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martes, 29 de diciembre de 2015

¿NECESITAMOS TODOS CREMA HIDRATANTE?

Nací con la boca abierta...
entrando a este mundo jugoso
de duraznos y limones y sol maduro
y esta rosada y secreta carne de mujer,
este mundo donde la cena está
en el aliento del desierto sutil
en las especias del mar distante
que flotan en el sueño tarde en la noche...

James Tripton


El solsticio de invierno es un reflejo de lo que mueve este mundo.

Los grandes motores de la historia de la humanidad han sido siempre el deseo de preservar y propagar la especie. Cada uno la suya propia. Estas necesidades (apetito y sexo) han provocado guerras y han creado imperios y religiones.

Vivimos estos días en un estado de digestión ininterrumpida... sea en forma de comidas pantagruélicas o compras compulsivas .. todo renace y se transforma... alimentos, propósitos, amistades... y la incurable imaginación del ser humano buscándole un significado...

Después de dar un par de vueltas por el mundo de las cremas y los perfumes, descubro algunas de las mentiras que intentan colarnos...

Es una idea extendida, y no del todo cierta, el que dentro de la batería de cosméticos “anti-edad” que usamos a diario deban estar las cremas hidratantes. Siempre se han incluido dentro de los tratamientos antiarrugas, probablemente porque las pieles secas son más propensas a descamarse y “crackelarse”, lo cual acentúa las arrugas.

Pero… usar cremas hidratantes NO previene la formación de arrugas. Si eso fuese cierto, sólo necesitaríamos ponernos vaselina en la cara, todo lo demás sobraría.

Más aún, las cremas hidratantes demasiado grasas, pueden provocar comedones (es decir, espinillas) que al romperse (sea por manipularlos o por cambios hormonales) dan lugar a brotes de acné.

Salvo los casos extremos de pieles muy secas o muy grasas, nuestra piel es un reflejo de la humedad y la temperatura ambiental y hay que cambiar el tipo de cremas en función de estas variables.

Usar cremas hidratantes ligeras (como una loción o un serum) en verano o en climas húmedos y dejar las más grasas para el invierno.

Si tu piel es muy grasa, puede que nunca necesites una crema hidratante y si es muy seca, entonces necesitarás una hidratante grasa prácticamente todo el año.

¿Y qué pasa si tienes brotes de acné (es decir piel grasa en esas zonas) y otras zonas más secas? Tienes que elegir una crema libre de aceites (oil-free), con un excipiente basado en agua para hidratar, y que contenga ingredientes como acido hialurónico o glicerina (aceites no minerales). Aplicar estos sólo en las zonas más secas de la cara, normalmente las mejillas y alrededor de los ojos, evitando la zona central de la cara.

Si tu piel es seca o estás usando cremas que provocan descamación, entonces puedes ponerte la hidratante más grasa en toda la cara.

Como todos deberíamos usar un protector solar a diario, es buena idea elegir una hidratante que ya lo lleve incorporado y con un IPS mínimo de 30. Además de que económicamente sale más barato.

De hecho puedes usar esta crema con protección solar también como hidratante de noche.

Sí, habéis leído bien.


Muchos fabricantes intentan vendernos dos cremas, una de día y otra de noche, cuando las dos tienen los mismos ingredientes y sólo se diferencian en que una lleva protección solar y la otra no. Así que, podemos ahorrarnos una de ellas, y usar la misma mañana y noche.

miércoles, 7 de enero de 2015

FACE MAPPING

Abrí los ojos. El azul oscuro del amanecer del día de Reyes y la fiebre hacía que todo me pareciera borroso. No distinguía bien el límite entre el sueño y la realidad. Había soñado que hacía frío y que iba corriendo hasta la orilla del mar y me zambullía. Con lo friolera que soy, este era el peor sueño que podía tener. 

Era la hora de levantarse e ir a ver qué habían dejado bajo el árbol de plástico.

Pero tenía frío, sencillamente, tenía frío. Sentía las manos y los pies cada vez más helados, a pesar de que todo mi cuerpo estaba ardiendo. Temblando bajé las escaleras, sentía que estaba luchando contra algo terriblemente grande. Y, por primera vez en muchos años, pensé que podía ser vencida por un simple resfriado.

Cuando saliese el sol y todos bajaran al salón, quizá encontraría algo que me hiciera reír a carcajadas. Ojala lloviese la luz. Fui a la cocina con la intención de tomar algo caliente. Tenía la garganta seca, veía toda la casa distorsionada y la cocina estaba oscura y fría.

Mareada me preparé un café y abrí el portátil. Mientras se encendía, tenía los ojos fijos en la flor de pascua que había en la ventana. Esa imagen trajo recuerdos de mi infancia que estaban grabados de forma extraña en mi corazón.

Las plantas y las flores del otro lado de la ventana se mecían con el aire ya azul y se extendían, con sus colores vistosos, como un pequeño paisaje. Me sentí bastante mejor.

Con el tiempo y los madrugones, he descubierto que todas las cosas son muy limpias y sencillas en el azul del alba, que si abres la ventana entra un aire transparente y delicioso.

Había quedado en contestar unas preguntas sobre acné para una conocida revista femenina de gran tirada, así que busqué aquel correo. Cuando lo leí parpadee varias veces creyendo que era un sueño o una mala jugada de la fiebre.

Decía así:

Hola Mª José, aquí van las preguntas para la revista X

1. ¿En qué consiste el face mapping?
2. ¿Quién lo practica?
3. ¿Desde cuándo?
4. ¿Para qué sirve?
5. ¿Es una técnica que puedo usar sola?
6. ¿Qué problemas se pueden detectar a través de esta técnica?
7. ¿Me podría describir algunos?

Gracias por tu ayuda!
Un beso

Yo abrí los ojos con la mente en blanco. ¿De qué estaba hablando? Seguí con la mirada fija en la pantalla que flotaba en mi sueño. Le dí otro trago al café y me puse a investigar…

Lo primero que hice fue entrar en pubmed, donde puedes encontrar (como bien te dice al inicio) más de 23 millones de citas bibliográficas de todo lo publicado en la literatura biomédica.

Escribí “face mapping” en el recuadro… 4300 resultados… en los que las palabras “face” y “mapping” no aparecían una junto a la otra… leí los títulos y algunos abstracts…

Nada que ver con acné o dermatología o problemas de la piel. Casi todos se referían al mapeado genético, o eran revistas de neurología que hacían referencia a la inervación sensitiva de la cara y su reflejo (o mapa) en el cerebro.

El título de uno de ellos me pareció bastante interesante: Probabilistic and single-subject retinotopic maps reveal the topographic organization of face patches in the macaque cortex. Resulta que la percepción de la cara es crucial para la supervivencia de los primates que viven en grupos o sociedades, y que unas zonas de su corteza cerebral responden con mayor intensidad a las caras que a los objetos.

La flojera que sentía no me hizo desistir y me di cuenta de que, al menos estaba aprendiendo cosas interesantes, y que el resfriado estaba empezando a mejorar.

También escribí “facemapping” todo junto, por si acaso. 

Cero resultados.

Soy testaruda, me había comprometido a contestar unas preguntas sobre el acné y un simple resfriado no iba a poder conmigo. Además estaba empezando a sentir vergüenza de mi misma. ¿Cómo era posible que no hubiese oído hablar nunca de aquello?

Seguí probando con distintas combinaciones de palabras, añadiendo acné, skin, dermatology… cero resultados…

Estaba distraída pensando en eso, y levanté la cabeza sorprendida al oír la voz de mi hijo pequeño.

“Es normal que no encuentres nada ahí. ¿Por qué no lo buscas en Google como todo el mundo?” Lo dijo todo de golpe como mostrándome su compasión infantil.

Y añadió: “No malgastes energía y vente a abrir los regalos…”

Por la tarde mi cuerpo y mi cabeza no estaban completamente bien, pero mi curiosidad y mi orgullo me llevaron a seguir donde lo había dejado…

Esta vez busqué en Google: “Aproximadamente 15 millones, 300 mil resultados” decía… miles de fotos y videos… había blogs que hablaban del tema, enlaces a Pinterest…

Leí y releí cosas como esta:

“Do you always break out in the same places? According to my Chinese medicine doctor, Dr. Wang Zheng Hu, the location of acne spots on your face can give you an indication of their underlying cause.
Your skin often reflects your internal health, so by analyzing where you get pimples and "mapping" where acne pops up on your face, you can understand what's causing your acne.”

Resulta que… según todos estos post y videos, dependiendo de en qué parte de la cara tengas el acné, significa que puedes tener una u otra enfermedad interna que lo está provocando.

Así, si por ejemplo, el acné lo tienes en la frente las causas pueden ser (cito textualmente); problemas digestivos (dificultad para digerir ciertos alimentos); problemas del intestino delgado; problemas del hígado; horario de sueño irregular; el estrés; los ánimos tristes; estar demasiado preocupado; alimentos azucarados; acumulación de toxinas; productos para el cabello; flequillos; usar gorras sucias / sombreros…

Pero si lo tienes en la barbilla, la cosa cambia. Si los tienes en la barbilla, entonces puedes tener problemas hormonales, o problemas ginecológicos; desequilibrios del riñón…

¿Y si tienes granos entre las cejas? En esto no se ponían de acuerdo. Para unos es que tienes el corazón débil; exceso de alcohol; o exceso de tabaco, mientras que para otros el espacio entre las cejas corresponde al hígado…

Y… ¿qué explicación o evidencia o estudio científico avalaban todas estas afirmaciones?

Ninguna.

En estas páginas y vídeos, sólo hacen referencia a la tradición milenaria china, o a la naturopatía (que es la publicidad que aparece en muchas de ellas).

Hay algunas marcas que lo hacen suyo. Hasta han registrado el nombre, y dicen: As skin therapists, Face Mapping® is our bread and butter. While most clients turn to us to help them offset the evidence of aging, skin in fact records and reveals much more than the mere passage of time. Our skin reflects every facet of the client’s health, habits and lifestyle.

Y siguen, recomendando tratamientos que ellos mismos fabricaban…

Ninguna de las páginas que iba leyendo estaba escrita por médicos, fuesen o no dermatólogos.

Después de leer mucho y pensar sobre el tema, contesté lo siguiente:

“No puedo escribir nada serio sobre esto. No tiene ninguna base científica.”

Y me dormí una larga siesta.

Dormí tranquila y profundamente, sin soñar por primera vez después de mucho tiempo, gracias a la medicina para el resfriado. Fue un sueño sagrado y lleno de ilusión, como una noche de Reyes de mi infancia.


Cuando desperté salí a la calle, dónde estaban esperando mis hijos para pasear junto al mar…

sábado, 10 de septiembre de 2011

CONSEJOS PARA EL ACNÉ Y LA VIDA. PRIMERA PARTE


“Si vas a bailar, baila con todo tu ser, o no bailes del todo.
Y si amas, ama totalmente o no ames para nada.
Si decides estar aquí, estate aquí; pero si te vas, márchate completamente.
No te quedes a medias, ni pretendas que cuando no estés, los otros te recuerden.” J. Bucay

Desde el primer día me gustó su cara sonriente, era como tomar el te por la tarde con una buena amiga. “Siempre he soñado con ser azafata, pero con esta cara…”

Asentía con la cabeza varias veces y hablaba con un tono que parecía un monologo. “Quiero tener otra piel, es lo único que de verdad necesito…”

Me reí, pero la sensación de impotencia que transmitía esa afirmación tomó forma de palabras. “Es que yo nunca he comprendido bien por qué me salen tantos granos…me parece que hasta ahora he estado mirando el mundo con un ojo cerrado…”

Era muy alta y si no estuviésemos sentadas, tendría que mirar hacia arriba. El pelo suelto hasta los hombros, los ojos almendrados y de un verde profundo, los labios bonitos pero lo mejor era que toda ella emanaba una luz muy viva.

Al ser la mayor de una familia numerosa desde su casa traía, sin darse cuenta, una alegría que nos reconfortaba, a la vez que una pesada carga sobre su espalda. Con el delantal puesto desde su más tierna infancia aprendió a cocinar y a responsabilizarse de sus hermanos menores mientras sus padres pasaban horas tras el mostrador de un comercio. Educada para no salir de ese ámbito por mucho que quisiera, destinada a enamorarse y casarse.

“Mi vida parece bonita y dulce, pero me repugna, en especial cuando estoy cansada, cuando me salen granos en la cara o me siento sola o cuando llamo a mis amigos y no están. He aprobado la selectividad y quiero irme lejos a estudiar. Creo que cada uno hemos nacido para vivir nuestra propia vida. Espero que mis padres lo entiendan.”

Empezó a hablar, había puesto la directa. “Por ejemplo, no se si puedo comer de todo. En mi casa no me dejan tomar chocolate. ¿El chocolate causa acné?”


Probablemente no, pero es un tema controvertido. Durante años nos han dicho que comer chocolate hace que nos salgan granos y en muchos casos es así.

Los primeros estudios que se hicieron en el siglo pasado que probaban que el chocolate no provoca acné, eran incorrectos, ya que tanto el chocolate como la barra sin chocolate utilizadas, contenían grasas trans y azucares, ingredientes que hoy en día se sabe que sí lo provocan.

No tenemos pruebas concluyentes, pero es probable que sean las grasas trans, el azúcar y la leche las que provoquen los brotes de acné y no el cacao.

Si te gusta mucho el chocolate, toma el que tiene más cacao y menos azúcares, del 60% o más, que estén hechas con la manteca del cacao y no con otras grasas hidrogenadas.

No tienes porque renunciar a él, además es una fuente de antioxidantes y nutrientes de calidad, contiene minerales, vitaminas y se ha visto que sustancias con ligero efecto antidepresivo.

“Entonces ¿Qué me aconsejas?”

Tómalo ocasionalmente, con moderación.

Elige los que son muy poco dulces para que no lleven muchos azúcares refinados. Los productos de alto índice glucémico empeoran el acné.

Mira que la grasa de la composición sea la del cacao, no vegetal ni de manteca de la leche.

Evita el chocolate con leche, ya que a algunas personas los lácteos si les empeoran el acné.

Y disfrutalo!