SETAGAYA FLAT

Setagaya flat, de Naruse Inokuma Architect.

Un hogar que parece inacabado, como en plena mudanza.
Pragmatismo sutíl y mínimo.
El miedo al vacío.

El derecho a una vivienda.

INDUSTRIAL

Duro cielo, pétreo y gris.

Una pesada y lenta pared de ladrillos que soporta años y vidas.

Hormigón y enlucido gastado. Vigas.

Materiales vividos.

Frio o acogedor.

HERB RITTS

Moda, retrato, desnudo.

Grande él y ellos.

Cuerpos. Textura y forma. Blanco y negro limpio.

Herb Ritts. Fotografía pura.

(Dedicado a SLA)

CASA DEL ATRIO

Relax, frescura, paz… 
Es la casa del atrio en Godella, obra de Fran Silvestre Arquitectos. 
 Una casa con intención de parecer mayor. ¿Un color? Blanco.

Un abrazo en forma de L que se abre al mundo para que entre la luz y la brisa y salgan los malos humos. Dentro poco. Ahí fuera, nada. El vacío se vuelve acogedor. 
Se despeja la mente con solo correr esas grandes puertas de cristal.
El cielo baja, ¿o subes tú? 

  

THE CLOCK

Este exclusivo ‘triplex’, situado en lo alto de un edificio entre los puentes de Brooklyn y Manhattan, llama poderosamente nuestra atención con esos cuatro enormes relojes de la fachada, ubicados en unos ventanales de cuatro metros de altura. A parte del claro light motive del local, nos envuelven las vistas que permiten ver los 360º de la ciudad y, ¿cómo no?, el puente de Brooklyn.

“El apartamento fue ideado por David Walentas, creador del histórico barrio de DUMBO, en un antiguo edificio industrial, cuyo nombre cambió con el tiempo bautizándolo como The ClockTower Building. Igualmente también cambió su uso, de fábrica a oficinas y posteriormente apartamentos.” Decoluxe

Casi no me importa que la planta esté desierta, sin muebles. Paredes blancas, suelo cálido, una funcional cocina sobre la que gira la vida. Arriba, 213 m², tres dormitorios y tantos cuartos de baño. Un ascensor de cristal y una escalera conecta las tres plantas que van estrechándose conforme subimos. Como un piso sin amueblar. Comienzo el curso y la semana ilusionada pero inquieta, llena y vacía al mismo tiempo, ¿qué me deparará?...