Hoy mi horóscopo de decía que me deje llevar por la magia de los
días y que todo será posible, hasta lo imposible. El sol está en
mi signo y cuando se esconda vendrá la luna a relevarle y entonces
ya será el no va más. Es el momento de abrazarnos a los árboles y
escuchar la voz vegetal del mundo; de saltar hogueras sin salir
quemado, y arrojar a las llamas lo viejo, lo que impide, los lastres
que nos mantienen pegados a la tierra. Es tiempo de escribir deseos
que se harán realidad, porque eso es lo que debe suceder con los
deseos.
Así que te escribo y te pido que vengas. Que dejes ya esa dureza de
eones. Que te rindas en tu empeño baldío y entregues las armas a
quien quiera guerras. Que seques el sudor de tu frente, Ulises, te
vistas de velas blancas y acudas a este hogar de pan caliente. Para
que después, si quieres, continuemos juntos este viaje inevitable.