domingo, 11 de enero de 2015

Salvaje

Quiero ser un salvaje hasta el día de mi muerte.., será

porque me pasé media vida intentando cumplir con lo que 

dictaban las 

normas de la convivencia... en vano.

No compro

No me gusta la gente que no es auténtica. Me molesta cuando intentan venderte algo que no son. Minas desesperadas por mostrarse cool, por ser "parte de", fingiendo orgasmos sociales. Tipos que te venden seguridad en paquetitos.

No me va la gente que muestra lo que no es y falsea la realidad, la propia y la ajena, para hacerla más vendible, para convertirla en un producto consumible, interesante y marketinero.

La realidad (y las personas) pochocleras, me dejan en un lugar desde el que me limito a observar, sin saber si están ofendiendo mi inteligencia o subestimando mi capacidad de lectura.

Gente poco auténtica, gente no real. Gente que te muestra un escenario, escondido tras bambalinas, esperando a que tu aplauso valide su existencia y le de sentido. Sentido que, claro, no encuentran en mi, vacía de ovaciones ante anécdotas dramatizadas, abrazos falsos, nostalgias de cosas vividas ayer, nada más que ayer.

No intenten venderme nada. No compro.




NO SUPE IRME A TIEMPO.. DE MI?


No supe irme a tiempo.
Prendida de lo no aprendido
miro las sogas rotas en mis manos.
Qué hacer con esta voluntad
descarada, prepotente.
Planeo tu bienvenida,
para estrenar un tiempo
que sigue comenzando.
No sirve la libertad cuando se espera.
No sirve esperar cuando el futuro
nunca llega a tiempo.


ADUEÑARSE DE LAS ALMAS

...Creo haber aprendido que es un

error intentar adueñarse de las almas, porque estas son 

cimarrones...

Ud. nunca será una certeza para mí, ese

es el secretro para poder retenernos, trotando cerca, a tiro 

de una mirada cómplice, de unas manos dadas por el camino;

puzzle magnífico e indestructible, encaje de bolillos. 

¡Asofrenesé Mendieta!, y 

disfrute

de lo que tenemos, porque sólo así, llegaremos con una 

sonrisa 

felices a los

momentos de nuestros (re)encuentros