Goodreads tiene razón al generar opiniones divididas, pero se equivoca al simplificarlas al máximo.
No elijo los libros basándome en la puntuación general como si fueran productos para el cuidado de la piel, ni creo que ningún veredicto crítico sea la última palabra.
Las reacciones son intensas en Goodreads. De hecho, le digo a cada autor que se enfrenta al lanzamiento de su primer libro que se mantenga alejado. No me van a hacer caso, porque ¿quién no quiere saber si su manuscrito, esa cosa preciosa en la que han trabajado en soledad durante años, ha encontrado a sus lectores? Y como yo misma he estado ahí, anticipo la espiral que sigue. La euforia al leer la primera reseña entusiasta. La devastación apocalíptica de la primera reseña mordaz (o incluso la primera reseña tibia de cuatro estrellas). La indignación justificada ante la primera reseña de tres estrellas. Nadie me entiende. ¿Esta gente siquiera sabe leer? ¿Yo siquiera sé leer? Es demasiado; no te convierte en un mejor escritor. Bloquea el sitio y concéntrate en tu trabajo.