“¿Quién se cree que es?”: por qué en 2024 el público se ha vuelto contra Jennifer Lopez
La carrera de la actriz y cantante pareció tocar techo con su actuación en la Super Bowl en 2020, pero el fracaso de su último disco, un documental demasiado ególatra y una serie de testimonios sobre su verdadero papel en sus canciones han hecho que su popularidad esté en entredicho
Juan Sanguino
18 de abril de 2024
Este año Jennifer Lopez celebra su 25 aniversario como estrella mundial. Y está siendo uno de los más difíciles. Los resultados comerciales de su último álbum han sido decepcionantes, ha cancelado siete conciertos de su gira estadounidense ante la escasa venta de entradas y se ha abierto una veda para que desde columnas y redes sociales se cuestione su imagen, su carrera y su historia personal. El detonante ha sido el testimonio de una cantante que asegura que Lopez apenas canta en sus canciones más conocidas.
El intérprete irlandés, que hoy estrena ‘Marlowe’, tiene 70 años pero parece haber vivido varias existencias: actor teatral virtuoso, ‘sex symbol’, héroe sensible y, en los últimos años, víctima de un duelo que ha convertido en un rentable desquite en el cine de acción
Juan SanguinoSan Sebastián, 12 de mayo de 2023 A Liam Neeson (Ballymena, Irlanda del Norte, 70 años) lo han comparado muchas veces con árboles. Sus 193 centímetros de altura han llevado a algunos periodistas a referirse a su envergadura como la de un roble, y en una ocasión un crítico teatral lo describió como “una secuoya sexual”. En 2017 incluso interpretó a un árbol tejo en Un monstruo viene a verme. Pero durante una mañana lluviosa en San Sebastián, Neeson entra en la habitación del Hotel María Cristina con una actitud más parecida a la de un sauce: en la rueda de prensa de presentación de Marlowe —la adaptación de la novela La rubia de ojos negros de 2014 en la que John Banville resucitó al detective privado que Raymond Chandler creó en 1933—, un periodista lo ha empujado a volver a contar el momento más triste de su vida.
“Creo que necesito ver el culito”: cómo Adam Levine arruinó su imagen escribiendo a modelos por Instagram mientras su mujer estaba embarazada
Las publicación de las conversaciones entre el cantante de Maroon 5 y varias modelos por redes resaltan algunos aspectos de la personalidad del líder de Maroon 5 que, hasta ahora, se habían tomado a la ligera
Juan Sanguino
Madrid, 14 de octubre de 2022
La noticia de que Adam Levine (Los Ángeles, 43 años), cantante de Maroon 5 y estrella de la televisión, había enviado mensajes picantes a cinco mujeres causó, a finales de septiembre, gran revuelo en las webs de cotilleos. En parte porque su esposa está embarazada de su tercer hijo y porque las palabras que elige Levine para flirtear y piropear son algo particulares. Pero también culminan una actitud que se remonta a los inicios de su fama como líder del grupo Maroon 5: Adam Levine lleva dos décadas metiéndose en jardines.
Dónde está Meg Ryan: el corte de mangas de la "novia de América" a Hollywood
Juan Sanguino
13 de marzo de 2019
As the World Turns fue una telenovela diaria emitida entre 1956 y 2010. De sus 13.858 capítulos, el más visto fue el de la boda entre Steve y Betsy. Su historia de amor causó sensación y los 20 millones de espectadores que asistieron al enlace siguen siendo la segunda mayor audiencia de un culebrón en la historia de Estados Unidos. El pueblo había hablado: le encantaba ver a Meg Ryan (Betsy) enamorarse. Tanto, que jamás le permitirían hacer otra cosa. Hasta que ella se cansó. En una entrevista para el New York Times, la actriz ha definido su ruptura con Hollywood como “una separación de mutuo acuerdo”. ¿Pero qué ocurrió exactamente para que el público se divorciase de la "novia de América"?
La desconocida vida de Anthony Hopkins, el actor que solo aprendió a ser feliz al cumplir los 75
El actor galés, titán de la interpretación y literalmente un ‘sir’, se ha convertido esta noche en el actor de más edad en llevarse un Oscar en la categoría de intérprete masculino protagonista. Es el corolario perfecto para una carrera que ha estado llena de hitos, pero también de fracasos, y de una vida personal atormentada que solo encontró paz en la última década
Cuando el pasado diciembre Anthony Hopkins (Port Talbot, Reino Unido, 1937) celebró en un vídeo de Twitter sus 45 años sin beber alcohol, la revelación sorprendió a sus seguidores. Su imagen pública es la de un actor de máximo prestigio en el teatro y el cine, gentil caballero británico y, desde hace un par de años, abuelo favorito de internet. Lo cierto es que Hopkins, que a sus 83 años ha batido el récord de edad en la categoría de mejor actor de los Oscar con su nominación por El padre, ha contado en varias ocasiones su lucha con el alcoholismo, la depresión y los ataques de ira. Y los remordimientos por abandonar a una hija recién nacida. Y su odio hacia Shakespeare y todo lo británico. Damas y caballeros, con ustedes: el otro Anthony Hopkins.
Ana de Armas: la actriz que España infravaloró y Hollywood abrazó
Se crio en una casa sin vídeo, arrancó su carrera con 'El internado', la encasillaron como chica guapa... y se hartó. Confirmada como protagonista de la nueva de James Bond, ahora mismo es de las intérpretes que más seducen en Estados Unidos
Juan Sanguino
4 de noviembre de 2019
A España le cuesta mucho tomarse en serio a sí misma. Ya sea por complejo de inferioridad, por autocompasión o por la chirigota, los españoles parecen sentirse más cómodos con la anécdota de que Ana Obregón le hizo una paella a Steven Spielberg que con Penélope Cruz ganando un Oscar.Por eso las noticias de que Ana de Armas (que nació en Cuba, despegó como actriz viviendo en nuestro país y tiene la doble nacionalidad, cubana y española), a quien el público había perdido la pista desde la serieHispaniaen 2011, estaba haciendocastingsen Hollywood fueron recibidas con la misma sorna con la que antes se había tratado la mudanza a Hollywood deElsa Pataky,Paz Vega o Lorena Bernal. Pero los medios estadounidenses ya están celebrando a Ana de Armas como su próxima superestrella y ahora la única que se ríe es ella.
Ana de Armas
Ana de Armas no es la primera actriz que, aparentemente de la noche a la mañana, empieza a estar en todas partes. Colin Farrell, Brendan Fraser o Armie Hammer se beneficiaron de campañas de imagen igual de estudiadas, pero no tan explosivas. La crítica la ha destacado como la MVP ("most valuable player", o sea, la número uno) de Puñales por la espalda, una comedia de misterio donde también son sospechosos de asesinato Chris Evans, Jamie Lee Curtis, Daniel Craig o Toni Collette. Interpretará a Marilyn Monroe en Blonde, el biopic de Netflix basado en la novela de Joyce Carol Oates. Será la próxima chica Bond en Sin tiempo para morir, protagonizará junto a Ben Affleck la adaptación de Patricia Highsmith Deep water (el regreso al cine de Adrian Lyne, director de Atracción fatal, tras casi dos décadas) y ha sido finalista para el papel de Catwoman, que finalmente hará Zoë Kravitz, en The Batman.
En España siempre se trató a Ana de Armas como a una 'celebrity'. Ella se acabó aburriendo de que solo le ofreciesen papeles de adolescente sexy y se marchó a Los Ángeles
No es habitual que se filtre el nombre del finalista a un casting: si nos hemos enterado de que Ana de Armas fue firme candidata al papel es porque alguien quiere que nos enteremos. Del mismo modo, cuando eliminaron su personaje de Yesterday (interpretaba a la chica que obstaculizaba la historia de amor central de la película) los motivos no podían dejarla mejor: durante los pases de prueba, el público se enamoraba tanto de Ana de Armas que deseaban que el protagonista acabase con ella y no con la co-protagonista. ¿Se debe esta propulsión a la estrategia, a la suerte o al talento? Probablemente a las tres cosas, pero sobre todo Ana de Armas es un ejemplo de que no basta con estar en el lugar adecuado en el momento adecuado, también hay que saber cuándo largarse.
En la casa de Santa Cruz Del Norte (Cuba), donde nació en 1988, no había reproductor de vídeo, pero cuando Ana de Armas vio la película Matilda en casa de su vecina se fue corriendo a recrearla para su hermano. Tras coincidir en una fiesta de cumpleaños con las hijas del actor cubano Jorge Perugorría, se enteró de que Manuel Gutiérrez Aragón estaba haciendo un casting en La Habana para Una rosa de Francia. El director la interrumpió en medio de su prueba para informarle de que el papel era suyo. Durante el rodaje, De Armas conoció a un representante español que le propuso trasladarse a Madrid. “En Cuba creces pensando que lo que tienes es todo lo que necesitas y que debes estar satisfecha con eso, pero yo siempre fui muy curiosa y, por qué no decirlo, ambiciosa. No teníamos amigos o parientes en Miami, España era mi única opción para salir de Cuba”, recordaría la actriz en La Vanguardia.
Ryan Gosling, Ana de Armas y Harrison Ford en el estreno de 'Blade Runner 2049' en París en 2017. En 'New Yorker' aseguraron que cada vez que de Armas aparecía en la cinta de Denis Villeneuve hacía “que el corazón imaginativo de la película bombee más rápido”.Foto: Getty
Así que cuando llegó el momento de promocionar Una rosa de Francia en España en 2006, De Armas, con 18 años, sacó su pasaporte rojo del cajón (que tenía gracias a que sus abuelos son de Valverde, en León, y de Guardo, en Palencia) y se mudó a Madrid sin terminar su formación en la Escuela Nacional de Arte de Cuba: si se graduaba tendría que pasar varios años prestando servicios sociales obligatorios. Ella pensaba que todos sus ahorros (200 euros) le darían para algo en Madrid, pero se los acabó gastando en helados y en donuts (en Cuba no tenía acceso a ellos), alojándose en casa del amigo de un amigo y presentándose a todos los castings que podía. El primero fue, una semana después de aterrizar, para la serie El internado.
Los actores de televisión se benefician de la cercanía que la audiencia siente hacia ellos, al haberlos recibido en el salón de su casa una vez a la semana durante años, pero después esa familiaridad juega en su contra. No hay obra de teatro clásico que desligue a Fran Perea de Marcos Serrano y de 1+1 son 7, Blanca Suárez ha rodado con Almodóvar, con De la Iglesia y con Cuerda pero los medios siguen tratándola como a una influencer, y cada vez que Mario Casas demuestra ser un actor de carácter todo el mundo parece sorprenderse como si se tratase de una revelación.
En España siempre se trató a Ana de Armas como a una celebrity y ella, después de pedir que matasen a su personaje de El internado para poder hacer cine, se acabó aburriendo de que solo le ofreciesen papeles de adolescente sexy. En plena crisis económica, Ana de Armas aprovechó el final de su matrimonio de dos años con Marc Clotet, vendió todos sus muebles y se fue a Los Ángeles a estudiar inglés. Allí volvería a ser, según sus propias palabras, una "nadie" cuya mayor preocupación era aprender a distinguir los tiempos verbales presentes y pasados en clases de seis horas diarias.
Ana de Armas posa emulando a Marlyn Monroe en una sesión en exclusiva para ICON de mayo de 2014. En ese momento todavía no sabía que interpretaría a Marilyn en 'Blonde', un 'biopic' que prepara Netflix.Foto: Nacho Alegre
El director venezolano Jonathan Jakubowicz vio un capítulo de El internado en televisión durante unas vacaciones en España y se empeñó en localizar a De Armas para darle el papel de la mujer del boxeador panameño Roberto Durán en su biopic,Manos de piedra, junto a Edgar Ramírez y Robert de Niro.
De camino al aeropuerto para volar a Panamá, Ana de Armas fue abordada por un productor que quería presentarle “urgentemente” a Eli Roth, quien le dio un papel en el sexythriller psicológico Toc Toc junto a Keanu Reeves. Reeves congenió tanto con la actriz que le ofreció participar en su siguiente película, La hija de Dios. Y ahí fue cuando la fichó CAA (Creative Artists Agency, la agencia de representación más importante de Hollywood) y empezó a trabajar con la publicista Anett Wolf, quien también gestiona la imagen pública de Cate Blanchett, las gemelas Olsen o Cindy Crawford.
De Armas se pasaba las reuniones asintiendo sin entender una palabra de lo que decían, pero tenía clarísimo lo que no quería: “No quiero hacer castings para las Juanas y las Marías. Quiero hacer los mismos castings que las demás actrices”. “Quiero crecer y quiero evolucionar y quiero tener personajes de más peso. Tengo a un equipo de agentes y abogados muy buenos y debo responder con un trabajo al mismo nivel. Si no eres así, allí no trabajan contigo”, explicaba en ICON en un reportaje en el que, de forma visionaria, posó emulando a Marilyn Monroe.
Ana de Armas fue durante tres años Carolina en 'El internado'. La actriz consiguió el papel una semana después de llegar a Madrid procedente de su Cuba natal.
Los directores de casting le decían que volverían a llamarla en un par de años, cuando supiese hablar inglés, y ella respondía: “No, volveremos a vernos en dos meses”. Ellos se reían al encontrar su ambición entrañable, pero efectivamente dos meses después Ana de Armas ya estaba haciendo audiciones para los grandes estudios gracias a la insistencia de su agente en que la vieran. Y vaya si la vieron. Todd Phillips, el director de Joker, cambió la nacionalidad de su personaje en Juego de armas para adaptarlo a su acento. Tampoco tenía acento sobre el guion Joi, la compañera virtual de Ryan Gosling en Blade Runner 2049, pero la actriz convenció al director Denis Villeneuve de que la contratase asegurándole que sería la última persona de la que tendría que preocuparse en ese rodaje. Blade Runner 2049 no le exigía estar particularmente en forma (aunque sí aparecía desnuda), pero la actriz se autoimpuso una dieta y una tabla de ejercicio para ofrecer a la película la mejor versión posible de sí misma.
“Cuando llegas allí sientes que no encajas, que no eres lo suficientemente guapa, ni rubia, ni alta, ni delgada, que no tienes buen acento. Desgastas tu energía en superar toda una serie de handicaps que te ponen tanto ellos como tú a ti misma. Pero yo quiero tenerlo todo y voy a intentarlo”, explicaba por aquel entonces en Fotogramas. Mientras se abría camino en Hollywood, los medios españoles la describían en términos como “una joven de rostro dulce y mirada inquietante”, “tan guapa que duele, de gesto tierno, mirada sexy y una figura con curvas que produce vértigo” o “lo único que queda de esa colegiala que vestía el uniforme del Laguna Negra es esa mirada felina que atrapa a cualquiera con sus intensos ojos verde miel”. La publicación New Yorker, por el contrario, admiraba que cada vez que aparecía en Blade Runner 2049 hacía “que el corazón imaginativo de la película bombee más rápido”.
Ana de Armas con el que fue su marido durante dos años, el también actor Marc Clotet, en un evento celebrado en Barcelona en 2011.Foto: Getty
Ella misma ha confirmado que todas sus escenas en Sin tiempo para morir (la nueva de James Bond, otra vez con Daniel Craig, que se estrena en abril de 2020) están escritas por Phoebe Waller-Bridge. La autora de moda en Hollywood, gracias a los tres Emmys que ha ganado por su serie Fleabag, fue contratada no para hacer menos machista a James Bond sino para hacer menos machista a la película. El próximo abril todo el mundo va a estar pendiente de cómo se las apaña 007 en el mundo post-#MeToo. El próximo abril todo el mundo va a estar pendiente de Ana de Armas.
En aquella entrevista para ICON nos contó el único consejo que le dio su padre antes de salir de Cuba: “Vista larga, pasos cortos”. Si De Armas ha dejado atrás su familia, sus amigos y su vida dos veces es porque está convencida de que su sueño tiene que cumplirse: “Que haya mil como tú no quiere decir que no te vayan a elegir a ti”.
También compara su vida actual con la que tenía en Cuba hace poco más de una década. “Allí no había tiendas ni anuncios, mientras que en Los Ángeles están obsesionados con la moda y las compras. Y si las revistas y las vallas me dicen que compre una botas, pues a veces me las voy a comprar”, bromeaba en Harper's Bazaar. En cierto modo ella es ahora como esas botas y, de momento, Hollywood ha decidido que se la queda.
A la espera del veredicto del público, Ana de Armas solo tiene que llamar por teléfono a sus padres, que siguen viviendo en La Habana, para bajar a la tierra: “Cada vez que les cuento que me han dado un papel, no siempre comprenden la magnitud. Tengo que recordarles quién es Keanu Reeves. Pero ellos solo están contentos de que tenga trabajo”.
Cómo Stallone emborrachó a Sharon Stone para rodar una de las escenas de sexo más incómodas de la historia
Lo que el espectador y la crítica definió como "un monumento al anticlímax" tenía una razón: la negativa de la estrella femenina y el empeño de la estrella masculina. Ocurrió hace 25 años en 'El especialista'
Juan Sanguino
25 de julio de 2019
“Porque estoy harta de desnudarme”. Esta justificación de Sharon Stone para negarse a rodar una escena sexual en El especialista (Luis Llosa, 1994) no sirvió de nada. Su compañero de reparto, Sylvester Stallone, le respondió: “Pues niégate a desnudarte en la película de otro”. Los productores la presionaron y finalmente accedió a rodar una de las escenas de sexo más incómodas y menos eróticas del cine de los 90. Stone ha pasado a la posteridad como el mito erótico oficial de aquella década gracias a personajes que utilizaban su sexualidad para manipular a los demás, pero detrás de las cámaras ella nunca tuvo el control.
“Empieza por las preguntas absurdas, por favor, las que me diviertan, que me da pereza ponerme a hacer un repaso de mi carrera después de 33 años”, pide la actriz al inicio de la entrevista. Luego, posó en exclusiva para ICON con capa y pantalón Loewe, collar Chanel, brazaletes Giorgio Armani y sombrero Nina Ricci. En vídeo, Verdú y Gracia Querejeta hablan sobre 'Ola de crímenes'.PAWEL PYSZ
Maribel Verdú: desnudos, malos rollos en los rodajes y la clave de la felicidad
La actriz, que triunfa en taquilla con 'Ola de crímenes', ofrece una entrevista tan llena de anécdotas, verdades y palabrotas que no querríamos que terminase nunca
Juan Sanguino
Madrid, 11 de octubre de 2018
Maribel Verdú (Madrid, 49 años) ha venido caminando hasta el madrileño hotel Palace por el Retiro después de meditar, escuchando la banda sonora de La La Land. Al haber empezado en la interpretación con 13 años, asegura, ha hecho todo en el cine antes que en la vida. Desde hacer el amor hasta fumar o probar las drogas. “Y eso que en la vida real he hecho prácticamente todo”, certifica.
Maribel no cocina: está demasiado ocupada siendo una disfrutona a tiempo completo. Eso incluye esta entrevista, que tendrá lugar durante la sesión de maquillaje en la que pasa de María Isabel, la mujer, a Maribel Verdú, la estrella. Ambas son la misma, en realidad. Es la protagonista de Ola de crímenes, comedia de Gracia Querejeta que ha arrasado en la taquilla española el pasado fin de semana: tuvo más recaudación que Ha nacido una estrella (Bradley Cooper + Lady Gaga) y solo ha sido superada por Venom,con Tom Hardy.
"No quiero ni imaginarme el uso que les han dado [a los posters de ella en ropa interior]. Han debido de hacer feliz a mucha gente y quitarle el estrés a muchos otros"
“Empieza por las preguntas absurdas, por favor, las que me diviertan, que me da pereza ponerme a hacer un repaso de mi carrera después de 33 años”. Nos dice nada más empezar. Y le hacemos caso.
¿Es cierto que te llevas mayonesa a los rodajes? Sí, sí, sí. Calvé.
¿Pero está patrocinado? No, te lo juro por Dios. Bueno te tengo que contar una cosa que me hace ilusión. Yo me llevo a los rodajes dos cosas: la mayonesa y los sobrecitos de mermelada Hero de melocotón, que mi abuelo nos ponía para desayunar. Hace dos años puse una foto en Instagram de todas las mermeladas, así como si fuera Andy Warhol. Y me mandaron una mermelada de regalo. Y yo pensé: “Joder, pues ya me podían contratar”. Bueno, pues Hero me ha contratado y tengo que sacar Instagram stories con las nuevas confituras. A Calvé les estoy esperando todavía.
¿Recuerdas cuando la gente robaba tus pósters en ropa interior de las marquesinas? Me enteré un día por un artículo que escribió Manuel Vicent en EL PAÍS. Esos pósters o los ponías en el techo o no cabían en ninguna aparte, entonces no quiero ni imaginarme el uso que les han dado. Han debido de hacer feliz a mucha gente y quitarle el estrés a muchos otros.
Maribel Verdú es la protagonista de 'Ola de crímenes', la comedia que está arrasado en la taquilla española. En la imagen viste abrigo Palomo Spain y pendientes Cartier.Pawel Pysz
Leire, tu personaje en Ola de crímenes, es el centro de la comedia, pero no es graciosa de por sí. Es una mujer superada por las circunstancias. Todo a su alrededor es caótico, pero ella sufre un huevo. Es muy graciosa sin saberlo, porque es tan friki como su hijo. La adoro, sale bien de todo siendo un poquito atolondrada. En esta película he rodado la escena con la que más me he reído en toda mi carrera, con Raúl Arévalo y Antonio Resines.
¿Cómo ha sido el rodaje de las peleas, quizá las escenas más físicas de tu carrera? Pues mira, un horror. Llevo con un problema en el cuello (no lo puedo girar a la izquierda) desde que acabé la película. En mi siguiente rodaje tenían que cambiarlo todo para que yo solo tuviese que girarme a la derecha. Ahora tengo otra peli en la que hago de policía y he pedido una doble, nada de “si yo puedo lo hago”. Y una mierda. Doble, doble.
¿Cómo recuerdas los primeros años de tu carrera? Muy feliz, con mi madre de aquí para allá. Y además antes no tenía miedo al empezar una película y ahora llevo tres días sin dormir porque la semana que viene arranco un rodaje.
¿El miedo es una motivación? Una mierda. No quiero miedo, no me interesa, no quiero tener ni angustia ni ansiedad antes de empezar una película, pero cada vez es peor.
En 1994 hiciste la serie Canguros. En esa época resultó extraño que una actriz de cine hiciese televisión. ¿Por qué decidiste hacerla? La pasta, la pasta. ¿Tú sabes lo que era eso? Entonces la tele se pagaba que no te puedes imaginar. Yo dije: “Buah, hago Canguros y me retiro”. Adoraba al director, Pepe Ganga, y además me dejaban meter a mi gente: mi Anita Ruiseño, mi Luis Merlo, que veníamos de hacer Verano de estrellas, de José Luis Moreno.
En 1998 dijiste: “Es lamentable y vomitivo que no se pague igual a actores y actrices. No soy feminista recalcitrante, me encanta que me abran la puerta y que me den fuego, pero una sola vez, toda la noche no”. ¿En 98 dije yo eso? Mira que he sido siempre... Hoy lo cambio completamente: soy feminista, recalcitrante. Yo abro la puerta a una tía y a un tío: es cuestión de educación. Que una mujer no sea feminista es como que un rey no crea en la monarquía.
"Y el actor, ¿qué? Ellos siempre el culete. Pues no, si yo enseño tetas y chichi que enseñe él polla"
Has reconocido que durante los dos años que estuviste sin trabajar asumiste que se habían olvidado de ti. Total, tío. Mi día era levantarme, coger a mi perro, cruzar el Retiro e ir a visitar a un amigo. Y todo el rato compraba flores, que siempre me han animado mucho. Intentaba comprarlas de las que no duran toda la semana, de las que se mueren pronto, para volver a comprar. Me saqué mi abono transportes, no tenía trabajo, nadie me llamaba y quería acostumbrarme a otra vida diferente.
Pero se te haría extraño, ¿no? Ya. Y luego además me pasaron muchas cosas. Ya sabes que todo lo malo se junta y para mí el 2002 lo tengo en mi cabeza como el año aciago de mi vida. Le debo todo a mi chico [el productor teatral Pedro Larrañaga, con quien lleva casada desde 1999], pero también yo misma me demostré todo lo fuerte que puedo llegar a ser. No quedaba con amigos para ponerme a llorar ni hostias. Yo seguía siendo la alegría de la huerta. Pero con él me desahogaba. Aquello pasó, hice El laberinto del fauno y creo que mis ojos eran otros, sabía mirar de otra manera.
Quizá el primer papel que te dio prestigio dramático fue La buena estrella, donde tenías solo 26 años. ¿Cuántos?
26 ¡26 años tenía!
Pero yo creo que ya eras buena actriz desde Salsa rosa. Mira, te voy a contar una cosa de Salsa rosa maravillosa. Tú sabes que mi chico es de este mundo, lo que pasa es que es el único de su familia que no ha sido actor. Y es cero mitómano. Pues él dice que se enamoró de mí en Salsa rosa, que la podía ver mil veces.
¿Tienes que ir a maquillarte ya? Sí pero, fíjate: me lo estoy pasando bien, me quedo un poquito que estoy a gusto.
¿Esperabas no estarlo? Sí, pero qué gusto. Porque te llega cada gente que te pregunta: “¿Y cuántas películas has hecho?”. Y dices: “Hijo de puta, míratelo, yo qué sé”.
"No quiero miedo, no me interesa, no quiero tener ni angustia ni ansiedad antes de empezar una película, pero cada vez es peor", asegura a ICON la actriz. En la imagen, posa en el hotel Westin Palace (Madrid) con gabardina Christian Dior, botas Hermès, sombrero Palomo Spain y joyas Cartier.Pawel Pysz
Pues ahora vamos con la sección de preguntas que te hacen en todas las entrevistas. La de por qué no has tenido hijos, que siempre respondes con “¿por qué no se lo preguntáis a Luis Tosar?”. ¿Te ha dicho algo Tosar? ¡Ay, ya lo hemos hablado! Calla, que hace dos escenas interpretando a mi marido en Ola de crímenes. Pues le he dicho: “Tío, me has fallado, ahora que has sido padre ¿qué ejemplo pongo?”. Él se meaba y decía: “Bueno, qué quieres que haga”.
La siguiente pregunta es la de Almodóvar. Qué.
Que por qué no has trabajado con él. Uf, pues bueno...
Es un poco raro, ¿no? ¿Por qué?
Porque coincidisteis en la época. Pregúntaselo a él. ¿Por qué no le preguntáis a Almódovar: “Oye, cómo es que nunca has trabajado con Maribel Verdú". Nunca me ha llamado, en la vida.
¿Y eso por qué crees que es? Ah, no tengo ni idea, pero es que no me lo he planteado ni un minuto de mi vida.
¿Hablamos de tus desnudos en el cine? ¿Te los pedían más antes? Los hacían todas. Madre mía. Victoria [Abril], Ana [Belén], Emma [Suárez], Aitana [Sánchez Gijón], todas nos hemos desnudado. Lo que pasa es que si no me hubiese desnudado me habría perdido Amantes, Y tu mamá también, La buena estrella... Eso sí, luego han venido las otras películas importantes de mi carrera y ahí ya no he tenido que desnudarme, ni besar con lengua, ni nada. Qué gusto. El laberinto del fauno, Siete mesas de billar francés...
¿Y tienes la impresión de que ahora hay menos sexo y desnudos en el cine español? Sí, sí, sí, hay menos. Ahora no creo que estemos dispuestas. Y el actor, ¿qué? Ellos siempre el culete. Pues no, si yo enseño tetas y chichi que enseñe él polla. Yo ahora no pasaría por ahí, los dos iguales o nada. Han cambiado muchas cosas y yo ni te cuento lo que he cambiado.
¿Por qué tenías complejo con tus dientes, si son tu rasgo más emblemático? ¿Tú crees? Yo creo que son los ojos.
Durante dos años nadie le dio trabajo. "Todo el rato compraba flores, que siempre me han animado mucho. Me saqué mi abono transportes, no tenía trabajo, nadie me llamaba y quería acostumbrarme a otra vida diferente", dice
Pero tu boca es más reconocible para el público. Pues el complejo me lo quitó mi exrepresentante. Yo me reía siempre tapándome la boca, hasta hace diez años. Un día me preguntó por qué y le dije que por las encías, por los dientes tan grandes. Y ya un día decidí reírme y reírme. Ahora me pinto los labios de rojo. Antes no me atrevía.
¿Qué te dice la gente por la calle? A lo mejor voy por El Corte Inglés y de repente una señora me da en el culo en plan: “Ay, Maribel, guapetona”. O te cogen los mofletes y te hacen un daño que te cagas, porque sienten que formas parte de su vida. Pero es tierno.
¿Y lo de no saber correr lo estás trabajando? Me he rendido. Me dicen que corro raro y mal, porque cuando lo corrijo es peor y se mean de la risa. Así que en Ola de crímenes tengo una doble divina que corre por mí y yo ahí fumándome un cigarrito sentadita con una Coca-Cola.
¿Cómo recuerdas la etapa de Belle époque ganando el Oscar? Yo creo que no ha habido una etapa más feliz en la vida de unos actores, tan pequeños, tan libres...
Se nota en la película muchísimo. Es que eso que está en la película estaba. Yo [me liaba] con un meritorio, la otra con un actor... ¡eso estaba ahí, cariño! En los Oscar éramos niños felices, Jorge Sanz llevaba en la maleta salchichón, fuet, chorizo... Íbamos a una fiesta en un palacete y todas: “Ay, mira, Anthony Hopkins; ay, Sharon Stone, Nicolas Cage”. En el baño había unas toallitas de lino y decíamos: “¿Nos quedamos una de recuerdo cada una?”. Éramos niñas, teníamos 22 añitos.
¿Te llevas mejor, por lo general, con los hombres o con las mujeres? Yo para irme de viaje prefiero irme con mujeres, pero es que mis amigas molan mucho. Hay tías que son lo peor, igual que hay tíos que molan y tíos que son lo peor. Lo de generalizar me da bastante por culo. Bueno, pon por culito, que queda más fino.
¿Cómo se vive rodar con mal rollo entre compañeros? Eso es un horror, es la pesadilla de tu vida. Lo paso mal, pero estoy encantadora porque voy al rodaje llorada, duchada y desayunada. Y palante. ¿Y a qué me agarro? A mis técnicos. El mérito en la vida está en hacer las cosas fáciles a los demás. Yo cada vez me separo más en la vida de la gente tortuosa y difícil que dice: “Yo... en la dificultad...”. En la dificultad, ¿qué? No hay mérito. Anda ya, estoy ya harta de esa gente, ya no les tengo a mi alrededor. Y me ha costado años.
Pareces la antítesis del tópico del actor intenso. Y luego, tío, está la química. Cómprate el lexatín, que va muy bien.
En las fotografías. Fotógrafo: Pawel Pysz. Realización: Thomas Liam Davis. Asistente de fotografía: Dani Carretero. Maquillaje y peluquería: María García. Agradecimientos: hotel The Westin Palace.