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lunes, 7 de abril de 2014

A LA GUITARRA LUNERA



A la vieja guitarra olvidada,
En un ropero relegada,
Le dedicó esta tonada.

Muchos pulsaron tus cuerdas,
Muchos acariciaron tus curvas,
Pocos probaron tus mieles,
Pocos se hicieron tus fieles.

Pero yo escuché tu desgarro,
Tu entrega en las noches de esparto,
Mientras dos gitanitas en un tablao bailaban,
Mientras las palmas y la cerveza borboteaban.

Incansables los volantes que seguían tu son,
Encalladas las manos en tus cuerpo de fresno,
Insaciables los vítores en veleros audaces,
Me dejaba caer en tus notas blanquirotas.

A la vieja guitarra llorosa,
Le digo: "No llores más mi niña,
Hoy es el día en que te saco de viña"

Y su dulce e inmortal letanía
Un amor dormido repartió en carreta,
Mas como un flan desfallecí a tu hechizo,
Cuando tus curvas se tornaron volcanes.
Tus cuerdas en largas piernas de bronce,
Y tu mástil -mi apoyo- en un cuello de cisne.

Embelesado observe tu rosetón, 
Ahora tu triste carita, y te dije:

"Ya no es tiempo de penas, 
Sino años de vino y feria,
De paseos a caballo,
Y de besos de cielo"

Y la Luna lunera se reía entre borrascas,
Su travesura infantil surtido efecto había.
Tras mil letargos de hombres hastiados,
Dio con uno que en la belleza aún creía.
Y su recompensa se hizo mujer en la madrugá.
Mas fue la misma Luna la que se encarnó para él.

La muchacha enjugó sus tibias lágrimas,
Indecisa restó distancia, y me dijo:

"Niño de mi alma luminaria,
Que con cariño me soñabas,
De tu amor tomé mi forma,
De tus retinas mi imaginaria".

Y fue así como en una noche sevillana,
Bajó de su trono sin abandonarlo del todo,
Se marchó como la mujer que ansiaba ser,
Aunque el dolor de tal cuerpo mortal la agobiara.

Y la guitarra seguía rasgando por encima del campanario,
"Me siento llena y vacía, me siento como una rosa pintada,
Que con sus pies de espinas deambula en los barrizales,
Callejuelas de lunares entre gozos de ocasión realizada"

Y la Luna lunera su sonrisa menguaba,
No notara las gentes su figura esbozada.
Una hija en la Tierra, una madre elevada,
Dos amores velaba y con una boca besaba.

Juan M Lozano Gago (c)


 
Concierto de Aranjuez
 

sábado, 12 de octubre de 2013

EL VALLE DE LAS ALMAS














En el valle de las almas perdidas

Sombras grises se arrastran por la tierra,

Ecos de lo que una vez fueron,

Danzan en las lóbregas noches.
 
 
En el valle de las almas olvidadas,

La risa bulliciosa de un niño,

Propaga sus gritos de sed,

“¿Mamá dónde existes?”
 
 
En el valle de las almas ignoradas,

El silencio se aferra a la noche,

Entre sueños desterrados por los seres

Que una vez fueron los más queridos...
 
 
Infortunadas las almas

Que no vieron la senda Alborea,

Aferradas al burdo mundo

Que creen aún su hogar.
 
 
Con miedo a descubrir la verdad,

Quizás retenidas en un bucle

Que inicia y acaba

Antes de su muerte...
 
 
E iba yo caminando

Sobre el frío mármol,

E iba yo enredando

Mis pies entre flores marchitas,

Enfrascado en mis ideas,

Contemplando tanto dolor
 
 
...alienados, sin embargo.
 
 
Incomprensión fue

La primera idea que brotó,

Tristeza, el sentimiento

Que me embaucó,

Aspereza, el roce

Con la piedra horadada.
 
 
Pero en el centro donde se posaban las luciérnagas en mis manos abiertas,

Pero en el centro, donde un pequeño claro atrapaba las lágrimas lunares,

En el centro, donde un túnel de luz fluctuaba entre dos puntos lejanos,

Un milagro sucedía, los caídos, los desamados, los que no hallaron su paz,

Oían un llamado, de un hermano tal vez, un amigo de la infancia

O de una abuela que aguardaba reunirse con su ser más allegado.
 
 
Y las cadenas invisibles se empezaron a romper, los lamentos rotos

Por sollozos de alegría... y la Luna se miraba en sus hilos invisibles,

Finos como la seda, livianos pero férreos como el acero.
 
 
Mas son los vínculos que formaron sus sostenes,

El amor que una vez dieron,

El amor que una vez tomaron...
 
 
Sin embargo, aún vagaban almas perdidas

Que aún oían la música sin música,

Que aún veían el cielo sin luna

Y bailaban el vals de la muerte,

Sin recordar si una vez quisieron,

Sin recordar si una vez fueron amados.
 
 
Y entre tanto danzan en círculos al claro,

Esquivos y perfectos, fuera del influjo del claro,

Lejos de los goznes de la Luna, y sus lazos

Que zurcieron los gladiolos con su sangre.
 
 
Y en un banco me senté,

Y esperé el embrujo de la melodía,

Junto al estanque dorado,

Junto a sus flores de loto,

Sólo yo y mis pensamientos,

Dialogantes monólogos de incienso.
 
 
JUAN M LOZANO GAGO ©
Todos los derechos reservados
 


Send Me An Angel - Real Life, w/lyrics