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martes, 15 de octubre de 2013

SEPIA RELLENA.

Creo que a todo el mundo le gustan los cefalópodos.
Bueno, a todo el mundo, no. Me apena ver a los ingleses (entre otros) apartando los aros de calamar de las paellas playeras.
Pero en mi casa, gustan. Calamares, chocos, pulpo, chipirones, potas...
En mi casa y en muchas más -supongo- porque una de las tapas habituales en los bares de por aquí, son las "patitas (rejos) de calamar".
Y, cuando algo gusta, hay que darle variedad al guiso para no aburrir al personal. Así que, buscando por ahí, encontré esta receta. Que ellos digan si les gustó o no.
Ingredientes:
4 Sepias de 200 - 250 grs.
300 grs. de Langostinos.
100 grs. de jamón
1 Cebolla.
4 dientes de Ajo
1 Vaso de vino blanco (oloroso).
Pan rallado.
Una cañita de perejil.
Aceite de Oliva, sal
Picar la cebolla y el ajo.
Separar los tentáculos y picarlos junto al jamón y  los langostinos pelados.
En una sartén, poner el aceite y cuando esté caliente rehogar la cebolla y el ajo  hasta que estén transparente. Agregar el vino y cocinar hasta que se evapore el alcohol. Añadir el jamón, tentáculos y langostinos y seguir cocinando unos cinco minutos.
Mezclar el pan rallado con un diente de ajo y el perejil muy picados. Verter sobre la sartén   y mezclar bien.
Salar las sepias y rellenarlas con la farsa. Precalentar el horno a 180ºC y meter las sepias durante media hora aproximadamente.
Cuando estén hechas, dar un toque de grill para dorar por encima.
Acompañar de un alioli o mahonesa.

domingo, 8 de septiembre de 2013

ALBÓNDIGAS DE SEPIA Y GAMBAS.

Nunca me había atrevido a hacer las albóndigas de pescado porque en todas las recetas que conocía se elaboraban hervidas y no fritas y, la verdad, no me resultaban apetitosas.
Hasta que hace ya algún tiempo, en Sevilla, tapeando con nuestros hijos y nuestros consuegros, en algún sitio nos pusieron unas albóndigas de sepia que estaban francamente buenas. Muy buenas, diría yo. Tanto que repetimos: "¿Quieres más?" -me dijo con sorna mi consuegro-.
Allí mismo me dio la receta mi consuegra y tal como me la dio, la hice.
De esto hace ya un tiempo y la foto ha estado por ahí medio perdida esperando el momento de su publicación que parecía no encontrar nunca el momento oportuno.
Hasta que hace unos días me las encontré en el blog de mi amiga Tita y decidí prepararlas para la comida familiar del sábado. Once en la mesa. me salieron 34 piezas y no quedó ninguna para la foto. Así que he tenido que recurrir al archivo antiguo hasta encontrar la fotografía que hice a las primeras y que nunca vio la luz.
Necesitamos:
500 gr. de sepia ya limpia.
200 gr. de gambas peladas.
2 rebanadas de pan de molde sin corteza.
1 vasito de leche.
1 diente de ajo picado.
1 caña de perejil picado.
1 huevo.
1 golpe de pimienta recién molida.
Harina de freir.
Un pellizco de sal.
aceite para freír.
Para la salsa:
1/2 cebolla.
1 diente de ajo.
1 vasito de vino blanco (oloroso).
1/2 l. de caldo de pescado (O de haber cocido las cabezas de las gambas).
Unas hebras de azafrán.
sal.
En un bol poner el pan empapado en la cantidad suficiente de leche para que no escurra. Añadir un poco de sal, el ajo y el perejil picados y un toque de pimienta.
Aplastar todo con un tenedor hasta obtener una pasta. Agregar el huevo (dos si fuera necesario) y mezclar.
Cortar la sepia y las gambas en trocitos pequeños y añadirlas al bol. Mezclar bien hasta que tengamos una masa con la textura apropiada para hacer las albóndigas. Si queda demasiado líquido, se le puede poner un poco de pan rallado, si, por el contrario, quedase demasiado seco, un poco más de leche.
Dejar reposas la masa una media hora y pasar a elaborar las albóndigas poniendo en las manos una pequeña cantidad de masa adecuada al tamaño que queramos darle. Pasarlas por harina de freir y hacerlas en la sartén en tandas. Se van colocando en la cacerola en la que vayamos a guisarlas.
Una vez concluida la fritura, verter el exceso de aceite, dejando en la sartén una mínima cantidad suficiente para dorar la cebolla y el ajo. Cuando esté transparente, "apagar" con el vino dejando evaporar el alcohol antes de agregar el caldo. Poner la sal y el azafrán, dejar hevir un momento y verter sobre las albóndigas.
Cocinar 12 a 14 min. Las albóndigas van a absorber buena parte del caldo y el que quede va a estar bastante espesito.
Este plato hay que comerlo inmediatamente y no está bueno de un día para otro.