Cualquiera que posea un blog, tarde o temprano se ha enfrentado a La Pregunta.... ¿cómo hago para aumentar mis visitas? Y la respuesta no es fácil, compañeros, ni mucho menos. Pero bueno, hay métodos, hay directorios, palabras clave, yo qué se. Hay maneras. El problema, por otra parte, incrementa su complejidad cuando en lugar de un blog tienes un museo. Un museo... qué se yo, Jurásico por ejemplo. Y es que el mundillo de la palontología se acaba, amigos. Desde que el bueno de Ross ya no sale por la tele, cada vez son menos los jóvenes que se enganchan a la paleontología. Y no hablemos del precio de los manuales...
Por suerte, el Museo Jurásico de Asturias parece haber dado con una línea de trabajo esperanzadora, que consiste en mostrar bichos gigantescos en todo su esplendor:

Y... por si a alguien le quedase la duda... sí, es exactamente lo que parece y no, no es un fake. ¿Que cómo lo sé?

Porque hasta han tenido el detalle de colocar un diorama para que quede bien clarito. Museo Jurásico de Asturias. Unos cracks, oigan.
(Mmmmm... ahora que lo pienso, quizás debería haber titulado esta entrada "Dinosauros cachondos"...)
Por suerte, el Museo Jurásico de Asturias parece haber dado con una línea de trabajo esperanzadora, que consiste en mostrar bichos gigantescos en todo su esplendor:
Y... por si a alguien le quedase la duda... sí, es exactamente lo que parece y no, no es un fake. ¿Que cómo lo sé?
Porque hasta han tenido el detalle de colocar un diorama para que quede bien clarito. Museo Jurásico de Asturias. Unos cracks, oigan.
(Mmmmm... ahora que lo pienso, quizás debería haber titulado esta entrada "Dinosauros cachondos"...)
[Uriondo fue allí por la paleontología. Exclusivamente. Creo.]