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viernes, 30 de mayo de 2014

AEROPUERTOS.


 
Los aeropuertos no forman parte del viaje. Los aeropuertos son incubadoras de un tiempo ciego e igual, como iguales y ciegas son las grandes superficies comerciales que cobijan miles de libros insustanciales. Salir de un aeropuerto es pinchar la burbuja donde nada es.
 
Uno sale del aeropuerto y nace a la vida. Por eso, tras tomar cualquier transporte y acomodarme en el hotel, necesito salir rápidamente para dejarme llevar por el pie y recuperar la visión.

lunes, 28 de marzo de 2011

DEFINICIÓN DE ESPAÑA.



España es un país atravesado por los viajes del Imserso.

viernes, 12 de noviembre de 2010

SEVILLA.



Recorrer ciudades es un pretexto para recorrerse el alma y adentrarse por los laberintos del tiempo.


(A propósito de una jornada muy particular y gozosa del Porquero en el palacio de las Dueñas de Sevilla)

miércoles, 6 de octubre de 2010

VIAJAR.


Producir el instante para mirar en soledad.

miércoles, 11 de agosto de 2010

CIUDAD DE SIEMPRE





Recorre la ciudad sin rumbo fijo


Y rescata la belleza que te robaron


Los días laborales.


Con paso lento,


Levanta hacia arriba los ojos.


Verás balcones de ensueño,


Vidrieras desconocidas,


Jardines colgantes,


Volutas imposibles


Recortarse


En un azul limpio de nubes.


Todo se para.


Un silencio humano


Te sobrecoge.


La inmortalidad te ha rozado.

lunes, 5 de julio de 2010

BICICLETA.





Supremo acto de civilización




miércoles, 26 de mayo de 2010

EL BANCO




Una vez en Londres alguien me preguntó en un pub que por qué no llevaba una cámara fotográfica en la época en que las cámaras tenían alma. Reconozco que mi respuesta fue ingeniosa. Si hablara de otra persona incluso podría decir que la respuesta del Porquero no carecía de talento. “Mi cámara son mis ojos”. Mucho tiempo tardé en arrepentirme de semejante respuesta que me sirvió para viajar por el mundo sin mala conciencia.



México fue mi caída del caballo. Todas las mañanas en que libraba de un trabajo nada esclavizador, las dediqué a enamorarme paso a paso de México. En el D.F. he recorrido kilómetros y kilómetros de la Avenida de la Reforma desde Polanco al Zócalo admirando la arquitectura de inmensos rascacielos. Me he perdido después por laberínticas calles. He subido a las pirámides del sol y la luna en Teotihuacan y después, listo el pie, cerca de Cuernavaca, escalé dos kilómetros, piedra sobre piedra, de una montaña para no llegar a lo más alto donde había un templo antiguo o una ermita.



Como Moisés vi pasar a gente más joven y de más edad que yo. Vi sus rostros atravesados por el deseo y el cansancio mientras yo me enjugaba el sudor e iniciaba el camino de vuelta. También he visitado mercados multicolores donde la gente es feliz en el intercambio y en la conversación. Puedo decir con orgullo que no ha habido ciudad que no la haya sometido a la medida del pie.



Tuve que atravesar el atlántico para volver a la ciudad donde nací y fotografiar los lugares donde estuvo mi infancia. Cada fotografía es una casa que abre la puerta al niño que fui. Este banco que contemplas, querido lector, acogió hace mucho tiempo a un niño que se iniciaba en la literatura y en la vida cada verano. Ahora que mis ojos se han ejercitado en la práctica y en la experiencia, puedo decir que ellos me han hecho sabio con la sabiduría humilde donde nada se excluye y todo se acepta.





lunes, 5 de abril de 2010

EL PORQUERO VUELVE DE LA FRANCE Y LARGA UN POCO.


Vuelto ya de los parises y de la Francia republicana y laica, retorno con mirada virgen de vírgenes dolientes y cristos sangrantes a mi querido país donde recibo calurosa acogida de imágenes religiosas y barroquizantes por parte del sur en donde vivo, pues ni aún regresando el sábado pude librarme de la iconografía religiosa cuando inocentemente abrí el diario digital local. Con la iglesia y sus curas pederastas hemos topado. En fin. Alguna cosa negativa tendrá que tener esta aproximación razonable al paraíso.


Dicho esto, agradecido le estoy a los interneses franceses de los hoteles donde alojé mi cuerpo pues en ninguno de ellos tuve que pagar estipendio alguno por colgar mi estilo sentencioso pues se estila que es un servicio más que ofrece el alojamiento y no ocasión para sangrar al cliente como ocurre en la interesada España donde más parece que el cliente es víctima propiciatoria para clavarle aduana por conexión cibernética que persona principal a la que habría que agasajar y favorecer haciéndole la estancia amena y agradable. Lo cual me parece tan fuera de lugar como si se me cobrara por enchufar la máquina afeitadora o el secapelos de mi mujer, que a mí poca falta me hace, o cualquier otro artilugio eléctrico indispensable en los tiempos actuales donde la comodidad tiene su asiento.






Y ahora que voy escribiendo, me voy dando cuenta de que mi estilo se encamina con naturales pasos hacia el cervantino modo y eso debe ser sin duda porque en mi inconsciente histórico tengo yo grabadas la más alta ocasión que vieron los siglos y los ojos de nuestro malhadado escritor amén de todas las correrías con las que nuestros gloriosos tercios asolaron Europa y de las que tomó buena cuenta Napoleón. Y esto debe ser porque mentiría si dijera que las conferencias, que sobre el cerdo impartí a los franchutes, pasaron desapercibidas o fueron acogidas con frialdad.


Que he triunfado en el vecino país, no cabe la menor duda. Conferencia que di, pica que clavé hasta lo más hondo pues, aunque el público aparentemente pareció no afectado por mis peregrinas afirmaciones y mis continuas provocaciones acerca del cerdo y la constitución de Europa, esto sólo era apariencia aparente ya que, después de cada charla, se produjeron con matemática precisión acalorados combates dialécticos de retórica alambicada y complejidad conceptual que por igual enriquecieron al conferenciante y a los conferenciados. Esto es así de palmario y notorio como me lo dijo por lo menudo una pareja de cochinos mejicanos, esposo y esposa, que fue gentilmente invitada por mis acogedores anfitriones.




Ella me lanzó, tras mi debú en los parises, un halago que todavía resuena dulcemente en mis oídos y allí se quedará hasta que los dioses dispongan de mi cuerpo que no de mi alma. Acercándose bien perfumadita del brazo de su marido, radiante de belleza azteca, me dijo: “¡Órale, don Licenciado Porquero de Agamenón! ¡Qué padre estuvo en la plática que nos acaba de dar! ¡Cuánto me tuve que reír con las cosas que relataba! ¡Es usted bien chistoso y divertido y qué sorpresa me causó cuando en el debate posterior lo oí manejarse con soltura en francés y en inglés! ¡Es usted un estuche de monerías!” como viniendo a significar que era una caja de sorpresas pero que diciéndolo con esa dulzura hispanoamericana de acento y maneras tendrá acomodo para siempre en mi memoria. Mi corazón ya les perteneció desde mi feliz estancia en el México D.F. adonde creo que me regresaré mas pronto que tarde lo mismo que a Londres a donde he sido informalmente invitado a pronunciar otro ciclo de conferencias sobre el cerdo. Queda todavía la confirmación oficial. A veces la vida tiene rachas agradables que hay que aprovechar, pues ya sabemos lo mudable y caprichosa que es la fortuna.


Ya sólo me queda decirles, queridos blogueros, con la discreción que me blasona que el advenimiento de la dama de alcurnia se produjo en la segunda conferencia y que tras ella tuvimos ocasión de departir largo y tendido en una muy agradable cena en un restaurante de alto copete y que tras la velada la dama fuese y no hubo nada…

viernes, 26 de marzo de 2010

CAMBIO.


Amo el cambio como ruptura del vivir diario que me permite volver con sonrisa nueva a la frutería de al lado.

miércoles, 17 de marzo de 2010

VIAJEROS.


La masa produce el turismo como la soledad engendra al viajero.

miércoles, 3 de febrero de 2010

BARCELONA


El racionalismo cartesiano del Ensanche estalla en pedazos con el gótico apasionado de Gaudí

miércoles, 6 de enero de 2010

HOLANDA.

En Holanda, país del agua, todo flota suavemente.

Un cobrador de tranvía urbano decide que no pague el billete porque me bajo en la próxima parada. Una recepcionista de un museo, ante la inexistencia de un audífono en español para mi hijo, decide entregarme uno de adultos al precio de niño. La flexibilidad del sistema permite que cualquier trabajador pueda tomar decisiones.


sábado, 18 de julio de 2009

ARQUITECTURA.



Devoted to M.M. artist painter.

A medida que me dejo llevar por el tiempo, éste se muestra generoso conmigo y me regala una pasión dormida. La arquitectura, por ejemplo. Caminando por la avenida de la Reforma en México, he podido admirar sus bellísimos rascacielos. Debo festejarme a mi mismo, pues lo que ahora soy no es más que una pasión despierta en medio de un sueño.

viernes, 10 de julio de 2009

MÉXICO D.F.

La amabilidad camina lenta y habla despacio.