Es curioso que una obra que pretendía ser un homenaje a los viejos pulps de los años 30 (Black Mask a la cabeza) se haya convertido en uno de comics más influyentes de las últimas décadas. Pero es así, la influencia de Chandler, Red Tide es evidente en la obra de Howard Chaykin, Frank Miller, de Tim Sale o Dave Gibbons pero también de forma menos evidente pero igual de profunda en David Mazzucchelli, Paul Grist o Jaime Hernandez entre otros.
Esta obra está compuesta por 118 paginas divididas por dos viñetas verticales cada una que narran lo esencial de la acción y dos bloques de texto al pie de estos dibujos que complementan la trama. Algunas veces Steranko ocupa las dos páginas con un solo dibujo dividido, también, en cuatro paneles.
El encargo que Chandler, el protagonista, recibe por parte de un hombre que sólo tiene 72 horas para saber quien es su asesino confiere a la trama un ritmo alocado. La historia está llena de tópicos del género; cliente rico en apuros, mujer fatal, ambientación nocturna y sin embargo la experimentación con el lenguaje de los comics hace que sea una obra apasionante y de una estetica que marcará época.
El trabajo de Jim Steranko con la iluminación es uno de sus principales logros. En cuanto al texto está lleno de frases cortas e impactantes y diálogos ingeniosos al uso que sumergen al lector en el mundo de la novela negra de primera generación.
Si alguien me ordenara escoger 10 comics de mi colección para salvarlos de un hipotético incendio, curiosamente este librito de menos de un palmo estaría casi seguro entre los elegidos y esto que su precio de portada fue de 1 dolar USA, hasta en esto imitó a los pulps.
( Este post está escrito en el contexto de la Semana Pulp promovida por la Liga de los Blogers Extraordinarios, 999 y Experimento 626)