"Lluvia fina" Luis Landero
Siempre he pensado que hay gente débil que vive a base de absorber fortalezas ajenas; gente vulnerable, sensible, sufriente; gente a la que no se puede herir con verdades absolutas o sinceridades crueles. Los fuertes los protegen, les crean un mundo a la medida de sus debilidades, sirven de contenedor de todo lo que les preocupa, intentan mantenerlos a flote y poco a poco van sumiéndose en el cansancio, sucumbiendo a la desilusión, perdiendo su fortaleza en el titánico empeño de evitar que se ahogue ese ser débil que patalea y se revuelve amenazando con hundirlos a ambos en las profundidades. Algo similar le sucede a Aurora con la familia de Gabriel, su marido. Porque además de ser fuerte tiene algo que la hace merecedora de las más íntimas confianzas. "¿Qué habrá en Aurora que despierta enseguida la confianza de la gente y las ganas de sincerarse con ella y de contarle fragmentos antológicos de su vida, secretos que acaso el narrador no ha revelado nunca a nadie? Pero a...