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jueves, 24 de abril de 2025

Estas son las 10 frases más demoledoras del excanciller Álvaro Leyva contra Petro: habla de drogadicción, abuso de poder y aislamiento

Gustavo Petro


Estas son las 10 frases más demoledoras del excanciller Álvaro Leyva contra Petro: habla de drogadicción, abuso de poder y aislamiento

En una carta explosiva, Leyva acusa al presidente de estar “secuestrado” por su círculo cercano y ejercer abuso de poder. También lanza duras críticas contra Laura Sarabia y Armando Benedetti, a quienes señala de manipular al mandatario.

Carta de Alvaro Leyva a Petro

 



CARTA DE ÁLVARO LEYVA A PETRO

viernes, 21 de febrero de 2025

La gran novela de amor de Camus y María Casares fueron sus cartas

 

Camus (derecha), con Casares, el pintor Balthus (de pie) y el compositor Arthur Honegger, tras un pase de 'El estado de sitio', una de las obras teatrales del escritor, en el Marigny de París, en 1948.

La gran novela de amor de Camus y María Casares fueron sus cartas

La editorial francesa Gallimard publica reunidas por primera vez las 865 misivas que se cruzaron a lo largo de sus 15 años de relación sentimental el escritor y la actriz

viernes, 25 de octubre de 2024

La carta de Franz Kafka muestra la angustiosa lucha del autor contra el bloqueo del escritor


 



La carta de Franz Kafka muestra la angustiosa lucha del autor contra el bloqueo del escritor

Este artículo tiene más de 3 meses.

Carta a su amigo y editor Albert Ehrenstein, que se subastará en junio, detalla la lucha por escribir en el momento del diagnóstico de tuberculosis

sábado, 5 de octubre de 2024

Eggar Keret / Carta a mi madre sobre el último año de Israel

 





Elgar Keret

Carta a mi madre 

sobre el último año de Israel


03 OCT 2024 - 22:00 COT


Querida madre:

Han pasado cinco años desde que falleciste y hasta ahora no te había escrito. Siento haber tardado tanto, pero estaba esperando alguna buena noticia que contarte y nunca la ha habido. Podría haberte escrito sobre la pandemia de covid-19, o sobre el Gobierno mesiánico y derechista de Benjamín Netanyahu, a quien nunca pudiste soportar. Podría haber escrito sobre la horrible masacre que tuvo lugar aquí el 7 de octubre, sobre los cientos de rehenes que languidecen en Gaza y cómo da la impresión de que el mismo Netanyahu está haciendo todo lo posible para sabotear un acuerdo, empeñado en prolongar esta horrible guerra para siempre. También podría haberte hablado de Alex, el historiador barbudo de aquel documental polaco en el que participé, de quien dijiste que era un mensch, un buen hombre: lo secuestraron en su casa, donde grabamos las entrevistas aquel día, y murió en Gaza después de que Netanyahu, en el acuerdo sobre los rehenes, se negara a que liberasen a los ancianos antes que a las mujeres. O podría haberte escrito sobre las personas mayores con las que quizá nos habríamos cruzado en la sala de espera del médico si todavía vivieras: la policía fascista de Itamar Ben-Gvir las detuvo de forma violenta y las esposó, como si fueran delincuentes peligrosos, solo porque tuvieron la audacia de recordarnos que una de las mitzvot judías [los preceptos] más importantes es la redención de los cautivos. ¿Pero de qué habría servido?

lunes, 24 de junio de 2024

Cortázar / Carta a Juan José Arreola

Julio Cortázar


CARTA DE JULIO CORTÁZAR A JUAN JOSÉ ARREOLA


París, 20 de septiembre de 1954

Querido Arreola: Hace varias semanas Emma me mandó sus dos libros, y al abrirlos me encontré con unas dedicatorias que me llenaron de alegría. Pero todo eso es nada al lado de la alegría de leer los cuentos, a toda carrera primero y después despacio, tomándome mi tiempo y sobre todo dándoles a ellos su propio tiempo, el que necesitan para madurar en la sensibilidad del que los lee. Ya habrá observado que uno de los problemas más temibles de los cuentos es que los lectores tienden a leerlos con la misma velocidad con que devoran los capítulos de una novela. Naturalmente, la concentración especial de todo cuento bien logrado se les escapa, porque no es lo mismo estirarse cómodamente en una butaca para ver “Gone with de Wind” que agazaparse, tenso, para los dieciocho minutos terribles de “Un chien andalou”. El resultado es que los cuentos se olvidan (¡como si pudiera olvidarse Bliss, como si pudiera olvidarse El prodigioso miligramo!). ¿No deberíamos fundar una escuela para educación de lectores de cuentos? Empezando por quitarles de la cabeza todas las ideas recibidas que existen desgraciadamente sobre la materia, rehaciéndoles la atención, la percepción y hasta los reflejos. Ya es tiempo de que en las universidades se cree la cátedra de cuentos, como suele haberla de poética. ¡Qué estupendas cosas se podrían enseñar en ella! Por lo demás los primeros colaboradores de la cátedra (como alumnos o profesores) deberían ser los mismos cuentistas.

sábado, 23 de septiembre de 2023

“El escritor sí tiene quien le escriba” / Las cartas a García Márquez que se hallaron en una caja

 

Carta de Woody Allen a García Márquez


“El escritor sí tiene quien le escriba”: las cartas a García Márquez que se hallaron en una caja


Entre las cartas descubiertas por la familia hay firmas de personajes tan distintos como Robert Redford, Pablo Neruda, Woody Allen, Fidel Castro, Joaquín Sabina o Bill Clinton. Actualmente se exponen en la vivienda del escritor en Ciudad de México.

Lorena Ríos
20 de junio de 2022

Hace poco más de un mes los familiares de Gabriel García Márquez encontraron una caja blanca en un mueble con una inscripción en donde podía leerse “nietos”. Pensaron que dentro habría fotografías, pero, al abrirla, hallaron más de un centenar de cartas protegidas por sobres de plástico. La sorpresa fue aún mayor cuando descubrieron que los nombres de los remitentes no eran, precisamente, desconocidos: Robert Redford, Pablo Neruda, Fidel Castro, Bill Clinton, Woody Allen…. Su querido Gabo seguía reservándoles sorpresas. Luego, hicieron una selección de 50 de ellas y las ubicaron en el espacio de la vivienda de Gabriel que la familia ha destinado como sala de exposiciones. ¿El título? “El escritor sí tiene quien le escriba”.

viernes, 21 de julio de 2023

La correspondencia de Philip Larkin / Literatura, alcohol, melancolía

 



Philip Larkin

La correspondencia de Philip Larkin: literatura, alcohol, melancolía

La correspondencia de Philip Larkin es un documento fascinante y, si fuese traducida con destreza, permitiría al lector hispanoamericano disipar la pertinaz y a menudo incorrecta mitología que aún se cierne sobre el hombre que hizo escribir a Martin Amis: “Para mí su humor y su melancolía son completamente adictivos”.

Por UBALDO LEÓN BARRETO
4 de diciembre de 2020

A pesar de traducciones inexactas y la dificultad que a menudo despliegan sus versos insidiosamente sencillos, Philip Larkin disfruta de una popularidad considerable en el ámbito literario hispanoamericano. Esto podría resultar paradójico cuando recordamos que se trata del poeta que se atrevió a sostener opiniones tan contundentes y polémicas como: “En el fondo pienso que las lenguas extranjeras son irrelevantes […] un escritor sólo puede tener un idioma, si es que el lenguaje significa algo para él” o “La traducción es imposible: sólo me interesa la poesía que se escribe en inglés”. Esta aparente contradicción es, sin embargo, un mero efecto de superficie: como señala Northrop Frye, las ideas que un artista verbal tiene sobre su obra no poseen un estatus privilegiado y a menudo los textos producen un efecto que trasciende las intenciones de su creador. Ciertamente ese es el caso de Larkin: considerado en algún momento como el poeta inglés por excelencia –un hombre tan radical y deliberadamente british que desconcertaba incluso a ciertos críticos norteamericanos– se ha convertido en una referencia ineludible para muchos que no pueden apreciarlo en su lengua original: la pertinaz leyenda sobre su “provincianismo”[1] se disuelve como agua en el agua cuando tropieza con semejante evidencia. Hay todavía, sin embargo, un espléndido volumen de Larkin casi desconocido para los lectores en lengua española: me refiero a sus Selected Letters (1940-1985): quizás la última gran colección de cartas de un escritor del siglo XX. En esta breve reseña intentaré mostrar su importancia para una intelección más profunda del bibliotecario alcohólico, depresivo y genial que escribió High Windows.

Cartas de Larkin / La vida de los versos

 


Cartas de Larkin: la vida de los versos

De Philip Larkin (1922-1985) se puede decir que fue uno de esos raros poetas —raros en nuestro tiempo— que tuvo el don popular. Esto, que puede parecer una suerte en gran parte debida a las circunstancias sociales y culturales del tiempo histórico que le tocó vivir, debe sin embargo mucho más a su propia idea de la poesía. Ya no había poetas propiamente populares cuando Larkin escribió sus versos. A pesar de eso, fue un poeta muy conocido, muy leído, alguien que podía muy bien ser considerado por la gente como “algo inglés”. Parte de Inglaterra. De la eterna Inglaterra, real y legendaria a un tiempo, como todos los símbolos que alcanzan la naturaleza de los objetos reales. Sobre todo desde la publicación de Las bodas de Pentecostés en los años 60 tras su instalación como bibliotecario en Hull.

martes, 28 de marzo de 2023

Las Cartas de Saul Bellow en Alfabia

 


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Las Cartas de Saul Bellow en Alfabia

José
30 de noviembre de 2011

Ha llegado a la librería el grueso y recomendable volumen que contiene una selección de cartas que Saul Bellow (1915-2005) escribió a lo largo de su vida; según el editor, Benjamin Taylor, cerca de dos quintas partes del total conservado.

Las setecientas páginas recogen unas 700 cartas, dirigidas a familiares, colegas escritores, etc, entre ellos Philip Roth, John Cheever, Alfred Kazin, Lionel Trilling, Martin Amis, a lo largo de unos 70 años: encontramos los diferentes rostros del escritor a lo largo de su vida, su energía exuberante, sus ansiedades, aunque curiosamente predomina una voz calmada, contrapié de la voz de sus novelas, en perpetua lucha frontal contra el mundo.

Manuel Rodríguez Rivero / Sobre amores y -perdón- excrementos


Ilustración de Max

Sobre amores y —perdón— excrementos

Las cartas de amor de los escritores despliegan los detalles más íntimos de la seducción

James Joyce y Nora Barnacle (su apellido significa “percebe”, lo que quizás explique por qué nunca le abandonó) tuvieron su primera cita el 16 de junio de 1904, fecha que eligió el escritor para situar la acción de Ulises. El 4 de agosto del mismo año, menos de dos meses después del célebre encuentro, Nora recibió una carta de su enamorado en la que le decía: “Por los poderes apostólicos que me ha otorgado su santidad el Papa Pío X por la presente le doy permiso para acudir sin faldas a recibir la Bendición Papal que tendré el placer de otorgarle”. Como ven, la relación avanzó deprisa. Y a lo bestia. Adoro las cartas de amor de los escritores, sobre todo aquellas en las que se despliegan, ante los ojos de quien nunca debería leerlos, los detalles íntimos de la seducción, el recuerdo (o el conjuro) de las satisfacciones más carnales. Me siento como una especie de voyeur al que hubieran concedido el privilegio de observar sentimientos no impostados, privadísimos, incluyendo las tácticas y estrategias imaginadas para propiciar el encuentro amoroso.

viernes, 9 de diciembre de 2022

Carta de Alda Merini a su médico en el manicomio






Carta de Alda Merini 
a su médico en el manicomio
            Distinguido profesor, sé que le han reportado que yo no tomo regularmente sus medicinas. Naturalmente se trata de los chismes cotidianos de hospital que lamentablemente arruinan algunas veces con su maldad, la buena fe de quienes creen en la lealtad del prójimo. Es verdad, alguna vez omití el Nobirium porque no quería caer en el mismo estado de inconciencia y deseaba mantenerme un poco despierta, algo activa, pero si un enfermo no toma los medicamentos prescritos lo más grave no está en la omisión de los mismos, sino en su propósito, absurdo y enfermo, de no querer sanar. Quien viene a referirle estas cosas demuestra una intención muy mezquina y yo en mi simplicidad y también en mi enfermedad me alegro de no estar entre las filas de aquellos que se hacen llamar espías.

jueves, 17 de noviembre de 2022

Francisco Machuca / Una carta a Nabokov



Vladimir Nabokov
David Levine

Francisco Machuca
Carta a Vladimir Nabokov



Mi querido Vladimir: ya sé que estarás más que harto de que te vuelva a escribir de lo mismo, sí, a eso voy, a la puñetera nínfula de Lolita. Todo el mundo siempre habla de tu Lolita. Por algo será. Sí, sí, ya sé que tienes otras obras que la superan, pero yo quiero escribirte sobre Lolita, ¿pasa algo? No te quejes porque precisamente esta obra que querías tirar a la basura te hizo famoso mundialmente a los cincuenta y seis años. No lo niegues, amigo, viejo zorro, que te conozco. Yo me pregunto, si sigue escandalizando después de una relectura. Yo creo que sí, y mucho más que en el momento de su publicación. Por ejemplo, es muy probable que, en el año 2013, un manuscrito semejante no encontrase editor. Enseguida vamos a saber a qué atenernos. El cantante Luis Eduardo Aute ha tenido que cambiar la letra de su vieja canción Una de dos, en sus conciertos, en donde decía:"o te la cambio por dos de quince...", por "o te la cambio por dos de veinte..." Por otra parte, los padres que llevan a sus hijitas al cole, deben guardarse muy bien ante las miradas atentas de ciertas madres a la hora de darles un beso de despedida. A lo sumo un tímido adiós con sonrisa boba y la mano alzada.

miércoles, 8 de septiembre de 2021

María Teresa Andruetto / Carta



María Teresa Andruetto
Carta

En la feria, cuando elegía alcauciles
(estaban algo oscuros), un muchacho
que no tenía más de trece años (lo vi
correr, por La Cañada, hacia El Pocito),
me arrancó la cartera (quedaron
las tiras colgando).

¿Tenía dinero, señora?
Nadie preguntó por tu carta
(yo la llevaba conmigo,
                   tu última carta,
doblada en cuatro).
Era sólo un papel y ese muchacho
lo habrá tirado al agua.


jueves, 27 de febrero de 2020

Benito Pérez Galdós / Correspondencia



Benito Pérez Galdós lee en el salón del doctor Tolosa Latour, en Madrid, en 1897.
Benito Pérez Galdós lee en el salón del doctor Tolosa Latour, en Madrid, en 1897.

Suyo afectísimo, Benito Pérez Galdós

Un millar de cartas del autor de 'Misericordia' permite completar el retrato de un escritor muy celoso de su vida personal


ANDRÉS TRAPIELLO
18 de julio de 2016

Lo dicen los autores de esta magna obra, Alan E. Smith, María Ángeles Rodríguez Sánchez y Laurie Lomask: no es fácil reu­nir todas las cartas de un escritor, tampoco las de Galdós. Se hace en este tomo por primera vez: más de 1.000. Comparadas con las que escribió Unamuno, 50.000, no son muchas, pero sí llenas de interés en persona tan gris y desdibujada como Galdós.

jueves, 24 de octubre de 2019

Ted Hughes maltrató a Sylvia Plath, según nuevas cartas inéditas


Ted Hughes y Sylvia Plath en 1958

Ted Hughes maltrató a Sylvia Plath, según nuevas cartas inéditas

ABC habla con el librero que ha intentado vender el archivo de Harriet Rosenstein, del que forman parte las catorce polémicas misivas, que la poeta envió a su terapeuta entre 1960 y 1963


13 de abril de 2017

Sylvia Plath (1932-1963) y Ted Hughes (1930-1998) se conocieron en 1956 en una fiesta, cuando ambos eran estudiantes en la Universidad de Cambridge. En apenas cuatro meses, decidieron casarse. Su matrimonio duró seis años. Tuvieron dos niños y una tormentosa convivencia, reflejada en los poemas de ambos y en los diarios y cartas de Plath. La poeta mantenía una intensa correspondencia con familiares y amigos y reflejaba su rutina en dietarios que rellenó hasta poco antes de su suicidio. Pero, por expreso deseo del que fuera su marido, muy poco sabemos de aquellos últimos tiempos. Hughes destruyó el cuaderno que contenía las entradas hasta tres días antes de la muerte de Plath para proteger, según dijo, a sus hijos, Frieda y Nicholas. Sin embargo, ese tupido velo va camino de descorrerse gracias a la aparición de una colección de misivas, hasta ahora inéditas, que la poeta envió a su psiquiatra, Ruth Barnhouse, entre el 18 de febrero de 1960 y el 4 de febrero de 1963.

jueves, 11 de julio de 2019

Las cartas sobre la mesa / La correspondencia de Bruno Schulz con Andrzej Plesniewicz




LAS CARTAS SOBRE LA MESA

CORRESPONDENCIA DE BRUNO SCHULZ CON ANDRZEJ PLESNIEWICZ*

TRADUCCIÓN Y ANOTACIÓN JORGE SEGOVIA Y VIOLETTA BECK


DROHOBYCZ, 4 DE MARZO DE 1936
Querido señor (1),
Su carta me ha complacido mucho, nunca pensé que fuera a tomarse en serio su promesa. Antes, las cartas que yo escribía eran la razón de mi existencia, constituían mi única producción literaria. Es una lástima que no podamos retrotraer nuestra correspondencia hasta esa época. Hoy ya no sé escribir. Mirando hacia atrás en el tiempo, esa época que sin embargo no es tan lejana, me parece rica, plena y rebosante en comparación con la grisalla y dispersión actuales. Su escritura me gusta: yo siempre me he entendido bien con las personas que tienen ese modo escritural.

martes, 22 de enero de 2019

Juan Franciso Ferré / Carta a María Kodama

María Kodama

Juan Francisco Ferré

CARTA A MARÍA KODAMA

 

Estimada Sra. María Kodama,

Es triste tener que escribir en su contra en nombre de Borges, en favor de la literatura. Un indicio del pésimo estado de cosas que padecemos. Con el gesto de prohibir la circulación de El hacedor de Borges (Remake) usted se engaña. No le hace ningún favor a Borges, no vela como una mujer celosa sobre el legado de su marido. En absoluto. Usted impone las leyes del capitalismo, las leyes de la propiedad privada y el código civil, ese aliado mezquino de todo lo que no funciona en nuestra sociedad, para transformar a Borges en convidado de piedra de la libertad creativa y las aventuras más audaces de la literatura. Aún peor. Usted actúa como si preservar el legado de Borges implicara anular la relación fecunda con la obra de un escritor que supo también extraer de otros lo que necesitaba para realizar su idea de la literatura. Entérese bien. Los que admiramos la obra de Borges la vemos como una cueva de Alí Babá repleta de riquezas y objetos maravillosos robados, sí, robados de todas las literaturas del mundo. Usted no ha leído “La biblioteca de Babel”, es evidente, si no que ha entendido esta ficción como un reconocimiento de culpa y una justificación artística del plagio, una apertura de puertas al libertinaje y la promiscuidad creativa de todas las obras y los autores de la historia. Como la confesión de crímenes, en suma, de un consumado Arsenio Lupin de la literatura. Quién sabe, incluso, si Borges, como supremo hacedor, no llegó a (pre)ver este “remake” en el anaquel de los volúmenes virtuales que poblaban esa biblioteca hecha a imagen y semejanza de su privilegiado cerebro. Desde luego, todo lo que sabemos de su literatura me permite imaginar que sí y que le daría el visto bueno con una sonrisa de complicidad irónica. Al fin y al cabo, todos los nombres de la literatura, como quería Borges, designan al mismo escritor de todos los libros de la historia.
Borges y María Kodama


   Sí, no se escandalice, la grandeza de Borges, ese capital que usted pretende explotar en su único beneficio, tiene sus raíces también en apropiaciones y préstamos de otros autores. En esto no se distinguía de Shakespeare, desde luego, otro devoto del latrocinio y el saqueo de fuentes con fines creativos. La única diferencia con el gesto de Fernández Mallo, fíjese bien, radica en la modestia, el respeto y la admiración con que éste se aproxima a la obra de Borges. No hay nada impropio ni irreverente en esa “apropiación” (podría discutirse incluso su condición de tal, se lo dice un borgiano de pro, sin necesidad de recurrir a penosos argumentos legales), sino una tentativa lograda en gran parte de instalar a su marido entre las referencias fundamentales de la literatura del siglo XXI.
Borges y María Kodama

   Usted creerá, porque así se lo dicen los que la aconsejan mal, que esto no era necesario, que su marido ya formaba parte del bagaje del nuevo siglo sin la intervención de un joven escritor español con ínfulas de usurpador, que es sólo un alibí vagamente cultural para saquear con impunidad su preciosa obra. Cuánto se equivoca. No me extraña. Si usted no ha sido capaz de entender el designio final de la obra de Borges, cómo puedo exigirle que entienda la obra de creadores que sí han entendido ese designio y lo han hecho suyo, apartando todo aquello que en Borges podía haber caducado. Usted está en contra de Borges al estar en contra de la literatura, sépalo ahora, usted se pone del lado de la violencia y la injusticia del capitalismo, del lado de la explotación y la codicia, bajo la tapadera de preservar los intereses de la obra de Borges. Al tomar ese partido y no otro, no se equivoque, usted está tomando partido contra Borges, entiéndalo bien, contra la literatura y contra la libertad de creación que hizo grande a su marido, precisamente.

   Una advertencia, nada más. Usted me recuerda mucho a la SGAE, en sus declaraciones y en sus medios y fines. Infórmese sobre ella. Puede que vea en el destino de esa institución corrupta una prefiguración de su propio destino, aunque sea sólo simbólico. Quizá lo único que consiga con su gestión mezquina sea que la obra de Borges se convierta para muchos en un erial solitario y estéril, un edificio abandonado a la incuria del tiempo, un amasijo de papeles roído hasta la náusea por los académicos, algo petrificado, sin vida, sin posteridad posible. El libro de Fernández Mallo que usted ha conseguido prohibir no pretendía otra cosa que demostrar que Borges seguía siendo para muchos escritores del siglo XXI el gran cómplice de las exploraciones literarias más excéntricas. Y su obra, un campo de investigación productivo e inagotable. Está a tiempo de reconsiderar su posición. En nombre del mismo Borges que usted manipula para castrar la libertad de los creadores. Piénselo bien antes de proseguir con su absurda inquina. Cerciórese de que Borges la secundaría, asegúrese de que en nombre de Borges se puede perseguir la obra de otros escritores con razones tan pobres. Me temo que su abogado tampoco ha leído a Borges. Hasta donde yo sé, ser abogado significa, por principio, situarse en contra de la literatura. Esa literatura que su marido representaba como pocos. Así que piense si con este gesto inquisitorial está usted del lado de Borges o del lado de su letrado más bien iletrado.

   Por respeto a usted, a lo que usted representa, me permito hacerle todas estas consideraciones. Espero que sirvan para algo, aunque me temo que no. Tal como están las cosas, usted cometerá el error de darle la razón a su abogado y quitársela a Borges. Con su traición al espíritu de Borges, todos saldremos perdiendo, desde luego, y el mundo tomará el derrotero de lo peor. Prepárese, porque entonces ni usted ni Borges estarán a salvo. No olvide la dura advertencia de Walter Benjamin:“tampoco los muertos estarán seguros ante el enemigo cuando éste venza. Y este enemigo no ha cesado de vencer”. Sepa, por tanto, que será juzgada como cómplice inexcusable del enemigo. Téngalo en cuenta. Piense en Borges. Piense en la literatura de Borges antes de actuar en su contra.
   Para terminar, me veo obligado a recordarle, apelando a la autoridad literaria de su marido, que esta carta, como tantas otras, no necesita ser enviada para ser efectiva.
  Atentamente,

JUAN FRANCISCO FERRÉ


Escritor y crítico literario. Es Doctor en Filología Hispánica. Entre 2005 y 2012 ejerce como profesor invitado e investigador en la Universidad de Brown, impartiendo clases de narrativa, cine y literatura española e hispanoamericana. Ha colaborado con relatos y artículos en medios como Letra Internacional, Letras Libres, Hueso Húmero, Diario Sur, Turia, The Barcelona Review, Lateral, La Vanguardia, Quimera o Eñe. Es autor de las antologías "El Quijote. Instrucciones de uso" (2005) y "Mutantes" (2007, en colaboración con Julio Ortega). Ha publicado la colección de relatos "Metamorfosis®" (2006) y las novelas "La vuelta al mundo"(2002), "I love you Sade" (2003) y "La fiesta del asno" (2005, con prólogo de Juan Goytisolo). Ha publicado el libro de estudios literarios "Mímesis y simulacro. Ensayos sobre la realidad (Del Marqués de Sade a David Foster Wallace)". Su última novela, "Providence", fue Finalista del Premio Herralde 2009 (Anagrama) y acaba de ser publicada en Francia por Passage du Nord-Ouest, con traducción de François Monti y prólogo de Julián Ríos, coincidiendo con la edición argentina de "La fiesta del asno" (Bajo la luna).


Fuente: http://juanfranciscoferre.blogspot.com/2011/04/remake.html




viernes, 23 de noviembre de 2018

Pessoa / Todas las cartas de Fernando Pessoa y Ofélia

Fernando Pessoa



Todas las cartas del amor 

de Fernando Pessoa y Ofélia

Se publica por primera vez la correspondencia que el escritor mantuvo con el único amor de su vida, una chica bien de una familia burguesa lisboeta



El escritor Fernando Pessoa en 1914, a los 26 años de edad.
“Fernando: Hoy no tuve suerte. Mis cosas son últimamente así, siempre salen mal. Deseaba tanto que llegara la hora... y al final usted llegó aburrido de su vida y de mí. ¿Ya no le gusto Fernandito?”. “Ofélia: Toda mi vida gira en torno a mi obra literaria, buena o mala, lo que sea, lo que pueda ser. Todos (…) tienen que convencerse de que soy así, de que exigirme sentimientos —que considero muy dignos, dicho sea de paso— de un hombre común y corriente es como exigirme que sea rubio y con los ojos azules”. El primer fragmento de carta (escrito en septiembre de 1929) pertenece a Ofélia Queiroz, por entonces de 29 años. El segundo, escrito días después, a un Fernando Pessoa de 40, ya alcoholizado, que se dirigía a la única mujer de la que se enamoró en su vida y con la que iba a cortar para siempre poco después. La especialista portuguesa Manuela Parreira Da Silva acaba de reunir en un único volumen (Cartas de amor de Fernando Pessoa e Ofélia Queiroz, editorial Assírio & Alvim), las cartas que se cruzaron (a veces de usted, a veces de tú) el mayor poeta de la literatura portuguesa y una chica bien de una familia burguesa lisboeta.

lunes, 13 de noviembre de 2017

Carta de Albert Camus a su maestro de primaria

Albert Camus, 2014
Kuin Heuff

La carta de Albert Camus dando las gracias a su maestro de primaria después de ganar el Nobel

"Sin usted, la mano afectuosa que tendió al pobre niñito que era yo, sin su enseñanza y ejemplo, nada de esto hubiese sucedido"


EMILIO SÁNCHEZ HIDALGO
 13 NOV 2017 - 07:17 COT


Albert Camus (1913 Argelia) es uno de los escritores más importantes del siglo XX. Es un referente de la literatura en francés, con decenas de novelas, obras teatrales y ensayos. Es posible que El extranjero (1942) o La peste (1947) nunca hubiesen sido escritos si el autor no hubiese coincidido con el señor Germain cuando era un niño. Era su profesor en primaria, al que mandó una carta cuando recibió el Nobel de Literatura. La misiva ha sido recuperada en redes sociales por @literlandweb1.