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¿Educación?: Filosofía

viernes, 12 de enero de 2018

Lo primero que ha hecho la nueva Directora General de la Unesco, Sra. Audrey Azoulay, ha sido enviar al mundo un mensaje con motivo del Día Mundial de la Filosofía – el 16 de noviembre- que coincide con la toma de posesión de la Dirección General en la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura.  

Filosofía, fundamental para ser “libres y responsables” –que es la magistral definición de “educado” que establece el Artículo 1º de la Constitución de la Unesco-. Filosofía para hacer posible el pleno ejercicio de las facultades distintivas de la especie humana: reflexionar, imaginar, anticiparse, innovar, ¡crear!. Filosofía para –como inicia su escrito la Directora General- “poder transformar las sociedades”, para llevar a la práctica los cambios radicales que la situación actual del mundo exige. “El progreso, me decía un día en Oxford el Prof. Hans Krebs, consiste en ver lo que otros también pueden ver …., y pensar lo que nadie ha pensado”. 

Es hoy necesario y apremiante, entre tantos enfoques e informes que confunden educación con capacitación y conocimiento con información (y lo que es todavía peor, con noticia) impulsar la Filosofía en todos los grados del aprendizaje. 

Filosofía y enseñanzas artísticas para “dirigir con sentido la propia vida”, según la excelente expresión de D. Francisco Giner de los Rios. “La Filosofía crea las condiciones intelectuales para el advenimiento del cambio, el desarrollo sostenible y la paz”, subraya la Directora General. “Exhorto a todos los Estados Miembros a que den vida a este mensaje, que entronca con la esencia misma del mandato de la Unesco”, concluye. 

¡Qué bien inicia la Directora General Audrey Azoulay su difícil misión!. Son excelentes augurios. Le deseo lo mejor. 

P.D.: El Presidente Trump ha anunciado -¡y va la segunda!- que los Estados Unidos abandonarán la Unesco a finales de 2018. Está claro que Trump, que desdeña los acuerdos sobre la habitabilidad de la Tierra suscritos por su antecesor, no se da cuenta, acostumbrado a mirarse tan sólo a sí mismo, de los perjuicios que su actitud podría producir no sólo en los jóvenes y niños norteamericanos si no del mundo entero. La receta, todavía está a tiempo, es la Filosofía, es la Unesco…

La educación, los educadores

viernes, 9 de diciembre de 2016

Por fin, frente a la intolerable actitud del PP, que a última hora rechazó el excelente proyecto de ley elaborado por el Ministro Ángel Gabilondo y que luego, ya con el malhadado poder absoluto, pasó por el “rodillo” parlamentario una ley tendenciosa y retrógrada, parece que ahora será posible redactar y aprobar con el indispensable consenso un nuevo  proyecto.

La educación es, como la justicia, la sanidad y la ciencia, tema supra-partido político. Se dirige a todos los ciudadanos, sin discriminación alguna, y no puede concebirse desde ideología, creencia e identidad cultural alguna.

¿La educación? Educadores. Las maestras y maestros, los docentes de todos los grados deben ser los protagonistas de la nueva ley. Y las asociaciones de madres y de padres de los alumnos, asociaciones sindicales y de quienes han ejercido –ahora que la mayor longevidad permite disponer de un gran número de ellos- responsabilidades en las distintas dimensiones de la enseñanza.

No más Informes Pisa, propios de un sistema economicista, sino inspiración en los grandes referentes que, recogiendo a su vez las directrices de ilustres pedagogos, puedan inspirar los pilares esenciales de la educación para todos a lo largo de toda la vida: la Constitución de la UNESCO, la Declaración Universal de los Derechos Humanos, la Convención de los Derechos de la Infancia, el Plan de Acción Mundial sobre la Educación para los  Derechos Humanos y la Democracia (Montreal, 1993), el Informe de  la Comisión presidida por Jacques Delors sobre “Educación en el siglo XXI” (1996), la Resolución de la Asamblea General de las Naciones Unidas sobre el Decenio Internacional de una cultura de paz y no violencia para los niños del mundo (2001–2010) (1998), la Declaración y Plan de Acción sobre una Cultura de Paz (1999), la Carta de la Tierra (2000)…

Educación para ser personas “libres y responsables” (art. 1º de la Constitución de la UNESCO), para “dirigir con sentido la propia vida”, según impecable definición de D. Francisco Giner de los Ríos.

“Libres, escribió Eduardo Galeano, son quienes crean, no copian. Quienes piensan, no obedecen. Enseñar es enseñar a dudar”.

En el Informe Delors se establecen cuatro vías principales de aprendizaje: aprender a ser
aprender a conocer
aprender a hacer
a vivir juntos.
Yo añadí “aprender a emprender”, porque pronto comprendí que al “sapere aude” de Horacio, “atreverse a saber”, era preciso añadir “saber atreverse”.

Es esencial no confundir educación con capacitación,
                                          conocimiento con información,
                                          información con noticia.

Educación es lograr que se esté en condiciones de ejercer plenamente las cualidades distintivas de la especie humana: pensar, imaginar, anticiparse,  ¡crear! Consecuentemente, la filosofía y las enseñanzas artísticas son imprescindibles para facilitar que toda persona educada sea capaz de diseñar su propio futuro, inventarlo, reflexionar y actuar en virtud de sus propias decisiones y no al dictado de nadie ni de dogma alguno. Son ellos, los así formados, los que pueden ahora adquirir conocimientos, destrezas y habilidades. Son educados capacitados, frente a los capacitados maleducados que resultan del proceso inverso, que tan peligrosamente promueven quienes educan para tener y no para ser.

Otro aspecto muy importante: el uso de la tecnología digital. Sin duda alguna tiene aspectos muy positivos pero, como siempre ocurre, la utilización prematura y abusiva de las “tabletas” es indebida y de alto riesgo. Se trata de una tecnología complementaria, no sustitutiva. Lo fundamental en una educación inclusiva es la personalización en toda la medida de lo posible. ¿Educación? ¡Educadores!

Educación basada en unos valores que configuran el comportamiento cotidiano. Educación para la participación, para la mediación, para la comprensión. En una escuelita de Vietnam se leía: “Antes de aprender a leer, aprende a respetar”. Respetar no es someterse, es comprender al otro. Y a la recíproca. Formación humana, porque en el antropoceno y en la nueva era en la que ya pueden progresivamente expresarse sin cortapisas todos los seres humanos, es imperativo actuar al ritmo que permita prever y prevenir acontecimientos que pueden ser irreversibles.

Nos hallamos frente a un nuevo concepto de trabajo, a una mecanización y robotización imparable, que requiere que sea la máquina la que esté al servicio de la humanidad y no la humanidad sometida a la máquina.

Una educación que, desde las primeras etapas, forme plena conciencia de la igual dignidad de todos los seres humanos, sea cual sea el género, el color de la piel, la edad, la ideología, la creencia…

Se trata de acordar un sistema educativo en el que la educación superior, además de completar la formación de ciudadanos a la altura de las circunstancias, en tiempos de grandes incertidumbres, pueda estar  también en la vanguardia de los cambios radicales que son exigibles.

Las comunidades científica, académica, artística, intelectual, en suma, no pueden permanecer de espectadores impasibles. Bien al contrario, deben ser actores principales en este “nuevo comienzo”.


Sí: ¿educación?, educadores. Son los educadores en todos los niveles, los progenitores y familiares, los que deben ser los principales redactores de la nueva ley.

La solución es la educación genuina a todos los niveles

martes, 28 de abril de 2015

Educación para ser “libres y responsables” como establece la Constitución de la UNESCO, que añade que la humanidad se guiará por “principios democráticos”. Educación para actuar en virtud de las propias reflexiones y no al dictado de nadie ni de nada. 

Educación que los Informes PISA confunden con capacitación y con habilidades y destrezas. 

Educación es ser independiente (que no “indiferente”, que añadiría Ángel Gabilondo, que sabe muy bien de qué se trata y de lo que supone, en los distintos grados, impulsar el proceso educativo). 

Educación para todos a lo largo de toda la vida. Todos educandos, todos educadores. Ahora, la longevidad constituye un inmenso tesoro, normalmente inexplorado, de saberes y sabiduría. 

Cada ser humano único capaz de crear, nuestra esperanza. Por eso hay que promover, siempre, la filosofía y las enseñanzas artísticas, para favorecer la invención del por-venir que está por-hacer. 

“Más vale un ejemplo que cien sermones”. Esto deberían saberlo muy bien quienes, representando a “Nosotros, los pueblos”, creen que la educación es tarea de escuela y maestros, cuando es responsabilidad de todos, empezando por los más visibles, los más “expuestos”. 

En la era digital, con la capacidad de expresarnos, con la posibilidad de conocer lo que acontece en todo el mundo, y con la mujer, por fin, en el estrado, la educación genuina es la prioridad y la solución. 

En poco tiempo, los seres humanos dejarán de ser invisibles, atemorizados, silenciosos e impasibles y pasarán de súbditos a ciudadanos, después de siglos de anonimato e irrelevancia. 

Ciudadanos del mundo capaces de “cambiar de rumbo y nave”, como decía José Luis Sampedro. Sólo con educación, ciencia, cultura y comunicación, las riendas del destino estarán en manos propias y no ajenas. Sólo así se procurará, citando de nuevo a Gabilondo, “la equidad, la libertad y la justicia”.

Objeción de conciencia

martes, 15 de octubre de 2013

Insisto en que hay cuestiones de las que depende el futuro de toda persona y comunidad –la educación, la justicia, la sanidad, la ciencia- cuya legislación, pautas y normas no deben imponerse al conjunto de la sociedad aprovechando mayorías parlamentarias absolutas. La palabra “absoluta” es incompatible con la palabra “democracia”. Puede ser legal pero es manifiestamente antidemocrático, especialmente cuando, como sucede en la actualidad en España, se basa en porcentajes electorales pretéritos. 

Cuando se pretende una formación que se articule con el modelo económico que sustituyó los valores éticos por las leyes mercantiles; cuando el horizonte es la adaptación a modelos propios de una ideología y no fortalecer la capacidad creadora distintiva de cada ser humano y su capacidad de razonar y anticiparse; cuando, como establecen la Constitución de la UNESCO y el artículo 26 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, no se favorece la igual dignidad, la libertad y el sentido de responsabilidad… entonces, “Nosotros, los pueblos…” -como reza el inicio de la Carta de las Naciones Unidas- declaramos que no pondremos en práctica esta Ley y estas directrices. Si para el Presidente del Gobierno D. Mariano Rajoy la objeción de conciencia era justa y razonable –ver sus declaraciones del 2 de septiembre de 2008- en el caso singular de la asignatura de “Educación para la Ciudadanía”, deberá ahora comprender la objeción de conciencia que suscita el caso plural de toda una Ley de Educación. 

Por cierto, la Conferencia Episcopal se adhirió entonces de inmediato a la objeción de conciencia que preconizaba el líder de la oposición en aquel momento. ¿Es de esperar que ahora procedan de igual modo?

La educación no se impone

viernes, 11 de octubre de 2013

Es uno de los cuatro pilares de la democracia –junto con la justicia, sanidad y ciencia- que no pueden abordarse ni decidirse a través de una óptica partidista determinada, por mayoritaria que sea (o que haya sido). 

La educación no se impone, señor Presidente Bauzá, señor Ministro de Educación, señor Presidente del Gobierno. La educación es, sí rotundamente, la piedra angular del futuro, a escala personal y colectiva. En materia de educación, la discrecionalidad, la improvisación, la imposición de un modelo determinado, de una ideología dada, siempre acaban en retrocesos sociales muy considerables. ¿Quién sabe de educación? Los docentes, las madres y los padres, los pedagogos, los filósofos,… y es a ellos a quienes debemos consultar y cuyas directrices debemos seguir. 

Cometen un gravísimo error cuando creen que “ganan la partida” eliminando la formación de ciudadanos capaces de actuar en virtud de sus propias reflexiones y la sustituyen, en un Estado aconfesional, por el aprendizaje de una religión determinada. Se equivocan, y lo afirmo como creyente en esta religión. Se equivocan cuando favorecen la segregación en las escuelas y cuando proponen que sean docentes del sector privado los que juzguen a los del sector público. 

Recapaciten. Somos muchos los que esperamos que en el Senado se detenga y module esta desbridada iniciativa. En caso contrario, procederemos como ciudadanos “educados”, es decir, “libres y responsables”.

¿La OECD especialista en educación?

Hasta aquí podíamos llegar. Los docentes –que son los que saben de educación y cómo se educa- relegados, desoídos. Los excelentes pedagogos españoles, que los hay, no consultados. Las instituciones especializadas, a escala nacional e internacional, ignoradas. Las directrices de las organizaciones del Sistema de las Naciones Unidas y en particular de la UNESCO, desconocidas. 

La Administración española se ilustra e inspira únicamente en los informes de la OECD, que agrupa a los países más desarrollados económicamente, cuyo conocimiento de los temas educativos –la formación de seres humanos “libres y responsables”- es, lógicamente, deficiente y sesgada. Hablan de “capital humano” y de cómo conseguir que los ciudadanos encajen bien en sus esquemas. 

Hasta aquí podíamos llegar. Consulten a los maestros y a las maestras, a quienes llevan cumpliendo durante muchos años con dedicación y eficiencia una de las más bellas y esenciales misiones de la humanidad.

Educación: filosofía, música, fomento de la creatividad

viernes, 28 de diciembre de 2012



Aprender a conocer, a hacer, a emprender, a vivir juntos… pero, sobre todo, aprender a ser, a “dirigir la propia vida”, a actuar en virtud de las propias reflexiones.

Aprender a ser plenamente humano, es decir, dotado de las facultades exclusivas y distintivas de pensar, imaginar, prever, … crear!

En ésto consiste la auténtica educación. Lo de más son capacitaciones, formación especializada, adquisición de destrezas técnicas.

La filosofía es un pilar esencial  porque contribuye a desarrollar estas capacidades fundamentales. De todo lo que aprendí en la escuela y el instituto lo que más me ha ayudado, incluso desde un punto de vista bioquímico (Heráclito, Leibnitz), ha sido la filosofía, porque ayuda a ser “humanamente” y científicamente.

Junto al fomento de la capacidad de pensar, la de emocionarse, de sentir, de desplegar la mayor desmesura humana: la creatividad. Música, artes plásticas, literatura, poesía…

Abandonen, por favor, los proyectos educativos que se basan en ideologías, creencias, enfoques pragmáticos… que alicortan las posibilidades de despegue y vuelo alto, que reducen la libertad, don supremo de la condición humana.

“Seres libres y responsables”: en ésto consiste la educación (artículo 1º de la Constitución de la UNESCO).

Filosofía, música y arte para una educación integral.

Rindamos homenaje a José Antonio Abreu que ha conseguido, con una visión y perseverancia dignas de encomio, que hoy, en Venezuela, 400 mil alumnos, chicos y chicas de todos los lugares del país y de todas las condiciones sociales, participen en programas de educación musical completamente gratuitos. Nada une más que cantar juntos, que interpretar juntos. Si alguien duda todavía, que escuche la “Sinfonía de los mil”, la octava de Mahler, dirigida por Gustavo Dudamel.

Y lean el Comunicado de Prensa de la Conferencia Española de Decanatos de Filosofía del 14 de diciembre próximo pasado.

Son, ambos, argumentos convincentes, irrefutables.

Marea blanca, marea verde… procuren que no se conviertan en tsunamis

jueves, 20 de diciembre de 2012



“Cuando el río suena, agua lleva”. Cuando el personal sanitario y docente se moviliza, no minusvaloren los motivos que les llevan a mantener una actitud tan firme y continuada. Se trata de quienes desempeñan funciones que se caracterizan por su desprendimiento, su generosidad, su solidaridad humana.

Los pacientes y los estudiantes son grandes destinatarios de los responsables públicos. Todo lo que les afecta puede tener consecuencias difícilmente reversibles.

No contemplen estas “mareas” como si ustedes poseyeran la verdad y todos los esfuerzos “marinos” fueran vanos.

Escuchen, atiendan, conversen… y rectifiquen cuando deban. La salud y la educación son temas en los que la obcecación y la imposición siempre acaban perdiendo.

Ténganlo en cuenta.

Educación: “¡tener que luchar con tanto enterao!”

viernes, 28 de septiembre de 2012



¡Lo he recordado tantas veces! ¡Qué razón tenía Olegario, el buen portero de la casa donde vivía en Granada cuando me nombraron Rector de la Universidad en 1968! Todos me felicitaban… menos Olegario, que me miraba y me decía desconsolado: “Ay, D. Federico, ¡qué penita me da!”. Y cuando le pregunté “¿Por qué, por qué, Olegario?”, me contestó: “¡Quite, tener que luchar con tanto enterao!”.

Sí, en educación, todos opinan y difícilmente escuchan la opinión de los demás. En los debates, en los Parlamentos, en los propios Consejos de Ministros… todos intervienen cuando se habla de cualquier aspecto del proceso educativo. Todos están “enteraos”, todos mantienen su parecer. Cuando se abordan temas relativos a la política exterior e  interior, la economía, la defensa… guardan silencio. Cuando se abre la compuerta de la educación, torrentes de intervenciones…

He contado muchas veces la anécdota de la Directora de un centro escolar próximo a Ouagadogou, la capital de Burkina Fasso, que acaeció en 1989 cuando visité este bellísimo país centroafricano como Director General de la UNESCO, con el Presidente, Ministros, … Hablamos en el centro aludido el Presidente y yo sobre “la educación en África”. La Directora seguía con atención nuestras palabras con una sonrisa en los labios… que resultó no ser de satisfacción sino de ironía: “Señor Director General: me ha gustado lo que ha dicho, pero ¿por qué la UNESCO, UNICEF, las ONG… todos vienen a darnos consejos en lugar de escuchar los nuestros? Llevo 26 años dedicada a la enseñanza… y no me cabe duda de que somos los maestros africanos los que debemos, en primer lugar, diseñar nuestro sistema educativo”.

Me impresionó tanto que, al llegar a la sede de la UNESCO, decidí que a partir de entonces todos los programas educativos se llevarían a cabo con los docentes, después de saber en qué y cómo debíamos cooperar. “A la escucha de África” o de Asia… se denominaron en lo sucesivo los programas de la UNESCO.

A la escucha. Estemos a la escucha de los profesores, de quienes normalmente de forma ejemplar están dedicados a la docencia, transmitiendo conocimientos pero, sobre todo, educando, es decir, contribuyendo a formar seres humanos “libres y responsables”, según la inmejorable definición de la UNESCO.

Los “enteraos” –sí, Olegario- son muy peligrosos. Especialmente cuando ocupan altos cargos y no consultan.

Educación: aprender a ser

martes, 18 de septiembre de 2012



Ahora que tantas nuevas normas pretenden imponerse al proceso educativo. Ahora que vemos de pronto que el inglés se equipara casi al castellano. Ahora que siguen las recomendaciones de informes que desconocen el sistema español, muy satisfactorio, en general, gracias a la  calidad del profesorado. Ahora que se habla más de matemáticas que de filosofía y más de disciplinas específicas que de aquellas que fomentan la creatividad, como las artísticas y musicales. Ahora es el momento de hablar serenamente sobre la educación.

Y de confirmar la importancia esencial del texto fundacional de la UNESCO, que sobre la base ética de la igual dignidad humana, proclama que le educación consiste en formar a personas “libres y responsables”.  Estas cualidades son las que anunció D. Francisco Giner de los Ríos pronto hará un siglo, al definir la educación como la capacidad de “dirigir con sentido la propia vida”. Y de actuar en virtud de las propias reflexiones y nunca al dictado de nadie ni de nada.

Y de releer el artículo 26 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos.

Y el texto de la “Educación para todos a lo largo de toda la vida” (UNESCO, 1990). Y el “Plan Mundial para la Educación en Derechos Humanos y Democracia” (Montreal, 1993) y  “La Educación es un Tesoro”  (Informe sobre la Educación en el siglo XXI” de la Comisión presida por Jacques Delors, UNESCO, 1995). En este excelente informe se señalan cuatro  grandes capítulos de la enseñanza:
·        Aprender a conocer.
·        Aprender a hacer.
·        Aprender a ser.
·        Aprender a vivir juntos.

Yo añadí “aprender a emprender” y “aprender a atreverse”. Sobre todo, no aprender a tener sino a ser. A ser plenamente.

En educación superior, los informes anuales de GUNI (Grupo Universitario) son realmente excelentes…

Aquí no valen maniobras partidistas, cortoplacistas, interesadas. Abordar con gran rigor este tema crucial, auténtica piedra angular para la construcción del futuro que soñamos bien despiertos, es una exigencia ética. Ténganlo en cuenta. Piensen, únicamente, en “las generaciones venideras”, como nos señala la Carta de las Naciones Unidas.