Dice el demonio: "Vas a flaquear. No sabrás cuál es el momento exacto. Tienes miedo". Dice el ángel: "Vas a flaquear. No sabrás cuál es el momento exacto. Tienes miedo".
El guerrero se sorprende. Ambos le han dicho lo mismo.
Entonces el demonio continúa: "Deja, que yo te ayudo". Y el ángel: "Yo te ayudo".
En ese momento, el guerrero percibe la diferencia. Las palabras son las mismas, pero los aliados son diferentes.
Entonces él escoge la mano de su ángel.
Fragmento de "Manual del Guerrero de la Luz" (1997). Paulo Coelho.
| "San Miguel" (Oleo, 1501). Rafael Sanzio |
Swans. "Song for a Warrior" (The Seer, 2012)
(...)
Hay un crecimiento, una luz dorada
una flor que se abre, detrás del reflejo de tus ojos
Si un ángel lo pudiera sostener, en su reluciente mano blanca
sé que lo liberaría, como un pájaro en el cielo.
Ahora tú eres el guerrero, que va a conquistar esta tierra
sobre un caballo hecho de nubes, te dispersarás por la arena.
Algunos dicen, que Dios hace tiempo que murió
pero escuché algo en tu interior, apoyando la cabeza en tu pecho...
Desde dentro, todo lo malo,
dicen, que he hecho, ahí está,
un vidente, entre un millón, a la espera de convertirse.
¡Envíalos a casa!...
Usa tu espada,
utiliza tu voz y destruye,
y destruye,
entonces empieza de nuevo.