| El Graduado (y sus padres de postureo y babas). Ph.: Sergio DS |
Estaba claro que las estampillas, ni los minerales, los Bionicle, los bichos, las botellas o las chapas, no eran lo tuyo [Dejaremos la música aparte, que no es coleccionismo sino arte].
Sí, eras un enano de lo más movido y se percibía tu tesón y carácter, personaje y personalidad, aunque pueda sonar a un padre orgulloso magnificando aquello que más quiere y lo mejor que ha hecho en su vida: un hijo maravilloso, que deja de ser un chaval para estrenar la mayoría de edad, y que seguro, no dentro de mucho, brillará con luz propia como físico de prestigio, como es tu vocación y siguiendo tu propio criterio, como siempre lo has tenido a pesar de tu corta edad.
Tenía prácticamente abandonado este espacio virtual, sin embargo hoy sería el día que me faltaría tiempo hasta agotar la infinita red elogiando lo que siento por ti, con amor y admiración sin llegar a parecer (todavía más) un padre baboso plenamente satisfecho del retoño en el que le gusta reflejarse. Ya tendré ocasión de decírtelo acompañado de un fuerte y sentido abrazo, hoy lo limitaré a estar líneas que ya reprimo por ser la primera ocasión que no lo celebramos juntos, porque así son las leyes de la vida -o del universo- y ellas son las que mueven los hilos.
¡Felicidades, hijo!
"Somos el tiempo que nos queda". Todo empieza ahora, el mundo es tuyo...
Violadores del Verso. "Vivir para contarlo"
(Vivir para contarlo, 2006)
(...)
"El verdadero valor de un hombre se determina según una sola norma: en qué grado y con qué objetivo se ha liberado de su yo".
Albert Einstein (1879-1955). Genio.