Las diez mejores novelas eróticas
Sade no ha sido el único en convertir la sensualidad en su protagonista. Junto a su «Juliette» destacan títulos «habituales» –«El amante de Lady Chatterley», «Ada o el ardor»– y otros menos conocidos, como «El erudito de las carcajadas»
Andrés Ibáñez
1 de diciembre de 2014
El amante es una obra autobiográfica que rememora una aventura erótica de la autora, cuando tenía quince años y vivía en Indochina, con un hombre chino culto, refinado y adinerado. Ambos se encuentran en el transbordador que cruza el río Mekong, cuando ella lleva un vestido de seda casi transparente y él la observa desde su lujoso coche europeo. Enseguida la niña descubre que puede hacer lo que quiera con su amante, que jamás le querrá, que le hará sufrir, y se lo dice; él llora y responde que ya lo sabía. Pero son también maravillosas las páginas en las que la autora describe su atracción por una compañera del pensionado donde ambas viven, la bella Hélène Lagonelle, cuyos senos son imposibles de olvidar.