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Saou Ichikawa - Joroba

viernes, 14 de noviembre de 2025



► Título original: ハンチバック
► Traducción: Andrés Barba Muñiz
► Año: 2023
► Edición:  Letras de Plata (2025)
► Páginas: 128


Recuerdo que hace unos meses salieron a flote en Twitter fragmentos de un reportaje sobre asistentes sexuales a personas con discapacidad que avivó, aunque fuera con la vehemente fugacidad que permiten las redes sociales, una conversación que sigue provocando entre la mayoría de la población unos niveles de vergüenza e incomodidad difíciles de reconocer. Sí, con mayor frecuencia de la que nos atreveríamos a admitir, sexo e invalidez son conceptos cuyo emparejamiento va asociado a lo grotesco. Imaginar a una persona dependiente teniendo relaciones íntimas es un escenario que preferimos mantener tras la puerta de una ignorancia feliz. En Joroba, su provocadora e inclasificable novela debut, Saou Ichikawa revienta esa puerta de una patada y nos ofrece una visión sin paliativos sobre cómo se vive el deseo en un cuerpo disidente que lucha por reivindicar su derecho al orgasmo.

Shaka, la protagonista de la novela, es una joven aquejada por una enfermedad degenerativa que ha atrofiado su sistema muscular. Confinada en una silla motorizada y obligada a respirar a través de un tubo que se obstruye constantemente de viscosa mucosidad, Shaka utiliza diversos pseudónimos para publicar en Internet oscuras fantasías eróticas, reportajes sobre locales de intercambio de parejas y tuits agresivamente polémicos en los que manifiesta, entre otras lindezas, su deseo de convertirse en prostituta de lujo. Sin embargo, la mayor ambición de Shaka es quedarse embarazada, si bien el sueño imposible de la maternidad está fuera de su alcance, al menos para tener la posibilidad de abortar como una mujer normal.

Así, entre agudas observaciones sobre feminidad, capacitismo e inaccesibilidad a ciertos espacios que se autoproclaman inclusivos, Saou Ichikawa redefine los límites de la funcionalidad con un amargo sentido del humor que alumbra zonas sobre las que a menudo apartamos deliberadamente la mirada. La protagonista de Joroba, que bien podría haberse nutrido de las experiencias personales de la autora, es una mujer inteligente, instruida y económicamente solvente que relata las miserias cotidianas de su enfermedad con una falta de escrúpulos que no por repetitiva resulta menos demoledora. Así, Joroba no es solo un diario pormenorizado de precarios protocolos higiénicos, sino un intento por reclamar, desde una dignidad mayúscula, la humanidad de un cuerpo que para el mundo es sencillamente monstruoso.

A pesar de su extrema brevedad, Joroba es un texto radicalmente transgresor, atípico y heterodoxo que no se deja encasillar con facilidad ni buenos modales y donde surgen emociones que solo se pueden expresar con onomatopeyas o un emoticono. A ratos metódica y lúcida, a ratos bastante pueril y superficial, pero siempre honesta, la novela de Ichikawa contiene afiladas reflexiones sobre el papel marginal que asignamos en la sociedad a las personas deformes, y de cómo esa discriminación engendra sentimientos de rechazo, soledad y abandono capaces de eclosionar en un desarraigo anestésico. En su punto más álgido, la protagonista de Joroba encuentra entre los trabajadores de la residencia donde recibe cuidados varias veces en semana un sujeto dispuesto a aceptar los términos y condiciones de un pacto tan insólito como perverso. Pero claro, ¿hasta qué punto estamos moralmente autorizados a vapulear los preceptos de un contrato consentido? ¿Nos hemos acostumbrado a mirar por encima del hombro a unos individuos cuya autonomía es el himno de un estado utópico? Haciendo gala de un clamoroso desinterés por resultar amable o decorosa, Joroba desafía las convenciones de la narrativa y nos obliga a mirar la cara más asimétrica de una sexualidad tabú.


«Cuanto más vivía, más se desmoronaba mi cuerpo hasta adoptar una forma cada vez más aberrante. No se desmoronaba hacia la muerte. Lo hacía más bien para vivir, se desmoronaba como testimonio de todo el tiempo que había resistido.»


★★★

Haruki Murakami - Primera persona del singular

lunes, 14 de marzo de 2022



Título original: Ichininshou tansu
Traducción: Juan Francisco González Sánchez
Año: 2020
Edición:  Tusquets Editores (2021)
Páginas: 288


Al reencontrarme con Murakami después de tanto tiempo he podido comprobar que el vínculo que se establece con ciertos escritores no se deteriora con el paso de los años. Es entrar en la primera página de Primera persona del singular y reconocer de inmediato una atmósfera sumamente familiar donde lo mismo encuentras sexo raro que un profundo desconcierto vital. Aunque me gusta mucho más el Murakami de larga distancia, he disfrutado las historias que aparecen en esta nueva colección de relatos donde el autor japonés utiliza el narrador en primera persona para difuminar los límites entre realidad y ficción con el sugerente magnetismo que le caracteriza.

Así, en la evocadora y sensual «Áspera piedra, fría almohada», Murakami sienta el tono que dominará toda la colección por medio de una historia en la que el protagonista relata su desconcertante polvo con una escritora de tankas —un tipo de poesía tradicional japonesa—. Murakami aprovecha el encuentro de los cuerpos para reflexionar sobre nuestro concepto de intimidad y de la extraña pero conmovedora conexión que puede establecerse entre dos individuos que coinciden, a veces, de manera tan momentánea como fortuita. En «Flor y nata», lo que en principio parece una cruel broma se transforma en un revelador acertijo. Tirando de su vena más filosófica, Murakami entreteje un enigmático relato en el que el protagonista trata de resolver un problema de difícil solución.

«Charlie Parker Plays Bossa Nova» es una genial demostración del imaginario murakamiano que pone de manifiesto el potencial de la ficción como creador de universos alternativos. A Murakami le basta un inocente arranque de creatividad para catapultarnos al epicentro de un delirio onírico donde el mundo real y el fantástico convergen en forma de singular relato. Otra de las piezas más destacadas de la colección es «Carnaval», en la que Murakami vuelca su gusto por la música de Schumann y se regodea sin tapujos —y sin importarle lo más mínimo las carencias que se le achacan a la hora de retratar a los personajes femeninos— en la extrema fealdad de una mujer que parece ocultar un lado turbio tras una máscara de refinamiento. Cabe mencionar además la simpática «Confesiones de un mono de Shinagawa», en la que un simio parlante admite robar los nombres de las mujeres de las que se enamora, provocando que estas acaben padeciendo esporádicas lagunas mentales.

Ingeniosa, impredecible y de carácter introspectivo, aunque también algo irregular, Primera persona del singular es una buena colección de relatos que bien pudiera constituir la puerta de entrada idónea al particular universo narrativo de Haruki Murakami. Con frecuencia, los personajes de Murakami se ven zarandeados por la incertidumbre, incapaces de dar una explicación sencilla a cuestiones que para el resto de los mortales pudieran parecer más bien peregrinas. Quizá tenga algo que ver la curiosa tiranía de un lenguaje que tiene una palabra para definir la costumbre de apilar por todas partes los libros que no se leen, pero que encuentra dificultades a la hora de expresar todas las tonalidades de la emoción humana. Para llegar ahí, a ese espacio donde algunos escondemos sentimientos que somos incapaces de nombrar, siempre nos quedará Murakami.


«Quedaríamos expuestos a la intemperie de este mundo despiadado si no nos ocultásemos, en parte al menos, bajo el escudo protector de una máscara.»


PUNTUACIÓN: ★★★

Kazuo Ishiguro - Klara y el Sol

martes, 1 de marzo de 2022



Título original: Klara and the Sun
Traducción: Mauricio Bach
Año: 2021
Edición:  Anagrama (2021)
Páginas: 336


Si El gigante enterrado era una pintoresca interpretación del género fantástico, en su primera novela tras ganar el Nobel de Literatura en 2017 Kazuo Ishiguro (Nagasaki, 1954) se adentra de lleno en el territorio de la ficción especulativa. Y lo hace resuelto, sin titubeos, sin dejar entrever ni un solo segundo la inexperiencia o la inseguridad del primerizo. En realidad, muchos de los temas que Ishiguro aborda en Klara y el Sol ya aparecían en Nunca me abandones, uno de sus trabajos más populares —si no el que más—, pero en esta ocasión no de forma tan intangible ni soterrada. Atrás quedaron las insinuaciones y las sugerentes medias tintas: aquí, robots e inteligencia artificial se dan cita abiertamente para configurar un relato que es más humano que nunca.

La narradora de la novela es Klara, una Amiga Artificial que se alimenta de energía solar y que está destinada a servir como compañía para adolescentes taciturnos. Curiosa, analítica y dotada de una excepcional capacidad de observación, Klara ve pasar los días desde un expositor comercial a la espera de que alguien quede prendada de ella y decida llevársela a casa. Durante los primeros compases de la novela, Klara contempla el mundo que se despliega ante sus ojos virtuales con una mezcla de fascinación e incertidumbre, intercambia impresiones con otra androide llamada Rosa y, en general, se deja sorprender por la indescifrable conducta de las personas que pasan frente a la tienda sin percatarse de su existencia. Sin embargo, la «vida» de Klara da un vuelco cuando finalmente Josie, una niña aquejada por una extraña dolencia, decide comprarla para aliviar su soledad.

A partir de ese momento, Ishiguro pone en marcha los sofisticados engranajes de su maquinaria narrativa y despliega ante el lector una historia tan misteriosa como apasionante, siempre marcada por las sutilezas y los espacios en blanco. Al igual que Klara, asistimos expectantes al devenir de los acontecimientos, tratando de vislumbrar hacia dónde nos lleva de la mano Ishiguro y qué tenebrosas sombras esconden los resquicios de su universo distópico. En Klara y el Sol, Ishiguro exhibe una vez más su característica sensibilidad literaria hilvanando una novela pausada pero emocionante que, aun sin poseer un ápice de originalidad, indaga con audacia en las complejidades de lo que significa ser humano y nos recuerda las dificultades que siempre afrontará la tecnología en su empeño por reproducir todo aquello que nos identifica. La amistad, el amor, el sufrimiento, la maternidad e incluso la espiritualidad… ¿puede todo el espectro de la experiencia humana codificarse en forma de bits? ¿Puede un simple conjunto de algoritmos demostrar más lealtad, compromiso y compasión que un ser de carne y hueso? Aunque la fórmula de Ishiguro deja en el aire más cuestiones de las que resuelve —práctica que quizá ponga de los nervios a más de uno—, puede afirmarse que su efectividad continúa a día de hoy totalmente intacta.  


«Al mismo tiempo, lo que empezaba a tener claro era hasta qué puntos los humanos, en su obsesión por evitar la soledad, hacían maniobras que resultaban muy complejas y difíciles de entender».


PUNTUACIÓN: ★★★☆

Natsume Sōseki - Más allá del equinoccio de primavera

lunes, 18 de marzo de 2019



Título original: 彼岸過迄 (Higan Sugi Made)
Traducción: Yoko Ogihara, Fernando Cordobés
Año: 1912
Edición: Impedimenta (2018)
Páginas: 336


El pasado mes de noviembre se publicaba —como viene siendo habitual, bajo la mano de Impedimenta— una de las pocas novelas de Natsume Sōseki que permanecían inéditas en castellano. A pesar de que no se encuentra entre las más conocidas, Más allá del equinoccio de primavera (1912) poco o nada tiene que envidiar a otras grandes obras del maestro japonés como Kokoro (1914) o Soy un gato (1905). 

Escrita casi al final de su vida, la entrañable historia de Keitaro Tagawa, un joven recién graduado que trata de abrirse hueco en el competitivo mundo laboral, posee la arrebatadora desazón existencial que suele impregnar la narrativa de Sōseki. Abatido por una agotadora e infructífera búsqueda de empleo, Keitaro languidece bajo el peso de la monotonía hasta que se cruza con un enigmático individuo llamado Morimoto, trabajador en una estación de ferrocarril que le llenará la cabeza de relatos delirantes y anécdotas pintorescas. Su amistad con Morimoto le contagiará el gusto por las historias ajenas, haciendo crecer en su interior una insaciable necesidad de desentrañar el extraordinario misterio por el que se caracterizan las relaciones humanas.

La repentina e inesperada desaparición de Morimoto, que huye dejando tras de sí únicamente una misiva y un bastón tallado a modo de regalo, proporciona el contexto idóneo para que Keitaro se convierta en el protagonista de su propia aventura. Enfrascado de nuevo en su propósito —mucho más laborioso de lo que imaginaba para alguien con su nivel de educación— de encontrar una ocupación con la que ganarse el sustento, Keitaro acude al encuentro de un antiguo compañero de estudios llamado Sunaga. Tras una impredecible y precipitada cadena de acontecimientos, Keitaro se verá ejerciendo de espía para Taguchi, tío de Sunaga, quien le ordena seguir los pasos de un desconocido fácilmente reconocible por un lunar en el entrecejo.

Así, bajo esta premisa algo murakamiana, Natsume Sōseki construye una novela sorprendente y polifacética en la que su protagonista irá cediendo el testigo de la narración hasta convertirse, como el lector, en mero observador del intrincado tapiz humano que se despliega entre las páginas de Más allá del equinoccio de primavera. Demostrando un asombroso dominio de ambos registros, Sōseki entrelaza la detectivesca trama de Keitaro con una demoledora tragedia amorosa que involucra al desdichado Sunaga y a su encantadora prima Chiyoko. 

Como viene siendo habitual en sus novelas, Sōseki somete los dictados del corazón a los designios del destino, dos conceptos a menudo enfrentados que cobran, en manos de Sōseki, un estrepitoso y fatal cariz. Con su estilo luminoso y ligero, Sōseki es capaz de sondear las abismales simas de la naturaleza humana, diseccionando emociones complejas y contradictorias con precisión quirúrgica. Tal y como el Keitaro de la novela, uno abandona la lectura de Más allá del equinoccio de primavera con la certeza de que algo «ha agitado su ser, ha permeado hasta llegar a las capas más profundas, donde se ha decantado»


«Vivir en una gran ciudad le permitía no solo soñar con países y gentes exóticas, sino deleitarse en la contemplación de mujeres normales y corrientes que veía a diario en los tranvías, de hombres con los que se cruzaba cuando salía a pasear. Pensaba que, tras su apariencia de normalidad, todos ellos escondían algo fuera de lo común bajo el forro de sus abrigos, en las mangas. Deseaba mirar ahí dentro, echar un vistazo a lo extraordinario y fingir después que no había ocurrido nada».


PUNTUACIÓN: ★★★☆

Haruki Murakami - La muerte del comendador (Libro 1)

domingo, 7 de octubre de 2018


«Avanzábamos en la vida no solo con lo que teníamos entre las manos o lo que pudiéramos obtener del futuro. También avanzábamos con lo que ya habíamos perdido».


Título original: Kishidancho Goroshi
Traducción: Yoko Ogihara, Fernando Cordobés
Año: 2017
Editorial: Tusquets
Páginas: 480


Haruki Murakami ha vuelto. Pero... ¿acaso ha llegado a irse alguna vez? Los chascarrillos que proliferan cada año a cuenta de las quinielas para el Nobel, unido a los incesantes "rescates" a los que se ve sometida su obra, pueden producir la sensación de que el escritor japonés más polarizado de todos los tiempos nunca ha desaparecido completamente de nuestras vidas. La realidad, como vemos, no es algo tan sencillo de dilucidar. A lo largo de su extenso e inconfundible cuerpo narrativo, Murakami lleva ocupándose de emborronar la frontera entre el mundo de los sentidos y el de las fantasías oníricas hasta conseguir que ambos se solapen como dos caras de una misma moneda. Novelas como Kafka en la orilla, After Dark, Crónica del pájaro que da cuerda al mundo, El fin del mundo y un despiadado país de las maravillas o, muy especialmente, la orwelliana 1Q84 constituyen hitos contemporáneos del cautivador realismo mágico al que Murakami suele arrojar a sus personajes. 

La muerte del comendador es la última incorporación a esta larga lista de novelas que desafían los patrones establecidos de la literatura convencional. Su anónimo protagonista es un afamado retratista de 37 años que se sumerge en una profunda crisis existencial después de que su pareja le pida el divorcio de manera absolutamente inesperada. Sumido en una devastadora espiral de confusión y tristeza, el narrador se embarca en un errático viaje por carretera en dirección al norte del país, donde finalmente se instala en una casa aislada en mitad de las montañas que pertenece al padre de un viejo conocido suyo. El descubrimiento en el interior del desván de un cuadro titulado La muerte del comendador desencadenará una serie de acontecimientos tan perturbadores como inexplicables que llevarán al protagonista a cuestionarse su propia identidad, caracterizada hasta el momento por la falta de propósito y una anodina pasividad.

Así, el protagonista de La muerte del comendador, que sigue obedeciendo una vez más al marcado perfil de sus predecesores, trata de recomponer los pedazos rotos de su vida impartiendo clases de pintura en un centro asociativo y manteniendo esporádicos encuentros sexuales con algunas de sus alumnas. No obstante, cuanto más trata de evadirse de su pasado, marcado por la pérdida de inspiración artística y por la trágica muerte de su hermana pequeña, más fuerza ejercen sobre él las incógnitas que comienzan a erigirse a su alrededor. La revelación del misterio que supone el cuadro, inspirado en la ópera Don Giovanni de Mozart, acciona una serie de engranajes ocultos en la historia que sencillamente resultan imposibles de ignorar. Con estudiada familiaridad, Murakami nos invita a caer por su particular madriguera de conejo hacia una absorbente madeja de hilos narrativos que, en aras del suspense, no parecen alcanzar ninguna conclusión satisfactoria en este primer volumen de La muerte del comendador.

Por suerte, la fascinante y surrealista escenografía murakamiana no se nutre de soluciones coherentes ni explicaciones racionales, sino que se basta a sí misma para despertar el más absoluto sentido de la maravilla. Solo Haruki Murakami es capaz de mezclar ingredientes tan dispares y conseguir que el conjunto adquiera una despampanante y enigmática solidez. Entre la vigilia y el sueño, Murakami traza mediante motivos recurrentes, sí, pero igual de eficaces, un descorazonador boceto de la absurda condición humana contemporánea, donde la incomprensión, la soledad y la alienación monopolizan cualquier intento de conexión con nuestros semejantes. A falta del segundo volumen, que nos llegará traducido al castellano el próximo mes de enero, este primer libro de La muerte del comendador se me antoja como una excepcional oportunidad de regresar al universo literario de Haruki Murakami y disfrutar de una fórmula vigorizada para la que aún nadie ha encontrado sustitución. 

PUNTUACIÓN: 

Reseñas breves [164 - 167]

miércoles, 13 de septiembre de 2017


A pesar de que 2017 no está siendo, ni de lejos, mi año más productivo en términos literarios, poco a poco voy recuperando mi ritmo habitual de lecturas. Eso se traduce en una cantidad importante de reseñas acumuladas (porque, como sabéis, me gusta comentar aunque sea brevemente todos los libros que pasan por mis manos). Los cuatro que traigo hoy me han dejado sensaciones muy dispares: desde la amarga decepción hasta el más febril entusiasmo. Algunos son de autores consagrados, mientras que otros pertenecen a jóvenes promesas. Sin embargo, todos dan buena muestra de mi gusto ecléctico e incapaz de suscribirse a un género en concreto. ¿Qué le voy a hacer, si mis padres no me inculcaron la virtud de decir que «no»?


#164. Osamu Dazai - Recuerdos

Después de haber leído Indigno de ser humano, Colegiala y ahora esta colección de relatos titulada Recuerdos, puedo decir sin ninguna duda que Osamu Dazai se ha convertido en uno de mis escritores japoneses favoritos. Su prolífica trayectoria literaria es tan fascinante como atormentada era su vida. Dazai fue un hombre acosado por terribles sufrimientos y su visión de las relaciones humanas estaba condicionada por una perspectiva pesimista de la vida que siempre trató de volcar en la literatura, cuando no en una tentativa de suicidio. A pesar de sus profundas inquietudes y la tenebrosidad de sus pensamientos, Dazai consigue mantener intacto un estilo que solo me atrevo a calificar de luminoso. En este volumen publicado por Satori, editorial especializada en literatura japonesa, encontramos siete relatos maravillosamente seleccionados que pretenden abarcar la entera producción literaria de Dazai. El escritor nipón se inspira en diversos episodios de su propia vida (de ahí el título de la obra) para reflexionar sobre la construcción del individuo, la identidad, la memoria, la naturaleza y las siempre intrincadas relaciones familiares (de las que Dazai, proviniendo de un clan bastante numeroso, sabía unas cuantas cosas). Además de contar con una fantástica introducción que contextualiza cada relato, Recuerdos ofrece una experiencia de lectura singular, marcada por la prosa diáfana e inspiradora —y a veces incluso humorística— de Osamu Dazai. 

★★★★


#165. Stephanie Danler - Dulceagrio

Nunca pensé que el éxtasis culinario se pudiera alcanzar sin tener que emplear el sentido del gusto. Pero así es. Olvida todo lo que sabes de cocina: lo primero que te enseña este libro es cómo se usa el paladar. Y es que el debut literario de Stephanie Danler es uno de los ejercicios narrativos más audaces, ingeniosos y estimulantes que he leído en mucho tiempo. En tan solo un par de páginas ya te verás atrapado por el feroz torbellino sensorial en el que Danler convierte la ciudad de Nueva York, a donde Tess, la ingenua e inexperta protagonista, acude con el objetivo de medrar en su carrera de camarera y descubrir, de paso, alguna que otra cosa sobre sí misma. Dulceagrio parece el clásico relato de iniciación cuyo protagonista se embarca en un delirante viaje de autodescubrimiento mientras realiza sus primeros escarceos con las drogas y el sexo. Y en cierta medida lo es. Pero Danler, en su atrevimiento con las formas, no tanto con el planteamiento ni con el desarrollo, consigue hacer pasar por nueva una historia que ya hemos oído miles de veces. La prosa de Danler, revestida de un sobresaliente erotismo gastronómico, nos conduce por un fascinante universo donde la estricta disciplina de los restaurantes deja paso a la efusividad de los fogones. Si bien no es una historia rompedora ni revolucionaria, Dulceagrio nos brinda la magnífica oportunidad de ahogar los reveses cotidianos en un menú compuesto por suculentos platos, aromas embriagadores y alguna que otra cata de vinos de lo más reconstituyente. Todo ello acompañado por las afiladas observaciones de Tess sobre esa explosión de sensaciones que es el paso a la madurez.   

★★★½



#166. Gemma Files - Experimental Film

Hace apenas unos meses comenzó su andadura editorial un nuevo proyecto especializado en literatura de terror. Con tan solo tres títulos publicados, La biblioteca de Carfax promete convertirse en todo un referente del género en nuestro país, apostando por clásicos como James Herbert y Edith Nesbit, pero también por voces jóvenes y prometedoras como la de Gemma Files, de cuya última novela me ocupo hoy. Experimental Film es una obra concienzuda y muy absorbente que indaga en los entresijos de la industria cinematográfica al mismo tiempo que en los miedos más íntimos de la protagonista, una crítica de cine ya retirada que se obsesiona con la obra perdida de quien podría ser la primera directora de cine de Canadá. La extraña desaparición de Iris Dunlopp y su relación con la esfera de lo sobrenatural sirven como punto de partida para una investigación absolutamente fascinante que traza un recorrido por la trágica biografía de la cineasta. A medida que se van esclareciendo los misterios sobre dicha figura, Gemma Files va tensando las cuerdas psicológicas de los personajes, construyendo una atmósfera inquietante y enfermiza que recuerda inevitablemente a títulos como Última sesión. A pesar de una primera mitad sobresaliente, Experimental Film me ha dejado un sabor agridulce. Por un lado, la voz narradora se vuelve extremadamente repetitiva hacia el último tercio, mientras que el hilo grueso de la trama alcanza una conclusión, para mí, bastante insatisfactoria en un final que se alarga demasiado, dando al traste con la minuciosa y delicada elaboración de la que Files hace alarde durante el resto de la novela. Aún así, me ha gustado la experiencia que proporciona Experimental Film y pienso estar muy al tanto de las próximas novedades relacionadas con la autora.   

★★½


#167. Amélie Nothomb - El crimen del conde Neville

La última novela de Amélie Nothomb es, como casi todas las demás de la autora, un divertimento frugal que tiene en su brevedad una de sus mayores bazas. Sin tiempo para desarrollar argumentos ni personajes excesivamente enrevesados, las obras de Nothomb suelen escudarse en el efectismo más rudimentario. El crimen del conde Neville no es ninguna excepción. Sin embargo, Nothomb también aporta un refrescante histrionismo narrativo cuya evolución es siempre digna de observar. Homenajeando al mítico relato de Oscar Wilde, Amélie Nothomb carga las tintas contra una decadente clase aristócrata que vive demasiado absorta en sí misma como para preocuparse del mundo que la rodea. Por esta especie de sátira tragicómica desfila una variopinta galería de personajes, entre los que destaca Sérieuse, una adolescente que parece recién sacada de Las vírgenes suicidas, y su padre, Neville, último eslabón de una estirpe que parece condenada a desaparecer y sobre el que pesa una lapidaria profecía, a saber, que matará a uno de los invitados durante su próxima fiesta. Neville, preocupado por tan aciago presagio, trata de discernir quién se convertirá en su víctima mientras reflexiona sobre la existencia o no del destino, así como del futuro que le espera a los suyos si dicho crimen llega a cumplirse. Entre hilarantes diálogos y escenas de lo más esperpénticas, Amélie Nothomb nos ofrece una lectura entretenida, sorprendente y liviana, perfecta para adentrarse en el polifacético universo de la escritora belga.

★★★

Yukio Mishima - El rumor del oleaje

lunes, 16 de enero de 2017



Título original: Shiosai
Traducción: Keiko Takahashi y Jordi Fibla
Año: 1954
Editorial: Alianza Editorial
Páginas: 216
Valoración: ★★★☆


Tras Confesiones de una máscara, prosigo mi incursión en la obra de Yukio Mishima con la que es una de sus obras más conocidas, El rumor del oleaje. Elegante y atmosférica, la novela de Mishima es una entrañable historia de amor primerizo, pero también un hermoso lienzo donde se dibujan las vidas de una pequeña comunidad de pescadores en el Japón inmediatamente posterior a la Segunda Guerra Mundial. Con su envolvente y característica prosa, el escritor nipón demuestra una habilidad pasmosa para trasladarte a la remota isla de Utajima y que puedas percibir sus paisajes, costumbres, supersticiones, aromas o incluso el embate de la marea. El mar, de hecho, es una presencia constante en la novela, no solo como medio para ganarse el sustento, sino como entidad de orden divino al que los habitantes de Utajima rinden culto y le dirigen sus peticiones de buena fortuna. 


«El mar era el lugar donde se ganaba la vida, un campo ondulante en el que, en lugar de espigas de trigo mecidas por la brisa, la blanca y amorfa cosecha de olas ondeaba eternamente por encima del azul uniforme de un suelo delicado y productivo».


El romance que surge entre Shinji, un joven curtido en las lides de alta mar que se encarga de proveer para su familia tras la muerte de su padre, y Hatsue, la hija del naviero más rico del pueblo, transmite un enternecedor candor juvenil capaz de sobreponerse a los diferentes obstáculos que les salen al paso. Los breves, intensos y casi siempre clandestinos encuentros que mantienen ambos jóvenes están cargados de un erotismo sutil y ardorosos cruces tanto de palabras como de miradas. Quizá por el pudor propio de la edad, el descubrimiento de nuevas sensaciones o, como el propio Mishima recalca en varias ocasiones a lo largo de la novela, la condición de aislamiento cultural en que se encuentra la isla respecto a otras grandes ciudades expuestas a la ocupación norteamericana, Shinji expresa su desconocimiento en materia de interacción con el sexo opuesto por medio de movimientos tímidos, titubeantes y cohibidos, o incluso de una frustrante inacción que produce desasosiego.


«Los jóvenes de la ciudad aprenden pronto las peculiaridades del amor gracias a las novelas, el cine y otros medios de información, pero en Utajima prácticamente no había modelos que seguir. Así pues, por mucho que meditara al respecto, Shinji no tenía la menor idea de lo que debería haber hecho durante los preciosos minutos transcurridos durante el trayecto entre la torre de observación y el faro, cuando estuvo a solas con ella. No le quedó más que un profundo remordimiento, la sensación de que había dejado de hacer algo importante».


Afortunadamente, no se trata de un amor edulcorado o empalagoso; más bien, Mishima consigue retratar la pasión entre Shinji y Hatsue como una fuerza más de la naturaleza, un impulso puro, pausado pero constante, que acaba agotando la paciencia de sus contrincantes, puliendo el carácter y sacando a relucir lo mejor de cada individuo. Y es que, una vez más, amor y adversidad parecen ir unidos de la mano. Mishima explora los prejuicios de la sociedad en el ámbito matrimonial cuando existe una diferencia de poder adquisitivo entre ambas partes o cuando uno de los miembros se convierte en objeto de conquista por parte de varios contendientes, en este caso, Yasuo, presidente de la Asociación de Jóvenes del pueblo, persuasivo y con dotes de líder, y la ingenua Chiyoko, una chica acomplejada por su fealdad. Los dos se fijarán en Hatsue y Shinji respectivamente, convirtiéndose en los vértices restantes de un explosivo cuadrado amoroso que amenaza con acarrear consecuencias desastrosas. Por si fuera poco, en un momento de la novela Shinji se verá obligado a superar una prueba de mérito que recuerda a las gestas clásicas y que validará o no su derecho al idilio romántico.

En líneas generales, El rumor del oleaje es una obra sencilla, de ritmo pausado y conciencia lírica que seguramente no destaque por ser una de las más brillantes del autor, pero que reporta una lectura reconfortante y placentera donde se apela fervientemente a los valores tradicionales, así como al espíritu de superación (ese «empuje» del que hace gala Shinji) tan característico del pueblo japonés. Me ha gustado sobre todo el trabajo de ambientación, perfecto para familiarizarse con los pormenores de la vida marítima, y la tierna historia de amor que surge entre los protagonistas, que si bien se aleja mucho de ser extraordinaria, goza de un arrebatador encanto que, eso sí, no es tan fácil de encontrar.

Reseña "El efecto del aleteo de una mariposa en Japón"

miércoles, 22 de enero de 2014

Título: El efecto del aleteo de una mariposa en Japón
Autora: Ruth Ozeki
Saga: -
Año: 2013
Editorial: Planeta
Páginas: 512
Precio: 21.00 €
Entre las páginas de este libro se halla el diario de una niña llamada Nao. Arrastrado por las olas de un tsunami, ha cruzado todo un océano para llegar a su destino. Cambiará la vida de quien lo encuentre. Quizá también la tuya. «Inteligente, humana, especial. Estoy enamorada de esta novela.» A lice Sebold, autora de Desde mi cielo «Ozeki provoca un impacto emocional en el lector. Una obra de arte, rotundamente.» Kirkus Review «Cautivadora, inteligente, divertida y desgarradora, a veces todo ello en la misma página.» Junot Díaz.

Opinión


¿Verdad o no? Ese fue mi primer pensamiento al conocer la existencia de esta novela. ¿Es verdad que Ruth Ozeki encontró un diario en la orilla de una playa, un diario arrastrado por el devastador tsunami de 2011 y que simplemente nos relató su contenido? Un diario que la llevó a escribir El efecto del aleteo de una mariposa en Japón, ¿podría acaso eso ser cierto? Llegados a este punto tengo que reconocer que en eso El efecto del aleteo de una mariposa en Japón se parece tremendamente al comienzo de Memorias de una geisha (recomendadísima novela), y que me temo que yo sigo siendo un poco inocente a estas alturas. Pero lo cierto es que aunque quizás la frase que nos encontramos en la portada del libro no se corresponda exactamente con la realidad, considero El efecto del aleteo de una mariposa en Japón una novela imprescindible para todo lector que quiera conocer un poco mejor la cara real del país. Y es que a veces, la gran mayoría de nosotros, tenemos en un principio una idea errónea sobre Japón. Fruto de programas como Callejeros y sus variantes nos enamoramos de la parte exótica, de la arquitectura, de las rarezas (¿cafeterías con gatos?) y nos olvidamos de la parte real. El verdadero Japón. El que no nos muestran pero que siempre e inevitablemente está ahí fuera. El Japón del abuso escolar, del suicidio, de la prostitución de menores para comprarse algún que otro capricho. El del sistema escolar que pone los pelos de punta, el de los pobres salaryman, en pocas palabras, el Japón de Nao.
     
Si sois lectores  más o menos asiduos a la literatura del país del sol naciente, los temas que se tratan aquí no os parecerán tan nuevos, pero en su totalidad la novela sorprende. Sorprende más que nada la crudeza de las situaciones, la crudeza con la que están empapados los actos más cotidianos de la vida de nuestra joven protagonista. Lo curioso es que sin ser algo realmente novedoso, la mezcla entre la típica novela japonesa (englobando casi todos sus elementos más característicos) junto a un toque mucho más occidental, provoca que El efecto del aleteo de una mariposa en Japón sea una novela peculiar incluso sin ser algo novedoso. Y es que aquí el planteamiento es más bien simple. Por un lado tenemos a Nao, una chica de origen japonés que ha vivido la gran parte de su vida en Estados Unidos. Sin embargo cuando su padre perdió su empleo en Estados Unidos se vieron obligados a volver a Japón para empezar desde cero. Sin amigos, con unos ahorros mediocres, y con un conocimiento de japonés bastante deprimente, la vida de Nao dio un giro bastante brusco en ese momento. Víctima de incontables y horripilantes abusos escolares, un padre sumido en una gran depresión que lo lleva a buscar continuamente un pasatiempo tras otro, lo cierto es que la vida de Nao no resulta para nada fácil. Por otro lado tenemos a Ruth, la propia autora de la novela (también de origen japonés), que un buen día mientras caminaba por la playa en compañía de su extravagante marido se encontró con una bolsa que en un principio pensó que era tan solo basura, resultando ser al final algo mucho más importante: el diario de Nao. Como podéis ver, se trata de una premisa bastante sencilla. Tenemos dos voces narradoras -separadas por un pequeño lapso temporal- que se van intercalando a lo largo de toda la novela. Pero al mismo tiempo no es tan simple como parece. Y es que a medida que van pasando las páginas entre nuestros dedos y, a medida que vamos conociendo más detalles de la vida de Nao, las piezas que nos va soltando de una forma progresiva van tomando la forma adecuada para atraparnos casi totalmente.

Mezclando el Japón más real, con incontables referencias a su cultura que llenan decenas de pies de página con sus respectivas notas explicativas, con numerosas frases y palabras en japonés que le sacarán más de una sonrisa al lector al reconocer alguna, y una ambientación totalmente impecable y para nada monótona, pero también referencias a hechos que han impactado a todos nosotros como el 11-S junto a  la caída de las torres gemelas, lo cierto es que El efecto de un aleteo de una mariposa en Japón resulta ser una combinación perfecta entre los temas más orientales con algo que todos tenemos muy presente incluso hoy en día. Otra cosa buena que tiene es que a pesar de ser dos voces narrativas bien diferenciadas, nosotros no somos los únicos que vamos conociendo a Nao de una forma progresiva. Y es que Ruth, la escritora, la autora y a la que parece que va destinado el libro, se implica en la lectura del diario de Nao de tal forma que nos resulta difícil no compartir con ella esa necesidad constante de saber más sobre ella. Sobre por qué una chica como Nao decidió relatarnos la historia de su bisabuela (una monja budista) o por qué su padre se comporta de la forma en la que se comporta y por qué su madre no logra ver lo que está pasando en su familia. Y lo más importante de todo, ¿seguirá Nao con vida? A esas preguntas y a muchas más intentará respondernos Ruth a medida que nos vayamos acercando al inevitable final.

Y es que el final de El efecto del aleteo de una mariposa en Japón es quizás uno de los finales más interesantes que haya leído en muchísimo tiempo y que saca a la superficie quizás un concepto un poco complejo, pero que no por ello deja de ser muy impactante, dejando así a cada lector sacar su propia conclusión al respecto. En resumidas cuentas puedo decir que El efecto del aleteo de una mariposa en Japón es una novela tremendamente bien pensada, compleja en cierta medida pero de fácil comprensión, que juega continuamente con lo que sabemos y los detalles que nos faltan por saber para incitarnos a seguir leyendo para llegar hasta el final. Lleno de temas que son cercanos a todos nosotros en mayor o menos medida y una fuente enorme de conocimientos sobre el país nipón, indudablemente es un libro que recordaré con muchísimo cariño en mi corazón.

Puntuación

El efecto del aleteo de una mariposa en Japón, Ruth Ozeki


8# Los de Impedimenta...

martes, 19 de julio de 2011

¡Hola chicos! Siento no haber pasado por aquí, pero estoy enganchada a varias lecturas al mismo tiempo por lo que me quitan una buena parte de mi tiempo libre. Durante la próxima semana os traeré un par de reseñas, con muy buenas notas por ahora.  Uno de los motivos principales que me llevaron a hacer el especial de literatura japonesa fue un boletín que recibí de la editorial Impedimenta, por ello me parece justo hacer hincapié en sus títulos, además hay algunos que tienen buena pinta.

Flores de verano de Tamiki Hara
Tamiki Hara se hallaba en Hiroshima el día 6 de agosto de 1945 a las ocho y quince minutos, momento en que estalló la bomba que impondría una nueva manera de contemplar el mundo. Como él mismo describe en su impactante Flores de verano (obra ganadora del Premio Takitaro Minakami), en ese instante el autor se hallaba en una casa construida por su padre, lo suficientemente lejos del lugar de la explosión, gracias a lo cual pudo sobrevivir. Valiéndose de tres momentos narrativos diferentes, Hara narra el antes, el durante y el después de la tragedia. Con un lenguaje exento de florituras, durísimo, preciso y contundente, pero lleno de una hermosura casi poética, el autor narra cómo afloran a su alrededor la confusión, la destrucción, el horror, y lo mejor y lo peor de la condición humana. Esta obra, de una crudeza inusual, sufrió durante años la censura que prohibía a los japoneses publicar ningún tipo de escrito sobre la guerra. Es la primera vez que se traduce al castellano.

La bailarina de Ogai Mori

Hermosa alegoría sobre el amor y la renuncia, La bailarina es una de las piezas más delicadas
del japonés Ōgai Mori, máximo exponente, junto a Natsume Sōseki, de la literatura nipona de la era Meiji. Fruto del viaje de su autor a Alemania, país al que se trasladó para perfeccionar sus estudios de Medicina, La bailarina narra, casi en una imagen especular de la Madame Butterfly de Puccinni, el improbable encuentro de Toyotarō Ōta, un joven estudiante japonés, con una bailarina alemana, pobre y bellísima, que poco a poco lo va seduciendo hasta atraparlo. Toyotarō, que por educación posee un acerado sentido del honor, debe elegir entre su carrera y sus violentos sentimientos amorosos hacia la muchacha. La bailarina constituye una fábula de una sencillez pasmosa, que aúna amor, abandono y culpa. Un auténtico clásico de la literatura japonesa por fin recuperado en castellano.

Botchan de Natsume Soseki

Botchan es un indiscutible clásico de la moderna literatura japonesa y, desde hace más de cien años, una de las novelas más celebradas por los lectores de aquel país. Considerada el Huckleberry Finn nipón, y comparada también con El guardián entre el centeno, narra las aventuras de Botchan, un joven tokiota descreído y cínico, alter ego de Soseki, al que mandan como profesor a una escuela rural situada en la remota isla de Shikoku. En su nuevo destino pronto se topará con una serie de insólitos personajes, como el jefe de estudios «Camisarroja» o el «Calabaza», un triste profesor de ciencias de aspecto enfermizo y ánimo sombrío. Pero sobre todo se verá obligado a hacer frente a una auténtica caterva de fieros alumnos asilvestrados, que se consagrarán a hacerle la vida imposible. Perspicaz y penetrante, tierna y diferente, Botchan es una de las más hilarantes y entretenidas novelas japonesas de todos los tiempos.

Soy un gato de Natsume Soseki

«Soy un gato, aunque todavía no tengo nombre.» Así comienza la primera y más hilarante novela de Natsume Sōseki, una auténtica obra maestra de la literatura japonesa, que narra las aventuras de un desdeñoso felino que cohabita, de modo accidental, con un grupo de grotescos personajes, miembros todos ellos de la bienpensante clase media tokiota: el dispéptico profesor Kushami y su familia, teóricos dueños de la casa donde vive el gato; el mejor amigo del profesor, el charlatán e irritante Meitei; o el joven estudioso Kangetsu, que día sí, día no, intenta arreglárselas para conquistar a la hija de los vecinos. Escrita justo antes de su aclamada novela Botchan, Soy un gato es una sátira descarnada de la burguesía Meiji. Dotada de un ingenio a prueba de bombas y de un humor sardónico, recorre las peripecias de un voluble filósofo gatuno que no se cansa de hacer los comentarios más incisivos sobre la disparatada tropa de seres humanos con la que le ha tocado convivir.

Sanshiro de Natsume Soseki


Considerada la novela puente entre las dos obras maestras de Natsume Soseki, Kokoro y Botchan (Premi Llibreter 2008), Sanshiro es una deliciosa sátira que derrocha ternura y humor a la japonesa. Sanshiro es un muchacho de pueblo que se muda a la cosmopolita Universidad de Tokio para estudiar Literatura. Durante el año que permanece en la ciudad se verá obligado a confraternizar con los esnobs tokiotas, además de con temibles muchachas occidentalizadas, afamados escritores, abnegados científicos y, sobre todo, con su mejor amigo, Yojiro, un adorable granuja, una auténtica comadreja que constantemente meterá a su tímido colega en líos. Por si fuera poco, Sanshiro acabará enamorándose locamente de una muchacha con ínfulas artísticas, y esa será su perdición. Con Sanshiro, Soseki vuelve a sorprendernos con una novela que trasciende épocas y continentes, y nos dibuja un irónico retrato de esa sociedad fronteriza que fue el Japón de la Era Meiji.

7# Un cóctel variado...

sábado, 16 de julio de 2011

¿Sabéis? Son las dos y no tengo sueño, NADA. Aprovechando ese estado, os voy a dejar un par de entradas programadas para mañana o sea hoy, pues creo que no estaré. Aprovecharé la mañana y parte de la tarde para rematar mi actual lectura. Y para el domingo os traerá la reseña. Tenía varios autores en mente para la próxima entrega del especial de literatura japonesa pero al final al ser varias y muy distintas todas las posibilidad voy a optar por hacer un pequeño cóctel literario variado...espero que os guste.

Vamos a empezar con Nakamura Kou y su único libro publicado por Planeta en español cuyo precio ronda los 17,00€, bastante corto para mi gusto 200 páginas más o menos. Por cierto lo mío con esa portada es amor a primera vista y lo demás es tontería.
El protagonista y narrador de la historia es un joven japonés. Él y su novia deciden ir a vivir juntos para probar su convivencia después que él la pidiera en matrimonio y ella sugiriera primero un periodo de prueba. Poco después de esto, ella enferma de un cáncer. Debe ingresar en el hospital y él la acompaña siempre que puede, hablan de todo, se aman tiernamente, hasta que ella muere. Un tiempo después él encuentra un cuaderno suyo en el que ella había escrito su “sí quiero”.



Seguimos ahora con una de Samurais, de la editorial Quaterni (primera vez que la escucho) cerca de 350 páginas y casi 20.00€. Por cierto, es de Eiji Yoshikawa. La crítica lo pone por las nubes casi, lo mismo alguien debería darle una oportunidad, lo siento pero no es mi clase de lectura.

Takezo despierta en el desolado paraje de Sekigahara, la crucial batalla que decidió la guerra civil en Japón. Tras su vuelta a Miyamoto, donde es tomado por un forajido, conoce a Takuan, un excéntrico monje que con sus actos y palabras será quien encamine al joven Takezo, todavía casi salvaje, en la senda de su destino: convertirse en Miyamoto Musashi, el samurai que alcanzaría la leyenda.
Con este primer volumen comienza la epopeya Miyamoto Musashi, el más famoso samurai de la historia de Japón. Una extraordinaria novela de aventuras en la mejor tradición narrativa japonesa y un clásico imprescindible de la literatura nipona.


"Lo bello y lo triste" de Kawabata Yasunari que fue Premio Nobel de Literatura en 1968, lástima lo del pobre hombre, tenía lo que muchos autores desean pero al final se suicido. Editorial Planeta de nuevo. Año 2009, 7, 95€ esta vez nos sale más barato. 224 páginas por si a alguien le interesa. También por si queréis saber más sobre el autor "click".

Triángulo de amor y destrucción. Con la excusa de escuchar las campanas del templo en el Año Nuevo, Oki Toshio, un escritor casado, viaja a Kioto. Allí visitará a Otoko, antigua amante a la que había humillado. Otoko vive con su protegida Keiko, una joven amoral, sensual y apasionada de apenas veinte años, que convertirá lo que tenía que ser un encuentro nostálgico en un drama cruel, lleno de erotismo y sensualidad.

Ryu Murakami o el otro Murakami, y su "sopa de miso" ¿alguien la ha probado alguna vez? Yo sí, y la verdad no me gustó mucho. Tampoco me gustó mucho el maki de salmón y ahora no puedo vivir sin él, aish. Una recomendación, nunca, jamás, se os ocurra poner todo el wasabi en la salsa de soja, os diré una única cosa, necesitaréis agua...mucha agua. 2005, Seix Barral, 224 páginas, 16,00€.

Frank, un anodino turista norteamericano, contrata a una joven de veinte años como guía por los tugurios sexuales de la noche japonesa. El comportamiento de Frank durante el primero de los tres días que han de pasar juntos es tan extraño que Kenji cominza a sospechar que su cliente puede ser, en realidad, un asesino en serie que tiene aterrorizada a la ciudad.

A continuación un libro con una portada bastante ¿sosa? no sé, no se me ocurre otra palabra. De Mishima Yukio, curioso no sé si será ya el sueño pero no encuentro de que editorial es, pero su precio yes 8,50€.

Considerada una de las más bellas historias de amor de la literatura, "El rumor del oleaje" narra el nacimiento y consumación del idilio entre dos adolescentes situados en un mundo arcádico, primitivo y elemental: una minúscula isla japonesa en la que sobrevive una comunidad de pescadores apartada de la civilización y donde se percibe por doquier el olor salobre del mar, la fragancia de las cuerdas de cáñamo, el humo invisible de las hogueras y el rumor de un oleaje azul intenso que todo lo circunda. Guiado por su admiración hacia el modelo humano y la tradición bucólica de la Grecia clásica, que era capaz de establecer una perfecta coincidencia entre la vida humana y la misteriosa belleza de la naturaleza, Yukio Mishima (1925-1970) construye una novela inolvidable acerca de uno de los temas perennes de la literatura.


Y creo que lo voy a dejar aquí por ahora, intentaré buscar algo más interesante para las próximas. Estoy deseando irme a la cama chicos, pero no tengo sueño, no sé que será, o quizás sea cosa de HP, ¿alguien más ha llorado tanto como yo? Pero lo peor creo que no he llorado suficiente, no...para HP NUNCA va a ser suficiente. Hablado de llorar estoy deseando que me traigan "Un grito de amor desde el centro del mundo" aunque yo lo seguiré llamando "un grito de amor desde el centro de la tierra". Lloraré como una niña pequeña con esa novela, lo estoy viendo y más aun con la película y arrastraré a Nina conmigo ahora que está de vacaciones. Poco más que añadir, buenas noches y buenos días para vosotros. A todo esto ¿os ha gustado algún libro? ¡Nos leemos!

6# Yoko Ogawa: un estilo poético y distante

miércoles, 13 de julio de 2011

Yoko Ogawa nació en Okayama en 1962. Estudió en la Universidad Waseda de Tokyo. Su carrera literaria inicia en 1986 inspirada por sus lecturas de los clásicos nipones, El diario de Ana Frank y las obras de Kenzaburo Oé. Ya con su primera novela, Cuando la mariposa se descompone, obtiene en 1988 el prestigioso Premio Kaien, y desde entonces su fama no ha hecho más que crecer. Su primera novela también fue llevada a la gran pantalla y supuso su primer éxito internacional. Actualmente vive con su familia en la antigua ciudad mercantil de Kurashiki y se dedica exclusivamente a la literatura. Todas sus obras disponibles en español han sido publicadas por la editorial funambulista.




El embarazo de mi hermana
Creadora de un universo obsesivo y poseedora de una escritura de exigencia, economía y agudeza notables, Yoko Ogawa, autora de culto en Japón, Francia y Alemania, gracias a esta obra, que vendió más de 300.000 ejemplares y que fue galardonada con el prestigioso Premio Akutagawa en 1991, logró situarse en el lugar más destacado dentro de las letras niponas.
En El embarazo de mi hermana la narradora nos describe, con insólito talento y bajo forma de diario, el embarazo de su hermana mayor; y lo hace de una manera aparentemente fría y analítica aunque no exenta de ironía. Así, pasada la fase de las nauseas, la embarazada recupera su voraz apetito y se pone a engullir compulsivamente una mermelada de pomelo que le prepara su hermana, episodio clave que llevará el relato a un inesperado desenlace.
Metáfora de la soledad y del sentimiento de pérdida para la mujer japonesa de hoy en día, esta parábola se empieza leyendo con fascinación y luego no sin algo de pavor.

La fórmula preferida del profesor

«Una historia de amor, amistad y transmisión del saber...»
Auténtico fenómeno social en Japón (un millón de ejemplares vendidos en dos meses, y otro millón en formato de bolsillo, película, cómic y CD) que ha desatado un inusitado interés por las matemáticas, este novela de Yoko Ogawa la catapultó definitivamente a la fama internacional en 2004. En ella se nos cuenta delicadamente la historia de una madre soltera que entra a trabajar como asistenta en casa de un viejo y huraño profesor de matemáticas que perdió en un accidente de coche la memoria (mejor dicho, la autonomía de su memoria, que sólo le dura 80 minutos). Apasionado por los números, el profesor se irá encariñando con la asistenta y su hijo de 10 años, al que bautiza «Root» («Raíz Cuadrada» en inglés) y con quien comparte la pasión por el béisbol, hasta que se fragua entre ellos una verdadera historia de amor, amistad y transmisión del saber, no sólo matemático…
Como dice en su postfacio el profesor León González Sotos, «asistimos al emocionado ajetreo, de venerable filiación platónica, entre la anónima doméstica, el también —¿innombrable?— Profesor y el pupilo Root. Entre idas y venidas, tareas caseras y cuidados piadosos a su muy especial cliente, éste va desvelando las arcanas relaciones numéricas que los datos cotidianos más anodinos pueden encerrar.»

Perfume de hielo

Con el estilo poético y distanciado que la caracteriza, Yoko Ogawa nos ofrece otra historia tan inolvidable como la de su conocidísima novela La fórmula preferida del profesor, que se convirtió en un best-seller en su país y en el resto del mundo.
Tras el inesperado suicido de su novio, perfumista en Tokio, la joven periodista Ryoko cobra conciencia de lo poco que sabía de él. ¿Quién era Hiroyuki, el joven con el que vivía desde hacía un año? Pero, sobre todo, ¿por qué se suicidó al día siguiente de celebrar apasionadamente su primer año de vida en común? Para entenderlo, la periodista Ryoko decide realizar una investigación -gracias a los datos de la gente que conoció a su novio-, que se convertirá en un viaje al pasado de Hiroyuki, y que la llevará a Praga y a un misterio insondable relacionado tanto con el mundo de los olores como con el de las matemáticas. A través de múltiples hipótesis y búsquedas en los recuerdos propios y ajenos, Ryoko va explorando en la personalidad de Hiroyuki: una existencia llena de misterios, una realidad biográfica que era pura ilusión y una amenaza cuyo peligro sólo pudo entenderse demasiado tarde.


La niña que iba en hipopótamo a la escuela

Al cumplir doce años, Tomoko, huérfana de padre, deberá cambiar de ciudad y separarse de su madre para ir a estudiar primero de secundaria. Para ello irá a vivir a casa de su prima Mina, una lujosa mansión de estilo occidental, cerca de Kobe, donde todo es singularmente diferente: su prima se pasa el día entre libros, o jugando con cerillas, su tío (director de una conocida fábrica de bebidas) es mestizo y se ausenta misteriosamente de la casa, y su tía abuela Rosa es alemana y habla a duras penas japonés. Pero, sobre todo, en la finca (que en su tiempo había albergado un zoo) vive un hipopótamo enano, que Mina utiliza como medio de transporte para ir a la escuela primaria, debido al asma crónica que la aqueja. Esta novela (Premio Tanizaki 2006), llena de optimismo mágico y de poesía, ambientada en los años 70, se inscribe en el ciclo dedicado a la amistad y la infancia iniciado por Yoko Ogawa (la novelista japonesa más conocida en su país y fuera de Japón) con La fórmula preferida del profesor, best-seller internacional, del que se vendieron más de dos millones de ejemplares sólo en Japón.

Una entrega más del especial de literatura japonesa. Personalmente de todas sus obras la que más me llama es la de "Perfume de hielo" eso sí, las portadas me parece que dejan MUCHO que desear. ¿Habéis leído algo de la autora? ¿Pensáis hacerlo?

5# De qué hablo cuando hablo de Haruki Murakami

miércoles, 6 de julio de 2011



Corría 1978, Tokio comenzaba a disfrutar del mes de abril bajo un cielo despejado, la primavera, cada vez más presente, caldeaba la ciudad nipona invitando a sus ciudadanos a disfrutarla en su plenitud. En el estadio Jingu, los Yakult Swallows se enfrentaban a los Hiroshima Carp en el partido de apertura de temporada, era el turno de bateo del joven outfielder Dave Hilton.  No lejos de allí, en la grada externa del estadio, un japonés cercano a la treintena yacía tumbado en la hierba contemplando el encuentro, disfrutando de una cerveza y mirando de vez en cuando al cielo. En ese mismo instante, se pudo escuchar el bate de Dave impactando contra la pelota, enviándola hacia la línea exterior externa del campo. El sonido del golpe sonó en todo el estadio y llegó hasta aquel joven despreocupado, que en aquel preciso instante tomó una decisión “Ya está, voy a probar a escribir una novela”. Su elección carecía de la ambición con la que algunos se embarcan en el mundo de la literatura, él solo quería escribir una novela, del mismo modo que podría haber decidido pintar un cuadro o levantarse para volver a casa, lo importante de las decisiones, son la fuerza con la que las llevamos a cabo, y aquel joven llamado Haruki Murakami sin saberlo, había dado comienzo a una lucha que enfrentaría con ahínco.

En octubre de aquel año, con una sencilla pluma Sailor terminó la que sería su primera obra, Oíd cantar al viento. Haruki vio cumplido aquel objetivo que se había marcado y llevado por aquel ímpetu, tomó la decisión de presentarse a un concurso para escritores noveles que convocaba una revista literaria.
El tiempo pasó, el otoño dio paso al invierno y éste a la primavera, con ella llegó una llamada de la revista Gunzo, informándole de que su obra había sido seleccionada para la fase final, Haruki, que se había olvidado por completo de aquel concurso quedó sorprendido por la llamada, que solo era un preludio de lo que acontecería más tarde, Oíd cantar al viento se alzaría con el primer premio, publicándose en verano como volumen independiente.

Sin embargo, Haruki no terminaba de estar contento, a su primera obra la sucedió Pinball 1973, que junto a la primera, fueron candidatas al premio Akutagawa, aunque aquello pareció importarle muy poco. Lo que verdaderamente buscaba era darle a sus obras mayor profundidad, dedicar más tiempo del que disponía a lo que ahora se había convertido en su pasión. Por aquel entonces, Haruki, junto con su esposa, regentaba un bar de Jazz que le ocupaba la mayor parte de su tiempo, dejándole pequeños lapsos de tiempo para proseguir sus obras. Con un deseo creciente de dedicarse en cuerpo y alma a la escritura, y tras consultarlo con su mujer, decidió cerrar temporalmente su local, para poder escribir con tranquilidad. Muchos fueron los que vierón en aquello una locura, renunciar a un negocio que le reportada buenos ingresos para dedicarse a algo tan abstracto como el mundo literario, pero él había tomado su decisión y la seguiría hasta el final de sus consecuencias.

Treinta años más tarde, aquella elección, sigue rigiendo su vida. A sus espaldas quedan lo que hoy día son clásicos, novelas que copan las expectativas de millones de lectores, que reciben el halago de los críticos. Desde su actual 1Q89, pasando por su ahora cinematográfico “Tokio blues”, “Kafka en la orilla”, “Crónicas del pájaro que da cuerda al mundo”… Sus obras tienen algo misterioso que encandila al lector, que lo atrapa entre sus líneas y lo mantiene preso hasta la última página. Poético, con un humor fino, personajes inolvidables rodeados de por una realidad que por momentos parece volverse ficticia, un país de las maravillas oscuro y lleno de interrogantes. Cuando hablo de Haruki Murakami, hablo de novelas profundas, en las que hay un hilo conductor en el que se tratan cientos de temas que dan vida a la historia y la sustentan de cientos de detalles, que requieren una segunda lectura para ser comprendidos. Cuando hablo de Haruki Murakami, hablo de leer.






(Para ver la sinopsis de los libros click en su portada)

Con Haruki Murakami llegamos a la mitad del especial, faltan otras cinco entradas, otros cinco autores, otras cinco vidas y sus obras. Espero que os haya gustado el especial de Murakami, la introducción corre de la pluma de Shade (no me cansaré de darle las gracias por su esfuerzo y tiempo empleado en mis tonterías) estupenda ¿no os parece? Creo que no queda nada más que añadir salvo que deseo probar la pluma del autor, que espero vuestras opiniones sobre Murakami y simplemente gracias por estar aquí. Y para finalizar (del todo) el trailer de la adaptación de "Tokio Blues" a la gran pantalla. 


 
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