En la foto, con Peco, el mayor de los nietos Varela. Cumplían el mismo día, con algunos años de diferencia. Por abajo a la derecha, se cuela el menor de los nietos del Campo, Jorgito, atento a la vela y a la torta.
Muchas cosas para ir recordando de a poco. Pero ahora me vienen a la mente las veces que Jorge Varela esquivaba sus bien merecidos bastonazos. ¡Hasta él dice “pobre Mona”!
Después de un velorio breve en Montevideo, al que muchas personas fueron a saludar, salió un cortejo íntimo para Carmelo donde quedó en el panteón de los Alvariza. Durante el camino se acercaron a la ruta la gente del Km. 89 y en Juan Lacaze se sumaron algunos otros amigos desde muchos años.
A todos nuestros visitantes, les agradecemos una oración por su alma.