jueves, 2 de mayo de 2013
EL RESCATE DE JAVIER EGEA (CONTRA LA PÓLVORA Y EL OLVIDO)
lunes, 25 de febrero de 2013
Ruido blanco, vivo.
jueves, 12 de abril de 2012
lunes, 9 de mayo de 2011
Textropías + Refugios
Como la tuvo lo del jueves pasado en la Escuela de Artes de Almería, donde hubo poetas, músicos, pintores, flamencos, grafiteros, fotógrafos, cineastas y diseñadores de moda haciendo causa común. Mi parte del pastel fue la lectura de algunos textos acompañado por la banda The Dry Mouths. Uno de ellos coincidía con la proyección de un corto de David del Águila y Mariquina Ramos sobre los refugios de la guerra civil. Para este vídeo escribí este texto (sin la música de los Dry Mouths no es lo mismo, pero os podéis hacer una idea):
sábado, 19 de marzo de 2011
Poesía Bífida
domingo, 30 de enero de 2011
Idioteca en Madrid / Idioteca en El Síndrome Chéjov
Eso el martes. Mientras tanto os dejo un capítulo del libro que ha salido en El Síndrome Chéjov, ese blog que lleva Miguel Ángel Muñoz y que es indispensable para saber qué ocurre con el relato corto en este país. Ya, Idioteca no es relato corto; y algo de eso explico al comienzo de la entrada. Luego viene El limón de Itten, tal vez mi fragmento favorito del volumen. Si te apetece leerlo pincha AQUÍ. Espero que lo disfrutéis y espero que eso acabe convenciendo a alguno que otro de asomarse por Traficantes de Sueños
miércoles, 1 de diciembre de 2010
Idioteca en el periódico Ideal de Granada.
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La 'Idioteca' cultural
El poeta Raúl Quinto publica un libro en el que reflexiona sobre «el significado invisible de los fenómenos culturales»
El poeta Raúl Quinto (Cartagena, 1978) presentó ayer el libro de relatos-ensayos 'Idioteca' (Ed. El Gaviero), «un compendio de veintidós pequeños ensayos a medio camino entre el texto científico y el relato poético, donde se analizan diferentes fenómenos culturales desde una óptica un poco delirante», explicó el autor.
El lector encontrará en esta 'Idioteca', entre otras cosas, «un análisis antropológico sobre el Coyote y el Correcaminos, la historia del último concierto del compositor Robert Schumann que al parecer le dictaron espíritus del más allá, el significado oculto de deportes como el fútbol o el parkour, la relación entre el cine gore y la poesía, entre la escultura egipcia y las partidas de póker», destacó Raúl Quinto. «Es una búsqueda de respuestas sobre el arte y la vida a base de plantear más preguntas, todo con un tono ligero y de amena lectura», añadió.
Consideró que estos textos son más ligeros que su poesía, porque «no hay tanto afán de decir mucho en poco, aunque también suceda». «En este libro -aclaró- se abre un abanico de intereses más amplio que en mis poemarios, que suelen ser más cerrados en un mundo propio». Quinto afirma que en 'Idioteces' deja «a la vista cuáles son mis obsesiones y muchas de mis ideas».
En la trastienda de este título se encuentra una reflexión sobre «la escritura, pero también sobre el arte y su relación con la realidad». Lo que le interesa plasmar en este libro es «el significado invisible de los fenómenos culturales, lo que a primera vista no se ve de las manifestaciones artísticas, porque Idioteca quiere ser una guía alucinada de la historia de la cultura, o al menos, una pequeña muestra de lo que se oculta tras la superficie de las cosas».
A lo largo de todo el libro hay una intención de crítica social, «desde el momento en que denuncio la superficialidad e intento profundizar», indicó. «Es cierto que vivimos en un mundo de eslóganes y no de literatura, donde todo lo que se produce es para consumo rápido, directo y sin matices. Propongo detenerse un momento y mirar, y pensar», comentó. «Propongo los rayos X frente a la cultura de la superficialidad», concluyó Raúl Quinto.
'Idioteca' no responde a un género determinado, porque Quinto estima que «el libro es un animal híbrido, donde me he dejado llevar y el resultado es una mezcla entre relato, ensayo y poema en prosa».
Este híbrido del poeta cartaginense, pero granadino de adopción, manifiesta cierta proximidad a una nueva tendencia literaria española, la de 'Nocilla dream', aunque Quinto dice no sentirse identificado con grupo alguno. Se muestra admirador de Mario Cuenca Sandoval, de esta nueva línea narrativa, «cuyas dos novelas considero de lo mejor que ha salido los últimos años». «Lo que sí es cierto es que soy fruto de una generación que ha asimilado una serie de motivos literarios y audiovisuales comunes», afirmó.
lunes, 15 de noviembre de 2010
Andaluces de Jaén
lunes, 8 de noviembre de 2010
el viento, los libros, la música
lunes, 17 de mayo de 2010
Idioteca según Juan Pardo Vidal (Koult) y presentación en Almería
Si alguno todavía no sabe de qué va este libro puede hacerse una idea leyendo la reseña que el escritor Juan Pardo Vidal ha realizado para la revista Koult (una de las más frescas y buenas noticias que nos ha dado la red en los últimos tiempos). Nos vemos el jueves.
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En un mercado donde la obra en prosa se vende al peso y las novelas no te hacen más grande al leerlas sino al subirte sobre ellas, me encuentro de bruces con Idioteca de Raúl Quinto y me estremezco. Me da por pensar en el manido debate sobre el modelo galdosiano caracterizado por el realismo frente al modelo cervantino de tramas imposibles, heterogéneas, discursos que requieren esa complicidad del lector. Pero pronto lo abandono, porque la arquitectura que Raúl Quinto propone, aunque se apoya sobre esa tradición tan hispana, está más allá: un libro híbrido en el sentido ético y estético, un libro que se debate entre el ensayo, el libro de cuentos y la poesía.
La diferencia entre una novela y un cuento radica en que en el primero el autor intenta perfilar la psicología de los personajes hasta el punto de que el lector los haga suyos, los conozca personalmente y se identifique con ellos, y por lo tanto, con su destino. En cambio, en el cuento lo trascendente no es a quién le ocurra la vida, sino qué es lo que sucede, cuáles son los acontecimientos que han de precipitarse, lo neto, lo apuntado, lo sintético, lo justo, en palabras de Juan Ramón Jiménez.
En Idioteca no importa ni una cosa ni otra, no importa provocar la certeza sino la duda, importa la poesía como imaginario y la posibilidad de que algo ocurra, imaginaos por un momento que… Convendréis conmigo en que no estoy loco, en que todo esto que yo, Raúl Quinto digo, es la pura verdad imposible. Lo sabréis con certeza si os lo imagináis así. Fantasmas dice Alberto Santamaría en el prólogo, y yo digo que sí. Que certero.
Pero Idioteca es también una arenga que se dirige directamente al lector, a su línea de flotación, la realidad sí, la referencia cultural de un imaginario biográfico sí, pero y si… piensa, imagina, enciérrate en el salón de tu casa y haz esto, o tira un dado, ya verás. La cuestión es “y si…”. Supón que tuviéramos rayos X, supón que el horror que nos causa repulsa es sólo miedo a nuestra voluntad… ¿cuál es el lugar en el que la experiencia vital y el arte se encuentran? ¿en qué punto confluyen la Ciencia y un chico haciendo parkour o viendo un partido de fútbol por televisión? La Ciencia ha matado a Dios, pero sigue sin poder controlar la ubicuidad del arte. Gracias a dios que la Ciencia sigue teniendo al Arte como enemigo. La pintura se volatiliza y se mete en nuestras estructuras moleculares, los dibujos animados son hijos de Dada. ¿Y si nada es lo que parece? ¿y si nada es como nos lo han contado? ¿y si, tal y como sospechamos, todos somos el Coyote?
Si Einstein tenía razón y todas las fuerzas interactúan, si hay un budismo esquizofrénico y delicioso en Idioteca, que venga Dios y lo lea, porque merece la pena. Raúl consigue infectarnos con el virus de un universo que, a medida que avanza el libro, parece más real, entramos al trapo como el lector de El Quijote entraba y entra en el universo disparatado y real de la locura. Este soy yo dice Raúl, y seguramente, quizás vosotros también seáis yo. Y si he podido ver más allá que otros es sólo porque me he apoyado en los hombros de gigantes, dijo Newton modestamente, gigantes cervantinos y homéricos. Desde Idioteca se ve otro mundo.
Juan Pardo Vidal"
jueves, 6 de mayo de 2010
un poema de Wallace Stevens y una cita en Sevilla
el poema que ocupó el lugar de una montaña.
Él aspiraba de su oxígeno,
incluso cuando el libro yacía del revés sobre el polvo, en su mesa.
le trajo a la memoria cómo necesitó
de algún lugar para seguir su rumbo,
cómo llegó a recomponer los pinos,
a trasladar las rocas, abrir camino entre las nubes,
para una perspectiva que sería perfecta,
donde él se consumase en una inexplicable consunción:
la exacta roca en donde sus inexactitudes
descubriesen, al fin, el panorama hacia el que había tendido,
donde pudiese yacer y, contemplando el mar,
reconocer su hogar, único y solitario.
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lunes, 26 de abril de 2010
semana
El viernes supongo que me echaré una siesta...
lunes, 22 de febrero de 2010
este miércoles cenamos sopa
miércoles, 10 de febrero de 2010
ECLIPSE CON RIMBAUD (Juan Carlos Mestre)
He descargado camiones de oscuridad.
He bebido toda la oscuridad.
He dormido con la oscuridad.
He amado la oscuridad y me he acostado con ella.
He tocado las piedras de la oscuridad hasta herirme las manos.
He repetido tu nombre en la oscuridad.
Los pescadores cantan en la niebla de la oscuridad.
Los jóvenes sin vida están despiertos en la oscuridad.
Los músicos y las rameras guardan su corazón en la oscuridad.
He soñado con la oscuridad la mitad de mi vida.
He hospedado mi juventud en el cáñamo de la oscuridad.
He desnudado a la oscuridad y gozado con ella.
He acariciado con dedos de pastor el sexo de la oscuridad.
La oscuridad es la oración de los acordeones nublados.
La oscuridad vive en las palabras que descifran la muerte.
La oscuridad habita los suburbios de la belleza.
Dad de ladrar al perro de la oscuridad.
Oíd la lepra sagrada de la oscuridad.
[de La casa roja, 2008]
Hoy a las 20h en el Museo Arqueológico de Almería, tenemos una cita con versos como estos.
lunes, 23 de noviembre de 2009
CUBICLE (Rinocerose) y una extraña cita en Carboneras
lunes, 16 de noviembre de 2009
citas de la semana+mercromina+la invención de la pintura+ un poema de javier egea
Esta semana puedo aparecer incluso en alguna cucharada de tu comida. Ten cuidado. Por si acaso voy a desgranar un poco lo que me toca estos días. Por ejemplo, mañana martes 17 sobre las 22h Óscar Santos me entrevistará para su programa La noche a tientas, en RK20, lo podéis oir los madrileños en el 107,7 de la FM, y el resto por internet aquí , hablaremos de poesía y otras cosas. Podría ser como esta canción de Mercromina, quién sabe.
Y para rematar la faena, el jueves 19 a las 19h en la Casa de los Tiros de Granada participo en una mesa redonda dentro del ciclo homenaje que se le está realizando al poeta Javier Egea y que lleva por título Soledades eternas. Comparto mesa con Javier Lorenzo y Gracia Morales y el tema a tratar es la influencia de Egea en la obra de los poetas jóvenes. Será un buen momento para volver a leer cosas de Troppo Mare y seguir reivindicando su figura y su obra. O poemas como este de Paseo de los Tristes con el que os dejo:
Entre cuatro paredes
comenzaba la noche del asedio.
Ellos, los asesinos,
alentaban la larga collera de los perros.
El hambre por las sábanas
se agazapaba oscura como un cepo.
Ellos, los asesinos,
nos pusieron el pan sobre unos ojos bellos.
Fuimos muriendo todos
hasta que todo se volvió desierto.
Ellos, los asesinos,
vigilaban la caza del amor en silencio.
domingo, 25 de octubre de 2009
TRANSMISSION (Joy Division) y una cita en la Universidad
Transmitiendo. En vivo. A veces pienso que un buen poema debe comportarse como Ian Curtis sobre el escenario. Que el ritmo de un verso debe sacudir como una de las canciones de Joy Division. El caso es que este grupo fue uno de los dioses tutelares de la escritura de La flor de la tortura. El caso es que el próximo martes 27 de octubre a las 13h, en la sala de grados del Edificio C, en la Universidad de Almería, tengo una lectura de poemas dentro del ciclo que organiza Isabel Giménez. Quien ande por allí que venga a verme y así hablamos de Joy Division y otras adicciones. Me presentará el mismísimo Sr. Curri, aka Antonio García Fernández, quien sabe de música, poesía y banderines. Transmitiendo, en vivo. En la radio de ningún lugar.
jueves, 8 de octubre de 2009
JAVIER EGEA NECESARIO y una cita en La Isleta del Moro
"Javier Egea necesario.
Nunca hablé con Javier Egea, ni me lo crucé por la calle, ni supe de su existencia hasta que ya dejó de tenerla físicamente. Mi relación con él es la de un lector con su poesía, por lo que pienso que somos patrimonio el uno del otro, que puedo escribir sobre un gran poeta sin ofender a nadie ni pedir permiso a aquellos que se sientan guardianes de su memoria. Escribo pues, en penumbra, entre la luz de unos versos ardiendo y la alargada sombra del mito. Un mito cuya presencia es evidente en esta ciudad: homenajes, una plaza en el Zaidín con su nombre, reediciones de ‘Troppo Mare’, ‘Manifiesto Albertista’ y ‘Argentina 78’, un premio literario concedido por una asociación (del Diente de Oro, como los sonetos que Egea preparaba antes de su muerte) fundada para difundir su legado, un volumen de Maillot Amarillo dedicado a su persona... y, por encima de todo, la admiración vírica que se transmite de unos lectores a otros sin importar condición, ni filias ni fobias. Por lo que se ve Granada va devolviendo poco a poco la deuda adquirida con su poeta.
Lo que sucede es que la obra de Javier Egea es inmensa, demasiado para que quepa en esta estrecha ciudad: el oxígeno del talento es la amplitud de espacios, dejar los pedestales de las plazas provincianas para ocupar las estanterías y los ojos de los lectores en una extensión proporcional al talento desalojado (como diría Arquímedes si fuera crítico). Y a pesar de eso, parece ser que fuera de Granada pocos son los que valoran a Egea de la misma forma febril que aquí lo hacemos, algunos lo relacionan (los más instruidos quizás) con La Otra Sentimentalidad, el resto, que tal vez comprenda la realidad a través de las páginas de sucesos como el Fernando Vidal de Sábato, apenas saben que se suicidó hace unos pocos años. Resumiendo, el que muchos consideran el mejor poeta granadino de finales del siglo XX no es más que una anécdota para la mayoría de los lectores de este país. Se me antoja que esta situación podría cambiar cuando Lumen (y la maquinaría mediática que arrastra) saque al mercado la recopilación de su poesía que el mismo autor proyectó, y libros como ‘Raro de Luna’, demasiados años descatalogado, abandonen el ostracismo. Una noticia para celebrar, sin duda, después de tantos rumores. Aunque mientras el libro todavía no exista, habrá que seguir esperando y por lo menos, aquí en Granada, no dejar de leer sus versos o lo que es lo mismo, resistir al asedio como un "pequeño pueblo en armas contra la soledad", porque como en el poema "ellos, los asesinos, / siguen alentando la larga collera de los perros"; nos sigue arañando el alambre de espino del conformismo, la negra matemática de Davos, desde las páginas vacías de la prensa y la literatura. Contra la uniformidad del muro unos ojos abiertos, contra el narcótico del "progreso" la conciencia del decorado: eso es, entre otras cosas, Javier Egea.
No sé de ningún poeta de esta ciudad que suscite una admiración tan unánime entre los más variados (y a veces enfrentados) gustos. Alguna evidencia estética o ideológica debe existir para que coincida lo irreconciliable, y que para cada cual bien podrá ser algo totalmente distinto; en lo que a mí respecta confirmo todo esto y apenas sí intuyo las razones, quizá por aquello de Coleridge de comprender la poesía sólo de un modo imperfecto y general, tal vez porque hay productos artísticos que pasan irremediablemente a formar parte de uno, como sucede con el Lorca fagocitado por el oleaje de ‘Troppo Mare’, escrito tan cerca de donde estoy que me siento incapaz de mirar la Bahía de los Genoveses sin escuchar "tanto mar y de golpe", sin esperar temblando la llegada de La Nube. Pero digamos que eso es un latido que compete a mi intimidad. Tras el verso anterior: "tanta historia y vencida", y es que a veces romper el cerco es caer en el desastre, o así lo demuestra la Historia del siglo pasado, a la que se encuentra irremisiblemente unido Javier Egea.
En 1999, con ese siglo XX, como cerrando su telón de contradicciones, se fue un artista prototípico de tal época (la que nos nutre y de la que todavía formamos parte). Pienso en su admirado Alberti, veo a Picasso, ambos mutantes que evolucionan o se fracturan sobre sí mismos sin perder nunca la conciencia de su propia identidad, del mensaje y la función que su arte tiene en confrontación con la realidad social de su tiempo, con la historia. Artistas no satisfechos con el molde, rompiendo uno tras otro, creando los propios pero sin perder de vista, sin dejar de agrandar la tradición (Picasso nunca dio el paso a la abstracción). Como Javier Egea, ensanchando el cauce de su/la poesía constantemente: del clasicismo estrófico al verso libre, de la narratividad a la imagen onírica, de la canción mínima al poema río, al poema océano, de Bécquer al psicoanálisis, del grito político al susurro emocionado, y de fondo su voz única, breve, intensa, como una llama súbita que cambia de forma al ser observada, que en un instante se apaga pero permanece largo tiempo en la retina. Evidentemente no soy objetivo en mis apreciaciones, aunque intuyo porqué Javier Egea es necesario, puede ser que su poesía mire de frente, y nosotros, sus lectores, sigamos "viviendo el mismo frío,/ la misma explotación,/ el mismo compromiso de seguir adelante/ a pesar del dolor", y eso sea suficiente. Nunca hablé con Javier Egea, sólo respiré un aire parecido, sólo escuché alguna que otra vez el latido del mundo a través de sus versos. Y ahora sólo intento pagar mi deuda.
Aparecido en el periódico La Opinión de Granada el 19 de febrero de 2004."
lunes, 14 de septiembre de 2009
un poema de Rafael Cadenas y una cita en Huércal-Overa
para ti la soledad convertida,
para ti el espacio ganado a la noche,
para ti el instante, la voz trocada,
el asentimiento,
para ti el último centro del fruto, lo irreductible,
para ti lo que el miedo no puede rozar,
para ti cuanto escapa de las venas del tiempo,
para ti el caudal de los días se bastan,
el acopio húmedo, la labor de aprender a ser nadie.
No hay secreto.
[de Memorial, 1977]
martes, 30 de junio de 2009
esta noche que no es poco
Si os atrevéis a ver el vídeo doce veces seguidas romperéis el plano de esta realidad y entrarán por la fisura vete tú a saber qué bestias veraniegas. Suerte.