Mostrando entradas con la etiqueta Artistas. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Artistas. Mostrar todas las entradas

viernes, 10 de abril de 2020

Necesitar



A veces no necesitamos que alguien nos arregle, 
a veces  sólo necesitamos que alguien nos quiera 
mientras nos arreglamos a nosotros mismos. 



Julio Cortázar.

martes, 31 de marzo de 2020

Esperanzas




(...) -Cada parte, cada criatura pertenece a los sueños y esperanzas de la humanidad por consiguiente no existen límites para Fantasía.
-¿Y por qué está muriendo entonces?
-Porque los humanos están perdiendo sus esperanzas y olvidando sus sueños, así es como la nada se vuelve más fuerte. 
-¿Qué es la nada?
-Es el vacío que queda, la desolación que destruye este mundo, y mi tarea es ayudar a la nada. Porque el humano sin esperanzas es fácil de controlar y aquel que tenga el control tendrá el poder.


La Historia Interminable

Michael Ende

sábado, 28 de marzo de 2020

1984


Foto: Cronología del Ruido (2012)
Pablo Genovés



Sin embargo, en un sentido físico, la guerra implica a un número reducido de personas muy especializadas, y causa relativamente pocas víctimas. Los combates, allí donde hay, acontecen en vagas fronteras que el común de los mortales apenas sabe donde están, o en torno a las Fortalezas flotantes que vigilan los puntos estratégicos de las rutas marítimas. En los centros de la civilización la guerra supone poco más que una constante escasez de los bienes de consumo y el ocasional estallido de una bomba volante que puede causar una veintena de víctimas. La guerra, de hecho, ha cambiado de carácter. Más exactamente, las razones por las que se lleva a cabo la guerra han cambiado de orden de importancia. Los motivos que estaban ya presentes  hasta cierto punto en las grandes guerras de inicios del siglo XX han pasado a ser dominantes  y se los reconoce y se actúa en consecuencia.




El acto esencial de la guerra es la destrucción, no necesariamente de vidas humanas, sino de los productos del trabajo de la gente. La guerra es un modo de hacer pedazos, lanzar a la estratosfera o hundir en las profundidades del mar materiales que podrían utilizarse para mejorar la vida de las masas y por tanto, a largo plazo, volverlas más inteligentes. 




1984 George Orwell



jueves, 19 de diciembre de 2019

sirena vuelve al mar...





Enredado siempre entre algas

maraña contra los dedos.
Cierras la madeja
con el fastidio del destino 

Y

el mordisco lo dan otros
encías ensangrentadas
miradas de criminales
a grandes rasgos,
podrías ser tú...

Echar el ancla a babor
y de un extremo la argolla
y del otro tu corazón
mientras tanto...te sangra.

Y el mendigo siempre a tu lado
tu compañero de viaje
cuando las estrellas se apaguen
tarde o temprano,
también vendrás tú.


Duerme un poco más,
los párpados no aguantan ya,
luego están las decepciones
cuando el cierzo no parece
perdonar...


Sirena, vuelve al mar,
varada por la realidad
sufrir de alucinaciones
cuando el cielo no parece
escuchar...

Dedicarle un sueño
cerrar los ojos
y sentir la oscuridad inmensa,
entregado a una luz,
como un laberinto de incertidumbre

Espías la pesadilla y sobrevolar el cansancio
Y en un instante la tierra otra vez

El miedo a traspasar la frontera
de  los nombres...
 como un extraño
Dibuja la espiral de la derrota
Y oscurece 
Tantos halagos!
 Y solo en la memoria que se va...



Héroes del Silencio
La Sirena Varada





lunes, 26 de noviembre de 2018

Pender de un hilo




Museo Sivori
Museo de Artes Plásticas Eduardo Sivori
Parque Tres de Febrero, CABA



Hace unos días escuché una conversación entre dos personas en una cafetería. Estaban súper enfadados. Uno tenía un amigo en España y hablaban sobre como esta persona se quejaba de lo mal que estaban las cosas allí. Discutían que no podía compararse con la pobreza aquí en Argentina.

Cuando me preguntan a mi...a veces no sé qué contestar para no ofender. 
No. Sinceramente España no se puede comparar a Argentina. Aquí hay pobreza. La ves en todas partes. Ves los niños en la calle pidiendo. Muchos. Demasiados.
Y las "villas miseria" que se llaman...que te parten el alma. 
No. No podemos compararnos aunque las cosas vayan mal. 

Yo vivo en un barrio de clase media normalita. Y la miseria también reside en este barrio que todo el mundo dice que es bastante concheto (pijo). Donde se están poniendo por las nubes los alquileres y la venta de los apartamentos. Donde alquilar un local ya es cada vez más difícil. 

Pero cuando paseo a mis perros, encuentro cada día gente durmiendo en las esquinas. 
Gente joven, muy joven.  
Y gente muy mayor. 
Y camino y si no es un perro abandonado es una persona abandonada...
Recojo perros y los transito. Como hacía en mi casa. Y es un no acabar, porque al final tengo la misma vida que tenía allá...A veces pienso que uno "escapa" de algo, pero no lo consigue del todo.
La esencia no se pierde, por mucho que intentes sacudírtela a manotazos. 

Durante toda mi vida, muchas veces no he hecho cosas por vergüenza, más que por miedo. Vergüenza. Qué palabra estúpida y bochornosa. ¿Vergüenza de qué? Siempre pensando en...¿los demás? ¿ en la gente? ¿en la estupidez humana? Pues sí. Muchas veces, dejé de hacer cosas por eso. 
Me alegro de que la edad te quite prejuicios. Aunque debería ser más drástica todavía. 
Pero está bien. Así está bien.

Maduixa es uno de los perros que debería estar en adopción y no sé si al final se va a quedar en casa.     Me gusta Maduixa porque tiene "algo" con las personas que me emociona. Las ama. Sean quienes sean. No las teme. Camina dando saltitos feliz como una perdiz, mirando a los ojos de la gente que pasan a su lado. Si alguien le dice algo, ella se acerca corriendo y les da lametones. 

Con la gente que está sentada o echada en la calle, se acerca despacito. Con cuidado. Los mira y si ellos le corresponden a la mirada ella parece sonreír. Y se acerca para besarlos. 
Todos sonríen.
De verdad, que a veces se me para el corazón y me pondría a llorar. 
Con Maduixa he aprendido a acercarme a muchas de estas personas y llevarles comida. A veces es un desayuno caliente. Otras veces una bolsa con diferentes alimentos. 
Ella les da los mimos y yo aporto algo que es insignificante y que no arreglará su vida. 
Pero sí, esa parte del día. 

 Aquí, en Buenos Aires, hay mucha gente que se acerca a alguien que vive en  la calle a darle comida o llevarles un café caliente. Lo he visto muchas veces. En España jamás vi a nadie hacer algo así. Seguro alguien lo hace, no voy a generalizar. Pero aquí...aquí lo he visto seguido. 

Obvio, la mayoría es indiferente. El problema es real y existe. La miseria está en todas partes. 

Pero aquí, aquí he visto los ojos de un niño, un niño de no más de diez o once años, sentado en el suelo, fumando con la mirada perdida, como si tuviera cincuenta años...¿qué le pasa a la gente?
¿Qué pasó con gran parte de la sociedad? ¿Ese es nuestro futuro?

A veces duele demasiado mirar. 

Lo que me hace pensar que nadie está exento de perderlo todo. Que nuestra vida, siempre, siempre, pende de un hilo. Aunque nos parezca que jamás nos pueden pasar ciertas cosas.
La vida es un hilo demasiado fino y quebradizo como para desecharla con estupideces.
Me lo digo a mi misma. 


miércoles, 25 de julio de 2018

Luces


                                                                   Emilia Dziubak


En un mundo lleno de oscuridad todos necesitamos algún tipo de luz. 
Ya sea una gran llama que nos enseñe cómo recuperar lo que perdimos o un poderoso faro que sirva para ahuyentar monstruos potenciales o algunas pequeñas luces que nos revelen la verdad escondida de nuestro pasado.

Todos necesitamos algo que nos ayude a sobrevivir la noche, aunque sea la más diminuta y tenue luz de esperanza.




Fragmento de la serie: Mujeres Desesperadas