07 April, 2013

Epítome l


“¿Y acaso no es más grande aquel que cura el alma, que es más que el cuerpo?” Paracelso




a U.H.

Hay días como hoy que mi pensamiento podría disolverse entre esas delgadas líneas que en ocasiones me gusta escribirte. Líneas tan delgadas que te sería imposible leerlas, sonrío. Imagino tu cara de enfado conmigo, me provoca ternura esa cosquilla que asoma en la curiosidad de tu pupila. 


¿Para qué escribir algo imposible de leer? ¿No es acaso un desperdicio desmesurado de tinta y papiro?

¿Sabes? Uno escribe aquello que le resulta importante, una necesidad de desahogo, aunque el mundo o incluso tú no puedas leerlo. A ello llamaré Epítome y es éste el primero que te escribo. 

En ellos podrías leer lo que invade mi corazón al escucharte tocar el Piano, con la suavidad de tus dedos suspendidos en el aire acariciando las Corcheas de mi corazón. 

Sería posible te observaras mirándome desde una de mis lunas oculares y quizá entender alguna coma de mis líneas. O del silencio que indefenso palpita en mi corazón cuando tus brazos rodean mi cintura, dejándome inmóvil en tu pecho. En el epítome de tu sensibilidad triangulada en mi sentir, en ese momento donde puedo desvanecerme y comprender que somos uno. 

Entonces Amor, no debes desesperar si no puedes leer mis escuálidas líneas porque sólo tú podrás sentirlas.