¿Cuántos libros hay en tu casa?
¿Cuántos libros son muchos? ¿Cuántos son pocos? ¿Cuántos podemos leer? ¿Cuántos caben en nuestras casas? Algunas consideraciones en torno a cifras que siempre queremos que sean más altas.
1
Hace unos años, cuando su hijo iba a empezar el jardín, un amigo mío tuvo que completar un formulario, una especie de encuesta, a pedido de las autoridades de la institución. Una de las preguntas era: “¿Cuántos libros hay en su casa?”. Mi amigo, un buen lector, se dio cuenta de que no tenía idea. Volvió a su casa intrigado y los contó. La cantidad (que no recuerdo) lo sorprendió, pero también se habría sorprendido con un número bastante más alto u otro bastante más bajo.
En general, a la mayoría de los lectores –los que sentimos que nuestra biblioteca es una de nuestras posesiones más valiosas, o la más valiosa de todas– nos pasa lo mismo: no tenemos idea de cuántos libros tenemos. De hecho, empecé a escribir este artículo sin tener idea de cuántos libros tengo en mi casa yo. Cuando se me ocurrió escribir sobre este tema, hice mi propia pequeña encuesta. Pregunté en Facebook “¿Cuántos libros hay en sus casas?”, para que, quien tuviera ganas, me lo contara. Contestaron poco más de cuarenta personas. Las respuestas fueron variadas y muy interesantes. Muchas de ellas no solo indicaban una cantidad, sino también un rasgo del lector que enunciaba cada una.