Tras un pequeño y necesario paréntesis vuelvo por aquí con nuevas recetas. Y como estamos en pleno verano, hay que refrescarse con
helados como este de pistacho que me he decidido a preparar tras mucho tiempo dándole vueltas. Me lo he pensado bastante porque no creí que un
helado de pistacho casero pudiese quedar tan auténtico e incluso igual de bueno que el que pueden servirte en una heladería italiana. Pero sí señores, está muy pero que muy logrado, cremoso, sabroso y con ese color ocre que tiene el helado de pistacho en tierras italianas. Lo digo porque yo era una de las que creía que cuanto más verde escandaloso, mejor era este sabor de
helado. Hasta que hace años, antes de mi primer viaje a Italia, haciendo un "pequeño estudio heladero"(para filtrar cuales me iba a tomar ya que no me iba a dar tiempo de catarlos todos) leí en varias guías que el mejor helado de pistacho distaba mucho del color verde y se acercaba más al ocre. Y se me quedó grabado a fuego, tanto tanto que ahora voy por las heladerías buscando el helado de pistacho con el color perfecto.