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miércoles, 3 de junio de 2015

Finalistas del Premio de Novela Rómulo Gallegos



Premio Internacional de Novela Rómulo Gallegos tiene siete finalistas

Ninguna obra de un autor venezolano pasó el corte.


Caracas, miércoles 3 de junio de 2015 11:19 AM



El Premio de Novela Rómulo Gallegos ya tiene finalistas. Un grupo de siete obras fueron elegidas por el jurado de la XIX Edición del certamen, como paso previo para el veredicto sobre la obra ganadora, que se anunciará mañana en la Fundación Celarg.

Los colombianos Héctor Abad Faciolince (por su novela La oculta), Piedad Bonett. (Lo que no tiene nombre), Oscar Collazos (Tierra quemada) y Pablo Montoya (Tríptico de la infamia) están en la lista, que también incluye los nombres del costarricense Carlos Cortés (Larga noche hacia mi madre), la chilena Diamela Eltit (Fuerzas especiales) y el mexicano Dante Medina (Amor, cuídame de ti).


El jurado, conformado por Mariana Libertad Suárez (Venezuela), Javier Vásconez (Ecuador) y Eduardo Lalo (Puerto Rico), analizaron 162 obras provenientes de 17 países. Ningunas de las 22 novelas postuladas por Venezuela pasó al lote de finalistas.


La edición 2015 del premio registró la más baja participación desde el año 1995, cuando fueron presentadas 146 obras. Luego, en el 97, hubo 180. Desde entonces la cifra de candidatos superó las 200 novelas, salvo en 2011, que hubo 194 títulos participantes.


El Premio Internacional de Novela Rómulo Gallegos se entregó por primera vez en 1967. El narrador puertorriqueño Eduardo Lalo obtuvo el galardón en 2013 por Simone. La edición 2015 del reconocimiento literario será entregada en un acto público el próximo 2 de agosto. El  galardón tiene un premio metálico de 100 mil dólares para el autor de la novela ganadora.






lunes, 18 de mayo de 2015

Gustavo Tatis / El tesoro que nos deja Óscar Collazos

Óscar Collazos con su esposa Jimena Rojas
Foto de Maruja Parra

El tesoro que nos deja 

Óscar Collazos


Por GUSTAVO TATIS GUERRA
Cartagena
18 de Mayo de 2015 12:00 am


Óscar Collazos (1942-2015) nos deja una obra maravillosa como narrador de ficciones y como analista de las realidades políticas de Colombia y el mundo. A sus veinte años fue celebrado por Gabriel García Márquez y Álvaro Cepeda Samudio, cuando publicó su libro de cuentos “El verano también moja las espaldas” (1966). En ese primer libro ya estaban cifradas las obsesiones del joven escritor y el talento de un narrador para contar las historias de Bahía Solano, su aldea natal: su descubrimiento del sexo, la música, el habla popular, los dramas sociales. 

Muere el escritor colombiano Óscar Collazos a los 72 años

Óscar Collazos
Muere el escritor colombiano 

Óscar Collazos a los 72 años

BIOGRAFÍA


El periodista contó en una columna de opinión en El Tiempo que perdía progresivamente el habla a causa del ELA

El autor publicó una biografía sobre García Márquez


Óscar Collazos (Bahía Solano, pacífico colombiano, 1942), escritor y columnista de opinión, murió este domingo en una clínica al norte de Bogotá tras padecer de esclerosis lateral amiotrófica, conocida como ELA, que le fue diagnosticada en agosto del año pasado. A través de un comunicado, la Fundación Cardioinfantil confirmó que Collazos falleció a las 2:45 de la madrugada, rodeado de sus familiares. Allí era atendido desde finales de marzo.
Collazos habló sin tapujos de su enfermedad en una columna de opinión publicada en febrero en el diario El Tiempo, en la que contó de su padecimiento, como la pérdida progresiva del habla. Fue una carta al neurólogo Rodolfo Llinás, uno de los científicos más importantes del país, para que le diera una luz de esperanza y en la que rescataba que a pesar de todo, su vida intelectual seguía intacta. “Escribo mis columnas de opinión cada semana y trabajo en la escritura de una nueva novela, mientras descubro una dimensión desconocida del amor y me conmuevo con la solidaridad de los amigos. Esto me ha fortalecido. He tratado de instalar mi mente en el presente, desechando la tentación de dejarme llevar hacia el impredecible escenario del futuro”, dijo.
También reconoció que esta enfermedad estaba plagada de historias trágicas y otras heroicas como la de Stephen Hawking en su silla de ruedas, “hablando como un robot de asuntos nada robóticos, como el origen del universo”.

Óscar Collazos / Bebo, luego vivo

Óscar collazos

BIOGRAFÍA

BEBO, LUEGO VIVO

El columnista ganador del premio Simón Bolívar, Óscar Collazos, se toma muy en serio la defensa del alcohol. ¿Qué es la ebriedad sino una exaltación de la lucidez?

¿Existiría la literatura sin el alcohol?, nos preguntó Julio Cortázar a un grupo de escritores reunidos en la abadía de Royaumont, a pocos kilómetros de París, en un benigno otoño de 1972. Invitados por la Escuela Práctica de Altos Estudios, discutíamos sobre la sociología de la literatura latinoamericana, tema tan sesudo como tedioso. El marco de la abadía tenía cierta fascinación y misterio medievales. Cuando leí El nombre de la rosa, la novela de Umberto Eco, evoqué siempre ese recinto religioso regentado por monjes benedictinos, a quienes se les atribuye con razón el privilegio de fabricar una de las bebidas espirituosas más célebres del mundo.

Óscar Collazos / Soy zurdo, a mucho honor


Óscar Collazos
BIOGRAFÍA

SOY ZURDO, A MUCHO HONOR

Soy un zurdo contrariado . En mis primeros años de escuela me obligaron a escribir con la derecha. Y lo hicieron a punta de golpes con el filo metálico de la regla cada vez que cogía el lápiz con la izquierda. La letra con sangre entra - decía uno de los más inhumanos mandamientos de la pedagogía de entonces- . Me volvieron diestro, pues se pensaba que ser zurdo era lo peor que le podía ocurrir a un futuro hombre de bien.

El Tiempo, 6 de diciembre de 2001

jueves, 14 de mayo de 2015

Oscar Collazos / Senos

Oscar Collazos

Senos
Fragmento
Mis senos, ¿sabe?, estaba orgullosa de mis senos, seguía estando orgullosa de saber que los tenía grandes y duros, recordaba mientras sentía ese peso contra mi cuerpo, como si el tiempo no pasara. Mi papá me estaba golpeando y yo no quería sufrir. Si uno sufre, el tiempo no pasa y el sufrimiento dura más. El sufrimiento es lo que vuelve viejas a las mujeres, como a mi mamá, que no es vieja sino una mujer con muchos sufrimientos encima. Cuando me da por pensar por qué los hombres no se vuelven viejos antes de hora, creo que es por el sufrimiento, ellos no sufren tanto y si sufren, la irresponsabilidad les quita el sufrimiento, deben creer que eso es para las mujeres. Nunca había visto tanta rabia, nunca me había parecido más incomprensible su rabia, la rabia del hombre que era mi papá.
Cerré los ojos. Cerrar los ojos es una de mis costumbres cuando no quiero sentir algo que me duele. No es que deje de dolerme, creo que me duele menos cuando cierro los ojos. Me estaba desnudando con sus zarpas. Aprendí esa palabra en la escuela, zarpas son las uñas de algunos animales salvajes, de los tigres y los leones, mi papá parecía en esos momentos un animal salvaje. Sus zarpas encima de mis senos. Una cosa es desnudarse delante de las amigas y comparar el tamaño de los senos, eso se hace por jugar, otra cosa es sentir el dolor que producían esas manos sucias apretándolos. Así que por un instante me quedé quieta mirándole las uñas mugrosas de las manos. Las zarpas del animal salvaje. Cerré los ojos y volví a abrirlos para saber si el animal seguía encima de mí. Quise recordar las nubes que oscurecían el cielo pero mi cabeza seguía metida en una bolsa de plástico oscura. No vería los relámpagos, si el cielo se oscurecía, vendrían los relámpagos y no los vería, solamente escucharía los truenos. Aunque me daban miedo, me encantaba el ruido de los truenos, esperar que vinieran los relámpagos, siempre me gustó jugar a meterme miedo: que estoy en un cuarto oscuro y llega un fantasma, que me voy de cabeza a un hueco muy profundo y grito para que me saquen, que yo misma me busco el problema y busco que me lo arreglen, esas cosas, que viene un duende, que viene el diablo y estoy sola, que me pierdo en el monte y nadie viene a buscarme, que duermo en la selva. No sé por qué los niños juegan a meterse miedo ellos mismos. Mientras él me golpeaba y tocaba, pensaba que no podría tampoco bañarme con el aguacero, porque iba a llover, eso sí era seguro, iba a llover, pensé, y no podría quedarme quieta en el centro del patio esperando que la lluvia me mojara el cuerpo y la ropa como hacía cada vez que llovía. Volví a cerrar los ojos y a sentir que mi papá seguía sobándome los senos.
No sé por qué cogí la costumbre de cerrar los ojos. Era como si quisiera mirar para dentro. Desde chiquita: los cerraba cuando me quedaba mirando las estrellas desde el patio, con los ojos cerrados me parecían más grandes las estrellas. Tengo que hablarle de las estrellas. Desde que estaba en la escuela aprendí a distinguirlas, no todas, apenas algunas, me inventaba con los ojos cerrados a las que no conocía, me sabía el nombre de las constelaciones y me las imaginaba cerrando los ojos. Antes de que me llevaran a ver una película, si le digo la verdad, yo no vi una película sino a los nueve o diez años, me montaba yo misma la película de las estrellas. Una seño, aquí le decimos seño a la maestrauna seño me había regalado un librito sobre los astros, no sé dónde lo tengo, debe de estar guardado en alguna parte, la seño me decía que si uno sabía lo grande que era el universo comprendería el misterio de Dios, pero yo nunca pensé en el misterio de Dios sino en la cantidad de estrellas que llenaban el cielo y en lo inmenso que debería ser eso que la seño llamaba el universo. Cerrar los ojos. Si cerraba los ojos, el dolor era menos fuerte. Cosas de una. Si cerraba los ojos, el tiempo se detenía, me parecía, y si el tiempo se detenía no sentiría el dolor, pero no podía detener el tiempo ni evitar el dolor, por mucho que cerrara los ojos y pensara en otras cosas, en las estrellas o en la lluvia, en los relámpagos que venían con los truenos, el dolor seguía allí, regándose por mi cuerpo como se riega una mancha de aceite en el agua.

Oscar Collazos
Rencor
Bogotá, Seix Barral, 2007.



DE OTROS MUNDOS

FICCIONES



Experiencia y huella / Los cuentos de Óscar Collazos

Experiencia y huella: 

los cuentos de Óscar Collazos

Por ALEJANDRO JOSÉ LÓPEZ CÁCERES
I
Aunque a todos nos ocurre, muy pocos tienen consciencia plena de ello. La vida nos propicia una multitud de experiencias, nuestra existencia transcurre en escenarios diversos, el mundo se nos aparece repleto de objetos y de eventos. Todo esto deja rastros profundos en nosotros. Sin embargo, la posibilidad de expresar estéticamente dichas huellas exige una sensibilidad especial. En el caso de los escritores, abundan aquellos que saben referir una anécdota de manera divertida -gracias a esta habilidad, sus libros suelen venderse a granel-; pero el arte del relato no se agota allí. La entretención, por el contrario, es un mecanismo que está al servicio de algo mucho más entrañable. Porque, esencialmente, la narración es una forma de conocimiento. Por fortuna, incluso en estos tiempos -tan proclives a la banalización- perviven autores que mantienen su arraigo respecto de la tradición literaria. Contar es el modo privilegiado que siempre hemos tenido para comunicarnos el resultado de las experiencias vitales. Hoy nos repiten hasta el cansancio que un libro es más importante cuanto más se venda, pero los alcances artísticos no se dejan medir toscamente: una obra se torna valiosa en la medida en que nos permite ensanchar nuestra comprensión de la vida. Esto no significa que haya de tener una moraleja o algún tipo de enseñanza explícita; al contario, un relato capaz de penetrar en las complejidades de la condición humana se resiste a cualquier tipo de simplificación.

miércoles, 13 de mayo de 2015

Oscar Collazos / Uno no se da cuenta cuando adquiere las buenas costumbres

Oscar Collazos

Óscar Collazos
BIOGRAFÍA

"Uno no se da cuenta 

cuando adquiere las buenas costumbres"


ISABEL VALLEJO JIMÉNEZ
LA PATRIA | MANIZALES

Así se presenta en su cuenta de Twitter: Escritor, periodista de opinión, profesor universitario y Premio Nacional de Periodismo Simón Bolívar a mejor columna de opinión en el 2003 y 2004.
Quizás a Óscar Collazos le falte resaltar que fue reconocido como doctor honoris causa en Literatura por la Universidad del Valle, en 1997, biógrafo de Gabriel García Márquez y que es una máquina de información. Aunque de esta última cualidad se percatan quien leen sus obras y tienen la oportunidad de hablar con él. Es un buen conversador y observador, características que le permiten llenar sus cuentos y novelas de minuciosos detalles. Tiene una memoria impecable que sobresale cuando narra sus críticas literarias.
Collazos nació en el municipio de Bahía Solano (Chocó) hace 71 años. Es sobreviviente de dos divorcios y hace 11 años comparte su vida sentimental con Jimena. Cuando escribe solo acepta la compañía de música clásica, se considera un lector "excesivo" y desde hace 15 años vive en Cartagena.
LA PATRIA habló con el escritor, quien estuvo hace poco en Manizales debatiendo con universitarios sobre política y conflicto, temas preponderantes en sus cuentos y novelas.

Oscar Collazos / El ladrón de libros


Primera edición de Cien años de soledad

Óscar Collazos
BIOGRAFÍA
El ladrón de libros





Lo peor que pudo haber pasado con el ejemplar firmado de 'Cien años de soledad' es que el ladrón haya pensado en el valor y ahora ande encartado con el posible comprador.
7:05 p.m. | 6 de mayo de 2015


El robo de un ejemplar de la primera edición de Cien años de soledad de una vitrina de la FilBo, donde se exhibían otras ediciones y traducciones de la novela a decenas de idiomas, cierra con broche garciamarquiano las celebraciones dedicadas a Macondo.

Oscar Collazos / GGM


GGM
Por Oscar Collazos
24 de abril de 2014

Algunas veces me pregunté si al saber que empezaba a sentir las mismas “evasiones de la memoria” que vivió Macondo cuando sobrevino la peste del insomnio, GGM pensó regresar a su libro y reconocerse en sus páginas. No lo hizo, quizá, por el pánico de saber que ya no habría un Melquiades que lo sacara “del tremedal del olvido”.

Óscar Collazos / La voz propia

Oscar Collazos
Foto de Carlos Duque
Óscar Collazos
La voz propia



La aplicación que me está permitiendo hablar soluciona un problema de la enfermedad, pero crea otros. Por ahora, me acostumbro al hecho de escuchar al extraño que habla por mí.


Mi hija –ingeniera de sistemas– me acaba de bajar de internet una aplicación que se ha vuelto mi juguete preferido: convierte los caracteres en voz. Para el español, solo dispone de dos acentos: el ibérico y el mexicano. Me decidí por el último. Así que, cuando hablo en las visitas y estas tienen la paciencia de esperar mis tecleos, hablo como si fuera un doblaje de mí mismo hecho en Los Ángeles.

El día que Óscar Collazos reveló que tenía esclerosis

Oscar Collazos
Fotografía de Carlos Duque

El día que Óscar Collazos 

reveló que tenía esclerosis

El escritor colombiano decidió no recibir más atención médica para enfrentar su grave enfermedad. Este es su propio testimonio.


 2015/05/12 15:05



El pasado cuatro de febrero, el escritor chocoano reveló en su columna en El Tiempo que padecía esta enfermedad. Transcribimos el emocionante texto.


jueves, 30 de abril de 2015

Eduardo Galeano / Conciencia abierta de América Latina

Eduardo Galeano

Eduardo Galeano
CONCIENCIA ABIERTA 
DE AMÉRICA LATINA
Por Óscar Collazos
El Tiempo, 15 de abril de 2015


La obra de Eduardo Galeano es a la literatura lo que el tango a la música: está hecha de dolores y golpea sensiblemente y directo al corazón humano. Periodista precoz –a los 20 años era editor del semanario Marcha, de Montevideo–, alcanzó su primer éxito con un libro ya clásico en el idioma: Las venas abiertas de América Latina, publicado en 1971. Uno de esos libros que iluminan y ensombrecen a un escritor porque parece ser el único grande de su obra.

Daniel Ortega / El poder y el fantoche

Hugo Chávez y Daniel Ortega


Oscar Collazos
EL PODER Y EL FANTOCHE
11 de marzo de 2015

El viejo héroe de una insurrección armada contra el dictador Anastasio Somoza se ha convertido ahora y quizá hace tiempo en un fantoche del poder. El primer presidente de una revolución que se creía socialista y acabó en una “piñata”–como lo recuerda con sinceridad y dolor el escritor Sergio Ramírez en su libro Adiós, muchachos–, ese es el hombre que gobierna Nicaragua con su familia.

La grandeza de los personajes de Shakespeare es tanta que llevan cinco siglos repitiéndose en la realidad de todos los pueblos como símbolos del poder. En algunos casos, como tragedia; en otros, con el patetismo de una comedia de enredos.

Oscar Collazos / A Evo no le gusta leer

Evo Morales


A Evo no le gusta leer
Por ÓSCAR COLLAZOS |

ÓSCAR COLLAZOS

Las medidas que acorten la distancia entre las minorías que leen y las mayorías que 
no les gusta hacerlo no son solo pedagógicas. También son económicas.
Antes de que cerrara sus puertas la Feria Internacional del Libro de Bogotá (Filbo), las agencias internacionales de prensa publicaron declaraciones del presidente de Bolivia, Evo Morales, en las que reconoce que no le gusta leer.
“Yo tengo ese problema: no me gusta leer”, dijo el presidente Morales después de firmar la ley que elimina el pago del impuesto del IVA (13%) y de transacciones (3%) a los libros nacionales y extranjeros. Con esta medida, se reduce en un 16% el precio de los libros en el precario mercado editorial de aquel país.

Oscar Collazos / Polo a tierra


Oscar Collazos

Polo a tierra

EL TIEMPO, 19 de abril de 2012

Durante ocho años, con George W. Bush en la presidencia de Estados Unidos, el presidente de Colombia trató de convertir al país en la cabeza de playa de la política norteamericana en América Latina. Partidario, como su homólogo estadounidense, de la extrema bipolaridad política, Uribe montó (o le montaron) un aparato de propaganda que llevó la bipolaridad a la misma pedestre argumentación de Bush, sobre todo después de los ataques terroristas del 11-S.

Si no se estaba con Bush se estaba con el extremismo islámico y el terrorismo; si no se estaba con Uribe, se estaba con las guerrillas. El argumento siempre tuvo el perverso cuidado de acusar a demócratas de izquierda, centro e incluso derecha que pusieran en cuestión la Seguridad Democrática, un sistema que pervirtió todo código de ética y minimizó el terrorismo de Estado de los mal llamados "falsos positivos".

Oscar Collazos / La popularidad y el poder

Portrait of a Dead Man
Damien Mammoliti

La popularidad y el poder
Por ÓSCAR COLLAZOS |

Óscar Collazos

El exalcalde Terán nadó en la superficie de una popularidad mal entendida, ignoró las profundidades del poder y 
fue presa fácil de sus ambiciones personales.
Cartagena de Indias es algo más que la capital de un departamento; con los años, se ha convertido en la segunda capital social de Colombia. Nada importante de lo que sucede allí es indiferente a los colombianos. Por eso, la muerte de Campo Elías Terán Dix, elegido alcalde para el período 2012-2016 por una mayoría superior a los 160.000 votos, ocupa desde el martes por la noche las primeras páginas de los informativos nacionales.

Oscar Collazos / Conductores borrachos


Oscar Collazos

¿Ganaron los borrachos?

El tiempo, 23 de mayo de 2012

Al hundir el proyecto de ley que buscaba la aplicación de castigos más severos a quienes condujeran en estado de embriaguez, ganaron, en primer término, los legisladores: una vez más, fueron incapaces de trazar la línea que separa al delito de la costumbre.
Uno de los más ridículos argumentos contra la iniciativa lo dio el representante de 'la U' Jairo Ortega. "No sé dónde van a meter a millones de colombianos en las cárceles, porque son millones los que se toman sus traguitos", dijo el político vallecaucano, exponiendo una curiosa teoría: las leyes se hacen en función de las cárceles y no como una regulación de la vida en sociedad. Mejor dicho: como somos muchos los que violamos la ley por la costumbre poco censurable de tomarnos "unos traguitos" y conducir un carro, hagámonos los de la vista gorda.

Oscar Collazos / Personajes del año / La cultura del kleenex



Oscar Collazos

Personajes del año

LA CULTURA DEL KLEENEX

El Tiempo
Bogotá, 30 de abril de 2015
    No voy a caer en el lugar común de elegir, a falta de tema, al que considero el personaje del año. En el escenario del país y del mundo cabe demasiada gente. Y demasiados acontecimientos. Y son muchos los que agitan las manos para reclamar la atención. Sobresalir, salir del montón, es muy difícil.
    No es fácil elegir el personaje de la década y de los 12 años que lleva rodando el siglo XXI con una alta carga de confusión y crisis, al parecer cíclicas: cada cierto tiempo, el mundo se resiste a dar un salto irreversible. Juega a volver atrás o a caerse por el despeñadero después de haber remontado la cuesta, siempre con su roca a las espaldas.