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23 oct 2016

peras en almíbar


Las peras que se recogen en la huerta son de rápido consumo y claro no se da a basto, se comen en fresco, en compota y cocinadas en algún quiché, croquetas..., y también aprovechamos para hacer conservas con ellas tanto mermeladas como preparadas en almíbar.



ingredientes
peras
600 g de azúcar
1.200 ml de agua
zumo de ½ limón














elaboración
Lo primero, como en todas las conservas, esterilizamos los tarros, para ello los colocamos junto con las tapas en una cazuela con agua, los dejamos hervir durante 15 minutos y después los ponemos a escurrir boca abajo sobre un trapo de cocina limpio. También se pueden esterilizar en el lavavajillas, pero como yo no tengo... lo hago así.
En un cazo con fondo grueso echamos el agua, el zumo de limón y el azúcar. Lo calentamos a fuego suave hasta que el azúcar se disuelva, después llevamos a ebullición durante unos 10 minutos. Para saber si el almíbar está listo se sumerge una espumadera y si se forma una fina película que tapa los agujeros esto indica que está en su punto. Las cantidades de agua y azúcar dependerán de la cantidad de botes que tengamos que rellenar, la proporción es uno de agua por medio de azúcar. Este almíbar se puede aromatizar con canela o vainilla.
Pero también se puede hacer poniendo azúcar directamente en el bote y rellenar con agua. De esta manera se hace más a ojo, la cantidad dependerá de su tamaño.



Utilizamos peras rojas, porque son las que hay en la huerta. Elegimos las más firmes, pero sin que estén verdes, las más maduras las dejamos para mermelada. Una vez peladas, les quitamos o no el rabo, eso al gusto, las cortamos por la mitad y descorazonamos. A medida que hacemos esto las colocamos dentro de los tarros y cubrimos las peras con el almíbar, de esta manera no damos tiempo a que se oxiden.
Cerramos los botes, que colocamos en una cazuela grande en cuyo fondo hemos colocado un trapo doblado en cuatro para que los tarros no estén en contacto con el fondo y entre los botes colocamos otro trapo, para evitar que se golpeen. Los cubrimos con agua templada y los llevamos a hervir, durante 20 minutos contados desde que comienza a hervir el agua. Los mantenemos en la misma cazuela cubiertos y pasadas unas tres horas (cuando se templa el agua) los podemos sacar, los etiquetamos y a la despensa.
A parte de peras en almíbar también he hecho ciruelas en almíbar.




18 oct 2016

mermelada de melocotón


Este año también he hecho mermeladas, y no ahora precisamente, las hice durante el verano aprovechando la fruta tan estupenda que hay. Hasta el momento no salgo de las clásicas, en el blog tenéis ya unas cuentas y con la de hoy y la de pera que pondré en unos días se me acabó el repertorio.
Esta de melocotón es la única que hago con fruta comprada, pero aprovecho siempre alguna oferta y no sale tan caro y desde luego que merece la pena el gasto.
El melocotón (al igual que la fresa, pera, mora, cereza, higo... y alguna variedad de manzana) es fruta poco ácida, por lo que para hacer mermelada es mejor añadir un poco de limón, que hay que añadir antes de cocer la fruta y así se extrae mejor la peptina que contiene en su interior, además de favorecer la conservación, la consistencia de la mermelada y evita la cristalización del azúcar. La cantidad de azúcar puede variar al gusto del consumidor o cocinero, pero también es verdad que cuando se añade poco azúcar es más fácil que la conserva fermente con mayor rapidez una vez abierta, y si se añade demasiada puede que parte del azúcar cristalice. Por eso mis mermeladas por término medio llevan un 70-75 % de azúcar, pero eso ya va a criterio y gusto del consumidor.





ingredientes
1 kg de melocotones pelados y deshuesados
700-750 g de azúcar
1 cucharada de zumo de limón














elaboración
Lavamos los melocotones y los pelamos, retiramos el hueso y los troceamos, una vez limpios nos tienen que pesar un kilo más o menos.
Los ponemos en una cazuela grande, ancha y con profundidad suficiente, sin llenarla demasiado, hasta la mitad de la cazuela más o menos. Alternamos capas de melocotón y azúcar. Rociamos con el zumo de melocotón y dejamos macerar toda la noche o unas 6-8 horas.
Ponemos la cazuela al fuego y esperamos a que hierva, en todo momento removemos regularmente para que no se agarre. Una vez que empiece a hervir, bajamos la intensidad del fuego progresivamente hasta conseguir que la mezcla hierva a fuego lo más bajo posible durante unos 40-50 minutos, o más tiempo si queremos una mermelada más espesa. Hay que tener en cuenta que cuando se enfríe la mezcla espesará un poco más. Podemos triturarla con la batidora o pasarla por el pasa-puré si nos gusta la mermelada más suave.
Para saber el punto de la mermelada, ponemos una cucharadita en un plato y lo metemos en el frigo. Una vez esté fria, si al inclinar el plato la mermelada se arruga, está en su punto. Si gotea, deberemos prolongar la cocción y volveremos a hacer la prueba pasados unos minutos.
Una vez que tenemos lista la mermelada, la dejamos enfriar y con ayuda de un cazo vamos rellenando los botes sin llegar al borde. Limpiamos el borde y seguido, los cerramos.
A continuación, cocemos los tarros, que colocamos en una cazuela grande en cuyo fondo hemos colocado un trapo doblado para que no estén en contacto con el fondo y entre ellos colocamos otro trapo, para evitar que se golpeen. Los cubrimos con agua templada, acortará el tiempo, y los dejamos hervir durante 20 minutos (contados desde que comienza a hervir el agua). Los dejamos enfriar en el mismo agua y no los sacamos hasta que estén totalmente fríos. Una vez fríos, los sacamos, los etiquetamos y ya los podemos guardar.


La mermelada que hago en casa es para todo el año por lo que para su conservación necesito esterilizar los botes una vez llenos, si fuera para consumo rápido una vez hecha y en caliente llenaríamos los tarros, y una vez cerrados se les daría la vuelta para que hagan el vacío.
Al principio no lo he dicho, pero como en todas las conservas, hay que esterilizar los tarros antes de llenarlos, para ello los colocamos junto con las tapas en una cazuela con agua, los dejamos hervir durante 15 minutos y después los ponemos a escurrir boca abajo sobre un trapo de cocina limpio. También se pueden esterilizar en el lavavajillas, pero como yo no tengo... lo hago así.



9 may 2016

conservar ajetes


Hoy día encontramos ajetes frescos en el mercado durante casi todo el año, pero en nuestra huerta tienen su temporada y llega un momento en el que no se da abasto a consumirlos, por lo que hay que conservarlos de alguna manera para tener el resto del año, y yo los congelo.



ingredientes
aceite de oliva y sal
ajetes














elaboración
Lo primero es limpiar los ajetes, quitando las raíces y la primera capa, los pasamos por agua y los cortamos en rodajas.
Ponemos a calentar una sartén (de tamaño adecuado a la cantidad de ajetes que vayamos a preparar) con un poco de aceite, y cuando esté caliente añadimos los ajetes y los rehogamos ligeramente, hasta que queden tiernos, procurando que no se doren demasiado. Los dejamos enfríar, los distribuimos en raciones en taper y una vez etiquetados estos los metemos en el congelador. A la hora de utilizarlos los dejamos descongelar y listo.




24 feb 2015

dip de mejillones y queso


Receta simple donde las haya, en la que tan sólo hay que mezclar ingredientes, por lo que en menos de dos minutos hacemos un aperitivo genial para servir junto a todo aquello que sea untable o mojable: unas patatas fritas, galletas saladas, panes variados, picos, tostadas...
Este dip tiene como base el queso crema adicionado con mejillones en escabeche, los cuales podemos sustituir por berberechos, jureles, sardinillas o filetes de caballa en escabeche.


ingredientes
200 g de queso de untar
1 lata de mejillones en escabeche, 115 g
un poco de pimienta negra molida
1 cucharada de AOVE














elaboración
Ponemos en el vaso de la batidora los mejillones escurridos, la mitad del queso crema y dos o tres cucharadas del escabeche. Lo batimos todo hasta que quede como una crema. A continuación lo mezclamos con el resto del queso y el aceite. Probamos de sal por si hace falta añadir, damos un toque de pimienta y colocamos en cuencos para servir.









8 dic 2014

pastel de bonito y espinacas


Si en la receta anterior el pastel era sólo de bonito, este además lleva espinacas, un dos por uno, verdura y pescado en un pastel salado que en casa nos gustan mucho, se puede hacer también de pescados frescos, de pescados ya salteados o aprovechar 
pescado que haya sobrado... ya que no siempre vamos a hacer croquetas o canelones. Otra idea para preparar esta misma receta sería en forma de quiché.


ingredientes
3 huevos tamaño "L"
2 latas pequeñas de atún al natural o en aceite
1 lata pequeña de pimientos rojos
150 ml de nata para cocinar
100 g de gambas peladas
100 g de espinacas frescas
50 g de queso rallado o en porciones
sal y pimienta molida









elaboración

Precalentamos el horno a 180 ºC.
Abrimos las latas de bonito y lo ponemos a escurrir bien, si es bonito en aceite este nos servirá para aliñar alguna ensalada. Una vez escurrido lo desmigamos bien.
Cascamos los huevos en un bol, añadimos la nata y el bonito, lo batimos un poco, salpimentamos al gusto y añadimos el resto de ingredientes muy bien picaditos: gambas, pimientos, espinacas y queso.




Engrasamos un molde con un poco de aceite o mantequilla y vertemos la mezcla anterior. Podemos poner por encima un poco más de queso rallado, eso al gusto, el cual habrá que añadir a los ingredientes.
Metemos el molde en el horno y lo dejamos cocer durante 35-45 minutos más o menos, como siempre el tiempo es orientativo, dependerá del tipo de molde que usemos y por supuesto de nuestro horno, ir vigilando a partir de media hora y antes de sacar comprobar que está hecho pinchando con un palillo su interior, este tiene que salir prácticamente limpio. En lugar de meter directamente el molde en el horno, también podemos ponerlo al baño maría e incluso cocerlo en el microondas.
Dejamos reposar el pastel unos minutos antes de desmoldarlo y cortarlo en porciones. Lo podemos acompañar con un poco de mahonesa o salsa rosa y como guarnición una ensalada.
También lo podemos hacer con merluza en vez de bonito.




fuente: del blog "El desván de Galatea".

5 dic 2014

pudin de bonito en conserva con calabacín


Una receta con la que comeremos pescado sin darnos cuenta y que admite cualquier tipo de pescado, merluza, cabracho, bacalao... tanto en fresco como cocinado. Esta vez el pastel es de bonito y como no estamos en temporada utilizamos una conserva, que puede ser de mayor o menor precio o calidad, todo depende de lo que nos queramos o podamos gastar. Un plato que podemos hacer con antelación y que podemos comer tanto frío como caliente.


ingredientes
1 lata de 400 g de bonito en aceite de oliva
4 huevos tamaño "L"
250 ml de nata para cocinar o leche evaporada
4 cucharadas de salsa de tomate, 100 g
mantequilla y pan rallado para el molde

sal y pimienta










elaboración

Una vez abierta la lata de bonito, lo ponemos a escurrir bien, acordaos de no tirar el aceite, es perfecto para aderezar ensaladas. Una vez escurrido lo desmigamos bien.
Si lo hacemos con bonito fresco tan solo hay que trocearlo, quitar piel y espinas y pasarlo un poco por una sartén ligeramente engrasada. Si no tenemos bonito suficiente podemos completar la receta con gambas o con palitos de cangrejo.






En un bol batimos los huevos, salpimentamos al gusto y añadimos la salsa de tomate, la nata y el pescado. Podemos triturar con ayuda de una batidora.
Engrasamos un molde con un poco de aceite o mantequilla y vertemos la mezcla anterior.
Metemos el molde en el horno precalentado a 180 ºC durante 40-50 minutos más o menos, como siempre el tiempo es orientativo, ir vigilando a partir de media hora y antes de sacar comprobamos que está hecho pinchando con un palillo su interior, este tiene que salir prácticamente limpio. En lugar de meter directamente el molde en el horno, también podemos ponerlo al baño maría.
Lo podemos acompañar con un poco de mahonesa o salsa rosa y como guarnición una ensalada o unos palitos o láminas de calabacín en tempura o rebozados. Y untado en un pan tostado también es una fiesta...





13 nov 2013

embotar pimientos morrones




Otra conserva que no falta en el fondo de mi despensa. 



ingredientes
pimientos rojos para asar

elaboración
Asamos los pimientos con piel en el horno a temperatura media o bien de forma más tradicional, sobre las brasas de un fuego de leña. Una vez asados, los dejamos enfriar, bien tapados para que suden, los pelamos y les quitamos las semillas, guardando el líquido que sueltan.




Troceamos los pimientos en tiras más o menos gruesas y los vamos metiendo en los tarros. Rellenamos con el líquido que han soltado los pimientos.

Cerramos bien los tarros y los cocemos al baño María, para ello los colocamos en una cazuela, los cubrimos con agua templada y los dejamos hervir durante 20 minutos (contados desde que comienza a hervir el agua). Los dejamos enfriar en el mismo agua y no los sacamos hasta que estén totalmente fríos. Una vez fríos, los sacamos, los etiquetamos y ya los podemos guardar, boca abajo hasta el momento de consumirlos. 
Una guarnición perfecta para acompañar carnes, pescado o simplemente en ensalada son riquísimos.



Si son pocos los pimientos que queremos guardar, tener en cuenta que congelan de maravilla.



30 oct 2013

mermelada de tomate cherry


Una mermelada que va genial sobre una tostada con queso o acompañando a cualquier carne.



ingredientes
1 kg de tomate cherry
1/2 kg de azúcar

elaboración
Lavamos bien los tomates, los secamos y los partimos por la mitad. Los ponemos en una cazuela ancha y con profundidad suficiente y añadimos el azúcar. Mezclamos bien, los aplastamos un poco para que suelten un poco de líquido, colocamos la cazuela al fuego y esperamos a que hierva, removiendo regularmente para que no se agarre.





Una vez que empieze a hervir, bajamos la intensidad del fuego progresivamente hasta conseguir que la mezcla cueza a fuego lo más bajo posible durante unos 40-50 minutos, o más tiempo si queremos una mermelada más espesa. Hay que tener en cuenta que cuando se enfrie la mezcla espesará. Podemos pasarla por el pasapuré si nos gusta la mermelada más suave o dejarla tal cual.




Para embotar la mermelada, una vez se temple, llenamos los tarros de cristal casi hasta el borde, los cerramos inmediatamente y los cocemos al baño María durante 20 minutos (contados desde que comienza a hervir el agua). Los dejamos enfriar en el mismo agua y no los sacamos hasta que estén totalmente fríos. Una vez fríos, los sacamos, los etiquetamos y ya los podemos guardar.







10 oct 2013

mermelada de moras




La mermelada de mora es toda una delicia, me encanta su color y por supuesto su sabor, una vez hecha se me olvidan los arañazos y las incómodas bolitas que se pegan a la ropa y que tanto cuesta quitar. 
Además puestos a recolectar podemos coger unas pocas más y congelarlas en entero, así podremos disponer de ellas para hacer salsas, batidos o helados. Ahora también se pueden comprar en el mercado, pero la diferencia es clara, no?

ingredientes
1 kg de puré de moras
750 g de azúcar

elaboración
A la hora de hacer esta mermelada hay que tener en cuenta que las moras tienen muchas pepitas por lo que si queremos que nos quede una mermelada suave y sin pepitas hay que pasar la mermelada por un colador o pasapurés con agujeros muy pequeños para quitarlas. La cantidad de azúcar va acorde a la cantidad de puré de fruta que obtengamos una vez retiradas las pepitas. Esta cantidad irá en función también de como estén las moras y de si la mermelada nos gusta más o menos dulce y más o menos espesa.



Lavamos bien las moras, bajo el chorro de agua, sin sumergirlas, si las hemos cogido con rabito se lo quitamos. Una vez limpias las ponemos en una cazuela ancha y grande con un poco de agua, las aplastamos un poco y las cocemos a fuego suave, removiendo regularmente para que no se peguen al fondo.
Cuando estén blanditas, las pasamos por un pasapuré que no deje pasar las pepitas y pesamos el puré de fruta que nos ha salido. Añadimos unos 750 g de azúcar por kilo de este puré. Ponemos de nuevo a cocer, sin olvidarnos de remover regularmente para que no se pegue. Una vez que empieze a hervir, bajamos la intensidad del fuego progresivamente hasta conseguir que la mezcla cueza a fuego lo más bajo posible durante una media hora, o más tiempo si queremos una mermelada más espesa. Hay que tener en cuenta que cuando se enfríe espesará mas.



Para saber el punto de la mermelada, ponemos una cucharadita en un plato y lo metemos en el frigo. Una vez esté frio, si al inclinar el plato la mermelada se arruga, está en su punto. Si gotea, deberemos prolongar la cocción volviendo a hacer la prueba pasados unos minutos.


Una vez la mermelada fría, rellenamos los tarros de vidrio hasta llegar casi al borde. Limpiamos el borde y los cerramos inmediatamente. A continuación los cocemos al baño María. Los colocamos en una cazuela grande, y para que no estén en contacto con el fondo colocamos un trapo doblado y entre ellos otro trapo, para evitar que se golpeen. Los cubrimos con agua templada, y los dejamos hervir durante 20 minutos (contados desde que comienza a hervir el agua). Los dejamos enfriar en el mismo agua y no los sacamos hasta que estén totalmente fríos. Una vez fríos, los sacamos, los etiquetamos y ya los podemos guardar. 



9 oct 2013

mermelada de ciruela



Como años anteriores con las ciruelas de la huerta hemos preparado ciruelas en almibar y por supuesto mermelada, unos cuantos botes de cada, para tener la despensa bien surtida.


ingredientes
1 kg de ciruelas en limpio
750 g de azúcar
1 cucharada de zumo de limón



elaboración
Lavamos bien las ciruelas, las secamos y las troceamos quitando los huesos. Las ponemos en una cazuela grande, ancha y con profundidad suficiente. No la llenamos demasiado, llegar hasta la mitad de la cazuela más o menos.
Mezclamos la fruta con el azúcar y el zumo de limón y la dejamos macerar durante 6-8 horas.




Ponemos la cazuela al fuego y esperamos a que hierva, en todo momento removemos regularmente para que no se agarre. Una vez que empieze a hervir, bajamos la intensidad del fuego progresivamente hasta conseguir que la mezcla cueza a fuego lo más bajo posible durante unos 30-40 minutos, o más tiempo si queremos una mermelada más espesa. Hay que tener en cuenta que cuando se enfrie la mezcla espesará. Podemos triturarla con la batidora o pasarla por el pasapuré si nos gusta la mermelada más suave.

Para saber el punto de la mermelada, ponemos una cucharadita en un plato y lo metemos en el frigo. Una vez esté frio, si al inclinar el plato la mermelada se arruga, está en su punto. Si gotea, deberemos prolongar la cocción y volveremos a hacer la prueba pasados unos minutos.



La mermelada que hago en casa es para todo el año por lo que es necesaria su esterilización al baño María.
Una vez la mermelada fría, llenamos los tarros de cristal hasta llegar casi al borde. Limpiamos el borde y los cerramos inmediatamente. A continuación, cocemos los tarros, que colocamos en una cazuela grande en cuyo fondo hemos colocado un trapo doblado para que no estén en contacto con el fondo y entre ellos colocamos otro trapo, para evitar que se golpeen. Los cubrimos con agua templada y los dejamos hervir durante 20 minutos (contados desde que comienza a hervir el agua). Los dejamos enfriar en el mismo agua y no los sacamos hasta que estén totalmente fríos. Una vez fríos, los sacamos, los etiquetamos y ya los podemos guardar. 









30 sept 2013

embotar tomate


El tomate va directo de la huerta a la despensa, y si bien lo podemos embotar entero o troceado, en casa siempre se ha embotado triturado y alguna tanda de botes como tomate frito.
Como ingredientes tan solo necesitamos tomate bien maduro, y como en la huerta se plantan diversas variedades, se usan indistintamente bien sean de pera, de ensalada, de corazón de buey... incluso alguna tanda va con algún que otro cherry.





elaboración

Limpiamos bien los tomates, primero en agua y luego eliminamos las partes estropeadas y la parte dura de la zona del pedúnculo. Los troceamos y los colocamos en una cazuela a fuego moderado.






A medida que cogen calor empezarán a soltar agua, que vamos retirando poco a poco, sin revolver demasiado, hasta conseguir que quede a nuestro gusto de espeso. Para quitar el agua de manera fácil, introducimos un colador grande en la cazuela, este se llenará de líquido el cual retiramos con un cazo. Reservamos un poco de este líquido por si nos hemos pasado quitando.




Cuando el tomate esté blandito, lo pasamos con la batidora y luego por el pasapuré especial para este fin, en las ferreterías al menos en las de aquí es fácil encontrarlo. Como se ve en la foto, con este pasapuré por un lado sale la pulpa y por el otro las pepitas y pieles, el tomate se pasa con una facilidad increible y en un tiempo record. Lo dejamos enfriar y ya lo tenemos listo para meter en los tarros.







Con un cazo llenamos los botes hasta casi el borde y los cerramos bien con la tapa. A continuación, los esterilizamos al baño María, para ello los colocamos en una cazuela, los cubrimos con agua templada y los dejamos hervir durante 20 minutos (contados desde que comienza a hervir el agua). Los dejamos enfriar en el mismo agua y no los sacamos hasta que estén totalmente fríos. Una vez fríos, los sacamos, los etiquetamos y ya los podemos guardar, boca abajo.







Cuando queramos hacer salsa de tomate
no tenemos mas que hacer un sofrito de cebolla, añadir 1 ó 2 botes de tomate, poner sal y azúcar y dejarlo cocer.
También podemos hacer conserva de tomate frito, para ello una vez que hayamos triturado el tomate, añadimos un sofrito de cebolla, lo dejamos cocer y embotamos. La sal y el azúcar lo añadimos cuando se va a utilizar.