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jueves, 6 de junio de 2013

SONISPHERE SPAIN 2013, RIVAS VACIAMADRID, 31 DE MAYO . Epilogo

Composición By Master Angel


No llegamos a ver a Tobias Sammet y a sus Avantasia, así que no voy a extenderme mucho más, pero después de lo leído por otros lados y de lo comentado por conocid@s que sí que le vieron, su actuación fue de lo mejorcito de la noche, contando con vocalistas de lujo como Thomas Rettke (Heavens Gate), Amanda Somerville (Aina, entre otros muchos), Ronnie Atkins (Pretty Maids), Bob Catley (Magnum), Eric Martin (Mr. Big) y el gran Michael Kiske (Helloween). Cansados y con bastante frío (lo siento por todos aquéllos que aguantaron hasta el final, y no estoy hablando sólo de los que vieron a Avantasia, sino de los que se quedaron después, “disfrutando” de la música con la que, según la organización, “el Pirata” iba a amenizar hasta las 6 de la madrugada, porque la sensación térmica era insufrible), tomamos el coche, dirigiéndonos a casa, con la satisfacción de haber disfrutado de un gran viernes. Ya veremos si el próximo año hay alguno así… Espero que sí, o si no, que sea mejor (puestos a pedir…).
Texto y Foto; Master Angel  (La foto es una composión realizada con fotos de la web)
 
 
 
 
Y hasta llega lo que nos ofrece Master Angel de sus experiencias y vivencias del Sonisphere 2013, en la jornada del Viernes. Quede claro que el texto en un principio era solo uno, por lo que se puede apreciar que requiere continuidad algunos textos, o no empiezan como debieran, pero como ya digo, era mas extenso el articulo y lo he separado por capítulos para hacer mas amena y sencilla su lectura. Espero que hayan disfrutado!!!!!
Mr. Sabbath

SONISPHERE SPAIN 2013, RIVAS VACIAMADRID, 31 DE MAYO (IV) Megadeth

Foto; Sergio Young Mustaine
 
Con el cansancio en el cuerpo, pero con una enorme sonrisa en la boca, y ya con bastante frío, nos dirigimos hacia los puestos de comida, pero no pudimos tomar ni un bocado, por lo escaso de puestos y la gran aglomeración de gente que había alrededor de ellos. Así que decidimos tomar posición en las gradas para ver la actuación de Megadeth, que mucho tendrían que atarse los machos para superar a sus colegas del Big Four. Con algo más de cuarto de hora de retraso, Mustaine y Cia. salían a escena, interpretando “Trust” de su “Cryptic writings”, dando paso después a “Hangar 18”, mientras que las pantallas (las dos laterales, y una que habían colocado a modo de telón en el escenario) proyectaban imágenes relacionadas con la vida extraterrestre.

Foto; Web
 
 
El primero de los temas pertenecientes a su último disco, todavía sin editar, “Kingmaker” allana el terreno para “Public Enemy No. 1”, con imágenes de ese vídeo, en el que los chimpancés son protagonistas. Dave, algo más comunicativo que de costumbre, nos presenta “A tout le monde”, consiguiendo que el público la cante, convirtiéndose en uno de los momentos más emotivos de su actuación, con prácticamente todo el mundo, incluso en la grada, puestos en pie y aplaudiendo la gran labor de Dave Mustaine, Dave Ellefson, Chris Broderick y Shawn Drover, sin llegar a la movilidad de los anteriores Anthrax, pero gozando de muy buen sonido.
 
Le llega el turno a su disco de 1992, “Countdown to Extinction”, con tres trallazos (el tema título del álbum, “Architecture of Aggression” y “Sweating bullets”), para pasar a continuación al “Super Collider”, segundo tema de su último y homónimo disco, en el que un montaje de varios Marshalls pasaban, alternativamente, del color rojo al azul, e incluso, al amarillo. Es un discreto efecto, pero a veces, lo minimalista también funciona. Y, a continuación, se volvía al “Countdown…” con el corte “Symphony of destruction”, sin duda, el mejor y más conocido de todo el álbum.

Foto; Sergio Young Mustaine
 
“Peace sells” significaba que debíamos abandonar las gradas para ir a esperar a los que habían preferido ver el concierto de los ‘deth en el Black Circle, y éste fue el tema que eligieron para abandonar el escenario, retornando más tarde, para dejarnos como bis “Holy wars… The punishment due”, de esa formación clásica que contó en el año 1990 a los dos Daves (Mustaine y Ellefson), Marty Friedman y Nick Menza. Un gran final, en el que se notó, sobre todo, los problemas que tenía el pelirrojo guitarrista-vocalista con su voz, y en el que el grupo se despidió de los asistentes en varios idiomas, a través de mensajes escritos que aparecían en las pantallas, una hora después de haber empezado su descarga.

SONISPHERE SPAIN 2013, RIVAS VACIAMADRID, 31 DE MAYO (III) Anthrax

Foto; Web
 
 
Para aquel entonces ya había anochecido, pues se acercaban ya las 23:15 horas, momento en que tenía prevista su actuación los neoyorkinos Anthrax. Y unos minutos antes, la entrada del Black Circle, que permitía a unos cuantos fans, que habían pagado un precio superior al resto, ver el concierto desde las primeras filas a ambos lados enfrente del escenario, se abrió para que más gente pudiese disfrutar de ese privilegio, así que un servidor, junto con mis amig@s nos dispusimos para un concierto que nos dejó exhaustos por la fuerza, la potencia y el buen hacer que demostraron los componentes de esta banda. Y es que, tras la intro de “Worship”, empezar con los tres primeros temas de “Among the living”, (el propio tema título, “Caught in a mosh” y “I am the law”), uno de los discos pilares de su carrera y no morir en el intento, no está al alcance de muchos.
 

Foto; Web
 
 
A los lados de la plataforma de batería de Charlie Benante, aparecían dos telones con la forma del pentagrama que aparece en la portada del “Worship music”, pero al comenzar la cuarta canción, perteneciente a ese disco, y titulada “In the end” aparecieron los rostros de Dimebag Darrell y Ronnie James Dio, fallecidos en 2004 y en 2010 respectivamente. Joey Belladonna nos anunciaba que esa canción estaba dedicada a la memoria de ambos, y se lanzaron a interpretarla como verdaderos posesos, con unos Scott Ian, Frank Bello y el mismo vocalista, que monopolizaron cada centímetro cuadrado de su reducido escenario. El más estático era el nuevo hacha Jonathan Donais (Shadows Fall), que venía sustituyendo a Rob Caggiano.
 
 

Foto; Sergio Young Mustaine


Últimamente, han editado “Anthems” (un EP cargado de versiones) y de ahí sacarían el siguiente tema en interpretar: un genial “T.N.T.” de los australianos AC/DC y en el que Scott, que fue el encargado de presentarlo, nos invitó a cantarlo con ellos, mientras que Joey hacía una interpretación bestial. Y de ahí, se pasó al cuarto tema perteneciente a “Among the living”, el genial “Indians”, en el que sigo esperando que Joey se ponga el penacho de plumas y haga la danza de la guerra… Lo puedes llamar nostalgia.
Segunda versión, en este caso del “Got the time” de Joe Jackson y ya estaba todo el mundo cantando y botando. Y sin descanso, se lanzan a por el cuarto corte de su disco editado en 2011, que salió como single: “Fight’em ‘til you can’t”.
Unos segundos de relax y Charlie Benante empieza con un mini-solo de batería, que enlazaría con “I’m the man”, sonando las primeras notas de “Raining blood”, en homenaje de Jeff Hanneman, guitarrista de Slayer y fallecido a principios de mayo de este año. Y “Antisocial”, precisamente otra cover de un grupo, Trust, en el que tocó Nicko McBrain, hoy en día, batería de Iron Maiden, que curiosamente eran los que habían actuado antes, nos llevó al final de un concierto, que se nos hizo demasiado corto (tan solo una hora de duración) de los, para mí, grandes triunfadores del festival, demostrando una gran humanidad al recordar a sus “compañeros caídos".
Texto; Master Angel
Fotos; Sergio Young Mustaine, extraídas de la web.

SONISPHERE SPAIN 2013, RIVAS VACIAMADRID, 31 DE MAYO (II), Iron Maiden

Foto; Web
 
 
20:45 horas: nunca tan temprano había visto a los británicos Iron Maiden, y son ya varias, pero todavía era de día, algo que podía deslucir ciertas fases del espectáculo, tal y como pasó. Mientras que sonaba por el P.A. el “Doctor Doctor” de UFO, los pipas corrían para dejarlo todo arreglado y solucionado antes que la banda tomase al asalto el escenario. Algo que pasó cuando se oyeron los primeros baquetazos de “Moonchild”, tras su intro, en la que nos mostraban imágenes de icebergs en las pantallas situadas a los laterales del escenario, que iban que ni pintadas para complementar la puesta en escena elegida para este tour (la misma que utilizaron para la gira del “Seventh son of a seventh son”, séptimo disco en estudio de la banda). Sin descanso, enlazan con el primer single de ese disco, “Can I play with madness”, cambiando el telón que utilizaban de fondo y dejando ver al Eddie que aparecía en esa portada, pero “ligeramente” congelado, mientras que los tres guitarristas (Dave Murray, con corte de pelo incluído, Adrian Smith y Janick Gers) se colocan en primeras filas del escenario, junto con el bajista fundador Steve Harris, al mismo tiempo que Nicko McBrain baquetea sin parar desde su posición y Bruce, algo menos “The Bruce” que otras veces, Dickinson no para quieto, yendo de un lado a otro, corriendo y saltando mientras que va cantando las estrofas de los temas.
 
 

Foto; Sergio Young Mustaine
 
Una pequeña intro pregrabada da paso a “The prisoner”, en la que Bruce empieza a tener ya problemas a la hora de llegar a ciertas fases de los estribillos, y es que los años no pasan en balde, pero bien es cierto, que su actitud es encomiable. Pero si no es la voz del inagotable vocalista, es el viento el encargado de “deslucir” un tanto la actuación, arruinando parte del sonido. “Two minutes to midnight” llevará casi al clímax al público, con Bruce pidiendo que se reaccione, con sus típicos “Scream for me”.
 

Foto; Web
 
Primera vez en la que se descansa entre temas, y Bruce presenta el siguiente, correspondiente a “Fear of the dark”: éste sería “Afraid to shoot strangers”, montando un bonito sonido entre las tres guitarras doblándose entre sí. Unos segundos tras terminar la canción, y el cantante desaparece tras el escenario, para enseguida volver con una casaca roja y una bandera británica… Esto sólo puede significar que la siguiente en sonar será “The trooper”, una de las favoritas de la banda y del público, en la que nos dejamos casi la voz coreando el estribillo. Pero si todavía teníamos voz, el próximo tema se iba a encargar de ir agotándola un poco más, cuando por megafonía se escucha “Here is wisdom / He that hath understanding count the number of the beast, for it is / man’s number / It’s number / is Six Hundred and Sixty Six” del Libro del Apocalipsis, y “The number of the Beast” nos golpea en pleno rostro,  con un demonio en lo alto, observando como los seis integrantes lo daban todo sobre el escenario, denominado ese día como Clive Burr, el recientemente fallecido ex-batería de la “doncella de hierro”, que tocaría en sus tres primeros discos.

Foto; Web
 
 
Un cambio de telón, como con los británicos ya es habitual, pues tienen a su mascota Eddie the Head, representado en varios diseños, y nos llevan a 1980, año en que apareció su primer larga duración… La canción elegida es la extensa “Phantom of the Opera”, con los ya típicos ir y venir de los componentes del combo. Y llega el momento en que aparece el primero de los tres Eddies que nos tenían preparados esta noche, una especie de muñeco gigante que se paseaba por el escenario ataviado como si se tratase de un General Custer, buscando atravesar con su sable a los chicos, mientras que ellos, prácticamente, se reían de él, al mismo tiempo que estaban tocando “Run to the hills” y en las pantallas se proyectaban escenas pertenecientes al video clip grabado en su día, en aquel año 1982.

Foto; Web
 
“Wasted years”, single de “Somewhere in time” sería la siguiente y serviría de prólogo a “Seventh son of a seventh son”, en la que Eddie volvió a aparecer tras la plataforma de la batería de Nicko, observando una bola de cristal y sentado frente a un libro, que podía leer “gracias” a las llamas de unos candiles situados a ambos lados. Momento en que aparece también un órgano tubular en uno de los laterales y que, al final de la canción, múltiples llamaradas toman la escena.
 

Foto; Web
 
 
Foto; Sergio Young Mustaine
 
 
La fantástica “The Clairvoyant” y “Fear of the dark” les siguen… Momento en el que esto escribe, al escuchar las primeras notas de ésta última, decide tomarse un respiro y fumarse un cigarro tranquilamente: no me entendáis mal, es muy buena canción y entiendo que hace moverse a la gente, pero al tocarla en determinados shows, donde no pintaba nada, y sonar en ciertas emisoras, bares – pubs, que parece que sólo conocen ese tema, uno ya acaba un tanto saturado de él. Y una vez terminado éste, ya era hora de que se llegase a “Iron Maiden”, el tema en que el grupo se suele despedir para volver con los bises, y ésta era la tercera vez que Eddie aparecía en escena, caracterizado como el que aparecía en la portada de “Seventh son…”, reviviendo aquel “Maiden England” del 1988, reeditado este mismo año, con su hijo moviéndose bajo esa bolsa que era la placenta, y con el que Bruce, Steve, Adrian, Dave, Janick y Nicko desaparecieron de nuestra vista, por unos minutos.
 

 
 
 
Foto; Web
 
 
 
Foto; Sergio Young Mustaine
 
 
 
Pero el clásico discurso de Winston Churchill, que termina con un “We shall never surrender” (“Nunca nos rendiremos”) nos devuelve a los seis músicos para interpretar los tres bises, siendo el primero de ellos “Aces high”. “The Evil that men do” sería el segundo, con una genial interpretación del tema por parte de los tres guitarristas. Y como tercer y último bis, nos tenían preparado “Running free”, uno de esos clásicos que conformaron su primer disco, y en el que Bruce fue presentando uno a uno a sus compañeros, y que nos llevó a encontrar de nuevo el escenario vacío, mientras que los mismos pipas que hacía, aproximadamente, 2 horas antes se esmeraban para dejarlo todo listo, ahora realizaban su trabajo a la carrera, para desmontar todo lo montado sobre las tablas y prepararlo para el siguiente grupo. Y todo ello, sin sonar esos silbidos tan característicos que aparecen en el tema final de “La vida de Brian”, que los británicos suelen poner en la megafonía cuando ya se retiran y lleva por nombre “Always look on the bright side of life” (“Mira siempre el lado brillante de la vida”).
Texto; Master Angel
Fotos; Sergio Young Mustaine  ,  extraídas de la Web.
 


Foto; Sergio Young Mustaine

Foto; Web

SONISPHERE SPAIN 2013, RIVAS VACIAMADRID, 31 DE MAYO (I) Tierra Santa, Newsted, Ghost

Segunda entrega de la MegaCronica del Sonisphere de mano de Master Angel!!!
Mr. Sabbath


 
 

Con total puntualidad (algo que se repitió a lo largo de todo el evento, salvo los últimos grupos, que empezaron con el habitual retraso) salían al escenario los riojanos Tierra Santa, para que durante tres cuartos de hora repasaran temas antiguos como “La canción del pirata” o “Legendario” con otros pertenecientes a su “Mi nombre será leyenda”, disco aparecido en este año. Un concierto con mucho mejor sonido que las anteriores veces que había tenido la oportunidad de ver a Ángel y los suyos, pese al viento, que de vez en cuando, hacía de las suyas, anulando el audio.



 
 

A las 18:10 horas, el ex-bajista de, entre otros, Flotsam & Jetsam, Metallica, Gov’t Mule y Voivod, salía a la palestra con su nueva banda, Newsted, formada por el propio Jason, al bajo y a la voz, Jessie Farnsworth y Mike Mushok, a las guitarras y Jesus Mendez Jr manejando las baquetas. El cuarteto fue de los primeros grupos que hizo mover al gentío que se agolpaba frente al escenario, tocando los cuatro temas pertenecientes a su única grabación editada (el EP “Metal” que salió a la venta a primeros de año): “Soldierhead”, “Godsnake”, “King of the underdogs” y “Skyscraper”, más otros como “AMP”, “Heroic” y “Nocturnus” de su próximo álbum de estudio, cuya fecha de edición se espera para agosto o septiembre de este año. De su etapa con los de San Francisco incluyó un guiño de “Creeping death” y una buena versión de “Whiplash”, con la que tuvo un altercado días antes en el Highline Ballroom de Nueva York, dando término a su actuación. Habrá que estar pendientes en los próximos meses para ver que nos depara ese nuevo disco.
 





Y como por arte de magia, de toda esa caña y fuerza que habían puesto estos nominados a los Golden Gods Awards, se pasó a un sosiego casi narcotizante con los suecos Ghost, que repetían presencia en la edición española del Sonisphere, y es que tanto el cantante Papa Emeritus, ataviado con sus vestimentas de sacerdote católico y maquillado como un esqueleto, y que, a parte de su micrófono, lo único que llegó a sostener en sus manos fue una versión en miniatura del “botafumeiro”, y sus acompañantes, enfundados en túnicas con capuchas negras, y bajo el nombre todos ellos de Nameless Ghoul, adormecieron a los asistentes con su heavy metal con toques doom, presentes en canciones pertenecientes a sus dos discos “Opus Eponymous” de 2010 (“Con Clavi Con Dio”, “Death Knell”, “Ritual” y “Stand by Him”) y el más reciente “Infestissumam” (2013), tales como “Per Aspera ad Inferi”, “Secular Haze”, “Year Zero” o el tema título, con el que abrieron.


Texto; Master Angel
Fotos; Extraidas de la Web

SONISPHERE SPAIN 2013, RIVAS VACIAMADRID, 31 DE MAYO (Prologo)

Este año no me he acercado al Sonisphere, no soy muy afín de festivales, aunque puede que este sea el primer año en mucho tiempo que pase el año sin asistir a ninguno. Pero gracias doy de tener un colega como Master Ángel, que no solo fue a disfrutar de la música que allí se derrocho por todos los costados, también a tenido a bien hacerme una crónica de la jornada del viernes, en Rivas Vaciamadrid. Y como no escatima en palabras, os presentare todo ello en varios capítulos, para  no hacer una mega post que se volvería hasta complicado de manejar, jeje. Al lio!!!
Mr. Sabbath




PROLOGO




 
Después de tres años seguidos en que el Sonisphere Spain se había celebrado en la ciudad madrileña de Getafe, bajo su formato de dos jornadas, este año se repartía el festival entre las ciudades de Rivas Vaciamadrid (Madrid) y Barcelona, con el mismo cartel para ambos días, y llegado el viernes 31 de mayo, nos dispusimos a tomar el vehículo para desplazarnos al recinto, al que llegamos sin demasiadas complicaciones, pero tarde para ver a Voodoo Six, October File y Red Fang, que fueron los encargados para abrir el evento (15:05, 15:45 y 16:25 horas, respectivamente).
 
 
 
 






Un primer vistazo al recinto, en el que se apreciaba una buena distribución de barras (pero con insuficiente personal, tanto en la zona de bebidas, como de comidas), la colocación de buenas pantallas a ambos lados del escenario (que, incluso a plena luz del día, daban una muy aceptable visión), una zona extremadamente corta dedicada al merchandising (que pese a la que está cayendo, mantenían unos precios casi impagables), el no estar andando sobre un patatal, se agradecía en un primer momento (por lo de no estar tragando polvo a cada paso que das, pero a la larga son recintos que te destrozan las piernas) y unas gradas distribuidas en forma de anfiteatro (un detalle o una tortura, tal y como acabarían sufriendo el personal que prefirió tomar asiento según iba avanzando el festival) y, es que el Auditorio Miguel Ríos se encuentra situado al lado de una zona residencial, plagada de viviendas unifamiliares adosadas, que protegen poco o nada el recinto frente al viento, el gran enemigo del público y de las bandas que allí se dieron cita.
Texto; MASTER ANGEL
Fotos; Extraídas de la web.