lunes, 8 de julio de 2024
Encuentro con Loco Estrambótico II
domingo, 13 de diciembre de 2020
La grieta y el Adán Buenosayres
Cuando Leopoldo Marechal publicó el Adán Buenosayres en 1948, por su militancia y apoyo al modelo peronista, la novela recibió las críticas más atroces. El ensañamiento de antiperonistas, de sus ex camaradas literarios (satirizados como personajes de la novela) y de un abanderado Borges que se encuadra en estas clasificaciones, le valió a Marechal un proceso de ostracismo intelectual y marginado de la vida cultural argentina fue luego empujado al olvido con el Golpe militar de la Revolución Libertadora Fusiladora de 1955. El autor del Adán sufrió la proscripción del justicialismo en carne propia y el libro fue rescatado del silencio recién décadas después, con la publicación de sus últimas obras.
Algunos llevaron aún más lejos la crítica despiadada, y al ataque político le sumaron el odio religioso (o anti religioso) ya que Marechal era un ferviente católico.
La única crítica literaria que desde un lado de la grieta tendió un puente y apuntó más bien al estilo y contenido del Adán fue la de Julio Cortázar en 1949, que recomiendo leer completa.
"La aparición de este libro me parece un acontecimiento extraordinario en las letras argentinas, y su diversa desmesura un signo merecedor de atención y expectativa [...] Su resonancia sobre el futuro argentino me interesa mucho más que su documentación del pasado [...] A los más jóvenes toca ver si actúa como fuerza viva, como enérgico empujón hacia lo de veras nuestro. Estoy entre los que creen esto último, y se obligan a no desconocerlo."
Quien quiera entender el por qué de la actualidad política argentina (o al menos acercarse) deberá verse obligado a leer esta obra con la mirada crítica cortazariana.
domingo, 27 de enero de 2019
Epopeya Porteña
| óleo sobre tela 100 x 80 cm |
"La idea evasiva del puerto ganó aquí una batalla.
Y los habitantes de la ciudad que debieron llamarse "trinitarios",
ahora se llaman "porteños".
Megafón, o la Guerra, Leopoldo Marechal.
sábado, 11 de septiembre de 2010
LA SUTIL MATERIA DE UN POEMA CONCLUIDO
Tiene mucho de autobiográfico, con nombres en clave (Pereda es Jorge Luis Borges, Samuel Tesler es Jacobo Fijman, Schultze es Xul Solar, el petiso Bernini es Raúl Scalabrini Ortíz, Solveig Amundsen es Norah Lange, etc). Fue escrito entre las décadas del ´30 y ´40 del siglo pasado y generó un lenguaje particular, una forma totalmente nueva de escribir por estos pagos, llevando a la obra por los terrenos del humor, la tragedia o el sainete. Marechal declaró que tomó a la novela como lo "sucedáneo legítimo" de la epopeya y que al escribirlo no entendió salirse de la poesía.
En el relato una gran angustia signa el andar de Adán...la misma que caracteriza a los argentinos, eso que algunos llaman melancolía y otros resignación. Así Cielo y Tierra se convocan en el Villa Crespo de la década del ´20: ángeles de cemento, incubadores de barrio, neocriollos y numerosos personajes que sólo Marechal, "el francotirador literario", pudo crear. Homenaje al barrio, a ese lugar que es así porque es para uno; a esas cuadras que siempre se recorren y se redescubren, esas que son sagradas y que encierran el sentido de la vida.
Y en la novela son las cuadras que van desde Monte Egmont al 300 (hoy Tres Arroyos), Gurruchaga hasta Triunvirato (hoy Corrientes) y Canning (Scalabrini Ortíz) hasta Warnes.
Al leer el Adán por primera vez y siendo muy joven, Tornillo quedó obnubilado con el lenguaje que manejaba y el tipo de cosmovisión que presentaba. Pero con la relectura la oscura nube se hizo presente sobre su cabeza. Y hasta Villa Crespo se fue con la esperanza de realizar un bonito trabajo antropológico: recorrió las calles, hurgó los umbrales, giró en las ochavas mitológicas. Pero para llegar hasta Él es necesario un trabajo arqueológico mucho más intenso. El barrio está allí; Adán está ahí...sepultado, pero esperando.
Como dijo Cortázar en 1949: "...a los más jóvenes toca ver si actúa como fuerza viva, como enérgico empujón hacia lo de veras nuestro. Estoy entre los que creen esto úlimo y se obligan a no desconocerlo".