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sábado, 9 de agosto de 2008

hoy: mi trabajo (1)

Suena el teléfono. La voz, siempre vital de una mujer, pregunta, amable, mi nombre.
Ana es la Directora de Cultura de mi ciudad. Me cuenta, entusiasmada, que el Teatro Municipal
cumple su centenario, en agosto, y que están programados una serie de eventos...¡ y que le gustaría cerrar la serie de festejos con un desfile de modas....(que estaría totalmente a mi cargo)!!!
Es junio, hace frío, y las ventas no han sido de lo mejor esta temporada. No dudo mucho antes de responder... 31 de agosto!!!
Recurriendo a todos mis proveedores en Buenos Aires, viajando para reunirme con ellos... Ajustando detalles de música, luces, modelos, pasadas, maquillaje, peluquería... Uff! y Guau!
En este momento, se imaginarán, estoy a full con esta organización, llena de glamour en la pasarela, pero con un back que se las trae.
Siempre es difícil montar una escena, que sea digna de ver para quienes irán ese día a sentarse y disponerse a mirar un buen espectáculo...
Ahora, el sitio en el que se desarrrollará, es inmenso, lleno de magia, un teatro, amadísimo por mí desde chica, una réplica pequeña del Teatro Colón, que nos enorgullece a quienes habitamos esta pequeña-gran ciudad.
Me genera una adrenalina especial, saberme comprometida en este evento, pero... por favor, deséenme...."Mucha, pero mucha ¡Merde!"
Foto: Nataliya Beregudova

miércoles, 25 de junio de 2008

estoy solita...¿y qué?

Dicen que somos las que más gastamos, y también las que mejor “nos conservamos”… Como contrapartida, cargamos con el estigma y la obligación constante de explicar por qué no tenemos pareja ni hijos. Pululan las elucidaciones (¿consoladoras? –que, hasta ahora, consoladores no probé!-) acerca de que la soledad es el fenómeno sociológico más extendido y menos estudiado de la segunda parte del siglo XX ( Wow, ¡¡¡qué fashion somos!!!) Gozamos de algunas ventajas, es indudable: más plata para gastar, tiempo para una misma, lugar en el placard, la cama y el sillón, fiestas de fin de año con la propia familia (¿quién las puede añorar después de dos años consecutivos?), salidas con amigos varones (en general, gays, o impresentables –pero ¡¡¡divertidísimos!!!) Nos convertimos en el blanco del mercado: consumidoras ideales (¿ por compulsivas, acaso?) de ropa cara, accesorios, tecnología, viajes exóticos, bicicletas, delivery (cocinar para uno solo es un embole), música, teatros, libros eternos, tratamientos para la piel, gimnasios varios…y ¡para los sistemas de seguridad! (es que nos volvemos un poco miedosas) ¡¡¡Ojiiiitooooo!!!, que no todo son rosas: también somos el centro de envidia de nuestras amigas casadas y aburridas, que nos ven como potenciales come-maridos, y de ser, muchas veces, casi expulsadas de algunas reuniones por la inseguridad de mujeres que ven en nosotras, presumibles rivales… Seguramente, no hay “sola/o” que no aspire tener, algún día, y aunque sólo sea momentáneamente, “la prueba” de que es elegido para la convivencia. ¿Pero tenemos ganas de compartir? Bueno, por ahora, lo que puedo decir es que hacen 2° bajo cero de temperatura afuera, y mi cama… ¡está cuasi vacía!
Y mi corazón … tiritannnndooooooooo….
Foto: Nicola Ranaldi