Marilyn Monroe
"Quieres fotografiarme desnuda, ¿verdad?"
Bert Stern, la última persona que retrató a Marilyn Monroe, recuerda el impacto profesional y emocional que tuvo la sesión de su vida. Todo un festín erótico que no gustó a 'Vogue' en su día, hace ahora 50 años. "Olvidé que estaba casado. Estaba enamorado", confiesa. "Era mucho más guapa de lo que esperaba".
MARÍA PORCEL ESTEPA
28 JUN 2013 - 08:04 COT
Parecía un buen principio. Era jueves, 21 de junio. En Los Ángeles hacía calor, pero ella había querido esa ciudad y él cruzó el país para encontrarla en el hotel Bel Air, suite 261. Él reservó allí sin saber que era uno de sus hoteles favoritos. De Nueva York llevó vestidos, pañuelos, collares. Y encargó tres botellas de Dom Pérignon. La esperaron cinco horas, él y su champán. Y Marilyn apareció, sonriente, esbelta, casi transparente, "hermosa, trágica y compleja", que diría él. Todo había empezado bien. No acabaría igual.