“Dermatology, perhaps more than any other clinical specialty, uses all three types of knowledge – knowledge from research, knowledge from data analysis, and knowledge from experience. The dermatologist uses their experience in diagnosis. The tacit knowledge that they accumulate about the seriousness of a lesion, sometimes having to be reinforced by a test, is of vital importance and when I look at a Dermatology Department I see it as a node in a knowledge network, like an electricity substation or a water reservoir and pumping station”.
¿Qué es la dermatología?
Es el estudio de la piel y mucosas y las estructuras asociadas, tales como pelo y uñas. La piel no es una simple cobertura inerte, es el límite entre nosotros y el medio exterior. Sus funciones incluyen la defensa frente a infecciones y agresiones externas (traumas, irritantes, radiaciones ultravioletas, etc.) La piel es esencial en el control de la perdida de agua y calor, es un órgano sensitivo esencial que nos permite distinguir calor, frío, dolor, etc. La vitamina D se sintetiza en la piel. La piel es también un órgano fundamental en nuestras relaciones sociales y sexuales.
¿Por qué es importante?
La piel contiene otras estructuras como pelo, vasos, nervios, glándulas; todas ellas pueden verse implicadas separadas o en combinación en diversas patologías tales como alopecia, vasculítis, prurito, hiperhidrosis, acne, etc.
Un fallo en este órgano tan extenso, merece la misma atención que un fallo cardíaco o renal.
Historicamente ha existido una tendencia a trivializar las enfermedades cutáneas incluso entre los profesionales sanitarios, dando lugar a una baja atención en los programas sanitarios. Sin embargo, los efectos psicológicos de una minima afectación de la piel pueden ser más importantes para el paciente que otros procesos. Es cierto que la mayoría de enfermedades dermatológicas, no son mortales, pero su elevada prevalencia y morbilidad hacen que sean una carga para el sistema sanitario.
¿Dónde empieza la enfermedad cutánea y termina la medicina general?
Ya que la piel es el órgano más extenso del cuerpo, es posible observar y describir una gran cantidad de enfermedades. Por el contrario a otras especialidades médicas, donde se describen unas 50 patologías, en la piel se han descrito casi 2000.
La mayoría de enfermedades sistémicas (infecciosas, vasculares, conectivopatías, etc.) tienen manifestaciones en la piel y al contrario, un fallo cutáneo puede repercutir a nivel sistémico originando un fallo cardíaco, una septicemia, etc. La definición de lo que sería una enfermedad puramente cutánea, es por tanto difícil.
Es necesario definir “necesidad”.
La definición aceptada de “necesidad” seria la “capacidad de la población para beneficiarse de la atención sanitaria”, esta definición no es útil en dermatología. El paciente que no quiere tener una queratosis seborreica (lesión benigna) por motivos estéticos, también se “beneficia” de la atención sanitaria y demanda asistencia. Aunque muchos piensan que estos procesos no deberían tratarse en el sistema público, la definición de qué constituye una enfermedad “dis-ease” no esta clara en términos sociales y necesita una puesta en común.
Un ejemplo lo tenemos en el acné; hace 30 años, no se consideraba un problema sanitario y no se trataba, era algo de la edad, que se pasaba sólo.
La demanda de atención dermatológica va a ir aumentando en las próximas décadas por las siguientes razones:
-Existen una gran cantidad de enfermedades dermatológicas no atendidas, lo que vemos es sólo la punta del iceberg. Un cuarto de la población aproximadamente, presenta un problema cutáneo; de estos casi un 80% no lo han consultado nunca. Con el creciente acceso a la información tanto a nivel de campañas publicas como profesionales, este sector de población comienza a ser consciente de ello y a demandar atención sanitaria especializada.
-La prevalencia de muchas enfermedades dermatológicas, se esta incrementando. Destacan tres procesos dermatológicos muy frecuentes y costosos en su atención: cáncer de piel, eczema atópico y úlceras venosas.
-La diferencia entre enfermedad dermatológica y problema estético de la piel no es del todo clara. Los conceptos han cambiado tanto para el público como para los profesionales, en parte debido a la sociedad del bienestar, lo que esta dando lugar a una creciente demanda de atención. La distinción entre lo que es una “necesidad” razonable (la preocupación sobre la malignidad o no de un nevus) y la “demanda” (el paciente que quiere que le quiten un nevus porque no le gusta), es borrosa en dermatología.
Es necesaria una revisión periódica entre profesionales sanitarios, sociedad y autoridades, para desarrollar guías claras de necesidades en los servicios dermatológicos.