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| Mariah Carey. Photo: David Lachapelle |
Hemos superado recientemente la resaca del periodo navideño con sus copiosos banquetes en convivencia familiar o con amigos, la Nochebuena, el día de Navidad, los Reyes Magos con sus cabalgatas, y no he percibido ninguna movilización ni alarma social por los días festivos o las celebraciones, ningún alboroto, las masas no se han lanzado a la calle en acto de protesta ante una fiesta de marcado simbolismo religioso. La Nochebuena como vigilia de la natividad de
Jesucristo, los villancicos, el Belén, la estrella, la adoración de los Reyes Magos, incluso Santa Claus que en realidad es San Nicolás, todos ellos signos de tradición cristiana que han calado de forma profunda y casi imperceptible en todos nosotros.
Pensaba, viendo en televisión un fragmento del final de la cabalgata, en la acogida del público, en la retransmisión televisiva casi simultanea por las distintas comunidades autónomas de sus itinerarios por las principales capitales de provincia, en los medios dispuestos y servicios públicos y lo que estos recursos podrían representar económicamente, y no advertí ninguna revuelta popular como sucedió en la visita del
Papa Benedicto XVI a España el pasado verano.
¿Por qué sin embargo existe esa animadversión hacia todo lo que se perciba como un acto o evento católico?. Es curioso, la congregación de fieles en una mezquita o una sinagoga denota progresismo, un avance democrático, pero que un practicante católico decida acudir a Misa es cuestionable, retrógrado, caduco y hasta le puede “ruborizar” reconocerlo, como si de un acto delictivo se tratara.
Se puede creer en la Cienciología, en los ovnis, la influencia de las pirámides, en la hipótesis de que
Walt Disney está congelado, en el poder de la mente y la actitud Zen, pero demostrar tener Fe o sentir devoción por una Virgen es objeto de lapidación popular.
Muchas veces se reciben correos electrónicos o informan en webs, blogs y publicaciones condenando cualquier noticia que implique a la Iglesia como un concepto global en la que todo cabe. Se critica su financiación, cuando la Iglesia en
España no tiene privilegios según creo saber, sólo recibe dinero procedente de medios propios o mediante la opción tributaria que cada contribuyente voluntariamente ha escogido. Por otro lado, jamás se habla de la inestimable labor social que desempeña por ejemplo
Cáritas Diocesana, que ofrece atención primaria a muchísimas personas y que hoy comen gracias a dicha organización caritativa de la Iglesia, la atención a los ancianos, a los indigentes, inmigrantes y a los sin papeles, a los drogadictos, o la educación en valores humanos, que no religiosos, de los que cada vez estamos más faltos, todas funciones sociales de las que se descarga al Estado y de la que la sociedad es su principal benefactor. Las labores de las misiones y la lucha contra el hambre en el mundo ya serían objeto de capítulo aparte, y nada tienen que ver con la colonización de las Indias y la Evangelización y que por suerte acabó con Pizarro y sus secuaces, y a menudo se nos olvida que las únicas que fueron capaces de aproximarse por primera vez a leprosos y enfermos de
SIDA, y siguen haciéndolo, eran unas monjas que generosamente asistían a aquellos enfermos enfrentándose a lo que desconocían y
Dios quisiera depararles.
Los argumentos en su contra suelen ser bastante livianos e inconsistentes, declaraciones demagógicas y más viejas que la misa en latín, como equiparar sacerdotes con pederastas, aquella recomendación de no utilizar preservativos en el
África deprimida, vincular el laicismo como única opción posible de desarrollo y evolución, o si la Inquisición cometió atrocidades en nombre de Dios, que no por ello es negar hechos y errores pasados que según entiendo han sido reconocidos y admitidos, para nada representativos de la actual realidad. Mensajes destructivos y poco alentadores de lo que la Iglesia es, al menos la del barrio e ir por casa, pues lo que muchas veces se le escucha desde la televisión no es
Iglesia, sino institución.
¿Qué finalidad tiene esa encrucijada? ¿La actitud de afrenta contra quién es exactamente? ¿Contra el catolicismo, contra la comunidad Cristiana, contra la Iglesia, contra el Papa, contra Dios?, y ¿Por qué no se manifiesta idéntica rabia contra
Buda, Lao Tsé, Mahoma, La Meca, Shivá o
Abraham?, o en realidad, ¿sí existe el mismo comportamiento sociológico en los correspondientes países?. Por unas u otras opciones sólo pido consideración y que seamos moderados por el hecho de creer en alguien, algo o en nada, cualquier postura es respetable, aunque hay quien seguro pueda crucificarme por mis opiniones.
Los grandes valores y los derechos universales los recoge la tradición cristiana, actitudes que se han admitido y transcrito al ordenamiento jurídico y muy lejano de ese Dios castigador y del que se debe ser temeroso en una época se empeño e interesó mostrar, una idea muy distinta a su esencia e imagen real.
Gandhi dijo una vez: “
Yo no creo en Jesucristo pero creo en su palabra”. Creer en Él sin duda puede no ser más que acto de Fe, se tiene o no, se siente o no, sea cual sea el color político, no hay perfiles, ni de edad ni intelectual, puede percibirlo un científico o un filósofo, pero seguir un mensaje de
amor al prójimo, de generosidad, de solidaridad, verdadero, de respeto por y hacia el ser humano es un sentimiento que vale la pena despertar aunque se encuentre anestesiado, como cuando se celebra la Navidad sin conciencia de ello.
Prince. "
Anna Stesia"
(Lovesexy, 1988)
(...)
¿Alguna vez te has estado tan solo
como si fueras el único en este mundo?
¿Alguna vez has querido jugar tanto con alguien
que te diera igual que fuera chico o chica?
(Estribillo):
Anna Stesia ven a mí, háblame, viólame,
libera mi mente
Dime lo que piensas de mí, alábame, enloquéceme
fuera de este espacio y tiempo.
Entre el blanco y el negro, el día y la noche
La noche oscura parece que sea el único camino
Así que baila
la música tardía, nada grande
No hay forma de distinguir
Corrí el riesgo.
Gregory se parece a un fantasma
Y luego a una preciosa chica, a la más
Humedece los labios para decir...
"Podríamos vivir por un tiempo
Si pudieras aprender a sonreír
podríamos volar lejos, volar lejos, ...Oh".
(Estribillo)
Quizás, quizás, tal vez podría aprender a amar
quiero decir de la manera correcta, me refiero de la única forma
A lo mejor podrías enseñarme, cariño.
Anna Stesia ven a mí, háblame, viólame,
libera mi mente
Quizás, quizás, tal vez podría aprender a amar
¡Ah, si estuviera más cerca de algo! (más próximo)
¿Más próximo a ti, Ser Superior? No sé
¿Más cerca del Cielo? tal vez
¿Más cerca de Dios?.
Sálvame Jesús, he sido un tonto
¿Cómo he podido olvidar que Tú eres la Norma?
Tú eres mi Dios, yo soy tu hijo
De ahora en adelante, por ti seré desenfrenado
voy a ser rápido, voy a ser fuerte
Voy a contar tu historia sin importar el tiempo
No importa cuánto (No importa)
Simplemente vamos a seguir tu plan maestro
Ahora, mi Señor, entiendo (entiendo)
El amor es Dios, ...Dios es amor
Chicas, chicos, el amor de Dios está por encima.
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"Un agnóstico está más cerca de Dios que un católico rutinario"
Benedicto XVI (Joseph Aloisius Ratzinger), actual papa de la Iglesia católica.
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| Madre Teresa de Calcuta. Photo: Agencia Magnum. |