tarea por entonces titánica y que nadie se había atrevido a realizar: intentar adaptar la mítica novela "El Señor de los Anillos" de J. R. R. Tolkien en uno de sus filmes animados. El resultado fue muy desigual, por desgracia, pero siempre quedará ya constancia en la historia del cine que, en una época en la que los efectos especiales eran muy caros y muy difíciles de crear, en la que los productores eran mucho menos arriesgados debido a ello (y mucho más en lo que a animación se refiere) y en la que el público potencial "freakie" cinematográfico (ustedes me entienden) era bastante menor que a partir de la era de Internet (a pesar de que sagas como "Star Trek" o "Star Wars" despuntaban o estaban a punto de hacerlo), alguien se lanzó a dibujar las aventuras de Frodo, Gandalf, Aragorn y compañía. Fue "El Señor de los Anillos" la segunda incursión de este creador en el cine fantástico tras la genial "Los Hechiceros de la Guerra", que había supuesto su cambio de género después de las inmisericordes parábolas sociales que fueron "Fritz, el gato", "Heavy Traffic" y "Coonskin".


"El Señor de los Anillos" de 1978 mezcla la animación tradicional con la labor de actores reales y el rotoscopio y representa a la perfección y con un lujo de detalles enorme el mundo de Tolkien. La mencionada animación que exhibe la película es una delicia, los personajes se adecuan a la esencia que de ellos se da en el libro que se adapta (tal vez Aragorn y Boromir se salen un poco de la descripción "oficial" y caen en los "tics" típicos de la fantasía pulp setentera, pero es perdonable), el mensaje del escrito está perfectamente representado con sus valores (la amistad, la valentía, la lucha contra el mal, la crítica a la guerra, al racismo y a la destrucción de la naturaleza...) y la trama sigue lineal el mencionado libro sin tampoco faltar a la también mencionada esencia (curiosamente, Bakshi dejó de lado las aventuras en Las Quebradas de los Túmulos y la estancia con Tom Bombadil... al igual que hizo el también discutidísimo Peter Jackson en su película "La Comunidad del Anillo" de 2001). A a la cinta, por desgracia, le falla el guión, y notablemente.


Ralph Bakshi cometió un enorme error en su "El Señor de los Anillos": adaptó el primer libro de la trilogía, "La Comunidad del Anillo", y metió con calzador parte del segundo, "Las dos torres", en la parte final del metraje, para dejar el conjunto colgando, mal cerrado y con el ritmo resentido. La película, tras la separación de Frodo y Sam del grupo, termina siendo una sucesión de escenas lentas y mal distribuidas (las carreras de Aragorn, Gimli y Legolas y los planos de orcos son interminables y bastante poco soportables) y, además, la historia avanza a partir de este momento a trompicones. Es una pena, porque la primera parte del filme es divertida, cumple como adaptación y es una delicia tanto de la animación como de los decorados.


"El Señor de los Anillos" de Bakshi fue un éxito de taquilla, pero un fracaso de la crítica y no convenció a los fans de la obra de Tolkien. No hubo continuación de la historia (era demasiado cara y su éxito incierto) y todo terminó con una versión independiente de "El Retorno del Rey" del estudio de Arthur Rankin Jr. y Jules Bass realizada para la televisión que intentaba aprovechar el tirón de la película pero que tuvo resultados artísticos muy malos. El caso de esta cinta fue una auténtica pena. Su creador volvió por suerte a su cauce artístico de siempre con la excelente "American Pop", una de sus grandes obras maestras, y esta primera versión de la trilogía del anillo se convirtió con el paso del tiempo, a pesar de sus problemas, en una obra de culto que influyó según muchos críticos a la versión de Peter Jackson que llegaría más de dos décadas después.


viernes, 21 de noviembre de 2014

LOS HECHICEROS DE LA GUERRA de Raplh Bakshi - 1977 - ("Wizards")


Han pasado muchísimos años desde que una gran catástrofe olvidada sumiera al mundo en la oscuridad. Ahora, todo parece recuperarse y resurgir de las cenizas del apocalipsis: el planeta vuelve a ser, poco a poco, lo que fue. Sin embargo, un hechicero oscuro ha encontrado restos de una vieja ideología extremista del mundo antiguo que está utilizando para controlar a las personas más débiles en su beneficio. Por suerte, un grupo de héroes liderado por su némesis, el bondadoso hechicero Avatar, va a hacerle frente y a pararle los pies.


Después de "Coonskin", Ralph Bakshi se embarcó en la que fue su primera película de fantasía heróica, "Los hechiceros de la guerra", que abrió una nueva etapa en su filmografía, que aunque volvería a los retratos urbanos sociales de las tres primeras obras del director ("American Pop", "Hey Good Lookin'" o incluso "Cool World" -aunque este filme es caso aparte en la obra conjunta del animador-), ya contaría constantemente con obras de este mencionado género ("El Señor de los Anillos" o "Tygra. Fuego y hielo"). "Los hechiceros de la guerra" no era en su día una película fantástica al uso. Ni siquiera lo sigue siendo hoy en día. Presenta un universo post-apocalíptico en el que se mezclan tanto humanos y mutantes como razas de la fantasía feerica "clásica" como hadas o elfos y cuyo futuro se decide por medio de una batalla épica que ahora enfrenta a la magia y a la tecnología. Esta tecnología, que destruyó el mundo en el pasado, tiene nada más y nada menos que reminiscencias directas (directísimas) a los nazis, cuya iconografía, simbología e ideología aparecen retratadas en la película. No sólo se observa claramente en este aspecto que el filme no es una película animada de aventuras al uso: es muy violento, sangriento incluso, y muy sexual. Llega a tener escenas que sugieren sexo claro y hasta una violación colectiva, lo cual en los años setenta y en una obra de animación no era algo que se encontrase todos los días. "Los hechiceros de la guerra" es puro Bakshi: dibujos sin concesiones y férreamente anclados en la realidad contemporánea de la obra.


No quita esto que la película no tenga su esperable dosis épica: la tiene, y mucha. Y, además, porta mensajes positivos como la amistad, el sacrficio por los demás, la ecología, el pacifismo o la lucha por la libertad. Argumentalmente es un poco desastre, todo hay que decirlo: Bakshi entrega un guión muy difuso, con muchas lagunas, donde demasiadas cosas ocurren porque sí y completamente deslabazado. Parece estar pensando más en otra película conscientemente errática como "Fritz, el gato", "Heavy Traffic" o "Coonskin". Sin embargo, es perdonable esto por todo lo que "Los hechiceros de la guerra" supuso para el cine de animación (y qué animación: es magnífica, como era de esperar, y también los escenarios artesanales en los que se mueven los personajes, con carisma, además). Muy recomendable obra de este a veces infravalorado maestro.


miércoles, 8 de octubre de 2014

COONSKIN de Ralph Bakshi - 1975 - ("Coonskin")


Al perder su casa, embargada por el banco, Hermano Conejo, Hermano Oso y Predicador Zorro se trasladan, sumidos en la pobreza, al barrio neoyorkino de Harlem, el que según les han dicho es "el hogar de todo hombre negro". Allí, su vida se vuelve todavía más caótica: un infierno de violencia, corrupción, represión y fanatismo se abre ante ellos... Y los engulle.


Controvertida y muy polémica desde incluso antes de su salida comercial, estrenada en su día en muy pocas salas y posteriormente revalorizada como se merece, "Coonskin", una suerte de parodia de la película para niños "Canción del Sur", es, según muchos, la mejor película de Ralph Bakshi y, también, la más conseguida de las suyas según el propio autor. Vuelve el estilo de "Fritz el gato" y "Heavy traffic" por tercera vez, solo que ahora el turbo que se le mete a lo turbio las deja completa y absolutamente en pañales. El filme es otra sátira social más en la que se vuelve a mezclar la animación con la imagen real y que presenta la aventura de un grupo de animales antropomorfos (Hermano Conejo, Hermano Oso y Predicador Zorro respectivamente) que tienen entuertos de toda clase esencialmente con la mafia y con la policía (corrupta en gran parte, por supuesto). Cuando digo que el turbo se lo ha puesto Bakshi a lo turbio, no exagero: "Coonskin" es una película poderosamente feísta, de aura decadente, de decorados oscuros y personajes cargados de "mal rollo", crudísima y violentísima y tremendamente sexual (en su día, en el que la animación era considerada en líneas generales algo "para niños", tuvo que ser espectacular entrar en una sala y verla). Como "Heavy Traffic", retrataba el mundo de los bajos fondos de los Estados Unidos y era muy crítico con la situación de crisis económica que en aquella época se vivió (la Crisis del Petróleo que comenzó en 1973 y que tuvo consecuencias prácticamente hasta el inicio de la década de los ochenta).


La animación es una delicia y los protagonistas, que aportan sus voces y sus imágenes reales a la cinta, son nada más y nada menos que los actores Philip Michael Thomas y Charles Gordone y los músicos Barry White y Scatman Crothers. Bakshi no deja títere con cabeza: la crisis económica, la falta de oportunidades, la violencia, la mafia, la corrupción, la represión sexual, el fanatismo político y religioso y, sobre todo, el racismo, son sus puntas de lanza. Como he dicho, la cinta fue muy polémica, aparte de por mostrar todo esto sin tapujos, por satirizar el "blaxploitaiton", el género "negro" (de la raza y la cultura negra, se entiende) que estaba tan de moda en aquellos años setenta. "Coonskin" fue de hecho destrozada por el Congreso para la Igualdad Racial de los Estados Unidos y tachada de racista. Lo cierto es que Bakshi critica el mencionado "blaxploitation" con dureza, pero las críticas no recaen únicamente sobre personajes afroamericanos. "Coonskin", hoy por suerte revalorizada como se merece, es una obra inimitable y de culto y una de las cumbres de su a veces demasiado poco valorado creador.


lunes, 8 de septiembre de 2014

HEAVY TRAFFIC de Ralph Bakshi - 1973 - ("Heavy Traffic")


Michael Corleone es un joven de Nueva York que quiere ganarse la vida como dibujante profesional pero que vive aburrido y frustrado en los barrios bajos, rodeado por la pobreza y la falta de oportunidades. Michael suele pasar sus días vagando de un lado a otro, juntándose con los personajes que le salen a su paso, tan perdidos como él, y jugando al pinball. Un día, se mete en líos... Y su vida se sumerge en un delirante caos del que, tal vez, el amor pueda sacarle.


Después de despuntar de forma fulminante en el mundo de la animación con "Fritz el gato", Ralph Bakshi pudo trabajar en filmes más personales y entregó otro de culto: "Heavy Traffic", en el que le metió el turbo a lo sórdido para retratar el lado más oscuro de la sociedad de su momento, los años setenta, el fin del sueño hippie en los Estados Unidos y el comienzo de una crisis económica, la del petróleo de 1973, cuyos efectos se notaron hasta el fin de su década. El filme tiene una estructura parecida a la de "Fritz el gato": de una forma errática sigue la vida de un personaje, en este caso un joven aspirante a dibujante llamado Michael Corleone (el homenaje es claro) que, hastiado de vivir en los barrios bajos, va de un lado para otro encontrándose con personajes de toda clase y condición de los referidos bajos fondos que, como él, viven el día a día al límite. Volvemos a tener retratados los mismos asuntos que en su primera obra: desde el paro y la falta de oportunidades para los jóvenes de la época hasta el desencanto vital pasando por la hipocresía social, la violencia callejera, la represión de las supuestas fuerzas de la Ley, el racismo, la homofobia o la persecución y la marginación de los colectivos minoritarios. Una vez más. Bakshi no se corta un pelo. Y no sólo eso: como he dicho, le mete el turbo a lo turbio y "Heavy Traffic", inspirada por cierto en la metáfora de un "pinball" como el choque entre personajes en la gran ciudad, no escatima en mostrar miseria, sangre y asesinatos, desnudos, órganos y acciones sexuales, y tampoco en utilizar un lenguaje absolutamente adulto, soez y brutal pero también inteligente.


El filme está rodado mezclando la animación con los personajes reales. Ralph Bakshi fue uno de los grandes pioneros en este campo y ya en la primera mitad de los setenta consigue resultados asombrosos. La animación de marras sobra decir que es una maravilla, tanto en lo que a los escenarios se refiere como en el diseño y el movimiento de los seres que los pueblan, tan terribles y tan tiernos a la vez. "Heavy Traffic", muy injustamente olvidada hoy, es una de las obras cumbre de este director que cambió para siempre el cine de animación y que debe ser constantemente recuperada y revalorizada.


lunes, 7 de julio de 2014

FRITZ, EL GATO de Ralph Bakshi - 1972 - ("Fritz the Cat")


Fritz es un joven gato vago, pendenciero, caradura y egoísta que pasa sus días de vida universitaria de fiesta en fiesta y de lío en lío buscando placer sin cesar. Bebe abundante alcohol, toma drogas siempre que caen en sus manos y busca sexo con avidez allá en donde pueda encontrarlo. Su vida caótica, sin embargo, está a punto de darle más de un quebradero de cabeza cuando se meta en problemas... Problemas de verdad.


Fritz el gato es el animal antropomórfico más importante y famoso de la obra del maestro del cómic underground Robert Crumb, personaje que protagonizó algunas de sus sátiras más brutales y despiadadas sobre los USA de su momento, las décadas de los sesenta y setenta. Aunque el mismo Crumb no estuvo contento con ella (lo que le llevó a matar a Fritz en sus cómics tiempo después), "Fritz el gato" es una de las películas clásicas de la historia mundial de la animación por tratarse de ser una de las primeras que rompió con las habituales producciones para niños de entonces y por ser además el debut en el largometraje de Ralph Bakshi, uno de los más grandes maestros de la animación americana. Con una estructura errática pero fluida y coherente (la misma que siguen básicamente las aventuras del personaje en las viñetas), Bakshi realiza una recorrido por varios momentos cotidianos de la vida de este gato vago, pendenciero, borracho, drogata, caradura, egoísta e incansable buscador de sexo. Saltando de un lado a otro constantemente, el espectador es testigo de una descarada, inmisericorde y frontal sátira de la vida de los jóvenes de los tiempos que estaban a caballo entre el fin de la efervescencia del "Flower Power" y la llegada del desencanto de la década de los setenta, que acabó, por lo menos en los mencionados USA, con todo aquel optimismo y que destapó los lados oscuros que también tenía aquella revolución social y política que, a pesar de sus fallos, cambió la historia para siempre.


"Fritz el gato" no deja, como el cómic de Robert Crumb, títere con cabeza: destripa tanto a las ideologías de izquierda como de derecha, a los universitarios vagos que se dedican a vivir la vida con el dinero de otros, a los hippies hipócritas, a los violentos ultraderechistas, a la mafia de medio pelo, al terrorismo, a la corrupción, a la violencia policial, a las intransigencias de las tribus urbanas, al racismo, a la hipocresía social, al esnobismo intelectual o al parasitismo justificado en razones supuestamente políticas. Muestra además un mundo de hedonismo decadente sin tapujos en el que las propias conciencias políticas y sociales se diluyen en las eternas búsquedas del placer, ya sea éste la droga, el alcohol, el sexo, las juergas o todos juntos. La película, espléndidamente animada, capta perfectamente la esencia del cómic y no se corta un pelo a la hora de mostrar escenas tanto de violencia como de sexo descarnadas y "realistas" (dentro de que estamos hablando de una representación de la sociedad humana con animales). Película escándalo y pilar básico de la llegada definitiva a las salas de la animación para adultos, "Fritz el gato" fue clasificada X en los Estados Unidos y fue un enorme éxito comercial que encumbró a Ralph Bakshi y le permitió seguir experimentando en la que fue una de las carreras más personales de la historia del cine de animación.