De la lista de obras que revitalizaron el comic negro en Europa a mediados de los 70, Griffu de Manchette y Tardi es junto a Alack Sinner una de las más influyentes.

En 1978 el escritor de
polar (novela negra francesa) Jean-Patrick Manchette escribió para el joven Jacques Tardi una historia que se publicó en el magacín
B.D. con el título de Griffu. Es una historia cruel y pesimista sobre
mobbing inmobiliario en la ciudad de París de los años 70 con un transfondo de especulación y corrupción política.

El protagonista,
Griffu un detective de escaso éxito, es zarandeado por diferentes facciones criminales sin que en ningún momento consiga tomar las riendas del caso. El catastrófico desenlace ejemplifica la inutilidad de la figura del detective solitario en una sociedad tendente a la depredación de los débiles.

El gran hallazgo de este polar es la descripción de los paisajes y los ambientes por donde transita este detective. El tratamiento de los decorados urbanos y de los interiores es exhaustivo y detallado y se revela muy apropiado para potenciar el desarrollo de la historia haciendo plenamente creible la trama.

Tardi repetirá con Manchette en
Balada de la Costa Oeste el año 2005 y en el género negro con otros escritores (
Léo Malet,
Benjamin Legrand...) dibujando
El exterminador de cucarachas,
El estrangulador o la saga de
Néstor Burma.
Griffu es el mejor ejemplo - a pesar de ser el primero - del arte de Jacques Tardi en aunar lo mejor del género negro clásico con la las preocupaciones y estéticas actuales. Junto a
Sampayo y
Muñoz,
Giardino,
Segura y
Leo Sánchez o
El Cubri; Tardi forma parte del grupo de los renovadores del comic negro actual. Fueron los pioneros de la serie negra contemporánea.