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lunes, 11 de noviembre de 2013

FRITE DE PATATAS.

Desde la pasada semana colaboro con el periódoco "Digital Extremadura". Aquí va mi primer artículo tal y como fue publicado:

Permítanme que me presente, pues voy a ser quien se ocupe de esta sección a partir de hoy.
Me llamo Valentín Domínguez y soy conocido en el mundillo de la red como Valdomicer por mi actividad, tanto en el blog como en las redes sociales.
Me defino a mí mismo como "Viceama de casa con competencias plenas en materia de avituallamiento y manutención". Dicho de otra forma, la compra y la cocina son tareas mías.
Hace ya medio siglo, mes arriba, mes abajo que empecé en estas tareas ayudando a mi abuela a pelar patatas, picar un tomate o majar los ajos en un mortero. No era, ni mucho menos, su intención enseñarme nada. Es más, en aquellos tiempos se amenazaba con severas mutilaciones a aquellos varones que realizaban cualesquiera de las tareas domésticas adjudicadas secularmente a las mujeres.
En cualquier caso, más de cincuenta años de ejercicio alquímico en la rebotica de los fogones o de oficiante en el templo de los sabores, creo, me otorgan suficiente autoridad para hacerme cargo de esta sección. O, en todo caso, nadie me puede negar la experiencia necesaria para irlo contando.
Las recetas que vaya publicando serán de verdad, las he hecho en mi cocina, las he fotografiado y las hemos degustado mi familia y yo.
Pocas serán originales, la mayoría proceden del “boca a boca”, del "Y tú ¿cómo lo haces?", otras del viejo recetario de la bisabuela -una colección de hojas sueltas, amarilleadas por el tiempo, casi ilegibles-. Muchas de ellas, calculo, con más de un siglo de antigüedad, redactadas en imperativo (cójase, tómese, córtese...) y las cantidades en medidas ya en desuso (libras, onzas, cuartillos....) o con ingredientes de los que no tengo ninguna referencia, ni encuentro en los diccionarios, ni nadie ha oído nunca hablar de ellos y que ha habido que adaptar.
Propongo, por tanto, una cocina sencilla, con ingredientes asequibles y de fácil elaboración, sin perjuicio de los menús de los días de campanas gordas más elaborados y complejos.
Vaya mi primera receta, sacada directamente del recetario de la bisabuela y que es uno de los platos más sencillos y baratos que se pueden elaborar.

Frite de patatas.
Necesitamos:
2 Kg. de patatas.
1 pimiento rojo.
2 ñoras o pimientos choriceros. (Se pueden sustituir por dos cucharadas de pimentón).
2 dientes de ajo.
1 hoja de laurel.
1 guindilla.
Aceite de oliva, agua (o caldo de verduras), azafrán, sal.
Pelar las patatas y cortar en rodajas de 3-4 milímetros de grosor. Cortar los pimientos en trozos de 1 cm. Poner las ñoras en remojo y extraer la pulpa con una cuchara.
En una cazuela, poner un chorro de aceite. Cuando esté en su punto, echar los pimientos y cocinar hasta que estén tiernos, sin dejarlos dorar. Añadir las patatas y dar unas vueltas.Echar la carne de las ñoras. Cubrir el guiso con el agua (o caldo), agregar la hoja de laurel y el azafrán.
Dejar cocer a fuego suave, meciendo la cazuela de cuando en cuando para que espese el caldo. Alrededor de diez minutos han de ser suficientes.

Majar los ajos con un puñadito de sal y con la guindilla y agregar en el último momento. Probar y rectificar de sal (y de picante). Servir.

jueves, 27 de mayo de 2010

FRITE DE CORDERO.

No se si os acordaréis de mí: Soy uno que escribía aquí habitualmente.
Debe ser la astenia primaveral juvenil y que a mí, como estoy en la tercera juventud, me ataca por tres. Hasta los fogones y las cazuelas me extrañan cuando me ven.
Una vez superado el bajón, regreso a la actividad.
Si algún plato es distintivo de la cocina extremeña, es el frite de cordero, que, vaya por dios, en Badajoz lo llaman caldereta. En realidad da lo mismo cómo se llame. Hay tantas maneras de hacerlo como casas, cada familia tiene su propia receta.
Es fácil atribuir este plato a la cocina pastoril, sin embargo tiene su origen el la refinada cocina del Reino aftasí de Badajoz.
Fueron los monjes de Yuste los primeros que utilizaron el pimentón en la cocina, en principio, por ser un excelente conservante de los alimentos.
Hoy, sobre todo en el medio rural, no hay fiesta que pueda recibir tal nombre si no hay frite. Se suele hacer con el cordero completo y se guisa para toda la familia o para muchos comensales y se hace al fuego de leña en un caldero de hierro.


Mi receta es muy básica y sencilla y solamente para
dos personas.
Una paletilla de cordero troceada.
medio pimiento rojo.
2 + 1 dientes de ajo.
Una cucharada rasa de pimentón.
Un vaso de vino blanco de pitarra. (Un oloroso seco hace un buen papel).
Aceite. (Quien se atreva, puede usar manteca de cerdo).
Agua, sal, perejil.
2 hojas de laurel.
Dos ó tres patatas.
Calentar la cazuela donde se vaya a hacer el guiso. Cubrir el fondo con aceite y echar el pimiento en pedazos seguido inmediatamente de los trozos de cordero. Dar unas vueltas hasta dorar y que cambie el color. Retirar del fuego y echar el pimentón, volver al fuego y "apagar" el guiso con el vino. Acabar de rellenar con agua hasta el nivel de la carne sin que llegue a cubirla.
Majar dos dientes de ajo con la sal y una caña de perejil, añadir al guiso en cuanto rompa a hervir y bajar el fuego al mínimo.
Dejar que se vaya haciendo lentamente, alrededor de 1 hora y 1/4 para carnes blandas, para corderos un poco mayores la cocción puede llegar a las dos horas.
Vigilar constantemente y sacudir el guiso de vez en cuando. Si fuese necesario, añadir poco a poco agua hirviendo. Cuando casi esté, majar el otro ajo y dar el último hervor.
Pelar las patatas y cortarlas a cuadros. Freirlas en abundante aceite de oliva. Se pueden agregar al guiso; pero a mí me gusta ponerlas aparte.

Se cuenta la anécdota de la que fue protagonista Alfonso XIII, que tras una montería por estas tierras, en el cortijo, le pusieron para comer este plato. Le gustó tanto que envió a uno de sus cocineros para aprenderlo. Sin embargo en palacio no tuvo el mismo éxito, por lo que el cocinero regresó para ver qué condimento secreto no le habían facilitado para el éxito del plato. La respuesta que se llevó el cocinero fué que "El frite se jace asina y el condimentu que farta es la jambri".