domingo, 9 de marzo de 2008

¡PIEDAD, ANDRÉS, PIEDAD!

IMPOSIBLE LEER EL POST SIN CLICKEAR EN EL "PLAY".
Seguramente uds. sí tendrán piedad de mí, que he vuelto tan romanticona, un poco cursi, lo admito.
Pero Uds. comprenderán: es domingo, está lloviendo en un otoño que se anticipa...
Y una tiene sus debilidades.
¿Qué puedo hacer yo con las tantas gotitas transparentes en mi ventana, el mate, y una música que no para de sonar, aún cuando se termina el c.d.?
Soy, simplemente, ésta, esta mujer, una mujer.
"Me gusta desarmarme arriba tuyo me gusta demasiado ensuciarte... besar tu flor, inmediata, besarte atrás y adelante... Me gusta tanto que me encante, que quiero hasta la locura, desarmarme en el vaivén de tu cintura, y remar sobre tu espalda y naufragarte... Soy tuyo, con mi mayor convicción, soy tuyo con toda la fuerza de mi corazón,
que es tuyo, y como cada pensamiento mío, es tuyo, (no, Andrés, eso no!!! mis pensamientos son míos!) soy tuyo. Soy tuyo, con mi mayor convicción, soy tuyo con toda la fuerza de mi corazón,
que es tuyo,
y como cada pensamiento mío, es tuyo...
(OTRA VEZ!!!, Andrés!!! Ya te dije: cada pensamiento mío es MÍO!!!,
ni con la poesía me hacés transar en éso!!!)
Soy tuyo."
No soy de las que entregan fácilmente el corazón...
Es más, todavía esto es una melodía,
con sus acordes, sus bemoles, sus notas sublimes, y también algunas que desafinan...
Que suena, suena, y no para de sonar...
Y bien sabemos que el oído es un órgano que difícilmente podamos cerrar!!!
(Considerando también que hay vocecitas internas, no?)
Pero a mí, igual, ME GUSTA QUE ME (TE) ENCANTE.