Tonight's the night, la canción, podría ser una de esas piezas eternas de su autor en las que se sumerge para tardar en salir a flote, con un larguísimo tramo intermedio para balancearse obnubilado en la contemplación o en la soltura de la improvisación. Pero en Tonight's the night (1975), el disco, el tema abre y cierra, con cerca de cinco minutos en cada versión, un repertorio marcado por la tristeza y la angustia, por las pérdidas cercanas y cierta desolación. Es este uno de los álbumes más sórdidos de Neil Young (al que tenemos la manía de regresar con frecuencia), también de los más torcidos (esa manera tosca de afinar las voces o raspar las guitarras), pero es a la vez otro ejemplo de la imperfección seductora del canadiense. En Tonight's..., que parecen retazos extraídos de una sesión y de otra, coinciden Crazy Horse por un lado y los Stray Gators por otro, con Nils Lofgren como colega invitado. Y cada vez que suena ese hipnótico tema titular entran ganas de que no llegue al final.
lunes, diciembre 01, 2025
BONUS TRACK 321: TONIGHT'S THE NIGHT (NEIL YOUNG)
Tonight's the night, la canción, podría ser una de esas piezas eternas de su autor en las que se sumerge para tardar en salir a flote, con un larguísimo tramo intermedio para balancearse obnubilado en la contemplación o en la soltura de la improvisación. Pero en Tonight's the night (1975), el disco, el tema abre y cierra, con cerca de cinco minutos en cada versión, un repertorio marcado por la tristeza y la angustia, por las pérdidas cercanas y cierta desolación. Es este uno de los álbumes más sórdidos de Neil Young (al que tenemos la manía de regresar con frecuencia), también de los más torcidos (esa manera tosca de afinar las voces o raspar las guitarras), pero es a la vez otro ejemplo de la imperfección seductora del canadiense. En Tonight's..., que parecen retazos extraídos de una sesión y de otra, coinciden Crazy Horse por un lado y los Stray Gators por otro, con Nils Lofgren como colega invitado. Y cada vez que suena ese hipnótico tema titular entran ganas de que no llegue al final.
viernes, noviembre 28, 2025
BONUS TRACK 320: SUTRAS (DONOVAN)
El amplio catálogo de producciones de Rick Rubin guarda asociaciones inesperadas. En 1996 el reclamado productor encontró un alma gemela en el terreno espiritual y creativo en Donovan Leitch, un antiguo icono del poder de las flores en la segunda mitad de los sesenta que, con el curso de las décadas, ahondaría, entre la música y la poesía, en territorios místicos. Rubin ya había extraído de Johnny Cash toda la fuerza de su mito en los primeros dos volúmenes crepusculares grabados bajo su producción cuando trabajó con Donovan en Sutras, catorce piezas escogidas de un cuaderno con más canciones que había empezado a llenar unos años antes.
La sombría profundidad de Cash desaparece con el escocés en el estudio, más meloso y melódico, suave en su recitado. Pero de la escasez instrumental Rubin y de la selección de unos pocos músicos de acompañamiento infalibles (Danny Thompson en el bajo, Benmont Tench en las cuerdas) vuelve a conseguir el ropaje perfecto para crear música cálida, precisa y cuidada en un disco tan estimable como olvidado.
lunes, noviembre 24, 2025
LIVE IN 316: VALERIE JUNE, SANTIAGO 2025
Esta mujer parece venir de otro planeta o dimensión. Una extraterrestre sin estilo o una agitadora de estilos. Reconoces el blues, el rock, el country, el bluegrass o el góspel en las líneas de su música y luego la ves ahí tan estrafalaria, con un pulpo de pelo en la cabeza, un vestido rojo con medias celestes y botas verdes y esa voz que chilla y se queja, que acaricia y ronronea, salta y se extiende sobre canciones que alcanzan una belleza indescifrable. Algo, de algún modo, fuera de lo común.
Esta es la Valerie June que vimos hace unos días en la Capitol de Santiago. Cuando se dirige a nosotros interpreta a una niña caprichosa o a una vieja gruñona, con un punto de encanto desconcertante. Cuando canta y desliza mansamente sus dedos sobre cuerdas de eléctrica, acústica y banjos de distinto tamaño su reportorio desprende paz o chispas y fuego, según cante Shakedown, Call me a fool o Endless tree.
Solo un bajista eficaz y un contundente baterista también al cargo de coros arroparon a la artista. En la falta de más instrumentación noté que los temas de su último álbum, el fabuloso Owls, omens and oracles, sonaron más fríos. El resto alternó decibelios y desenchufes, nervio y paz. Valerie, rara, distinta, tremenda a veces.
viernes, noviembre 21, 2025
BONUS TRACK 319: THE STONE ROSES (THE STONE ROSES)
El vinilo sobresalía de una estantería en la casa de un amigo. Mucho más tarde pensaría que el fondo de la portada, bajo el nombre del grupo y las tres rodajas de naranja, podrían ser salpicaduras de pintura de Jackson Pollock. La aguja hacía sonar un espeso bajo hechizante y el cantante pedía ser adorado. Estuve atrapado en esa canción unas semanas, quería escucharla una y otra vez, I wanna be adored. El resto del disco no me despertaba misterio, nada más era capaz de retener. Después supe que los miembros del grupo salían de una pelea y se metían en otra. No había lugar al entendimiento. Solo un álbum más pudieron completar cinco años después. Y ahí se acabaron The Stone Roses.
Su despegue con el primer disco en 1989 solidificó la escena de Madchester; cómo molaba imaginársela en esa ciudad desconocida, gris y lluviosa, con aquella banda sonora que unía de la mano el pop y la música dance entre una base rítmica terriblemente adictiva, con la ayuda de un poco de ácido. La banda pariría hijos legítimos igual de conflictivos y dejaría una huella de nostalgia que supo explotar entre seguidores con morriña con un oportuno reencuentro dos décadas después. Aquel álbum lo aprendí a escuchar mejor después, en su frescura, en su misterio, comprensible legado de adoración.
sábado, noviembre 15, 2025
GREATEST HITS 376: FOOL TO CRY (THE ROLLING STONES)
Si tienen una hora libre, o un poco más, para interrumpir sus obligaciones y entregarse a la desconexión, prueben con un concierto de los Stones a mediados de los setenta, en la época del Black and Blue. Nadie cantaba en una veintena de idiomas en un mismo disco ni escribía letras y música trascendentales. A muchos que entonces éramos muy niños y más tarde creceríamos con Jagger y los demás aquellas canciones nos convertirían en creyentes, sin necesidad de envolver nuestra fe en marca y extravagancia.
Aún me abrazo a mi fe escuchando temas como Fool to cry. Vean a estos chicos, que limpias y molonas caen sus melenas (menos desde el cráneo del baterista), qué finura en sus voces, seducción en los labios, elegancia en los instrumentos. Es una de mis canciones favoritas de estos monarcas, de estos artistas del culto. Arrodíllense.
jueves, noviembre 13, 2025
VOLUME TWO 137: MR. SOUL
Este señor acaba de llegar a los 80 años. Su alma lleva más de treinta años trastocándome, el tiempo que ha pasado desde que empecé a entrar en su música, desde aquel presente hacia atrás y después hacia el momento de ahora: perdiendo la cuenta, desconectando y volviendo a alcanzarlo, enfadándome, asombrándome, según el viento caprichoso sobre el que siempre ha cabalgado Neil Young y sus colegas. No habrá una semblanza en las siguientes líneas, no tocan hagiografías. Solo unas cuantas ideas, recuerdos y emociones.
Fue con Harvest moon como empezó, su aroma de campo al atardecer, aquel bienestar. Los VIPS vendían aquel y otros discos suyos, que fueron cayendo a distinto ritmo: Neil Young, Zuma, Everybody knows..., Weld, Tonight's the night, Harvest, Comes a time... Y luego Sleeps with angels, Mirrorball y esa cuenta confusa de trabajos oficiales, discos descartados y archivos recuperados. Dejé hace tiempo de seguir el orden, me conformé con actualizarme según me apeteciese, preferí volver a sus canciones, las que todos conocían y de las que casi nadie se acordaba.
Me encantaba verlo tan atrás con los flecos largos de su chaqueta en Buffalo Springfield, el arrinconado en CSN. Medio siglo después no acierto a quedarme con una banda por encima de la otra. Imponía su altura, la mirada colgante, las veces en que su guitarra temblaba nerviosa o sonaba con mansos destellos acústicos. Una vez estuvo en mi ciudad y yo me planté en la segunda fila. No traía fresco su mejor disco, pero allí con Ralph, Billy y Poncho se apiñaron los unos a los otros de espaldas al público para hacernos parecer que eran insuperables.
Y quizá Neil lo sea, único, insuperable en su especie. El músico que ha hecho lo que le ha dado la gana, en sus caprichos, sin concesiones, tosco hoy, delicado mañana. Mr. Soul. Padrino de unos, norte de otros, genio de sí mismo.
martes, noviembre 11, 2025
VOLUME ONE 704: SAD AND BEAUTIFUL WORLD (MAVIS STAPLES)
Creo haber reseñado, a la manera antojadiza en como lo hace este blog, los últimos seis álbumes de estudio de Mavis Staples desde 2007, además de aquella inolvidable actuación que me puso enfrente de ella, al alcance de sus manos y su entrañable menudez, en el pequeño escenario del Jazz Café de Londres a finales de 2010. Mavis es alguien a quien le encaja la particularidad de lo sagrado, de la vejez sabia. En su forma de ser y en su música, intérprete vocacional y vocalista emocional. Dejándose guiar por el criterio de colegas que podrían ser sus hijos o nietos, como Jeff Tweedy, M Ward, Ben Harper y ahora Brad Cook, ha firmado un final de carrera memorable.
Sad and beautiful world (Anti-, 2025) podría ser el fin de su travesía, o una etapa más, quién sabe. A ese Dios tan presente que la conduce en su camino, Mavis sigue dirigiéndose en sus canciones, a un mundo, en efecto, triste pero hermoso a través de canciones prestadas por Tom Waits o Kevin Morby (qué hermosa sencillez la de Beautiful strangers) y el discreto concurso de voces y destrezas como las de Boonie Raitt o Waxahatchee, que convierten este álbum en una brillante hoja más del invernal calendario de la gran Mavis Staples.
Nota: 8/10
sábado, noviembre 08, 2025
SILVANA
Esta mujer no necesita detener el tráfico ni ensayar el caos. No necesita cubrirse de hábitos espirituales para retorcer lecturas o sembrar debates. Ni entrometerse en tu rutina cuando abres la web de un diario o cambias de dial. No le hacen falta profundas incursiones expertas (o no) en la superficie y el núcleo de su música o en los trazos de su escritura para encontrarle un sentido. No es ninguna reina, ninguna divinidad, ningún fenómeno de la sociedad moldeado por la pirotecnia. No necesita disrupciones ni invenciones para atraer asombros. Nadie estudiará al detalle las curvas de sus vestidos, el estilo de su peinado o maquillaje o la interpretación de una canción en una fiesta exclusiva o una gala de famosos. No necesita todo eso para ganarse merecidamente la brillantez, la que escasea en todo lo demás.
domingo, noviembre 02, 2025
BONUS TRACK 318: DAMN THE TORPEDOES (TOM PETTY & THE HEARTBREAKERS)
Si la pregunta fuera esta, ¿cuál de los primeros cinco discos de Tom Petty prefieres? (entre el 76 y el 82), creo que muchos de sus seguidores no dudaríamos en señalar el tercero, Damn the torpedoes (1979). El rubio de Florida y sus rompecorazones firman este quinteto inicial de álbumes, aunque solo en uno, el segundo, aparecen los cinco en la foto de portada. Para el tercero, ante el estor rojo de una ventana a juego con su camiseta, con la guitarra colgando en su cintura, el flaco Tom mira y medio sonríe con el gesto de la plena confianza en sus canciones. Esto es lo que hay, me ha salido un trabajo redondo.
Así es. En esta joya se concentra la esencia lírica y estilística de Tom Petty y su banda, la compenetración máxima de un grupo, todo lo que ha bebido y aquello de lo que beberán otros en adelante. Con los Byrds en la genética y el rock and roll en las venas, Damn the torpedoes se proyecta imparable desde su trío de despegue (Refugee, Here comes my girl, Even the losers) y suena como la primera gran bomba de una banda irrepetible.
viernes, octubre 31, 2025
LIVE IN 315: HOY HE VISTO A DARÍN
Hoy he visto a Ricardo Darín. No ha sido en la pantalla, no ha sido en la calle de incógnito o en un evento presentando un libro o una película. Ha sido a cuatro o cinco metros de distancia, desde la cuarta fila de un teatro en mi ciudad, en la tercera de las cuatro funciones diarias que el actor argentino representa junto a Andrea Pietra. La obra, Escenas de la vida conyugal. La inspiración en Ingmar Bergman y su Secretos de un matrimonio, la dirección a cargo de Norma Aleandro.
Hoy he visto a Darín, un actor monstruoso en un escenario. Tierno, cómico, dramático, gamberro, desesperado, irónico, patético, borracho, perdido, enamorado. Todo eso en apenas dos horas. En esas escenas de un matrimonio que se desnuda en su dependencia, su hartazgo, su humana imperfección. Una carcajada, un escalofrío. El arte mayúsculo de la interpretación, el placer de vivirlo tan cerca con un actor y una actriz colosales.
miércoles, octubre 29, 2025
VOLUME ONE 703: REAL WARMTH (JOAN SHELLEY)
Me ocupo estos días de este disco, no escucho nada nuevo más. Me tiene en estado de reposo, adormecido, abrigado, maravillado. Son sensaciones que surgen de las canciones frágiles de Joan Shelley en su octavo álbum, Real warmth (No Quarter, 2025): calor auténtico, música amable, precisa y preciosa en las fronteras del folk americano y británico.
Me gusta todo lo que he escuchado de esta mujer, apartada ahora en una casa de Toronto con un grupo exquisito de músicos que convierten la finura de las cuerdas y las percusiones en postales de nostalgia. Sus canciones, que nacen y avanzan despacio, esquivan los estribillos y respiran con un detallismo en su arquitectura sonora que deslumbra, que hace flotar.
Nota: 9/10
lunes, octubre 27, 2025
BONUS TRACK 317: THE TRINITY SESSIONS (COWBOY JUNKIES)
Quizá porque me ha llegado desde el Oriente lejano en una mochila cargada de discos a precios deliciosos y viciosos, hoy saboreo mejor que nunca el día aquel en que los Cowboy Junkies grabaron con solo un micrófono este álbum en la iglesia de la Sagrada Trinidad de Toronto, un 27 de noviembre de 1987. Fue el segundo álbum de los hermanos Timmins, sin que apenas el primero se hubiera conocido y escuchado, y con esa suavidad característica con que grabaron canciones propias y ajenas dejaron claro el territorio en el que se iban a asentar y el clima que lo iba a definir. De la revisitación del Blue Moon al lamento lloroso de Hank Williams (I'm so lonesome I could cry), de los arreglos hipnotizantes de Working on a building al sigiloso préstamo de Sweet Jane. La epifanía bluesera de Walking after midnight eleva The Trinity Sessions a la inmortalidad veinte, treinta, cuarenta años después de que se acomodase entre los muros de aquella iglesia.
sábado, octubre 25, 2025
SOUNDTRACK 292: NEBRASKA Y BRUCE
"Busco lo auténtico entre tanto ruido".
El ruido es el éxtasis, la carga de la imagen, la saturación de halagos, la urgencia por vender y convencer. El Bruce público que disuelve al Bruce privado, que no se encuentra, no se reconoce. Lo auténtico es encontrarse, reconocerse, limpiarse en las canciones, latir con la música.
Conocemos muchos lo ocurrido. En resumen: Springsteen, ese rockero del pueblo, el tipo al que la calle reconoce, acaba exhausto la gira del doble álbum The River, conciertos de tres horas, un retiro, un colapso, el pasado que vuelve, el presente confuso, la depresión. Encerrado en una casa con una mesa de cuatro pistas escribe sus nuevas canciones, desnudas, sombrías, tristes, desafinadas o con grano. Así nace Nebraska (y otros temas que poco después entrarían en Born in the USA), sin singles, sin promoción, sin conciertos, sin el rostro del músico en la portada. El brillante paréntesis en una ruta que lo elevaría todavía más arriba.
Springsteen. Deliver me from nowhere pone aquel tiempo en pantalla. La película recién estrenada condensa unos meses de tormenta y lágrimas, la angustia del artista, ese dolor por no reconocerse ni saber hacia dónde dirigirse. Es en ese laberinto de emociones y en la crisis de identidad de un ser idolatrado donde el director Scott Cooper más acierta y el film más crece: con la banda sonora de unas canciones que purifican y con la estupenda actuación de Jeremy Allen White.
Bruce y su música nos curan tantos años después. A quienes se enfrentan al papel en blanco para retratarse en las canciones y a quienes luego nos encontramos en ellas.
miércoles, octubre 22, 2025
SOUNDTRACK 291: LA RESIDENCIA
El juego Cluedo, Agatha Christie, Sospechosos habituales y otras fuentes detectivescas se unen en La residencia, una prodigiosa serie estadounidense de misterio que en ocho episodios avanza a ritmo de vértigo aunque solo abarque una noche en la que se produce un asesinato, los interrogatorios de las horas siguientes y una toma de declaraciones posteriores. De atrás adelante y de adelante atrás en un montaje laberíntico pero nunca confuso, esa residencia que es la Casa Blanca se convierte en un escenario cómico y dramático donde el espectador se desliza entre sospechas, coartadas, historias delirantes y conflictos personales.
En una cena de Estado aparece muerto el jefe del personal de servicio de la residencia. La investigación de un caso tan inesperado recae en la excéntrica Cordelia Cupp, observadora de aves, perspicaz en sus preguntas, impredecible en sus deducciones, desesperante en sus métodos. Todos hablan, todos le cuentan, todos tienen motivos para haber matado a la víctima. Es la puesta en escena, ágil y juguetona, y el montaje zigzagueante lo que saca del montón a esta intriga imposible y la transforma en un festín. Con la gran Uzo Aduba (la inolvidable Crazy Eyes de Orange is the New Black) en una genial maestra de ceremonias.